Cuando la noche cayó y luego de que cenaron, Soren fue a la habitación a cambiarse por algo más adecuado. Sin que Clarisse lo notara, pues estaba fuera del vestidor, abrió algunos compartimientos ocultos y guardó un par de cuchillas debajo de la chaqueta de cuero y el arma en la funda que llevaba en la pantorrilla.—Que extraño que Ariah te haya pedido ir tan tarde a su casa, ¿es grave? —le preguntó Clarisse sin apartar los ojos de la pantalla plana que estaba en la pared. Amaba el televisor de su novio.—No realmente. Tiene inconvenientes con una de las propiedades de nuestros padres que quedó a su nombre y debe resolverlo antes de que vaya mañana a entregar el papeleo —contestó el pelinegro, colocándose un Rolex—. Te diría que me esperes despierta, pero tal vez no regrese hasta que solucionemos eso.—¿Y no pueden hacerlo por la computadora?—Los archivos están en papel, además, Daliah necesita mi firma cómo testigo. Así que se soluciona el problema de una buena vez —declaró, mostran
Pasaron aproximadamente veinte minutos cuando vieron a Sorrento llegar al club. Soren le hico señas al equipo de seguridad que de inmediato captó, el momento que habían estado esperando los últimos días finalmente llegó. Los cuatro hombres se dirigieron hacia ellos.—No hay más salidas; más que una a un costado del club. Sólo un hombre la resguardas —señaló Luca—. ¿Cuáles son sus próximas indicaciones?—Quédate en esa salida, asegúrate de que James no escape por ahí cuando lo enfrentemos —ordenó Daliah.—Sí, su alteza —obedeció ciegamente el hombre y se retiró.—El reto vuelva a sus puestos, por favor —pidió Soren y ellos se fueron.—A veces siento que estoy tratando con máquinas. No son cómo Peter y Liza que son expresivos y emocionales. Incluso a pesar de que tú siempre tienes mala cara, cuando ustedes dialogan es verdaderamente una conversación entre personas. En cambio, mi personal es metálico y sólo hablan cuando se les pide que lo hagan.—Se debe a que en primera no son merament
Al llegar a la mansión el personal trasladó a James Sorrento al interior, a una habitación en el ala sur. Allí Madeline había preparado el lugar para recibir al nuevo invitado con plástico en algunas zonas y una mesa llena de varios artilugios.—Bienvenido, joven Brion —saludó la mujer haciendo una reverencia.—Madeline, no es necesario que hagas eso. Ya no soy de la realeza —mencionó con un tono calmado.—Lo siento, es la costumbre —dijo un poco apenada. No sabía si había sido regañada o lo contrario.—¿Cómo están Danny e Iván? —preguntó Daliah.—Las heridas de ambos han sido tratadas. Por el momento Iván está lejos de cualquier riesgo de muerte según las palabras del doctor.—¿Alguien sabe sobre esto? —Soren le preguntó a su hermana.—Nadie importante. Es un hombre que ofrece sus servicios médicos a cambio de una buena suma de dinero —lo vio arquear una ceja—. Tranquilo, ya ha trabajado para mi antes. Es de confianza mientras que sus bolsillos estén llenos.—Si tú lo dices…—Está to
Ocho horas habían pasado desde que capturaron a James y se tiempo de negaba a hablar. Incluso después de romper varios de sus huesos y cortar su piel, incluso después de ser apaleado y electrocutado, ese hombre se negaba a decir algo. La habitación estaba envuelta en una penumbra opresiva. La tenue luz de una lampara revelaba una escena de crueldad y desesperación. James estaba encadenado a una silla de aspecto macabro, mientras miraba a los hermanos con una mezcla de odio y terror.Soren, con su mirada gélida y su cabello oscuro caído sobre su rostro, se acercó a James con una sonrisa retorcida.—James, querido amigo, estamos en busca de respuesta —dijo en un tono que helo la sangre—. Intentamos ser pacientes contigo, incluso que te ofrecimos un trato, pero te negaste rotundamente. Queremos saber quién es la mujer que envió a esos mercenarios para eliminarme.Daliah estaba en un rincón de la habitación observando con frialdad la escena. Sostenía un cuchillo en su mano, dejando que l
—Mientras mis guardias estén distrayéndolos nosotros iremos por Zyan —dijo Daliah mientras corrían por los pasillos de la mansión.—Alteza, realmente creo que sería mejor que nos retiremos. Sí algo llegase a pasarle sus tíos serían coronados inmediatamente al contar con más edad —mencionó Madeline, corría a su lado bastante preocupada por los disparos que se oían afuera.Soren se detuvo en seco y tomó el brazo de su hermana para frenarla, por lo que el resto también paró. Peter sostenía a James de un brazo mientras estaba encadenado y amordazado.—Ella tiene razón, no permitiré que Zadriel y Carmina se conviertan en los reyes de Velghary —dijo con dureza.—Pero Zyan es de mi escolta personal, no puedo dejarlo. Tú…—Esta es una situación completamente diferente, Daliah —la interrumpió el mayor—. Tengo que sacarte de la mansión y también a James. Es por él que vienen, significa que es importante y no podemos dejar que lo tengan.Afuera los disparos aumentaron y varias explosiones se lib
—Supongo que vamos a retomar nuestro juego aquí —comentó James, estaba siendo encadenado a una silla de metalSoren lo miró con apatía.Estaba enojado consigo mismo por no haberse preparado adecuadamente en caso de que hubieran estado cuidando a hombre de piel oscura. Peter y Owen estaban revisando la zona para asegurarse de que no hubiera nadie cerca de aquella pequeña casa retirada del resto de la ciudad.Desde un principio pudieron venir acá, pero Daliah insistía que en su mansión era mucho más cómodo y seguro. Tal vez en lo primero tenía razón, sin embargo, en lo segundo no podría estar más equivocada.Soren se preguntaba que clase de mentira tuvo que dar su hermana para que su primo no alertara al resto de los Velghary. Por suerte no los vio salir entre tanto caos o podrían a ver recibido un misil cómo saludo.—Me volverán a encontrar.—Posiblemente —dijo Soren sin ánimos—. Pero me aseguraré de que te encuentran sin vida.El hombre soltó una risa burlesca, estaba seguro de que su
Clarisse terminó de tomar su desayunó en silencio. Liza estaba con ella al igual que Patrice y Jeremy que llegaron para devorar los platillos de la ama de llaves. Cuando llegaron la morena habló con ellos en la cocina, luego fueron al comedor y apenas dijeron unas cuantas palabras.No era incomodo realmente, sin embargo, era obvio que había algo que ellos estaban ocultando.—Esto esta muy bueno —comentó la rubia rizada, saboreando la comida con todo el gusto.—Gracias, el secreto está en la mantequilla de ajo —explicó la morena.Clarisse estaba atenta a la conversación y los movimientos de todos.—Delicioso —agregó Jeremy.Finalmente, la chica dejó sus cubiertos de lado y los miró sorprendida.—¡Ay, por Dios! Tienen que estar bromeando —dijo con un tono sarcástico e irónico.—¿A qué te refieres? —preguntó su amigo con una sonrisa que le pareció más que forzada.—Ustedes tres están actuando bastante raro, ¿pasó algo de lo que no me he enterado aún? ¿Debo preocuparme? ¿Algo le ocurrió a
—¿Cómo es que perdiste el teléfono? —preguntó.—No sabría decirlo. Tal vez en la conmoción se me cayó y no lo noté.—Soren… ¿Eres realmente fue un inconveniente inesperado o participas en peleas clandestinas constantemente?—No, te aseguro que no es así.—No es la primera vez que llegas con golpes… He notado que sueles llegar así de tus viajes y antes no dije nada, pero eso me preocupa mucho. No es que esté en contra de ellas y si es que eres peleador no, yo sólo voy a necesitar que me lo digas y un poco de tiempo para procesarlo —mencionó con una mano en la cintura y otra en la cabeza—Clarisse, escúchame —le pidió, atrapándola de los hombros—. No soy peleador clandestino. Esas practicas deportivas no son de mi disfrute.—Entonces… ¿tiene algo que ver con la mafia…?La pregunta lo dejó descolocado.Claro que tenía que ver con la mafia, su familia regía el bajo mundo criminal y se suponía que él iba a hacerlo también. Ser un Velghary implicaba gobernar dos mundos, ser perfecto, podero