Al llegar a la mansión el personal trasladó a James Sorrento al interior, a una habitación en el ala sur. Allí Madeline había preparado el lugar para recibir al nuevo invitado con plástico en algunas zonas y una mesa llena de varios artilugios.—Bienvenido, joven Brion —saludó la mujer haciendo una reverencia.—Madeline, no es necesario que hagas eso. Ya no soy de la realeza —mencionó con un tono calmado.—Lo siento, es la costumbre —dijo un poco apenada. No sabía si había sido regañada o lo contrario.—¿Cómo están Danny e Iván? —preguntó Daliah.—Las heridas de ambos han sido tratadas. Por el momento Iván está lejos de cualquier riesgo de muerte según las palabras del doctor.—¿Alguien sabe sobre esto? —Soren le preguntó a su hermana.—Nadie importante. Es un hombre que ofrece sus servicios médicos a cambio de una buena suma de dinero —lo vio arquear una ceja—. Tranquilo, ya ha trabajado para mi antes. Es de confianza mientras que sus bolsillos estén llenos.—Si tú lo dices…—Está to
Ocho horas habían pasado desde que capturaron a James y se tiempo de negaba a hablar. Incluso después de romper varios de sus huesos y cortar su piel, incluso después de ser apaleado y electrocutado, ese hombre se negaba a decir algo. La habitación estaba envuelta en una penumbra opresiva. La tenue luz de una lampara revelaba una escena de crueldad y desesperación. James estaba encadenado a una silla de aspecto macabro, mientras miraba a los hermanos con una mezcla de odio y terror.Soren, con su mirada gélida y su cabello oscuro caído sobre su rostro, se acercó a James con una sonrisa retorcida.—James, querido amigo, estamos en busca de respuesta —dijo en un tono que helo la sangre—. Intentamos ser pacientes contigo, incluso que te ofrecimos un trato, pero te negaste rotundamente. Queremos saber quién es la mujer que envió a esos mercenarios para eliminarme.Daliah estaba en un rincón de la habitación observando con frialdad la escena. Sostenía un cuchillo en su mano, dejando que l
—Mientras mis guardias estén distrayéndolos nosotros iremos por Zyan —dijo Daliah mientras corrían por los pasillos de la mansión.—Alteza, realmente creo que sería mejor que nos retiremos. Sí algo llegase a pasarle sus tíos serían coronados inmediatamente al contar con más edad —mencionó Madeline, corría a su lado bastante preocupada por los disparos que se oían afuera.Soren se detuvo en seco y tomó el brazo de su hermana para frenarla, por lo que el resto también paró. Peter sostenía a James de un brazo mientras estaba encadenado y amordazado.—Ella tiene razón, no permitiré que Zadriel y Carmina se conviertan en los reyes de Velghary —dijo con dureza.—Pero Zyan es de mi escolta personal, no puedo dejarlo. Tú…—Esta es una situación completamente diferente, Daliah —la interrumpió el mayor—. Tengo que sacarte de la mansión y también a James. Es por él que vienen, significa que es importante y no podemos dejar que lo tengan.Afuera los disparos aumentaron y varias explosiones se lib
—Supongo que vamos a retomar nuestro juego aquí —comentó James, estaba siendo encadenado a una silla de metalSoren lo miró con apatía.Estaba enojado consigo mismo por no haberse preparado adecuadamente en caso de que hubieran estado cuidando a hombre de piel oscura. Peter y Owen estaban revisando la zona para asegurarse de que no hubiera nadie cerca de aquella pequeña casa retirada del resto de la ciudad.Desde un principio pudieron venir acá, pero Daliah insistía que en su mansión era mucho más cómodo y seguro. Tal vez en lo primero tenía razón, sin embargo, en lo segundo no podría estar más equivocada.Soren se preguntaba que clase de mentira tuvo que dar su hermana para que su primo no alertara al resto de los Velghary. Por suerte no los vio salir entre tanto caos o podrían a ver recibido un misil cómo saludo.—Me volverán a encontrar.—Posiblemente —dijo Soren sin ánimos—. Pero me aseguraré de que te encuentran sin vida.El hombre soltó una risa burlesca, estaba seguro de que su
Clarisse terminó de tomar su desayunó en silencio. Liza estaba con ella al igual que Patrice y Jeremy que llegaron para devorar los platillos de la ama de llaves. Cuando llegaron la morena habló con ellos en la cocina, luego fueron al comedor y apenas dijeron unas cuantas palabras.No era incomodo realmente, sin embargo, era obvio que había algo que ellos estaban ocultando.—Esto esta muy bueno —comentó la rubia rizada, saboreando la comida con todo el gusto.—Gracias, el secreto está en la mantequilla de ajo —explicó la morena.Clarisse estaba atenta a la conversación y los movimientos de todos.—Delicioso —agregó Jeremy.Finalmente, la chica dejó sus cubiertos de lado y los miró sorprendida.—¡Ay, por Dios! Tienen que estar bromeando —dijo con un tono sarcástico e irónico.—¿A qué te refieres? —preguntó su amigo con una sonrisa que le pareció más que forzada.—Ustedes tres están actuando bastante raro, ¿pasó algo de lo que no me he enterado aún? ¿Debo preocuparme? ¿Algo le ocurrió a
—¿Cómo es que perdiste el teléfono? —preguntó.—No sabría decirlo. Tal vez en la conmoción se me cayó y no lo noté.—Soren… ¿Eres realmente fue un inconveniente inesperado o participas en peleas clandestinas constantemente?—No, te aseguro que no es así.—No es la primera vez que llegas con golpes… He notado que sueles llegar así de tus viajes y antes no dije nada, pero eso me preocupa mucho. No es que esté en contra de ellas y si es que eres peleador no, yo sólo voy a necesitar que me lo digas y un poco de tiempo para procesarlo —mencionó con una mano en la cintura y otra en la cabeza—Clarisse, escúchame —le pidió, atrapándola de los hombros—. No soy peleador clandestino. Esas practicas deportivas no son de mi disfrute.—Entonces… ¿tiene algo que ver con la mafia…?La pregunta lo dejó descolocado.Claro que tenía que ver con la mafia, su familia regía el bajo mundo criminal y se suponía que él iba a hacerlo también. Ser un Velghary implicaba gobernar dos mundos, ser perfecto, podero
El centro comercial estaba tranquilo, pocas personas en ese momento debido a que aún era algo temprano. Soren logró converse a Clarisse de que lo acompañara a comprar un nuevo teléfono antes llevarla al trabajo. Al principio se negaba a hacerlo, pero luego de insistir y unos cuantos besos después ella aceptó ir con él.Caminaban tomados de la mano por los pasillos, algunas personas los miraban, especialmente las chicas al notar lo atractivo que era aquello hombre de peculiares ojos color ocre. Alto cuerpo fornido y de vestimenta elegante. Y Clarisse no puedo evitar sentir alegría al poder tener a un novio tan sexy mientras el resto del mundo la envidiaba.Soren podría tener sus detalles, pero en general era perfecto y era todo suyo.Entraron a una tienda en donde el pelinegro pidió el dispositivo más nuevo que tuvieran, no le sorprendió en lo absoluto considerando que a ella también le regaló uno de los modelos recientes. El chico que los atendía les explicó las especificaciones del t
Cualquier otro ruido, cualquier otra persona, el fuego del vehículo volcado e incluso el miedo que sentía fueron opacados por algo más. Su sangre hervía, sus manos ce cerraron en puños que apretó con fuerza y lo miró con odio.Hace años que no lo veía en persona, no imaginó que volvería a verlo de nuevo, pero a pesar del tiempo ese sentimiento de ira en su estado más puro salió a la superficie.¿Cómo es que estaba en Seattle?Sin darse cuenta su enojo empezaba a extenderse hacia su novio.Por meses tuvo el miedo de que Soren fuese capaz de herirla de la misma manera que los hizo Jax y resultó que se conocían. Varias dudas surgieron.¿Por qué se conocían?¿Desde cuándo se conocían?¿Acaso Soren sabía la historia que había entre ella y Jax?Incluso llegó a pensar en que clase de cosas pudo decir el hombre con el que estuvo a punto de casarse sólo para quedar bien ante Soren.—Clarisse… —escucharlo hablar fue cómo ser cortada con un bisturí y sin anestesia. Su piel ardió ante el contacto