El centro comercial estaba tranquilo, pocas personas en ese momento debido a que aún era algo temprano. Soren logró converse a Clarisse de que lo acompañara a comprar un nuevo teléfono antes llevarla al trabajo. Al principio se negaba a hacerlo, pero luego de insistir y unos cuantos besos después ella aceptó ir con él.Caminaban tomados de la mano por los pasillos, algunas personas los miraban, especialmente las chicas al notar lo atractivo que era aquello hombre de peculiares ojos color ocre. Alto cuerpo fornido y de vestimenta elegante. Y Clarisse no puedo evitar sentir alegría al poder tener a un novio tan sexy mientras el resto del mundo la envidiaba.Soren podría tener sus detalles, pero en general era perfecto y era todo suyo.Entraron a una tienda en donde el pelinegro pidió el dispositivo más nuevo que tuvieran, no le sorprendió en lo absoluto considerando que a ella también le regaló uno de los modelos recientes. El chico que los atendía les explicó las especificaciones del t
Cualquier otro ruido, cualquier otra persona, el fuego del vehículo volcado e incluso el miedo que sentía fueron opacados por algo más. Su sangre hervía, sus manos ce cerraron en puños que apretó con fuerza y lo miró con odio.Hace años que no lo veía en persona, no imaginó que volvería a verlo de nuevo, pero a pesar del tiempo ese sentimiento de ira en su estado más puro salió a la superficie.¿Cómo es que estaba en Seattle?Sin darse cuenta su enojo empezaba a extenderse hacia su novio.Por meses tuvo el miedo de que Soren fuese capaz de herirla de la misma manera que los hizo Jax y resultó que se conocían. Varias dudas surgieron.¿Por qué se conocían?¿Desde cuándo se conocían?¿Acaso Soren sabía la historia que había entre ella y Jax?Incluso llegó a pensar en que clase de cosas pudo decir el hombre con el que estuvo a punto de casarse sólo para quedar bien ante Soren.—Clarisse… —escucharlo hablar fue cómo ser cortada con un bisturí y sin anestesia. Su piel ardió ante el contacto
Desde que llegaron a casa estuvieron distantes uno del otro.Soren trabajaba con su gente para reforzar la seguridad de la mansión, así cómo también aumentar el número de personas que resguardaban a sus seres queridos. Era cuestión de tiempo para que los atacaran a ellos o a la residencia, así que era mejor estar preparados.Clarisse, por otra parte, estaba perdida en sus pensamientos y emociones alteradas. Estaba furiosa, odiaba tener que recordar una y otra vez ese momento. Había pasado casi todo un día, sin embargo, aún quería regresar a darle una patada en los testículos a ese maldito infiel. Quería llorar y gritar, nuevamente se sentía cómo aquel día que se marchó de Vancouver.Era estúpido, lo sabía, pero no podía dejar de sentirse así. Creía que ya lo había superado, que con Soren todo eso quedó atrás, no porque lo utilizara para olvidar a Jax, sino porque él era completamente diferente al castaño.No obstante, recordó los eventos de ese día, verlos hablar con tal naturalidad f
—Oye, Liza. ¿Sabes donde está Soren? —preguntó Clarisse al entrar en la cocina en donde la morena disfrutaba de un batido de frutas y galletas.—Me parece que está en el balcón del primer piso.—Genial, gracias.—¡Oh, espera! —la detuvo y le entregó unas galletas con chispas de chocolate—. Tiene cara de fiera y las galletas con chispas siempre lo hacen sentir mejor.—¿Sabes por qué está así?—Probablemente por lo que pasó esta mañana.—Cierto, que tonta —se propuso a retirarse, pero luego de pensarlo un instante se acercó de nuevo—. Tengo algo que preguntarte… ¿Qué tanto conoces a las personas que interactúan con Soren?—¿Te refieres a sus amigos? —la ojiazul asintió—. Pues, son las mismas personas que siempre vienen a la casa. Más allá de ellos sólo están sus socios comerciales.—Comprendo… Una cosa más, ¿alguna vez llegaste a escuchar sobre un hombre llamado Jax Fell?Liza dejó de lado su bebida, ya sabía que en cualquier momento Clarisse intentaría buscar respuestas. Aunque ella ta
Luego de la cena Soren invitó a todos a quedarse para una noche de películas, lo cual hizo muy feliz a su novia. Realmente lo que ella necesitaba en ese momento era estar con sus personas favoritas, es decir sus amigos y su novio.Amaba que Soren fuera capaz de notar esos deseos silenciosos y los hiciera realidad para ella. La hacía sentir cómo una niña consentida que ha tenido su atención por completo desde el momento cero.Ya hora, con todos ellos en la sala de proyección, disfrutando de una hermosa película de fantasía y amor, ella se acomodó entre los brazos de él. Las camas de la sala era la cosa más genial, nunca imaginó estar en un lugar cómo ese, pero tratándose de Soren no había nada que no pudiera tener en su mansión para asegurar la comodidad de todos.—¿Te sientes mejor? —preguntó con aquel encantador acento europeo.Clarisse alzó la vista para encontrarse con aquellos ojos de color ocre brillando cual joyas mágicas. Se levantó un poco y dejó un suabe beso en sus labios pa
Esa mañana vio salir a muchas personas de la mansión. La mayoría eran personas desconocidas, pero luego los investigaría. De hecho, era curioso que esas personas pasaran tanto tiempo en la casa de Soren, no parecían Velghary, por lo cual debían tratarse de otros. Se llevó una sorpresa al ver a Soren con un niño de la mano. La criatura no sentía más de seis años, pero esos ojos azules de inmediato le hicieron pensar en Clarisse y se preocupó por completo.Habían pasado varios días desde que se encontraron cara a cara luego de tantos años. Estuvo en vela, realmente le preocupaba el hecho de que Clarisse estuviese relacionada con Soren. También se preguntaba si ella sabía algo sobre quién era realmente o vivía ignorante al pasado de su pareja.—Señor, ¿qué quiere que hagamos ahora? Se están separando —dijo su asistente.—Sigue el auto de Soren Oversax. Quisiera ver a donde van esos tres —ordenó y la chica asintió para luego encender el motor y ponerse en marcha—. Asegúrate de mantener un
—Hola, mi niña hermosa. ¿Cómo te va? —saludó Rose con cariño y una sonrisa al ver a su hija en pantalla.—Hola, mami…—Oh, no. Tienes esa mirada caída y esa voz ahogada —detectó inmediatamente—. ¿Pasó algo? ¿Te peleaste con Soren?—No, todo está bien con él, pero sí pasó algo… —lucía abatida. Soltó un largo suspiro y se acomodó en el sofá colgante del kiosco—. Jax está aquí en Seattle.—¡¿Cómo dices?! —no sólo su madre habló, también su padre que apareció en la videollamada.—¡¿Ese desgraciado esta allá?! —se notaba que su padre seguí guardándole un gran resentimiento a su ex yerno, ¿cómo no? Le rompió el corazón a su hija—. ¿Cuándo lo viste?—Ayer… Fui por Pat a la escuela y cuando salíamos me interceptó en la calle…—¿Por qué? ¿Qué quería ese hombre? —quiso saber su madre.—Eso es lo extraño. Comenzó disculpándose y después a hablar de Soren. Dijo que no era quien decía ser, que debía alejarme de él y que sólo buscaba mantenerme a salvo —relató, molesta—. Oh, y también cree que Sore
Camino al lugar acorado Soren recibió una llamada de su hermana.—No vengas —ordenó en voz baja.—¿Por qué? ¿Qué ocurre y por qué susurras? —cuestionó, confundido desde el asiento trasero mientras Peter conducía.—Macon y Serena están acá. No sería bueno que llegues en este momento.—¿Cómo que están ahí? Se suponía que no conocían esa dirección.—Bueno, resulta que tienen gente en todas partes y supieron que estaba en este hotel mientras hacen reparaciones a la mansión —explicó, se notaba el disgusto por la intromisión de sus primos—. Hay algo más. Creo que están tramando algo.—¿Qué podría ser?—Ni idea, pero lo voy a averiguar. Desde lo ocurrido el otro día ellos están… Muy encima de mí, no quieren dejarme sola. Es por eso que están acá, quieren que vaya a la nueva residencia que compraron al menos hasta que las reparaciones estén acabadas.—¿Ordenes del palacio?—Posiblemente, aunque aún no hacen su aparición. Creo que Serena y Macon actúan cómo intermediaron de sus padres.—¿Averi