Solo dos años de paz y tranquilidad es lo que lograron obtener Lía y Alessio… la vida en su nuevo hogar era buena, pero como siempre la felicidad no les iba a durar mucho. Y menos cuando los enemigos de Alessio Biachi seguían con vida. Era el momento que el rey termina de una vez por todas con ellos, culminar con el trabajo que no concluido dos años atrás. Ahora se arrepentía de no haberlo hecho, ya que su esposa llevaba en su vientre a sus pequeños herederos. Más que nunca debía proteger a su familia y su linaje. Era imprescindible que exterminara a sus adversarios, empezando por ese cazador inmortal que les había estado siguiendo los pasos muy de cerca. Su esposa se empeñaba en no asesinarlo, pero dada la condición de la castaña el ya no compartía esa opinión. Aunque él estaba completamente seguro que, quien terminaría con la vida de ese cazador seria su propia mujer. Dado que la chica mantenía sus poderes ocultos, sospechaba que por proteger a sus hijos haría lo que fuera por ellos. No te pierdas este segundo libro. El Precio de la Inmortalidad (rebelión)
Leer másSebastiano cortaba leña esa mañana soleada… la mitad de su cuerpo se encontraba desnudo y cubierto por una capa de sudor. El ex cazador empuñaba el hacha contra los troncos sacando pedazos cuadrados del mismo. Desde la ventana Sara contemplaba a su esposo sintiéndose deseosa por su cuerpo tan formado y masculino. Nunca se cansaba de admirar su cuerpo. La chica creyó que le había tocado el mejor de los mortales. Sonrió al llevarse una mano a su vientre abultado, desde que se había casado con Sebastiano vivían tranquilamente en aquella casa del campo. Sus padres y hermano la visitaban con mucha frecuencia, hasta que una noche Alessio le dio una importante noticia. Una de la que ella no se había dado cuenta. Su padre le informo de su estado de embarazo… aun recordó a su madre como reía cuando lo supieron, le había dicho que hizo lo mismo con ella. Por alguna razón el vampiro lograba saber cuándo una mujer vampiro estaba embarazada. La familia se encontraba muy feliz por
—¿Hija? ¡Hija! La llama su madre sacándola de sus cavilaciones. —Me preguntaba si ya has pensado que vas hacer cuando… Lía mira a su esposo de reojo. —Bueno cuando Sebastiano envejezca. Sabes que tú eres inmortal, y él, bueno… es un humano que poco a poco ira muriendo. Debes tener en cuenta que si él no está a tu lado nosotros ya no podremos estar contigo, ni mucho menos tu hermano.—De eso quería hablarles, por eso deseaba que vinieran a verme. Su madre había llegado al punto en el que ella quería caer. Era primordial que Sebastiano siguiera a su lado, pero no porque anulara sus poderes malignos sino porque lo amaba y el estar sin él le partía el corazón.—¡¿Qué?! Pregunta su padre. —¿Qué es lo que deseas hacer?—Sebastiano y yo hemos d
Lucas volvía a su rutina de trabajo, encargándose de los negocios de la familia. Al menos los problemas familiares se habían resuelto. Aunque enterarse del reciente descubriendo que tenía una hermana gemela fue un gran impacto para él, lo estaba llevando bastante bien. Sin embargo, por dentro sentía un gran vacío al estar lejos de ella. Cuando recobro la memoria recordó vagamente a su padre teniendo a su hermana desmayada en los brazos, y sus últimas palabras fueron confía en mí.Para ese entonces solo era un chico no comprendía nada, pero ahora que era adulto lo entendía a la perfección. Sara y el no podían estar juntos, el ataque de su hermana aquella noche fue evidencia de que su corazón era negro. Y sus poderes enormes, solo quedaba comprobar si las palabras de la chica muerta eran ciertas. Él tenía que ir a ver a su hermana y cerciorarse de
Su cabello negro y bastante enmarañado se había secado hace muchas horas. La herida mortal del cuello de Sara cerró con mucho éxito, pero la chica seguía dormida. Por fortuna la sangre de su padre le aporto lo necesario para ayudarla a curar su herida y no morir desangrada. Sebastiano estuvo a punto de perderla, éste la contemplaba mientras descansada plácidamente. Aun le preocupaba el hecho de que no despertara, pero asumió que debía darle su tiempo para asimilar la sangre pura de Alessio en su sistema.Según el padre de la chica le dijo que le tomaría como un día en recuperarse. Pero que estaría bien, que era muy diferente nacer llevando su sangre que bebiéndola directamente. El cazador pensó que si no le hubiera dado de su sangre ella… negó, no volvería a pensar en una cosa como esa. Sonrió débilmente, sabía que Sara era f
Ella era un maldito vampiro… se dijo mentalmente el chico. Entonces, se había enamorado de un vampiro. Sebastiano no salía de su estupefacción, solo la miraba a ella. Por el agua que caía no sabía si el líquido que se deslizaba por sus ojos era de llanto o de la lluvia. Lo único que sabía en esos momentos era que ella estaba muriendo. Este soltó ambas catanas, dando un paso hacia esa mujer que le robo el corazón… cuando de la nada un dolor punzante se instala en su hombro.Todo había sido como a velocidad lenta, cuando miro el hombro noto la punta de una catana sobre salir de su cuerpo. Cayó arrodillado en el piso con una importante cantidad de sangre brotando de la herida. Maldijo para sus adentros, era el mismo lugar donde aquel vampiro lo lastimo seriamente hace años. El dolor era descomunal, ya que por muchos años que hubieran podido pasar le seguía
Cuando Alessio se acercó a ella a una distancia comprometedora su hija lo ataco con la catana sin mediar palabras. Éste la esquivo, lo que menos quería era lastimarla. Era su hija jamás le haría daño. Pero si estaba muy sorprendido, ella se movía con tanta elegancia. Se notaba que había entrenado mucho y ganado mucho poder. Eso no era bueno, alguien estaba detrás de todo aquello. ¿Pero quién? Se preguntó el vampiro.—Hija, han llenado tu mente de malos pensamientos. ¡Escúchame! Le dice intentando apaciguarla.—Cállate, deja de hablarmeeeeee… le grita a todo pulmón blandiendo la espada hacia él.—Sara, no… él es tu padre, detente. Grita Lía sin poder hacer nada.En eso a la escena en medio de la sala se les une Dante en compañía de Sabina… observando a Ales
El tiempo era un privilegio para esos dos, así que el rubio recostó el cuerpo de Sara contra el primer muro sólido. Metiéndose entre sus piernas con bastante facilidad, en seguida sintió las delgadas manos de ella apoderarse de la cremallera de sus vaqueros liberando su miembro el cual sufría a morir desde que la vio llegar.No tardó mucho en buscar la cavidad estrecha de Sara, y para cuando la encontró no espero mucho para penetrar su cuerpo. La tibieza de su ser lo lleno por completo, esa chica tenía que ser para él y de nadie más. Empezó a penetrarla, saliendo y entrando en ella disfrutando de las miles de sensaciones que sentían en ese momento. Hasta que la oyó gemir con más fuerza de la normal, llevando sus ojos a encontrarse con los de ella, quien los tenía tan brillosos.Los roncos gemidos de Sara avivaron más las ganas del chico, llevánd
La peli negra frunce el ceño ante la mención de otra persona. Llenándola más de curiosidad.—¿Quién es esa persona?—Lo sabrás cuando lo veas. Esta sonríe. —Es por esa razón que debes alejarte de ese mortal, solo es un lastre. No ayuda en nada, solo te retrasa.—Pero Sebastiano es bueno. Dijo con voz queda.Rochel sintió molestia cuando esta se refirió al mortal con tanta propiedad… era un estorbo, uno que tendría que eliminar ella misma si era posible. Solo la distraía de lo que realmente debía hacer. Miro por la ventana de la habitación, el sol intentaba asomarse por el horizonte ya no podía continuar hablando con ella.—Debo irme, ya está por amanecer.—¡Esta bien!—Procura olvidar a ese hombre, no te conviene. Aparte d
Esa misma mañana, Sebastiano despertó de un plácido sueño. Hacía mucho que no dormía tan bien. Lo único negativo de esa mañana reluciente es que al despertar se encontraba solo, su chica se había ido. Volvió a tumbar su cuerpo en la cama llevando ambas manos detrás de su cabeza, esa noche tuvo suerte ya que ningún vampiro se apareció por los alrededores. El chico cerró los ojos recordando la piel pálida y tersa de Sara, quizás era momento de sentar cabeza. Y porque no con ella, era linda y también estaba muy interesada en él.Con aquellos pensamientos volvió a caer dormido…[…]—¡Sara! ¡Sara! ¿Dónde estás metida? Grita Rochel bajando las escaleras en cuanto el sol se puso la chica se levantó enseguida.—¡¿Qué pasa?!