Su cabello negro y bastante enmarañado se había secado hace muchas horas. La herida mortal del cuello de Sara cerró con mucho éxito, pero la chica seguía dormida. Por fortuna la sangre de su padre le aporto lo necesario para ayudarla a curar su herida y no morir desangrada. Sebastiano estuvo a punto de perderla, éste la contemplaba mientras descansada plácidamente. Aun le preocupaba el hecho de que no despertara, pero asumió que debía darle su tiempo para asimilar la sangre pura de Alessio en su sistema.
Según el padre de la chica le dijo que le tomaría como un día en recuperarse. Pero que estaría bien, que era muy diferente nacer llevando su sangre que bebiéndola directamente. El cazador pensó que si no le hubiera dado de su sangre ella… negó, no volvería a pensar en una cosa como esa. Sonrió débilmente, sabía que Sara era f
Lucas volvía a su rutina de trabajo, encargándose de los negocios de la familia. Al menos los problemas familiares se habían resuelto. Aunque enterarse del reciente descubriendo que tenía una hermana gemela fue un gran impacto para él, lo estaba llevando bastante bien. Sin embargo, por dentro sentía un gran vacío al estar lejos de ella. Cuando recobro la memoria recordó vagamente a su padre teniendo a su hermana desmayada en los brazos, y sus últimas palabras fueron confía en mí.Para ese entonces solo era un chico no comprendía nada, pero ahora que era adulto lo entendía a la perfección. Sara y el no podían estar juntos, el ataque de su hermana aquella noche fue evidencia de que su corazón era negro. Y sus poderes enormes, solo quedaba comprobar si las palabras de la chica muerta eran ciertas. Él tenía que ir a ver a su hermana y cerciorarse de
—¿Hija? ¡Hija! La llama su madre sacándola de sus cavilaciones. —Me preguntaba si ya has pensado que vas hacer cuando… Lía mira a su esposo de reojo. —Bueno cuando Sebastiano envejezca. Sabes que tú eres inmortal, y él, bueno… es un humano que poco a poco ira muriendo. Debes tener en cuenta que si él no está a tu lado nosotros ya no podremos estar contigo, ni mucho menos tu hermano.—De eso quería hablarles, por eso deseaba que vinieran a verme. Su madre había llegado al punto en el que ella quería caer. Era primordial que Sebastiano siguiera a su lado, pero no porque anulara sus poderes malignos sino porque lo amaba y el estar sin él le partía el corazón.—¡¿Qué?! Pregunta su padre. —¿Qué es lo que deseas hacer?—Sebastiano y yo hemos d
Sebastiano cortaba leña esa mañana soleada… la mitad de su cuerpo se encontraba desnudo y cubierto por una capa de sudor. El ex cazador empuñaba el hacha contra los troncos sacando pedazos cuadrados del mismo. Desde la ventana Sara contemplaba a su esposo sintiéndose deseosa por su cuerpo tan formado y masculino. Nunca se cansaba de admirar su cuerpo. La chica creyó que le había tocado el mejor de los mortales. Sonrió al llevarse una mano a su vientre abultado, desde que se había casado con Sebastiano vivían tranquilamente en aquella casa del campo. Sus padres y hermano la visitaban con mucha frecuencia, hasta que una noche Alessio le dio una importante noticia. Una de la que ella no se había dado cuenta. Su padre le informo de su estado de embarazo… aun recordó a su madre como reía cuando lo supieron, le había dicho que hizo lo mismo con ella. Por alguna razón el vampiro lograba saber cuándo una mujer vampiro estaba embarazada. La familia se encontraba muy feliz por
Por los pasillos de un alejado castillo una chica corría en una sola dirección… buscaba algo o mejor dicho a alguien. La noche habida caído hace muchas horas, y la persona que buscaba se le había perdido algunas horas. Guiada por su instinto, pero sobre todo por su aroma la castaña iba a justo hasta donde se encontraba Alessio.Camino más a prisa, ya que su aroma se estaba alejando. Y su sed de hambre la estaba volviendo loca. Termino por usar su poder de velocidad para alcanzarlo. Cuando paso una enorme puerta de madera pesada, lo vio caminando por un largo corredor con aquel majestuoso cabello largo tan liso y brillante. Su traje negro lo hacía ver más sensual, aumentando las feromonas de la chica.Ella sonrió al verlo, rápidamente corrió hacia el subiéndose a su espalda como una niña pequeña. Envolvió su cuello con los delicados y blanquecinos brazos, mien
—Sabes bien lo que siento con respecto a eso, yo no quiero que el muera.—Tampoco podemos dejarlo con vida, nos está cazando. Aunque hayan pasado dos años él y ese otro mortal siguen allá afuera buscándonos. ¿Crees que les voy a dar la oportunidad de encontrarnos?—¡No! Pero tampoco quiero que tengamos que enfrentarlo y asesinarlo.—Tus sentimientos hacia el son absurdos Lía. Le dice mirándola enfurruñado. —Si no lo harás tú, te juro que yo si clavare una maldita espada en su corazón.—¡No hables así! Casi que le grita a su esposo con lágrimas en los ojos.Este cierra los ojos, pica el puente de la nariz… no le gustaba verla llorar, y mucho menos por ese idiota del cazador. Era un puto dolor de cabeza, una piedra en su zapato. Una maldita garrapata.—Amore, no llores. Sabes que odio qu
La joven pasó ambas manos por su rostro, ya no sabía que podía hacer con el único asunto que la estaba volviendo loca.Noah…¿Acaso debía dejar que lo eliminaran? ¿Y qué pasaba con lo que sentía por él? No creía que valiera la pena discutir con el único hombre que la amaba y daba la vida por ella por un cazador que solo la quería muerta. Sintió algo de culpa, Alessio solo la estaba protegiendo mientras que ella solo se lo discutía.Rápidamente desapareció de la ventana, y en segundos se encontraba abrazando a su esposo por la espalda en medio de la nada. La reconforto al sentir las manos de el sobre las suyas. La chica sonríe apretándose más a él.—Lo lamento tanto. Ella se disculpa. —No me doy cuenta que solo quieres protegerme, y yo… solo me porto como idiota. Lo siento mi amor.
Recogía su espada para guardarla a un lado de su cadera. Se caló el sobretodo negro sobre sus hombros. Y ya estaba listo, Noah tomo las llaves del coche y entonces se fijó en Sebastiano quien abandonaba la habitación.—¿Estás listo? Pregunta el viejo.—¿Cuándo no lo estoy? Este sonríe dejando visible una muy reciente cicatriz debajo de su ojo.Los cazadores habían sido atacados por muchos vampiros, y aunque estos se estuvieron defendiendo muy bien por dos años. Esa noche no tuvieron tanta suerte, bueno al menos no el humano. Quien se vio envuelto por un montón de chupa sangre, haciéndole difícil quitárselos a todos de encima.Había sido mordido por algunos, agradeciendo que estos solo eran ratas que no podían infectarlo. Pero aun así, le costó deshacerse de todos. Al final, Noah tuvo que echarle una mano. Pero al
—Debemos irnos, muchacho. La noche es muy joven.—¡Esta bien! Esto no volverá a pasar.—Eso espero, porque no siempre te voy a estar salvando el culo.—No espero eso, cazador. Responde serio guardando su catana para dirigirse al coche.Noah lo siguió subiendo al vehículo… enciende el auto para ponerlo en marcha hacia otro lugar de ataque.En cuanto los cazadores partieron, una poderosa mirada amarilla los espiaba desde la oscuridad, las orbes de aquel sujeto brillaban como los ojos de un gato. Este Aprieta los puños con evidente fuerza al ver a todos sus esclavos destrozados en la calle. Por más que creara lacayos, esos dos siempre estaban al acecho. Destruyéndolo todo a su paso.Una sonrisa brillante surca de sus labios… mostrando uno de sus colmillos, esos cazadores no eran un problema. Siempre podía utilizar más humanos, todos destinados co