Hope se enamora perdidamente del millonario Asthon Greenspan, pero su amor es prohibido porque él es el padre de su mejor amiga. A pesar de las consecuencias potencialmente desastrosas, ella se aventura en un peligroso juego de seducción con el hombre que la hace suspirar. Con su cuerpo musculoso y su fortuna deslumbrante, Asthon se convierte en obsesión irresistible. ¿Podrán superar las barreras del amor y encontrar la felicidad juntos, o están destinados a una vida de secretos y engaños?
Leer másHope abrió los ojos cuando amaneció al día siguiente y se sintió adolorida. Inspeccionó su cuerpo y al verse tirada en una cama se encontró desorientada y totalmente confundida por esa escena. No comprendía cómo había acabado allí, hasta que los recuerdos de ese accidente fatal volvieron a su memoria como un balde de agua fría y comenzó a llorar.En ese momento, una enfermera ingresó a la habitación y la calmó. No podía alterarse demasiado, ya que eso no le hacía bien ni a ella ni al bebé. Le preguntó a la mujer dónde estaba su pequeño y qué había ocurrido, aunque ya sabía la respuesta, pero temía por aquel bebé que llevaba en su vientre. ¿Y si lo había perdido? No podía ni siquiera imaginarlo.—No se preocupe, su bebé está perfectamente bien y usted se va a recuperar —respondió la enfermera.—Necesito ver a Asthon. ¡Maldición! ¿Dónde está Asthon? ¡¿Dónde?! —exclamó desesperada.—Debe calmarse, llamaré al doctor.Después de un rato, ingresó el doctor y le explicó lo sucedido.—... Su
¿Especial? La palabra tenía un significado demasiado importante, de hecho, hasta podría considerarse un sinónimo de la misma; en todo caso, no tenía un solo atino hacia lo que tramaba Ashton.—Me quedaré con las ganas de saberlo, ya que tú no has querido darme una sola pista.—Creo que lo sabes, solo debes pensar un poco más.—Estoy haciendo todo lo que puedo y no doy con nada.Le besó los labios antes de alejarse para terminar de peinarse. Él no le diría nada. Tan pronto como estuvieron listos, abordaron el auto y se pusieron en marcha sin imaginar que lo peor estaba por suceder.***Alicia dejó caer el teléfono al suelo al saber la noticia. Odiaba que algo así estuviera pasando y casi se va a la inconsciencia. Salvatore llegó a ella para consolarla.—Papá y Hope, ellos... ¡No, no y no!Tomó la llamada por ella, que ya no podía hablar.—Aló, ¿me puede explicar qué está sucediendo?—Señor, soy el doctor de la...Y le explicó el lugar de trabajo, su nombre completo y el accidente de tr
1- Claro. Eres el jefe. - repitió. Cómo dijo, la llevó a casa y ella le prometió que se quedaría descansando, ya que la conocía bastante bien y sabía lo intranquila que podía llegar a ser, para no quedarse en un solo sitio. Ashton volvió a retomar el camino a la compañía pero quedó en atender el teléfono si sucedía alguna emergencia. Ese día los dos tenían planes de ir a un restaurante; en la noche Ashton le tenía una sorpresa que la joven no se imaginaba, no tenía ni siquiera la leve sospecha. Por su parte, cuando se encontró en la habitación que solía ocupar cuando lo de ellos era algo furtivo, buscó algo de dinero que solía tener en esa mesita de noche y decidió ir a una farmacia. Y contó todo a Alicia para evitarse más sorpresas. De esa manera la amiga la acompañó a comprar la prueba y estuvo allí presente a la espera de que los eternos cinco minutos pasaran para poder ver el resultado. - ¡Oh por Dios! Hace meses te dije que te pusieras en mi lugar y ahora creo que literalmen
El tiempo fue pasando cada vez más veloz y la barriguita de Alicia crecía. Se veía más hermosa con cada día que pasaba y radiante. Ahora se había mudado con Salvatore a un lujoso piso en la ciudad de Nueva York. Aún así, el interior del piso le brindaba un confort inigualable y se sentía como si no estuviera en los suburbios. Todo era calma, la que ella necesitaba.***La noche de ese jueves, Hope volvió a entregarse en cuerpo y alma a su hombre, al que amaba.Asthon siempre sabía cómo tocar cada parte de su piel y dibujar la pasión repasando los centímetros de su fisonomía perfecta. Cuando el acto de amor acabó, se quedaron el uno al otro unidos a la par. Entonces, la joven se quedó suspendida en aquel pensamiento que no dejaba de recorrer su mente. Se había estado sintiendo un poco extraña esos días y le daba miedo que lo inevitable estuviera pasando. Siempre recordó que él se protegía, incluso ella comenzó a tomar las píldoras. Pero siempre existía esa pequeña posibilidad, como le
—No es cierto, de hecho creo que te ves más sexy y apuesto que nunca. —Es decir que seré un abuelo viejo sexy.—Pues yo no he dicho eso. —Vale, ¿qué quieres que hagamos esta tarde?—No lo sé, oye Asthon, ¿Cuando le vamos a decir todo Alicia? Ya tenemos más de dos meses saliendo y seguimos con esta relación en secreto. Quiero que lo sepa. —Se lo podemos decir hoy. —Me gustaría decírselo a ella directamente, a solas. —No tengo ningún inconveniente con ello y ya deja de preocuparte por eso. Alicia también me ocultó lo que tenía con Salvatore, así que bien podríamos estar a mano. —expresó aunque con la sonrisa en el rostro, divertido. La joven negó con la cabeza y luego se alzó en punta en pies para presionar los labios contra los suyos y darle un beso suave y sincero. —Bien. Sonrió. Se quedaba más tranquila ahora que se lo iba a decir. Ya estaba decidida a hacerlo y nada o nadie iba a impedir que así fuera. ...Más tarde Alicia llegó con Salvatore en el auto para pasar buscand
Alicia decidió invitar a Salvatore a la mansión cuando cayó la tarde y él estaba desocupado. Zomig insistió en dejarlos a solas, pero Alicia le pidió encarecidamente que se quedara en el living con ellos. De ese modo, la muchacha presenció cuando Alicia le decía la verdad a su pareja sobre su embarazo.- Así que tendremos un hijo, Salvatore, abrázame por favor, dime que todo va a estar bien - le pidió mientras ella misma tomó la iniciativa de ir a sus brazos, el hombre la abrazó.- Amor, claro que va a estar bien. Yo quiero estar contigo en este proceso y me haces el hombre más feliz con la noticia.Ya se lo había dicho a Salvatore, ahora solo faltaba su padre, quien aún no regresaba del trabajo.- Sé que estás nerviosa pero confía en que todo saldrá bien.- Vale, no es tan fácil.- Lo sé - suspiró.Ambas se encontraban en la mesa que se ubicaba en el comedor cuando de pronto llegó Ashton. Alicia empezó a sentirse más nerviosa de lo que estaba ante la llegada de su padre y miró a su a
Ya que su amiga no había querido ir a ningún lado, pasó todo el día en su habitación. Cuando iba a leer un artículo de cocina, su móvil sonó a su lado, era Ashton.—Hola.—¿Qué sabes de Alicia?—Se ha negado rotundamente a ir al médico.—Pues debe hacerlo, pero no es una niña, ella lo sabe. ¿Dónde está ahora? Ni siquiera toma mis llamadas, pensé que tú sabrías dónde está.—Que yo sepa, está en su habitación. ¿Quieres que le haga saber algo?—No. —se escuchó un suspiro al otro lado de la línea.—De acuerdo, entonces iré a su habitación y veré si se encuentra bien, hasta hace un momento lo estaba.—Te lo agradezco, sé que no eres la niñera de nadie, pero Alicia suele comportarse como una niña y...—No te preocupes, lo hago con mucho gusto. Ella también me preocupa.—¿Sabes qué tendrá?—No, no tengo idea. Debe ser una tontería, ¿no crees? No le estoy dando la razón por no ir al médico, solo podría ser algo no grave.—Bueno, pero si vuelve a sentirse así, la llevaré al médico sin importar
Después de media hora en el local, se marcharon tras abordar un taxi que las llevó directamente a la mansión. Carolina se encontraba en la cocina junto a su compañera, haciendo algo demasiado delicioso. El olor invadía su sistema, ya que lo que habían comido en la cafetería no fue suficiente. Hope miró a su amiga de forma extraña, ya que parecía tener un hambre inacabable. Ella también tenía un poco de apetito, pero la forma en que Alicia le decía a Carolina que le diera comida sonó exigente, como si no hubiera comido nada. Las alarmas sonaron en su cabeza cuando Alicia mencionó que se le antojaba un enorme pastel de chocolate. —¿Estás bien? —le preguntó mientras le tocaba el hombro. Alicia asintió con la cabeza. —Nunca me he sentido mejor. Hope decidió no darle mucha importancia a la actitud de su amiga, que ya se disponía a reunir los ingredientes en la isla de la cocina para preparar ella misma el pastel, ya que Carolina se encontraba ocupada preparando el almuerzo. Decidió ayud
—Sé lo que estás pensando y no debes preocuparte por Alicia, aún sigue durmiendo profundamente. Pero creo que si quieres ayudarla, podrías dejarle una pastilla para el dolor de cabeza en su mesita de noche. No puedo quedarme más tiempo, el tiempo apremia y debo estar temprano en la compañía, me ha surgido una reunión de improviso, pero voy a tratar de llegar temprano hoy para estar presente en la cena. —Está bien, te deseo un feliz día y después de arreglarme un poco, dejaré la pastilla para Alicia. ¿Puedo...? —De acuerdo, pero puedes usar mi baño. No tengo ningún inconveniente. O si prefieres, puedes irte a tu habitación y cubrirte con la sábana. —Dios mío, debo de verme espantosa. No me mires, tengo todo el maquillaje corrido y... —Ni siquiera así dejas de ser la mujer más hermosa que he visto en mi vida. —aseguró, haciendo que ardiera como un volcán. —No creo que sea cierto, pero te agradezco el cumplido y el intento de aminorar la vergüenza. Por último, antes de irse al traba