HOLLYMi corazón late frenético, lo que acabo de ver me ha dejado helada. Es que… jamás imaginé que Mason y Polly… Es decir, ¿desde cuando ellos dos tienen algo? Camino directo a mi habitación, estoy a nada de cerrar la puerta cuando alguien tira de mi brazo. —Holly.Volteo y me doy cuenta de que se trata de Mason, quien tiene el pecho subiendo y bajando debido al subidón de emociones, sus ojos parecen estar llenos de terror y no entiendo por qué. —Yo… —Holly, deja que te explique, no es lo que parece —se apresura a decir, incapaz de detener su nerviosismo. Intento soltarme de su agarre, pero es más fuerte que yo, así que no cuenta como ayuda el que sus dedos ahora se hayan convertido como en una jaula sin salida. —Mason —me remuevo inquieta sobre su agarre. —Ella y yo nunca, jamás, quiero que sepas que solo fuí a ver cómo estaba, pero ella me agarró de repente y todo sucedió tan rápido, que no me dio tiempo, simplemente no pude reaccionar a tiempo, lo juro, yo jamás me fijaría
HOLLYFIN DE LA PRIMERA PARTEEva está en el hospital, según me dijeron en la recepción, al parecer iba caminando por una de las calles cercanas a la empresa de Asher, y alguien la arrolló, me cuesta trabajo creer que ella en verdad esté en esta situación, no tiene familia, por lo que me quedo en la sala de espera sin saber qué hacer, me siento mal por ella. —Cariño.Levanto la mirada y me encuentro con Serena, viene en compañía de su esposo, Logan, quien sigo insistiendo, es un hombre tan atractivo como su hijo, de hecho, los dos lo son, son la pareja perfecta, es como ver a dos modelos que se aman. Sin contar a todas las doctoras o enfermeras que siempre intentan meterse en la cama con alguien. —¿Te encuentras bien? —me pregunta colocando su mano sobre mi frente para checar mi temperatura. —Sí, solo… —En cuanto nos dijeron que estabas en la sala de espera, vinimos, no tienes por qué estar aquí. Y de hecho tiene la razón, después de todo lo que me dijo en la boda, debería irme,
HOLLYEl clima es una m****a, llevamos dos semanas con lluvias y un horrible frío, parece que el invierno y la lluvia se pusieron de acuerdo para jodernos. Incluso los médicos internos necesitan trabajar en turnos de noche. Miré mi reloj y eran casi las 8 en punto. El viento frío seguía soplando, pero por suerte ya estaba en la puerta de mi casa. Temblé y rápidamente saqué las llaves de mi bolsillo e intenté abrir la puerta, porque a esa hora mi hermana debía estar ocupada empacando el desayuno de mis dos sobrinos. Mi cuñado ya se habría ido a trabajar, así que podría decirle que finalmente recibí mi primer cheque de pago para pagar el alquiler de vivir con ella. Le debo mucho a mi hermana. Desde que he estado pagando el préstamo estudiantil de $500 al mes, casi no tengo dinero para darle a mi hermana Polly, excepto para pagar la comida. Incluso descubrí que cuando me gradué este año, ella me ayudó a pagar mi préstamo estudiantil durante medio año en secreto. También tiene que paga
HOLLY —Mi hermana tiene mucha ropa como esta, tú eres más o menos de la misma talla y altura, le pediré que te la preste. Estaba vagamente preocupado, pero en realidad no había otra razón para negarme. —Está bien. Me da un par de instrucciones y me envía la dirección del evento, así como el de su propiedad, cuando colgamos, enseguida me llega una notificación del banco, en el que me avisan que ya me ha llegado el depósito. En ese momento alguien llamó a mi puerta, era Polly. —Lionel se fue en el auto familiar. Dijo que se iba de viaje de negocios. Holly, no creo que podamos tomar el auto para visitar las tumbas de nuestros padres. Es mañana, ¿te acuerdas? Mañana es el aniversario de la muerte de mis padres, como he estado trabajando tanto últimamente casi lo olvido, pero mi horario de turnos de mañana es durante el día y hoy solo puedo descansar durante el día. —Polly, tengo trabajo mañana, vayamos a visitar las tumbas de nuestros padres esta tarde. —Entonces iré contigo. Di
HOLLY Mi jefe Mason Raymond me prestó 500USD para alquilar una casa, y mi salario restante, 200USD, incluso si se sumaran, todavía no podrían cubrir el dinero de las medicinas del anciano. --¡¿Holly? ¿Qué estás haciendo aquí? La chica en la misma facultad que yo, Sabrina Rivera apareció, ya se cambió de ropa y se acerco a mi. —Sabrina, ¿puedes prestarme algo de dinero? El anciano al que acabas de dar primeros auxilios necesita pagar los medicamentos, pero todavía me faltan. Prometo devolverte el dinero. Estan tratando de buscar la información de sus familiares. -- No hay problema. Conocí buenos samaritanos, gracias a Dios. —Gracias —dice la mujer y enseguida me da el medicamento. Mi acción se siente como un golpe en el estómago. Tengo que seguir pensando en otras formas de cubrir mis próximos gastos de manutención. Me dirijo a la siguiente recepción en el piso en el que se encuentra el anciano, dejo el medicamento y mis datos, firmo un par de documentos y me voy, con la espe
HOLLYDebido a tantas cosas que están sucediendo hoy, no puedo acudir al apartamento que esta en alquiler. El agente inmobiliario me envió un mensaje diciendo que el propietario de repente cambió de opinión y decidió vender la casa y no alquilarla, pero que podía concertar una cita para ver otras casas. Suspiré. No sólo me lastimé en la caída, sino que también estaba muy endeudada y tuve que arrastrar mi cuerpo exhausto de regreso a la casa de mi hermana Polly. Toco, Polly abre la puerta. —Holly, te ves muy triste ¿Qué pasó? ¿Estás herida? Dios mío... —Está bien, me caí, es solo hinchazón, no hay fractura. —Debería acompañarte a visitar la tumba. ——Está bien Polly. —Lionel...no volverá esta semana, pero veo que estás preocupada ¿Desde cuándo dejaste de contarme todo? No puedo molestarla por cuestión del dinero, así que no le digo que vacié mi billetera por pagar la factura para un anciano desconocido y he tenido un accidente automovilístico, ella no puede preocuparse por mí.
Laena suelta un largo suspiro. —Al parecer mi hermano no te ha contado, mi padre fundó el hospital Reverie Gold, pero contrató a la gente equivocada para administrar las acciones, por lo que no hubo un buen funcionamiento, estábamos por caer en banca rota, así que papá se vio obligado a vender las acciones a otra persona, y ese es el señor Van Doren —me explica con aire nostálgico—. Su nieto, es el mayor accionista, dueño de prácticamente todo el hospital, es un hombre frío, calculador y déspota, créeme, no querrás aparecer nunca en su radar. —Parece que describes a alguien sin corazón. —Es que no lo tiene, dudo que haya nacido con uno siquiera, escucha bien, si apareces en su camino, lo mejor que puedes hacer, es desaparecer o él acabará contigo —finaliza. Después de esto, no tengo ninguna curiosidad en conocer al nieto del señor Van Doren, suena a una mala persona, por otro lado, saber que cuando ingresé al hospital el año pasado, Mason era el hijo del dueño, me hace pensar que
El anciano merma el espacio entre los dos, atrayendo toda la atención, lo recuerdo bien, es el mismo anciano que salvé en el cementerio, parece más repuesto que la última vez que lo vi, cosa que me deja más tranquila, debido al exceso de trabajo, ya no puede preguntar sobre él, deseando que hubieran localizado a su familia, ahora veo que sí lo hicieron. Laena permanece a mi lado con la boca abierta, nadie aparta la mirada del intercambio que hacemos, pero eso no es todo, al fondo, una presencia casi siniestra se acerca, imponente, poderoso, inalcanzable, las personas incluso se apartan sin que él lo pida, como el mar a Moisés. Su nieto, quien al llegar a nosotros, siento cómo me clava su fría y verde mirada, lanzándome filosas y envenenadas dagas al pecho, me recorre de arriba abajo, pero no hay ni una sola piza de empatía, no, hay algo más, odio, repugnancia, destrucción y un aire asesino, él… huele a muerte. Aparto mi atención de él y me concentro en el anciano, quien toma mis ma