Emily.-
Podía escuchar el ruido que se oía en toda mi casa abrí un ojo en dirección al despertador eran las seis de la mañana, apenas volví a cerrarlo la puerta de mi habitación se abrió de golpe, intenté hacerme la dormida, pero no funcionó para la personita que saltó a mi cama colocándose sobre mí y gritando a todo pulmón.
— ¡Mami, mami, mami despiertaaaa! –Me gritó en toda la pata de la oreja, sonreí y me giré tumbándolo a un lado castigándolo con una carga de cosquillas, el espacio se invadió con las risas de Diogo. – ¡Basta mami, basta!
— Pequeño demonio, no dejas dormir a tu madre –Le dije mientras seguía haciéndole cosquillas.
— ¡Ay aquí está! –Ligia la niñera de Diogo entró suspirando. –Lo lamento le dije que usted estaba descansando, pero ya sabe cómo es.
— No te preocupes, me encanta despertar y ver esta hermosa y traviesa carita –Acuné su rostro en mis manos y dejé un sonoro beso en su mejilla regordeta.
— ¡Mami, hoy es mi cumpleaños! –Ligia y yo reímos al escucharlo.
— Lo sé ¿Estás preparado para tu fiesta? –Asintió entusiasmado. –Hoy llegan los abuelos y tu tía Eliana, me dijeron que traerán muchos obsequios.
— ¡Yupi! –Se puso de pie y comenzó a bailar sobre mi cama, Ligia y yo comenzamos a reír a carcajadas.
(…)
Estoy en mi oficina revisando los últimos correos enviados desde mi bufete por mi asistente Nora, antes de ir al aeropuerto por mi familia, veo la fecha y me sorprendo hoy se cumplen cinco años desde que me salí de Seattle con el corazón totalmente destrozado, las ilusiones se quedaron en eso ilusiones que se estancaron por mis errores, mi doble vida que destruyó el amor que tenía al lado de mi príncipe azul, salgo de esos pensamientos meneando mi cabeza, ya es tarde para volver a pensar en el pasado, ahora tengo una vida y es muy buena.
Cuando salí de Seattle me radiqué en Barcelona, España junto a mi madre y hermana llegué hecha un desastre, recuerdo que duré semanas encerrada en una habitación sin querer saber de nadie Anna mi mejor amiga bueno lo era en ese momento me llamaba a diario sin tener respuesta de mi parte, mi madre me dio la fuerza para sobreponerme, se dice que de amor uno no se muere, pero un amor como él que yo sentía por Daniel Mercer era único, bonito de esos que provocan envidia sí casi me mata, su indiferencia, fue fiscal, jurado y juez no me dio una sola oportunidad me hizo sentir indigna y en cierto punto me lo creí hasta que dije no más.
Rehíce mi vida con los pedazos que me quedaron me enfoqué en prepararme y sacar mi carrera como abogada, dejando en el olvido el mal de amores, en el derecho familiar conseguí mi vocación trabajé incansablemente para conseguir ser la mejor y así obtuve mi título en tiempo record y apenas comencé a ejercer recibí un caso que cambió mi vida para siempre.
Recuerdo abrir el folder y lo primero que vi fueron los hermosos color avellana de Diogo en la foto los tenía rojos, una mezcla de tristeza y miedo cuando la cámara captó su imagen, estaba desnutrido, en total abandono, fue un total impacto. Mi pequeño había sido abandonado al nacer en un orfanato o eso se creía hasta que se descubrió que lo que se manejaba en el lugar era una red de tráfico infantil, me quería morir los niños que estaban en ese lugar pasaron a ser cuidados por el estado, pero una tarde Diogo que solo tenía tres años estaba solo en un patio y una mujer se lo robó era una adicta a la heroína, solo lo secuestró para descargar su miserable vida en el pobre e inocente pequeño, solo recordar los maltratos que vivió durante ese año me hace querer romper en llanto y matar a la m*****a.
Desde entonces usé todos mis esfuerzos para adoptarlo investigué día y noche por su familia, sus padres, la fecha en que fue abandonado, nada no había nada Diogo era como un pequeño fantasma, los hijos de puta del orfanato quemaron todos los registros cuando fueron descubiertos, pero eso no me detuvo lo quería a mi lado, quería protegerlo, quería que ese niño supiera que había alguien que luchaba por él, por darle un hogar, darle amor hasta que lo conseguí con la ayuda de mi jefe, ser americana me dio un punto a favor habían colocado las trabas al ser una mujer soltera, pero al mostrarle lo unida que era mi familia y lo que tendría Diogo no dudaron en darme su custodia temporal tenía que demostrar que estaba apta para cuidarlo y criarlo, en el fondo tenía miedo de que mi pasado fuera investigado, por suerte no fue así, un año después me cedieron su custodia total, sin embargo las supervisiones siguieron hasta que decidí irme de España y aquí estoy me convertí en mamá sin haberlo planificado y ha sido la mejor decisión que he tomado en toda mi vida.
— Señora –Ligia entró interrumpiendo mis pensamientos. –El auto y el chofer están listos para llevarla al aeropuerto, el vuelo de sus padres aterriza en veinte minutos.
— Gracias Ligia –Hace ocho meses que Diogo y yo nos mudamos a Vancouver otra buena decisión, como abogada he crecido mucho no solo profesionalmente, económicamente me ha ido muy bien y en pocos meses he sido muy reconocida, aunque los reflectores no son lo mío no deseo llamar demasiado la atención.
(…)
— Es increíble lo mucho que ha crecido Diogo –Mi madre lo observa desde la ventana donde Eliana y su esposo echan a andar un trineo halando a mi pequeño.
— Sí, me sorprende que con todo lo que pasó tenga una buena salud, pero ahora es un niño que lleva una vida normal es todo lo que quiero para él. –Dije mientras limpiaba todo el desastre que Diogo hizo con su pastel de cumpleaños.
— Estoy muy orgullosa de ti Emily, lo que hiciste por ese niño… –Sus ojos comienzan a cristalizarse. –Sabía que serías una buena madre, te echaste la responsabilidad de Eliana y… me siento un poco culpable por lo que pasó con…
Madre, Eliana es mi hermana era mi responsabilidad ayudarte y nunca peso hacer lo que hice porque ella tuviera una buena vida –Miré a Diogo con algo de preocupación verlo me llenaba de mucha alegría, pero también de miedos que intentaba no demostrar.
Daniel.-Mi día comenzó con un escritorio lleno de papeles para revisar, mi rutina prácticamente diaria, era lo que necesitaba tener la mente ocupada, las ganancias con el último lanzamiento de la aplicación que creó Derek van de maravilla muchos clientes nos han solicitado instalarlas en sus empresas.— ¿Señor? –Escucho la voz de Marco mi asistente entrando a mi oficina con la mirada fija en su Ipad. –Sé que pidió no tener citas hoy, pero afuera hay una señorita que desea hablar con usted, ya ha llamado en otras ocasiones, pero no me da mucha información y hoy se presentó.— ¿Cuál es su nombre? –Pregunto sin levantar la mirada de los documentos.— Vanessa Lorusso, puedo decirle que está en una reunión…— No, la conozco hazla pasar, por favor –Marco asiente y abre la puerta mientras yo me pongo de pie para recibirla a mi oficina entra una rubia de cabello ondulado y ojos verdes con un cuerpo exquisito a decir verdad, pero Vanessa fue una mis mejores amigas en la universidad, habíamos
Emily.-El día ha sido ajetreado metida en los juzgados supervisando casos, buscando sentencias, agradecía que mi madre estuviera en casa ayudándome con Diogo, tengo una niñera y un buen equipo en mi bufete, pero tengo la necesidad de supervisarlo todo yo misma, es una manera de cubrirme las espaldas.— ¿Emily Doman? –Doy un respingo al escuchar mi nombre, al girar una mujer joven de cabello negro corto y ojos color café me aborda en la salida del juzgado.— ¿Quién la solicita? –Pregunto con desconfianza.— Disculpe que la tome por sorpresa así mi nombre es Eugenia Suarez necesito de su ayuda –Dice con la voz entrecortada al borde del llanto.— Ok, Uhm… ¿En qué puedo ayudarte? –Aunque la joven se ve afectada yo debo ser muy precavida, soy muy desconfiada con quien se acerca a mí, pero por lo que veo es una chica humilde viste unos jeans gastados, con una sudadera rasgada y una chaqueta negra que está a punto de deshilacharse por completo. –Vamos por aquí cerca hay una cafetería, te in
Daniel.-Navidad, una época que en los últimos años comencé a odiar, me he convertido en un grinch, la ciudad estaba adornada con una ligera capa de nieve mientras que el centro se alzaba con la majestuosidad del enorme árbol de la ciudad, el correteo de la gente de un lado a otro por obtener las últimas compras navideñas ocasionaban un colapso en las calles que me daba fastidio. He estado obligado a formar parte de la cena navideña de los Morgan sin derecho a réplica.Conduzco dejando atrás el caos de la ciudad y me adentro en la soledad de carretera a las afueras donde se encuentra la mansión de los Morgan, acelero a 90 sintiendo la necesidad de un poco de adrenalina corriendo por mis venas.(…)Observo la enorme mansión adornada con luces brillantes y coloridas, las figuras navideñas dando la bienvenida en la entrada, suspiré intentando pensar en una excusa para no entrar allí, pero amaba ver el rostro de mis ahijados cuando les entregaba sus obsequios solo eso me motivaba a bajarm
Emily.- Los días siguientes a navidad han sido caóticos Remi Jones un abogado excelente que conocí en España acudió a mi llamado, confío en mi personal, pero no deseo ponerlos en la mira de nadie ni siquiera de mi bufete. He supervisado cada detalle del caso junto a Remi, Eugenia sigue oculta en la casa donde la envié, los Lavoie no asistirán tampoco esta es solo una audiencia para llegar un acuerdo aunque su abogado no nos ha contactado y eso me da mala espina.— ¿Lista? –La mano de Remi sobre mi espalda me saca de mis pensamientos, es un hombre apuesto con el cabello castaño, pero lleva un corte estilo militar, sus ojos son de color café y su piel es morena, su rostro varonil y marcado hacía suspirar a las pasantes en España y por lo que veo aquí también, nos hicimos amigos, pero sé que espera que pase algo más aunque no ha sido tan valiente para confesármelo y siendo sincera deseo que no lo haga, no me gustaría rechazarlo y perder a un gran amigo y colega.— Sí, adelántate iré a t
Daniel.- No puedo creer lo perra que ha sido mi suerte, cuando decido alejarme de todo de su recuerdo que me consume a diario ella aparece hecha una hermosura que me removió cada fibra de mi ser y verla en brazos de ese imbécil, ella siguió su camino y encontró a otro hombre mientras que yo vivía en un infierno todos estos años.— ¿Quién es esa mujer para ti Daniel? –Me bebí el trago de whisky de un solo sorbo.— ¿Cómo entraste Vanessa? –Pregunto sin darle la cara.— Tengo la llave, suelo quedarme aquí cuando vengo a Vancouver— Claro –Sonreí de medio lado con ironía. –Ella no es nadie, solo alguien del pasado con quien trabajé nada más y si no te molesta me gustaría quedarme solo –No me obedeció sentí sus manos recorrer mi pecho y sus labios lamiendo el lóbulo de mi oreja, tal vez esto era lo que necesitaba contacto, para olvidarme del vendaval de emociones que Emily había dejado sobre mí, me giré tomando por el cuello a Vanessa, soltó un gemido lleno de excitación la besé sin ningú
Daniel.- El primer lugar que me mostraron fue el que escogí se ajustaba a mis gustos y necesidades, no sé cuánto tiempo me quedare en esta ciudad, pero pronto no me iría, salí a caminar por la cuidad un rato para despejar la mente el abogado de la contraparte me contactó rechazando mi propuesta de manera contundente y por el tono de voz del tipo ya Emily le habría confesado quien había sido yo.Lo que me complace que ese imbécil sepa quien realmente conquistó el corazón de la que ahora es su mujer, vagaba por la acera en busca de una tienda de comestibles en el centro cuando escuché el grito de un hombre.— ¡Niño cuidado! –Giré para ver hacía la avenida y un pequeño de unos seis años corría detrás de una pelota, sin dudarlo me abalancé sobre él tomándolo por la chaqueta alzándolo en el aire y retrocediendo mientras que el coche frenaba con fuerza.— ¿Estás bien? –Me agaché verificando que el niño no estuviera herido, su pequeño rostro estaba completamente asustado. ¡Tranquilo, no pas
Daniel.-El sonido del timbre me despertó sobresaltándome observé la hora las ocho de la noche, me levanté de inmediato nadie sabía mi dirección y mi apartamento era el único del piso así que un vecino no era. Con cautela caminé hacia la puerta con mi arma, una glock de 9mm que adquirí después de lo sucedido con Derek y líder de la mafia rusa.— ¿Quién? –Pregunté esperando respuesta, con mi arma lista apuntando la puerta.— Daniel soy yo Emily –Esperaba que fuera cualquier persona menos ella, pero era un alivio.— Dame un momento –Regresé a mi habitación guardando en la cabecera de la cama la glock y regresé metiendo los documentos del caso en una caja, miré mi atuendo un pantalón de chándal solamente, me encogí de hombros. –Ella vino sin avisar y estoy en mi casa –Abrí la puerta sus ojos me escanearon de arriba abajo. – ¿Pasas o quieres que hablemos en la puerta? –Pregunté divertido.— No demoraré mucho –Me paso por el lado y el aroma de su fragancia con olor a vainilla inundó mi olf
Daniel.-Como pude olvidar lo duro que golpea Emily, seguí retorciéndome del dolor en el suelo sosteniendo mis bolas, ¡Que idiota soy! Confiar en ella ¿Cómo pude? Respiré lentamente mis testículos aun palpitaban un poco por la excitación, pero más por el rodillazo.Este juego se puso interesante, está aterrada por lo que yo pueda decir de su pasado no lo voy a hacer claro está ella no se da cuenta que mi reputación también estaría en juego al haberme involucrado con ella sería un escándalo que no estoy dispuesto ni preparado para enfrentar, pero la haré sufrir, le haré creer que sí estoy dispuesto a dejar su pasado expuesto deseo ver el alcance de esa fiera y ahora sé que Vanessa la molestó, después de todo mi amiga me servirá de mucho.(…)Tamborileo la mesa con la yema de mis dedos, observando mi reloj detesto la impuntualidad ¿Quién se cree este imbécil para hacerme esperar?— Lamento el retraso –Llegó sentándose en la silla frente a mí. –Comencemos.— Para hacer abogado no tienes