Daniel.- El primer lugar que me mostraron fue el que escogí se ajustaba a mis gustos y necesidades, no sé cuánto tiempo me quedare en esta ciudad, pero pronto no me iría, salí a caminar por la cuidad un rato para despejar la mente el abogado de la contraparte me contactó rechazando mi propuesta de manera contundente y por el tono de voz del tipo ya Emily le habría confesado quien había sido yo.Lo que me complace que ese imbécil sepa quien realmente conquistó el corazón de la que ahora es su mujer, vagaba por la acera en busca de una tienda de comestibles en el centro cuando escuché el grito de un hombre.— ¡Niño cuidado! –Giré para ver hacía la avenida y un pequeño de unos seis años corría detrás de una pelota, sin dudarlo me abalancé sobre él tomándolo por la chaqueta alzándolo en el aire y retrocediendo mientras que el coche frenaba con fuerza.— ¿Estás bien? –Me agaché verificando que el niño no estuviera herido, su pequeño rostro estaba completamente asustado. ¡Tranquilo, no pas
Daniel.-El sonido del timbre me despertó sobresaltándome observé la hora las ocho de la noche, me levanté de inmediato nadie sabía mi dirección y mi apartamento era el único del piso así que un vecino no era. Con cautela caminé hacia la puerta con mi arma, una glock de 9mm que adquirí después de lo sucedido con Derek y líder de la mafia rusa.— ¿Quién? –Pregunté esperando respuesta, con mi arma lista apuntando la puerta.— Daniel soy yo Emily –Esperaba que fuera cualquier persona menos ella, pero era un alivio.— Dame un momento –Regresé a mi habitación guardando en la cabecera de la cama la glock y regresé metiendo los documentos del caso en una caja, miré mi atuendo un pantalón de chándal solamente, me encogí de hombros. –Ella vino sin avisar y estoy en mi casa –Abrí la puerta sus ojos me escanearon de arriba abajo. – ¿Pasas o quieres que hablemos en la puerta? –Pregunté divertido.— No demoraré mucho –Me paso por el lado y el aroma de su fragancia con olor a vainilla inundó mi olf
Daniel.-Como pude olvidar lo duro que golpea Emily, seguí retorciéndome del dolor en el suelo sosteniendo mis bolas, ¡Que idiota soy! Confiar en ella ¿Cómo pude? Respiré lentamente mis testículos aun palpitaban un poco por la excitación, pero más por el rodillazo.Este juego se puso interesante, está aterrada por lo que yo pueda decir de su pasado no lo voy a hacer claro está ella no se da cuenta que mi reputación también estaría en juego al haberme involucrado con ella sería un escándalo que no estoy dispuesto ni preparado para enfrentar, pero la haré sufrir, le haré creer que sí estoy dispuesto a dejar su pasado expuesto deseo ver el alcance de esa fiera y ahora sé que Vanessa la molestó, después de todo mi amiga me servirá de mucho.(…)Tamborileo la mesa con la yema de mis dedos, observando mi reloj detesto la impuntualidad ¿Quién se cree este imbécil para hacerme esperar?— Lamento el retraso –Llegó sentándose en la silla frente a mí. –Comencemos.— Para hacer abogado no tienes
Emily.-El clima en Montreal se siente como un abrazo helado y crujiente. La nieve cubre la ciudad con un manto blanco, y el aire es fresco y nítido, llenando mis pulmones con un toque de invierno, a pesar del frío, hay una belleza encantadora en el paisaje invernal las luces de las festividades aún parpadean en las calles, y el aroma de chocolate caliente se mezcla con el aire helado, creando un ambiente mágico que invita a salir a explorar.Sin embargo yo no estaba en la plaza de artes de Montreal como una simple turista a pesar del frío que congelaba los huesos, los nervios mantenían mi sangre hirviendo tal vez había cometido un error al llamar a Derek Morgan, pero es la única arma que podrá neutralizar las intenciones de Daniel.— Emily –Di un respingo al escuchar la voz de Derek, ser un hijo de puta da sus frutos Anna definitivamente es la mujer más afortunada aun con la cicatriz en su mejilla se ve jodidamente sexy este patán.— Derek… pensé que no vendrías –Una nube blanca salí
Vanessa.-Camino por el panteón después de la muerte de uno de los altos rangos del consejo ni siquiera el adicto de su hijo apareció y todavía esas momias machistas ponen en duda mi liderazgo.La bóveda de los miembros de la Sacra se encuentra en la fortaleza del consejo, me detengo justo en el mural de las placas donde se cuelgan cada uno de los juramentos que se le hace a la organización al momento en que un heredero toma el liderazgo."Giuro su questa punta di pugnale bagnata di sangue, di essere fedele sempre a questo corpo di società di uomini liberi, attivi e affermativi appartenenti alla Sacra Corona Unita e di rappresentarne ovunque il fondatore, Giuseppe Lorusso."(Juro sobre esta punta de daga empapada de sangre ser siempre fiel a este conjunto de hombres libres, activos y afirmativos que pertenecen a la Sacra Corona Unita y representar en todas partes a su fundador)Observo el juramento de mi bisabuelo, al lado el de mi abuelo y a su lado el de mi padre, el mío junto al su
Daniel.-Han pasado varios días y me ha sido imposible localizar al idiota del abogado, los Lavoie a cada momento preguntan sobre el estatus del caso mi temor es que conociendo a Emily seguramente sacaron a Eugenia del país aunque no era eso lo que la joven quería.Escondida no puedo interrogarla para saber que la llevó a buscar precisamente a Emily, si es una excelente abogada y con renombre en Vancouver, pero hay otro abogados con más experiencia hay algo extraño en todo esto.Tecleo una y otra vez y no puedo acceder a al servidor de la empresa que tengo Derek a falta de oficio y hasta que el imbécil no se comunique conmigo para darme una respuesta, me ocupare de la compañía a distancia, no hago más intentos y tomo el celular y llamo a mi amigo, el primer tono, segundo tono.— ¡Qué raro! –Derek siempre me contesta, incluso si estuviera con Anna, una vez era mediodía y llame para preguntar por unos accesos y alcance a escuchar un gemido de Anna al otro lado, jamás podré sacar ese son
Daniel.-Me quedé sin palabras ante la acusación de Emily ¿Vanessa? ¿Ella se refería a Vanessa? No, no, eso era imposible, vi como la mujer que tenía frente a mi sonreía disfrutando el momento.— Jamás pensé que fueras a caer tan bajo, después de todo lo que pasó tu amigo, ese que vienes a intentar ¿Qué? ¿Proteger? Vienes a mi oficina a intentar intimidarme cuando eres tú el que pone en riesgo a todos los que están a tu alrededor, lárgate de mi oficina y no vuelvas –Se giró entrando a su oficina y azotó la puerta frente a mi rostro.Quedé como un estúpido, Vanessa una mafiosa, me retiré de ese lugar con la mente echa un caos, mis sospechas sobre los rumores de los nexos de los Lavoie con la mafia, su interés particular en este caso, ¡Maldita sea! Emily tiene razón estoy perdiendo facultades, vi la hora en mi reloj tenía que reunirme con el abogado idiota, definitivamente no podía seguir con este caso.Emily.- Había llegado de Montreal justo para la hora de la cena, cuando llegué a mi
Daniel.-Cinco minutos, cinco minutos llevo parado frente a la puerta del pent-house de Vanessa, antes de comunicarme con los Lavoie y entregarles mi renuncia al caso recibí una llamada suya informándome que había regresado y quería noticias sobre el caso, no había comprendido su interés en esto, ahora lo comprendo todo, inhaló con fuerza antes de enfrentarme a ella por última vez, con duda presiono el timbre.— Daniel –Me sonríe coqueta. –Adelante, perdón por la demora en Italia se complicaron un poco las cosas, pero dime ¿Cómo va el caso?— ¿Por qué me mentiste? –Apreté los dientes intentando mostrar una calma que sé que no llegaba a mis ojos.— ¿Mentirte? ¿En qué? –Respondió con tranquilidad.— ¿Sabes que es lo que más odio en esta vida? –Abrió la boca para responder sin embargo no la dejé. –Que me mientan, que intenten vera la cara de idiota, a ver Vanessa ¿Cuándo pretendías decirme que eres una reina de la mafia? –Su calma se desvaneció dándole paso al asombro.— ¿Cómo? –Apenas p