Emily.-Veo las gotas caer sobe mi ventana, arrecía afuera típico clima de Seattle, mientras yo sigo terminando mi delicioso helado de chocolate con un extra enorme se sirope de chocolate, a falta de sexo el chocolate es mi mejor amante en este momento.Justo cuando me levanto del sofá para buscar más ración de helado escucho el timbre, frunzo el ceño puesto que no estoy esperando ninguna visita y menos en las fachas en las que me encuentro, una bata de seda color negro, no me da chance de buscar algo más acorde para taparme, abro la puerta y asomo mi cabeza y me sorprendo al ver a Daniel.— ¿Q…Qué haces aquí? ¿Dónde dejaste a Diogo? –Le pregunto intentando cubrirme.— Con Derek y Ana me fue difícil alejarlo de Bianca –Se encogió de hombros. – ¿Estás bien?— Uhm… sí, si es solo… ¿Tú estás bien?— Quería que habláramos sobre algo –Respondió con demasiada seriedad.— Uhm… Ok solo dame unos segundos –Pedí cerrándole la puerta en la cara, como pude caminé con rapidez hasta mi cama aunque
Emily.-Sentados en el sofá, el mundo exterior parece desvanecerse, y solo somos nosotros dos, atrapados en un momento que ha sido anhelado durante tanto tiempo, la distancia que nos separó se siente como un eco lejano, un recordatorio de lo que hemos superado.Siento la calidez de su mano entrelazada con la mía, y una oleada de emoción me atraviesa al recordar todo lo que hemos vivido, mi vientre, redondeado y lleno de vida, se convierte en el símbolo tangible de nuestro amor, de todo lo que hemos deseado juntos, mientras me mira a los ojos, veo en su mirada una mezcla de ternura y deseo, una conexión que trasciende las palabras.— Tengo que confesar que… –Rompí el silencio que se había instalado entre nosotros, porque ya no aguantaba más, lo deseaba en mi cama, deseaba sus labios sobre mi cuerpo. –Te deseo Daniel –Me mordí el labio sintiendo mis ardiendo, pero no de vergüenza, era lujuria, deseo.Él no dudó mucho su mano libre se coló por mi nuca de inmediato selló sus labios con lo
Emily.-Celebrábamos el cumpleaños de Damián el último hijo de Anna y Derek, mi madre había regresado de sus vacaciones, estaba más recuperada lo que me alegraba, aunque se sentía nostálgica porque extrañaba a Emiliana ella siempre fue su compañera fiel.Mi niño estaba feliz con esta gran familia que nos había adoptado, nunca estaría sola, los Morgan siempre me parecieron una familia loca de remate, pero la unión y el apoyo que se brindan es contagioso.— ¿En qué piensa la mujer más hermosa del mundo? –Siento las manos de Daniel en mi redondeado abdomen que ya ni me permite verme mis pies.— Solo… –Fruncí el ceño al sentir una presión en la parte baja de mi espalda.— ¿Cielo? –Me alejo de Daniel solo un poco porque siento que necesito espacio cuando la presión aumenta haciéndome doblarme. – ¿Emily?— Me duele mucho— ¡No puede ser! ¡DEREK, ANNA! –Mientras el gritaba como loco sentí un líquido recorrer entre mis piernas, Anna llega a mi lado.— ¡Rompiste fuente! Tenemos que llevarte al
Emily.-Veo a Tamy dar brincos de felicidad, la esposa de Jacob se frotaba las manos y yo pues estaba totalmente sorprendida al ver a mi mejor amiga planificando disque mi despedida de soltera cuando yo ni me iba a casar.— Anna ¿A ti como sé que te olvida quien es tu marido? Y tú igual Natalia ¿No conoces a Jacob? Si nos llegan a descubrir estaremos muertas, yo no voy a participar en eso lo siento –Me levanto de la silla con mi copa de vino.— ¡Ay Emily no seas aburrida! Ya tengo todo planeado les vamos a decir que necesitamos una noche de solo para mujeres en un spa y listo no van a sospechar nada –Comenta Anna restándole importancia como si no supiera que esos tres juntos son el FBI, Interpol y Europol. –Entonces ¿Nos acompañas? ¡Di que sí! –Suplica como si fuera una niña pequeña, observo a Tamy que me sonríe de manera pícara.— Tranquila cuñada que de mi boca no saldrá nada, además no vamos a hacer nada malo, solo vamos a ver a unos chicos sexys y ya— Nuestros hombres son bastant
Veinte Años Después.- FLASHBACK.- Ahora lo comprendo todo, el carácter rígido de mi padre un cambio drástico durante mi adolescencia, los extenuantes entrenamientos físicos junto al tío Jacob y al tío Derek, las clases de tiro a escondidas de mi madre, la presión por forjar mi carácter, crear un aura que diera temor. — Tu padre hizo lo que mejor creyó para que estuvieras preparado Diogo, él sabía que tu pasado en algún momento te alcanzaría y ahora que ellos han muerto –La voz de mi tío Derek se quiebra, por años vi como él y mi padre se amaron como hermanos siempre apoyándose el uno al otro, su muerte es un profundo golpe a su corazón, hace una semana no fui el unico que perdió a sus padres, Derek perdió a su mejor amigo a su hermano. — ¿Crees que la Sacra tuvo que ver con el…accidente? –Pregunté temiendo por la respuesta. — Es difícil decirlo, según el perito el otro conductor fue el que perdió el control de su auto Daniel no pudo esquivarlo, nunca lo sabremos en esa intercepci
Daniel.-El sonido de la alarma atronaba en mis oídos como el estruendo de un tambor descontrolado, cada tono agudo perforaba mi tranquilidad sacudiéndome de mi letargo con su insistente llamado, desperté con una punzada en la cabeza que parecía empeñada en abrirse paso a través de mi cráneo, estiré el brazo tirando al piso al endemoniado aparato, cada rayo de luz que se filtraba por la ventana se convertía en un martilleo constante y el simple acto de abrir los ojos era como enfrentarse a un vendaval de sensaciones desagradables, me restregué el rostro con ambas manos hasta que sentí una presencia a mi lado, una rubia con trasero voluptuoso que de inmediato trajo a mi mente los recuerdos de la noche anterior, rodé mis ojos con fastidio, salí de la cama colocándome el bóxer que se encontraba tirado en el suelo.— ¡Ey despierta! –No recordaba su nombre, aunque siendo sincero no me enfoco en prestar atención a ese detalle. –Despierta, tienes que irte.La mujer se gira con mi sabana de c
Emily.-Podía escuchar el ruido que se oía en toda mi casa abrí un ojo en dirección al despertador eran las seis de la mañana, apenas volví a cerrarlo la puerta de mi habitación se abrió de golpe, intenté hacerme la dormida, pero no funcionó para la personita que saltó a mi cama colocándose sobre mí y gritando a todo pulmón.— ¡Mami, mami, mami despiertaaaa! –Me gritó en toda la pata de la oreja, sonreí y me giré tumbándolo a un lado castigándolo con una carga de cosquillas, el espacio se invadió con las risas de Diogo. – ¡Basta mami, basta!— Pequeño demonio, no dejas dormir a tu madre –Le dije mientras seguía haciéndole cosquillas.— ¡Ay aquí está! –Ligia la niñera de Diogo entró suspirando. –Lo lamento le dije que usted estaba descansando, pero ya sabe cómo es.— No te preocupes, me encanta despertar y ver esta hermosa y traviesa carita –Acuné su rostro en mis manos y dejé un sonoro beso en su mejilla regordeta.— ¡Mami, hoy es mi cumpleaños! –Ligia y yo reímos al escucharlo.— Lo
Daniel.-Mi día comenzó con un escritorio lleno de papeles para revisar, mi rutina prácticamente diaria, era lo que necesitaba tener la mente ocupada, las ganancias con el último lanzamiento de la aplicación que creó Derek van de maravilla muchos clientes nos han solicitado instalarlas en sus empresas.— ¿Señor? –Escucho la voz de Marco mi asistente entrando a mi oficina con la mirada fija en su Ipad. –Sé que pidió no tener citas hoy, pero afuera hay una señorita que desea hablar con usted, ya ha llamado en otras ocasiones, pero no me da mucha información y hoy se presentó.— ¿Cuál es su nombre? –Pregunto sin levantar la mirada de los documentos.— Vanessa Lorusso, puedo decirle que está en una reunión…— No, la conozco hazla pasar, por favor –Marco asiente y abre la puerta mientras yo me pongo de pie para recibirla a mi oficina entra una rubia de cabello ondulado y ojos verdes con un cuerpo exquisito a decir verdad, pero Vanessa fue una mis mejores amigas en la universidad, habíamos