Daniel.-
Mi día comenzó con un escritorio lleno de papeles para revisar, mi rutina prácticamente diaria, era lo que necesitaba tener la mente ocupada, las ganancias con el último lanzamiento de la aplicación que creó Derek van de maravilla muchos clientes nos han solicitado instalarlas en sus empresas.
— ¿Señor? –Escucho la voz de Marco mi asistente entrando a mi oficina con la mirada fija en su Ipad. –Sé que pidió no tener citas hoy, pero afuera hay una señorita que desea hablar con usted, ya ha llamado en otras ocasiones, pero no me da mucha información y hoy se presentó.
— ¿Cuál es su nombre? –Pregunto sin levantar la mirada de los documentos.
— Vanessa Lorusso, puedo decirle que está en una reunión…
— No, la conozco hazla pasar, por favor –Marco asiente y abre la puerta mientras yo me pongo de pie para recibirla a mi oficina entra una rubia de cabello ondulado y ojos verdes con un cuerpo exquisito a decir verdad, pero Vanessa fue una mis mejores amigas en la universidad, habíamos pedido contacto cuando su padre la mando a buscar llevándosela a Italia sin ni siquiera dejar que terminara la carrera. – ¡Vanessa, que sorpresa tenerte aquí!
— ¡Daniel Mercer! –Abrió sus brazos dándome un abrazo y un doble beso en cada mejilla. –De haber sabido que estabas tan bello habría venido a buscarte mío caro –Dice con su marcado acento italiano.
— Pensé que Italia te había absorbido por completo, nunca más supe de ti –Se puso seria de inmediato.
— Tuve que hacerme cargo de algunas obligaciones de las que no estaba preparada, pero cuéntame es cierto lo que dices las redes sociales, te volviste un play boy ¿Superaste al pesado de Derek Morgan? –Comenta con sarcasmo Vanessa siempre detesto a Derek, decía que era un niño bonito mimado.
— Deberías saber que no todo lo que se dice en los medios es cierto –Le sonreí de manera coqueta.
— Tendría que descubrirlo por mis propios medios –El tono en su voz era seductor y con una mirada picara. –Pero bueno por ahora lo que me trae aquí son negocios
— ¿Estás interesada en una de mis aplicaciones?
— No –Respondió tajante y con seriedad. –Necesito de tus servicios como abogado penal y espero que no te niegues hay mucho dinero de por medio.
— ¿De qué se trata? –Fruncí el ceño. –Y eso no significa que vaya a decir que sí hace mucho que deje el derecho penal.
Específicamente después que Emily desapareciera de mi vida, y con mi alocada vida actual estoy seguro que nadie confiaría en mi para ser su abogado, siendo honesto, los últimos casos que maneje fueron las falsas acusaciones de Derek y luego por la custodia total de Diana quitándole todos los derechos a Dalia, después solo me dedique a la empresa y la parte legal la lleva mi equipo con mi supervisión.
— Lo sé, pero solo confío en ti para esto, un amigo está siendo acusado por una sirviente de abuso sexual y ahora dice que está embarazada, el padre de mi amigo quiere asegurarse que es cierto y de ser así se hará cargo de su nieto, son personas muy influyentes en Canadá, mi amigo alega que es mentira que todo fue consensuado y que la chica quiere aprovecharse de ellos.
— El caso no lo veo difícil, corroborar el abuso será complicado es un ella dice él dice, y pueden hacerle una prueba de ADN
— Eso lo sé Daniel, pero la fama de mi amigo es como la de Derek y ahora la tuya, supe de todas las veces que lo salvaste de esas incontables demandas eso no dejó ninguna huella en el pesado de Morgan, lo que me dice que eres el mejor.
— No sé si quiero tomar un caso así, además buscan quitarle el hijo a su madre no cuentes conmigo –Le digo levantándome en dirección a mi pequeño bar sirviendo dos tragos, le acerco uno de ellos sentándome en el borde de mi escritorio frente a ella.
— Le quitaste su hija a Dalia –Me detuve con el vaso a medio camino, esos detalles no los sabia nadie todo lo hice de manera muy discreta, Vanessa sonrió. –Dirijo un imperio Daniel tengo los medios para enterarme de todo.
— Entonces te habrás enterado que Dalia puso a su hija en un gran peligro y todo lo que hizo, pero si esta es una madre inocente, no voy a prestarme a eso.
— No lo sabemos, seguramente está utilizando su bebe para salir de abajo es una inmigrante de américa latina, no sabemos que mañas tenga, además –Pone su mano sobre mi muslo acariciando con suavidad mis ojos pasan de su mano a sus ojos. –Alejarte un tiempo de aquí no te vendría mal ¿Qué dices? Puedo hacer lo que sea para convencerte –El tono de su volvió a ser sugestivo mientras su mano subía por mi muslo.
(…)
Estaba despierto desde las cinco de la mañana, mirando al techo pensando en la propuesta de Vanessa, gire a mi lado y la vi durmiendo plácidamente, sí que tiene buenas técnicas para convencerte. Alejarme de Seattle por un tiempo sería beneficioso poner algo de distancia, respirar aires nuevos, volver a sentir lo que es estar en un debate con otro colega intentando convencer a regordete con gafas que se cree el rey supremo solo por tener un martillo de madera en su mano, suena divertido a decir verdad. Ya había tomado mi decisión me iría a Vancouver después de las fiestas de navidad, estaba obligado a cumplir con mi asistencia a la cena de navidad de los Morgan y aprovecharía para darle la noticia a Derek.
— Dos cosas –La voz femenina que me acompaña me sacó de mis pensamientos. – ¿O lo hice tan bien que te dejé sin poder dormir? ¿O mi técnica no fue lo suficiente buena para dejarte exhausto? –Se acercó dejando un beso en mis labios, sentí su mano en mi pecho bajando lentamente haciendo un recorrido por debajo de la sabana –De cualquier manera, puedo volver a intentarlo.
— Pensaba en aceptar tu propuesta, pero solo me iré hasta después de las fiestas tengo algunos compromisos que cumplir y dejar todo bien en mi empresa, sin embargo quiero aclarar que esto es solo…
— Sexo, Daniel soy una mujer sumamente ocupada no tengo tiempo para relaciones serias o estar metida en una cocina o limpiando una casa, solo es diversión en eso tú y yo somos iguales –Sin decir más plantó sus labios sobre los míos poniendo su cuerpo encima del mío frotándose sobre mi miembro poniendo mi mente en blanco por completo.
Emily.-El día ha sido ajetreado metida en los juzgados supervisando casos, buscando sentencias, agradecía que mi madre estuviera en casa ayudándome con Diogo, tengo una niñera y un buen equipo en mi bufete, pero tengo la necesidad de supervisarlo todo yo misma, es una manera de cubrirme las espaldas.— ¿Emily Doman? –Doy un respingo al escuchar mi nombre, al girar una mujer joven de cabello negro corto y ojos color café me aborda en la salida del juzgado.— ¿Quién la solicita? –Pregunto con desconfianza.— Disculpe que la tome por sorpresa así mi nombre es Eugenia Suarez necesito de su ayuda –Dice con la voz entrecortada al borde del llanto.— Ok, Uhm… ¿En qué puedo ayudarte? –Aunque la joven se ve afectada yo debo ser muy precavida, soy muy desconfiada con quien se acerca a mí, pero por lo que veo es una chica humilde viste unos jeans gastados, con una sudadera rasgada y una chaqueta negra que está a punto de deshilacharse por completo. –Vamos por aquí cerca hay una cafetería, te in
Daniel.-Navidad, una época que en los últimos años comencé a odiar, me he convertido en un grinch, la ciudad estaba adornada con una ligera capa de nieve mientras que el centro se alzaba con la majestuosidad del enorme árbol de la ciudad, el correteo de la gente de un lado a otro por obtener las últimas compras navideñas ocasionaban un colapso en las calles que me daba fastidio. He estado obligado a formar parte de la cena navideña de los Morgan sin derecho a réplica.Conduzco dejando atrás el caos de la ciudad y me adentro en la soledad de carretera a las afueras donde se encuentra la mansión de los Morgan, acelero a 90 sintiendo la necesidad de un poco de adrenalina corriendo por mis venas.(…)Observo la enorme mansión adornada con luces brillantes y coloridas, las figuras navideñas dando la bienvenida en la entrada, suspiré intentando pensar en una excusa para no entrar allí, pero amaba ver el rostro de mis ahijados cuando les entregaba sus obsequios solo eso me motivaba a bajarm
Emily.- Los días siguientes a navidad han sido caóticos Remi Jones un abogado excelente que conocí en España acudió a mi llamado, confío en mi personal, pero no deseo ponerlos en la mira de nadie ni siquiera de mi bufete. He supervisado cada detalle del caso junto a Remi, Eugenia sigue oculta en la casa donde la envié, los Lavoie no asistirán tampoco esta es solo una audiencia para llegar un acuerdo aunque su abogado no nos ha contactado y eso me da mala espina.— ¿Lista? –La mano de Remi sobre mi espalda me saca de mis pensamientos, es un hombre apuesto con el cabello castaño, pero lleva un corte estilo militar, sus ojos son de color café y su piel es morena, su rostro varonil y marcado hacía suspirar a las pasantes en España y por lo que veo aquí también, nos hicimos amigos, pero sé que espera que pase algo más aunque no ha sido tan valiente para confesármelo y siendo sincera deseo que no lo haga, no me gustaría rechazarlo y perder a un gran amigo y colega.— Sí, adelántate iré a t
Daniel.- No puedo creer lo perra que ha sido mi suerte, cuando decido alejarme de todo de su recuerdo que me consume a diario ella aparece hecha una hermosura que me removió cada fibra de mi ser y verla en brazos de ese imbécil, ella siguió su camino y encontró a otro hombre mientras que yo vivía en un infierno todos estos años.— ¿Quién es esa mujer para ti Daniel? –Me bebí el trago de whisky de un solo sorbo.— ¿Cómo entraste Vanessa? –Pregunto sin darle la cara.— Tengo la llave, suelo quedarme aquí cuando vengo a Vancouver— Claro –Sonreí de medio lado con ironía. –Ella no es nadie, solo alguien del pasado con quien trabajé nada más y si no te molesta me gustaría quedarme solo –No me obedeció sentí sus manos recorrer mi pecho y sus labios lamiendo el lóbulo de mi oreja, tal vez esto era lo que necesitaba contacto, para olvidarme del vendaval de emociones que Emily había dejado sobre mí, me giré tomando por el cuello a Vanessa, soltó un gemido lleno de excitación la besé sin ningú
Daniel.- El primer lugar que me mostraron fue el que escogí se ajustaba a mis gustos y necesidades, no sé cuánto tiempo me quedare en esta ciudad, pero pronto no me iría, salí a caminar por la cuidad un rato para despejar la mente el abogado de la contraparte me contactó rechazando mi propuesta de manera contundente y por el tono de voz del tipo ya Emily le habría confesado quien había sido yo.Lo que me complace que ese imbécil sepa quien realmente conquistó el corazón de la que ahora es su mujer, vagaba por la acera en busca de una tienda de comestibles en el centro cuando escuché el grito de un hombre.— ¡Niño cuidado! –Giré para ver hacía la avenida y un pequeño de unos seis años corría detrás de una pelota, sin dudarlo me abalancé sobre él tomándolo por la chaqueta alzándolo en el aire y retrocediendo mientras que el coche frenaba con fuerza.— ¿Estás bien? –Me agaché verificando que el niño no estuviera herido, su pequeño rostro estaba completamente asustado. ¡Tranquilo, no pas
Daniel.-El sonido del timbre me despertó sobresaltándome observé la hora las ocho de la noche, me levanté de inmediato nadie sabía mi dirección y mi apartamento era el único del piso así que un vecino no era. Con cautela caminé hacia la puerta con mi arma, una glock de 9mm que adquirí después de lo sucedido con Derek y líder de la mafia rusa.— ¿Quién? –Pregunté esperando respuesta, con mi arma lista apuntando la puerta.— Daniel soy yo Emily –Esperaba que fuera cualquier persona menos ella, pero era un alivio.— Dame un momento –Regresé a mi habitación guardando en la cabecera de la cama la glock y regresé metiendo los documentos del caso en una caja, miré mi atuendo un pantalón de chándal solamente, me encogí de hombros. –Ella vino sin avisar y estoy en mi casa –Abrí la puerta sus ojos me escanearon de arriba abajo. – ¿Pasas o quieres que hablemos en la puerta? –Pregunté divertido.— No demoraré mucho –Me paso por el lado y el aroma de su fragancia con olor a vainilla inundó mi olf
Daniel.-Como pude olvidar lo duro que golpea Emily, seguí retorciéndome del dolor en el suelo sosteniendo mis bolas, ¡Que idiota soy! Confiar en ella ¿Cómo pude? Respiré lentamente mis testículos aun palpitaban un poco por la excitación, pero más por el rodillazo.Este juego se puso interesante, está aterrada por lo que yo pueda decir de su pasado no lo voy a hacer claro está ella no se da cuenta que mi reputación también estaría en juego al haberme involucrado con ella sería un escándalo que no estoy dispuesto ni preparado para enfrentar, pero la haré sufrir, le haré creer que sí estoy dispuesto a dejar su pasado expuesto deseo ver el alcance de esa fiera y ahora sé que Vanessa la molestó, después de todo mi amiga me servirá de mucho.(…)Tamborileo la mesa con la yema de mis dedos, observando mi reloj detesto la impuntualidad ¿Quién se cree este imbécil para hacerme esperar?— Lamento el retraso –Llegó sentándose en la silla frente a mí. –Comencemos.— Para hacer abogado no tienes
Emily.-El clima en Montreal se siente como un abrazo helado y crujiente. La nieve cubre la ciudad con un manto blanco, y el aire es fresco y nítido, llenando mis pulmones con un toque de invierno, a pesar del frío, hay una belleza encantadora en el paisaje invernal las luces de las festividades aún parpadean en las calles, y el aroma de chocolate caliente se mezcla con el aire helado, creando un ambiente mágico que invita a salir a explorar.Sin embargo yo no estaba en la plaza de artes de Montreal como una simple turista a pesar del frío que congelaba los huesos, los nervios mantenían mi sangre hirviendo tal vez había cometido un error al llamar a Derek Morgan, pero es la única arma que podrá neutralizar las intenciones de Daniel.— Emily –Di un respingo al escuchar la voz de Derek, ser un hijo de puta da sus frutos Anna definitivamente es la mujer más afortunada aun con la cicatriz en su mejilla se ve jodidamente sexy este patán.— Derek… pensé que no vendrías –Una nube blanca salí