¡Hola a todo/as! <3 Siento mucho haber tardado en publicar este capítulo. Como compensación, al menos es mas largo que los anteriores y espero que lo hayáis disfrutado :) La visita familiar ya terminó pero después cogí un virus, de ahí el atraso. Espero este fin de semana poder publicar otros capítulos, como compensación. ¿Qué os ha parecido el capítulo? ¿Y Yo? ¡Os quiero un montón! <3 Sois los mejores <3
— Un, dos, Papi se escondió... — canturreó Lisa muy lentamente con una voz tan dulce que me heló la sangre. Me había escondido detrás de una columna: ésta vez, la pesadilla sucedía en las ruinas de una iglesia.— Tres, cuatro, ¿dónde estará..? — la voz de Lisa sonó más cerca pero no me atrevía a moverme: Si me movía, delataría mi posición.— Cinco, seis, conmigo vendrá — cada vez estaba más cerca y noté cómo el corazón comenzaba a latir más deprisa, mientras gotas de sudor recorrían mi cuerpo desnudo. Intenté controlar la respiración para que no escuchase mi ubicación.— Siete, ocho, siempre estaremos juntos — la voz se escuchó un poco más lejos y sentí algo de alivio. — Nueve, diez... ¡TE ENCONTRÉ! — escuché gritar en mi oído. Me giré aterrado y vi a Lisa cayendo desde el cielo con un cuchillo en la mano. Era demasiado tarde. Grité.***Me desperté gritando y empapado de sudor. Enseguida llegó Sophie, corriendo y preocupada.— ¡E-esteban! ¿Te encuentras bien?— Sí, Sophie, tan sólo e
Emily y yo decidimos como íbamos a empezar toda nuestra farsa. Al final, habíamos quedado en que debía buscar una forma de declararme, porque literalmente "no tengo tiempo para pensar en esas cosas. Hazlo porque tengo mucho trabajo en la forja. Además, verán mejor si eres tu quien da el paso.". "¿En qué lío me he metido, Roy?" — le pregunté por décima vez desde que Emily se había ido a buscar a Mar."En uno muy gordo.""Gracias por tu infinita sabiduría." — le dije de forma irónica — "Hace demasiados años que no me declaro a nadie. ¿Cómo se supone que voy a hacerlo?" — me llevé las manos a la cara, preocupado."No lo sé, tengo la misma experiencia que tu. ¿Y si le preguntas a Yo? Él supo volver locas a todas las mujeres de la manada con el regalo de Elisa. Puede darte alguna idea.""¿Yo? Creo que cualquier idea que se le ocurra será excesivamente llamativa.""Bueno, para que la manada se entere, es perfecto.""Nunca he sido tan... llamativo"."Pues entonces encuentra rápido una soluci
— ¡SÍ! ¡ESTEBAN, SÍ! — gritó Jake entusiasmado: menos mal que las habitaciones estaban insonorizadas cuando estaban completamente cerradas.— ¡VAMOSSS! — dijo Yo bailoteando de la emoción — ¡HAY QUE PREPARAR TODO!— Esperad, ¿qué estáis tramando..? — dije ligeramente asustado cuando ambos se dirigieron hacia mi, abriendo y cerrando las manos y con una mirada de diversión que me dió escalofríos.— ¿Nosotros? No tramamos nada... — dijo Jake y de un salto se colgó de mi cuello, haciéndome trastabillar. Noté cómo Yo trepaba rápidamente por mi cuerpo y me inmovilizaba.— ¡JAKE! Esss hora de arreglarlo. Jake se soltó y abrió mi armario. Comenzó a sacar todo.— Eres muy ordenado. Así será más fácil. — dijo Jake.— Después lo ordenas tú de nuevo. — le dije viendo como toda mi ropa salía volando del armario. Cuando estuvo toda en el suelo, Yo me soltó y se deslizó rápidamente hacia mi ropa. Me agaché para ir doblando y colocando la que descartaban.— ¡ES PERFECTA! — gritó Jake cuando sac
Nos levantamos, cogí el ramo y salimos de la habitación. Un par de lobas que trabajaban en la Casa de la Manada nos vieron y comenzaron a cuchichear emocionadas. Cuando llegamos a la planta baja, todos los trabajadores se habían asomado para vernos. Aquello me puso terriblemente nervioso y para cuando llegamos al lado de Mar, estaba sudando.— ¿Nervioso? — preguntó con una risita.— Mucho. Sigo pensando que debiera ser algo más... privado.— Entonces mejor no digo que en todo Luz de Luna ya están cuchicheando, aunque se han molestado de no involucrar a Emily. Incluso en la forja están esperando a que aparezcas.— Eso no me ayuda. Me siento como un mono de feria.Mar tan sólo sonrió.— Creí que ya estarías acostumbrado a que observen cada cosa que hagas. — Los ojos de Mar se nublaron un momento — Ya está en la forja. ¡Buena suerte! — me dijo y me empujó con suavidad hacia afuera. Nada más salir, no pude evitar notar todas las miradas mirándome fijamente y cuchicheando. El corazón come
Salí de la forja entre muchos cuchicheos y me dirigí al restaurante de la vez anterior."Genial, voy a ser el cotilleo del día." — le dije a Roy."¿Del día? Como mínimo de toda la semana." — me respondió riéndose."¿Y a ti te parece bien todo esto?" "Emily me cae bien y se preocupa genuinamente por ti. Aunque todo ésto sea una pantomima, creo que es positivo para la manada. Además, puede hacer que cambies de opinión.""¿Cambiar de opinión? ¿En qué?""Hace mucho tiempo que no estás con una mujer, y nosotros necesitamos encontrar una Luna. Toda ésta actuación, obligarte a actuar como un Alfa enamorado... quizás te haga cambiar de opinión.""No voy a cambiar de opinión.""Bueno, la esperanza es lo último que se pierde."Llegamos al restaurante y vi cómo el dueño ya se encontraba fuera. Sonrió nada más verme.— ¡Bendito Esteban! ¡Es un placer verle de nuevo! ¿Qué desea?— Quería hacer una reserva para las nueve y media de la noche. Una privada, con una decoración bonita, acorde para una
Llegué a la manada justo cuando vi a a lo lejos, a Emily, dirigiéndose a la casa de la manada."Qué raro que esté fuera de la forja a esta hora." — le comenté a Roy."Sí. Ve a preguntar.""Entonces toca comenzar con el show del Alfa enamorado." — le dije con pesadez. Sin embargo, forcé una sonrisa juguetona y me escondí detrás de un edificio mientras la observaba.Noté que algunos lobos se habían dado cuenta de la situación y me observaban curiosos. Como Emily no se dió cuenta, avancé con sigilo lo más rápido posible hasta el siguiente edificio, y me asomé para ver qué hacía o si se había percatado de algo. "Vamos a por el siguiente." — le dije a Roy mientras avanzaba hacia el siguiente edificio después de haberme asegurado que no se había dado cuenta.Repetí aquello tres veces más, en las que Emily siguió avanzando con normalidad. Algunos lobos parecían encontrar divertida la situación."Es normal, parece que estás acechándola." — me dijo Roy, que estaba disfrutando de la situación.
Durante el resto del día, estuve atendiendo diferentes papeleos de las dos manadas (incluyendo costes de construcción, posibles financiaciones etc). También tuve alguna que otra reunión, aunque la más importante fue con Mar acerca de los brujos necesarios para desencantar SunLight. También aproveché para explicarle la situación de mi bloqueo. Lo único que me dijo fue que tuviese paciencia porque a ella también le había pasado, y que cuándo lo consiguiese, estaría encantada de tener una pelea de licántropos.A las siete de la tarde, alguien llamó a la puerta de la habitación.— Adelante. — dije sin mirar quien era, mientras guardaba el documento que estaba escribiendo en el ordenador portátil.— ¡Eeeesssteeeeebaaaaan! — canturreó Yo.— ¡Oh, no! ¿Otra vez? — dije mientras miraba a la puerta.— Sí, otra vez. — dijo Julián con una sonrisa mientras Yo se dirigía a mi armario.— ¿¡Tú también!? ¿No deberías estar en el hospital?— No pasa nada, todos los que luchaban entre la vida y la muerte
Llegamos al restaurante. El dueño puso cara de sorpresa al vernos pero la recompuso rápidamente. — Bendito Esteban, Beta Emily, es un placer volver a atenderlos. Por favor, acompañénme.Ambos le seguimos por el restaurante, ganándonos algunas miradas de sorpresa y algún cuchicheo adicional de los clientes que estaban cenando. Abrió una puerta y entramos, dejándonos a los dos boquiabiertos.La habitación tenía varios arcos de piedra muy altos. En las paredes colgaban tapices de estilo antiguo que mostraban escenas de forja, así como representaciones de las batallas y los hechos más importantes de los Benditos de SunLight. Había varias velas aromáticas de rosas y jazmín flotando por toda la sala emitiendo una luz tenue: se movían muy lentamente creando un juego de luces y sombras encantador. El techo era un cielo estrellado con una luna llena brillando: su luz caía encima de una mesa con un mantel rojo. Por todas partes había pequeños detalles, como pequeñas enredaderas con rosas blanca