¡Hola mis amores! ♥️ Sé que he tardado mucho en publicar el capítulo, pero ha resultado ser bastante mas largo de lo esperado. Aún me estoy recuperando, odio la tos. Pero bueno, poco a poco. Lo bueno es que tendréis dos capítulos, ya que por el coste, lo he dividido en dos partes. En breve tendréis la segunda parte jajaja. ¿Qué os ha parecido? ¡Os quiero un montón! ♥️ ¡Sois los mejores! ♥️ ¡Os adoro! ♥️
—Y un día... el guardia llegó llorando. Me preocupé, ¿qué le había pasado? ¿Al final el Alfa había mostrado su verdadera cara? Pero... me dijo que te habían envenenado. Estaba destrozado por eso. Te habían intentado matar. En ese momento... me di cuenta de que te había juzgado mal. Nadie puede tener ese dolor por un Alfa malvado. Los siguientes días, mis torturadores no vinieron. Los demás guardias estaban preocupados aunque intentaban disimularlo, y todos celebraban las noticias de que ibas mejorando, poco a poco. Aquellas celebraciones... me recordaron las sonrisas y la felicidad que había visto en esos dieciséis años. Me di cuenta de que te había prejuzgado por mi propio miedo. Así que decidí contarte todo, absolutamente todo, y someterme a tu juicio, cuando te recuperases. Y aquí estoy, haciendo eso mismo. Sabiendo que posiblemente decidas matarme o exiliarme. Aceptaré lo que decidas, porque ahora sé que SunLight está en las manos correctas. Ya no tengo que protegerlos.— ¿Y por qu
El siguiente día volvió a ser caótico, ya que David se sinceró con todos y contó todo lo que había hecho y porqué. Yo observaba en el escenario, sentado en un rincón. De vez en cuando, los lobos me miraban esperando ver cualquier reacción, por lo que mantuve una expresión neutral. Cuando David terminó miré con interés la reacción de mi manada: muchos estaban desconcertados y dubitativos, algo que podía comprender. Ellos estaban vivos gracias a una traición, en vez de una misión especial como creyeron. Además, el liderazgo de David había sido bueno, por lo era normal que tuviesen sentimientos encontrados. Decidí intervenir y nada más levantarme, todas las miradas se dirigieron hacia mi. — ¿Qué pensáis de lo que hizo? Vosotros estáis aquí por su traición. Hubo un silencio incómodo. — Alfa... es difícil. Nosotros creímos que era una misión real y que fue mala suerte que estuviésemos lejos de SunLight cuando fue atacada. — respondió una mujer. — Ahora... sé que fue por traición, p
Me encontré en una cocina amplia pero con pocos utensilios y varias goteras. Me acerqué y observé que estaban en bastante mal estado: algunos incluso tenían óxido, estaba claro que quienes vivían aquí no tenían mucho dinero."Mira, allí hay alguien." — me dijo Roy señalando unas figuras. Me acerqué a ellas y me quedé paralizado en el lugar: frente a mi, me encontré a Emily con catorce años. Tenía los ojos abiertos de par en par con una expresión horrorizada mientras sus manos cubrían su boca. Toda ella estaba llena de salpicaduras de sangre. Miré de frente y vi a un muchacho de siete años, pelo negro y ojos verdes, sujetándose el cuello mientras respiraba con dificultad. En el suelo, se encontraba rodeado de un charco de sangre el padre de los dos niños. De su pecho sobresalía el mango de un cuchillo de cocina."Me preocupa cómo le afecte recordar ésto..." — le dije a Roy — "No esperaba venir a este momento.""Es un momento importante para lo que quiere." — respondió Roy.Escuchamos va
Los días pasaron con calma y tranquilidad. El único acontecimiento importante fue la incineración de la antigua familia de SunLight. Apenas hubo asistencia, la gran mayoría de los lobos de SunLight no se presentaron para mostrar su respeto a quienes les habían dirigido: después de todo lo que había visto de ellos, entendía que no quisieran saber nada. Para mi sorpresa y diversión, David apareció en el acto con una mueca de disgusto. Cuando le pregunté por eso, su respuesta fue "Un Beta debe asistir a los actos importantes de una manada, sin importar cómo se sienta al respecto. Una de sus obligaciones es apoyar al Alfa en sus decisiones y actos públicos. Solo cumplo con mi deber, por mucho que los odie". Se había tomado muy en serio su posición.— ¿Cómo te trata la manada, ahora que saben lo que hiciste? — le pregunté un rato más tarde en mi habitación.— Me toleran y me conformo con eso. No confían en mi, no como lo hacían antes, y me miran como si estuviese planificando tu muerte. Es
Me encontré en los archivos de Brisa Plateada."Por una vez, he acertado a dónde íbamos a ir." — le dije a Roy."Es el único sitio que podía ser." — me respondió Roy.Observamos la habitación cuando la puerta se abrió y entró mi suegra."¿¡Lourdes!?" — exclamé sorprendido."No creo que sea ella. Mírala, es demasiado joven y está embarazada.""Tienes razón, Roy. Entonces... creo que estamos viendo la creación del documento." — le respondí después de observar a mi difunta suegra un rato.Lourdes se movió por la habitación y la seguimos. Después de coger un archivador, se sentó en el escritorio con un suspiro.— Voy a tener que coger unos días... cada vez es mas difícil. — dijo con un suspiro de resignación. Acababa de abrir el archivo cuando una mujer entró por la puerta.— Disculpe, pero acaban de comunicar un nuevo nacimiento. Vengo a traer la información.— Por supuesto, Tifany. Adelante.— Se trata del otro Beta, su mujer acaba de dar a luz.— Entiendo. ¿Y cómo se llama el bebé?— E
— ¡ALTO! — gritó Mike mientras cerraba la puerta para evitar que la desconocida huyese. Encendió la luz y la desconocida miró con molestia a mi cuñado. El corazón se me paró un momento al reconocer aquellos ojos. — ¿Evelyn? ¿Qué estás haciendo? — preguntó Mike con sorpresa mientras apagaba la linterna. — Creía que nadie me había visto. — se quejó mi pareja destinada — Necesito modificar ésta partida de nacimiento, es demasiado importante. — Evelyn, eso es falsedad documental y está prohibido. Te meterán en la cárcel si lo haces. — Que me encarcelen es lo más liviano que podrá pasarme por hacerlo. Mike abrió aún más los ojos. — ¿Qué... qué estás tramando, Eve? — ¿Recuerdas que durante el embarazo noté algo extraño? — Sí, pero dijiste que sería algo psicológico. — Sí y pensé eso... hasta que noté un aura extraña en Lisa. — Sí, lo comentaste. Pensé que exagerabas pero es cierto que la niña ha empezado a desarrollar un aura atípica. Aún no sabemos que será pero está claro que e
Cuatro años después.— ¡Emy! ¡Ya vale! — dije riéndome mientras miraba esos ojos verdes que me quitaban el aliento.— ¡NO! ¡Debes pagar por este desastre! — me respondió la pelirroja con los mofletes ligeramente hinchados en un gesto que me parecía adorable.— No sé de qué me hablas. — dije mientras esquivaba su nuevo ataque mientras me hacía el tonto.— ¿¡Qué no lo sabes!? ¡MI TALLER! ¡Lo has destrozado! — gruñó mientras se abalanzaba de nuevo sobre mi. Me reí.— ¡OH! ¿Eso? Sólo lo he decorado un poco. — dije esquivándola de nuevo.— ¿¡UN POCO!? ¡Parece una discoteca navideña! ¡ASÍ NO SE PUEDE TRABAJAR! Volví a reírme mientras ella volvía a abalanzarse sobre mi, pero ésta vez esquivé parcialmente su ataque: con uno de los brazos la agarré de la cintura justo cuando pasaba a mi lado. El impulso que llevaba nos hizo girar como peonzas sobre nosotros mismos mientras mantenía mi agarre firme sobre ella. Cuando paramos de girar, su cuerpo estaba pegado al mío y su torso ligeramente incli
— ¡PAPIII! — escuché gritar muy emocionada a una niña pelirroja de ojos azules a mi lado.— ¿Li-i-isa? ¿Qué está... pasando? — pregunté totalmente sorprendido al ver a mi difunta enérgica hija a mi lado, con una sonrisa radiante. — ¡MAMI, MAMI! ¡PAPI YA PUEDE VERNOS! — chilló la niña emocionada mientras se giraba y corría en dirección contraria a nosotros. Alcé la mirada y me sorprendí aún más.— Hola Esteban. Cuánto tiempo. Me alegra ver que has rehecho tu vida. — me saludó Evelyn con una dulce sonrisa con Lisa a su lado.Iba a responder cuando escuché otra voz.— Hola cuñado. Muchas gracias por ponerle mi nombre a tu hijo. — me saludó Mike.Miré a mi alrededor y vi a tres personas más: allí se encontraban Alfred, el hermano de Emily y un señor que no conocía vestido de herrero. Por las lágrimas de mi Luna, deduje que se trataba de su padre adoptivo.— Lo mismo digo, Esteban. — dijo Alfred acercándose a mi — Siento mucho que no pudiésemos tomar esa copa pero era la única solución. Te