¡Hola mis amores! ♥️ Al principio del libro, Angie contó algo parecido a ésto, pero muy por encima. ¿Esperábais que hubiese sido así la situación? ¿Qué creéis que quiere hablar David con Esteban? ¡Dentro de muy poco sabremos quién modificó la partida de nacimiento de Esteban! Y después vendrá el epílogo. ¡Me emociona y me entristece que el final esté tan cerca..! Pero una vez terminado, podré recuperarme bien de la tos etc, mientras voy dando forma al nuevo libro :) Una vez finalice este libro, os mantendré actualizados a través de mi F4c€b00k cuando comience a publicar el próximo libro, una vez recuperada. ¡Os quiero un montón! ♥️ ¡Sois los mejores! ♥️ ¡Os adoro! ♥️ ¡Muchas gracias por vuestra infinita paciencia! ♥️ ¡Os leo! ♥️
Bajé del escenario con Emily y David se acercó a mi. — Esteban. — dijo Mar llegando a mi lado. No habíamos avanzado ni cuatro metros.— Mar. ¿Qué sucede? — ¿Qué vas a hacer con los cuerpos de la antigua familia de SunLight?— Aún no lo sé. ¿Por qué lo preguntas? ¿Has pensado ya en algo?Mar soltó un suspiro.— Después de ver lo que hicieron... y de escuchar las opiniones de los supervivientes de SunLight, no quiero saber nada de ellos. Sé que son mi familia pero... no recuerdo nada de ellos. El único vínculo que tengo con ellos es sanguíneo. — Lo siento mucho, Mar. — le dije con pesar.— No tienes la culpa, Esteban. No sé lo que significan esos tatuajes, pero no quiero saberlo. Seguro que fue una mentira, al igual que su mandato.— Era la marca que hacía el Alfa de SunLight para indicar quién sería el próximo Alfa. — interrumpió David.— El comienzo de un eclipse solar... o es una mentira acerca del supuesto apoyo de la Diosa, o una burla. Quizás ambas cosas. — dije después de pens
—Y un día... el guardia llegó llorando. Me preocupé, ¿qué le había pasado? ¿Al final el Alfa había mostrado su verdadera cara? Pero... me dijo que te habían envenenado. Estaba destrozado por eso. Te habían intentado matar. En ese momento... me di cuenta de que te había juzgado mal. Nadie puede tener ese dolor por un Alfa malvado. Los siguientes días, mis torturadores no vinieron. Los demás guardias estaban preocupados aunque intentaban disimularlo, y todos celebraban las noticias de que ibas mejorando, poco a poco. Aquellas celebraciones... me recordaron las sonrisas y la felicidad que había visto en esos dieciséis años. Me di cuenta de que te había prejuzgado por mi propio miedo. Así que decidí contarte todo, absolutamente todo, y someterme a tu juicio, cuando te recuperases. Y aquí estoy, haciendo eso mismo. Sabiendo que posiblemente decidas matarme o exiliarme. Aceptaré lo que decidas, porque ahora sé que SunLight está en las manos correctas. Ya no tengo que protegerlos.— ¿Y por q
* ¡AVISO de la Autora! * Este libro es la continuación de La Loba Perdida (finalizado), con la historia de otro personaje. Este libro contiene spoilers importantes. El libro se puede leer y entender de forma independiente, pero recomiendo leer antes La Loba Perdida para comprender la totalidad de la historia, incluyendo sus matices.*** — ¡Papi, papi! — me gritó una niña pelirroja de ojos azules, corriendo y saltando en mi cama, con una sonrisa adorable en la cara. Me reí.— ¡Lisa! ¿No te he dicho muchas veces que debes dejar descansar a tu padre? — la regañó la mujer que había atrapado mi corazón: una mujer rubia, de ojos grises y una sonrisa tan luminosa como el mismo sol.— ¡Pero mami! ¡Quiero estar con Papi! — hizo un puchero tan tierno que me ablandó el corazón. — ¡Ven aquí, pequeña revoltosa! — dije incorporándome, cogiéndola entre los brazos y alzándola en el aire — ¡No te escaparás! La niña soltó una risotada divertida mientras la balanceaba en el aire.— Y ahora... ¡Un abr
— ¿Esteban? — escuché la voz de Mar al otro lado de la puerta — ¿Puedo pasar?— Sí, Mar. Adelante. — dije mientras me incorporaba y me dirigía al armario.La puerta se abrió.— Podías haberte puesto algo mas que unos calzoncillos.— En eso estoy. — dije sacando unos pantalones de deporte y una camiseta. Vi que Mar miraba hacia otro lado.— ¿Y qué querías? Has llegado antes de lo previsto. — le dije mientras me vestía.— Ver cómo estabas y si tenías alguna pregunta.— ¿Pregunta de qué tipo? Por cierto, ya puedes mirar.— Preguntas acerca de los Benditos. — dijo ella mirándome con alivio — Pensaba que mi hija y yo éramos las últimas y algunas cosas las descubrí por mi cuenta.— ¿En leyendas?— Sí, por ejemplo.Volví a tumbarme en la cama.— No sé decirte, Mar. ¿Qué podría interesarme? Lo único que se me ocurre es saber porqué he terminado siendo... ésto.— Bueno, no sé si sabes que todos los Benditos tienen algún tipo de poder... no es algo exclusivo de mi linaje.Me reí.— Si tuviera al
Llegamos a la habitación de Alfred, el lugar en el que habíamos quedado con María. Mar y yo nos miramos con pesar: aunque la muerte de Alfred nos había dejado mas preguntas que respuestas (que esperábamos encontrar hoy) nos dolía en el alma su marcha.Alfred había cambiado mucho: pasó de ser un machista egocéntrico que pensaba que todo lo hacía bien y se negaba a escuchar o aceptar otras formas de mandato, a ver la realidad de su hijo, las cosas positivas de otras formas de liderazgo y esforzarse en arreglar y compensar todos sus errores pasados.Su cambio había sido tan real y sincero, que incluso yo había sido capaz de perdonarle el asesinato de mi mujer e hija, hacía tanto tiempo.— ¡Bendito Esteban! ¡Reina Mar! Lamento el atraso. — escuchamos la voz de María a nuestra espalda justo cuando íbamos a llamar a la puerta.Ambos nos giramos y la vimos llegar corriendo y muy apurada.— No te preocupes María. No pasa nada. — dijo Mar con una sonrisa amigable."Ha aprendido mucho en poco ti
Se me había pasado la hora y si no me daba prisa, llegaría tarde al funeral. Me di una ducha rápida, me arreglé la barba y elegí un traje elegante y negro. No sabía que había preparado Mar pero quería mostrar respeto a todos los caídos y en especial, a Alfred. Quizás no estuviera de acuerdo en la forma en la que tuvo de hacer las cosas, pero se había esforzado en compensar sus errores y terminó dando su vida por lo que consideraba correcto. Salí de la habitación y me encontré a Emily e Isa esperando en la puerta: ambas iban de luto y arregladas.— ¿Qué hacéis aquí, chicas? — les pregunté cerrando la puerta tras de mi.— Creí que te ayudaría tener un poco de compañía. — dijo Emily — Sé que tu historia con Alfred es complicada, pero también sé que su muerte te pesa mas de lo que das a entender.— Alfred murió porque no supe protegeros bien... supuse que al igual que yo, necesitarías algo de compañía. — me dijo Isa.Las sonreí y abracé a las dos.— Muchas gracias. Tenéis razón, me viene
No pasó mucho tiempo desde que llegué a la habitación cuando alguien tocó a la puerta.— Adelante. — dije incorporándome de la cama.— Hola, Esteban. — me dijo Emily pasando a la habitación. — ¿Cómo te encuentras?— Jodido, pero voy tirando. Emily se acercó y se sentó en el borde de la cama, a mi lado.— Entiendo. ¿Y cómo llevas lo de ser Alfa?— Mal. ¿Yo, un Alfa? No sé quien en su sano juicio lo ve una buena idea.— Creo que Alfred lo veía así. Y supongo que la Diosa también.— Todos personas externas. — Yo también te veo como un buen Alfa, sólo necesitas confiar un poco mas en ti mismo. — Emily me cogió con delicadeza la mano.— Quizás tengas razón. O quizás tan sólo sea un fraude y una decepción. — No digas tonterías, Esteban. Lideraste una aldea de pícaros durante diez años.— Eso es totalmente diferente a lo de ahora.— No tanto. ¿Qué es lo que cambia? ¿Que son bastantes mas lobos y son dos manadas?— Sí, en parte. — ¿Y cuál es la otra parte?Liberé mi mano de la de Emily y
— Esteban, ¿te acuerdas de nosotras? — me dijo Evelyn sujetándome los brazos. — Papi, dijiste que me protegerías. — me dijo Lisa mientras me clavaba un cuchillo en las costillas — Prometiste que siempre estaríamos juntos, Papi. — Juraste amarme mas allá de la muerte, Esteban. ¿Acaso lo has olvidado? — me dijo Evelyn con los labios morados y la sangre corriendo por su cuello. Intenté moverme o decir algo pero estaba amordazado e inmovilizado. — ¿Dónde estás, Papi? No estás aquí. No has cumplido tu promesa. — Siempre dejas que otros mueran por ti, Esteban...*** Me desperté gritando y envuelto en sudor: la puerta de la habitación se abrió de golpe. — ¿Se encuentra bien, Bendito Alfa Esteban? — dijo una chica de mi nueva manada. — Sí, no te preocupes. Estoy bien. — Disculpe Bendito Alfa Esteban, pero no parece encontrarse bien. ¿Necesita algo? — No te preocupes, solo era una pesadilla. Estoy bien. Muchas gracias por la preocupación. — dije esbozando una sonrisa que estaba muy le