¡Hola a todo/as! <3 ¡LO SIENTO MUCHO! :( Sé que dije que en este capítulo tendríamos la perspectiva de Emily, pero por longitud debemos irnos al capítulo 36. Viendo todo ésto, ¡espero que no nos vayamos al capítulo 37! ¿Qué os está pareciendo el libro? ¿Qué opináis de Emily y Esteban? Es posible que mañana no pueda publicar un capítulo: si es así, lo siento mucho. Hoy he tenido una celebración y mañana tengo otra. Estoy agotada y no sé si mañana tendré tiempo de escribir un capítulo entero :( ¡Os quiero un montón! <3 Sois los mejores <3
Llegamos al restaurante. El dueño puso cara de sorpresa al vernos pero la recompuso rápidamente. — Bendito Esteban, Beta Emily, es un placer volver a atenderlos. Por favor, acompañénme.Ambos le seguimos por el restaurante, ganándonos algunas miradas de sorpresa y algún cuchicheo adicional de los clientes que estaban cenando. Abrió una puerta y entramos, dejándonos a los dos boquiabiertos.La habitación tenía varios arcos de piedra muy altos. En las paredes colgaban tapices de estilo antiguo que mostraban escenas de forja, así como representaciones de las batallas y los hechos más importantes de los Benditos de SunLight. Había varias velas aromáticas de rosas y jazmín flotando por toda la sala emitiendo una luz tenue: se movían muy lentamente creando un juego de luces y sombras encantador. El techo era un cielo estrellado con una luna llena brillando: su luz caía encima de una mesa con un mantel rojo. Por todas partes había pequeños detalles, como pequeñas enredaderas con rosas blanca
— Si dices eso teniendo a SunLight y Brisa Plateada, debe ser algo bastante importante.— Lo es. Continuamos cenando mientras hablábamos de algunos temas mas triviales como las aficiones.— ¡No te rías de mi! — me dijo Emily completamente ruborizada mientras me secaba unas lágrimas de la risa.— ¡Es... es... es que no puedo imaginarte haciendo bordados! — le dije mientras soltaba otra carcajada.— No sé porque te lo he contado. — murmuró en voz baja. — Porque somos novios. — dije intentando serenarme.— Siempre os sorprendéis y reís. No entiendo el motivo.— ¡Ay, Emy..! Es que eres tan apasionada de la forja y el taller, que es difícil imaginarte en una silla, con un bastidor y haciendo bordados con calma. Ambas cosas son demasiado diferentes.— También me gustan algunas de las cosas que dicen que son de chicas.— Te creo. Será divertido descubrir esos secretos ocultos envueltos en tu fachada de mujer ruda.— Mírame, Esteban. ¿Crees eso de mi, ahora mismo? — Soltó el tenedor y me mir
Golpeé con furia la mesa de mi habitación. ¿Por qué? ¿¡POR QUÉ!? ¿¡POR QUÉ LOS MALDITOS BENDITOS ENCONTRABAN TAN RÁPIDO A ALGUIEN!? ¡No era justo! Ellos podían hacer lo que quisieran en sus guerras, destruían familias, pero no les importaba. Y los demás debíamos seguirlos y bailarles cualquier cosa que se les ocurriese porque... ¿Quién puede llevarles la contraria? Con poderes, una fuerza y velocidad superiores y la licantropía, ¿qué puede hacer una simple persona contra ellos? Incluso los Alfas de otras manadas eran marionetas contra ellos en un uno contra uno.Tenía que calmarme y pensar. Ya sabía que la Reina iba a ser muy difícil de matar: con sus poderes desarrollados y todo el apoyo y fanatismo que había logrado reunir, era una pieza muy dura. Su hija era igual de difícil: sólo pasaba tiempo con la niñera, el Rey, la Reina y sus abuelos. Por otro lado, atacar a los abuelos no era algo sensato: su condenada madre adoptiva había resultado ser demasiado resistente y eso sin contar q
Me desperté una hora después al sentir un forcejeo cerca y, por instinto, me lancé sobre el intruso: giré en la cama, me coloqué encima y le sujeté la garganta, cortándole la respiración mientras bloqueaba sus rodillas con las mías y le inmovilizaba un brazo con la otra mano.— ¿Quién eres y porqué pretendías matarme? — pregunté enfurecido y miré a mi prisionero, que había agarrado con su mano libre la palma que le estaba asfixiando.— ¡Oh, JODER! Lo siento mucho, Emily. ¿Estás bien?Retiré la mano del cuello permitiendo que pudiese respirar, mientras movía mi pierna y soltaba su brazo. Me apoyé en los laterales de su cuerpo, en la cama.— ¿¡Estás loco!? ¿Qué querías, matarme? — me dijo enfurecida mientras respiraba agitada. Tenía las mejillas sonrojadas.— No estoy acostumbrado a dormir con compañía así que pensé me estaba atacando un asesino.— Entonces querías matarme por ir al baño.— A ti no, al agresor sí. Una confusión.Emily fue a replicar cuando alguien entró corriendo por la
Me vestí y bajé a desayunar, no sin antes buscar el papel de la reserva: efectivamente, salía que en el caso de ser seres importantes, el restaurante se reservaba el derecho de hacer público lo que sucediese, ya que se consideraba información relevante. A cambio, la comida correría a cargo del restaurante. Cuando llegué al comedor, todos excepto Joselyn, Emily y Julián estaban desayunando. Nada mas entrar, se giraron hacia mi mientras me sentaba en un asiento vacío.— ¿Qué tal fue la cita anoche? — me preguntó Jake.— Creo que es de conocimiento público. O eso es lo que me dijeron cuando fui a pagar. — ¿No lo sabías?— No. Estaba en el papel de la reserva, pero no lo leí. ¿¡A quién se le ocurre que en el caso de "seres importantes", puedan mostrar lo que sucede sin su consentimiento!? — comencé a desayunar.— Bueno, al aceptar la reserva y acudir, en realidad diste tu consentimiento. — dijo Elisa — Pero es bueno saberlo. Creo que todos en esta mesa podríamos considerarnos Seres Impor
El día pasó bastante más rápido de lo que esperaba entre papeleos, reuniones y entrenamiento. Sophie y un par de asistentas estuvieron entrando y saliendo de la habitación, trasladando las cosas de Emily. Me sorprendí de todo lo que tenía ella: no por la ropa o los zapatos como pasaba con muchas otras lobas, si no porque lo único "femenino" que tenía era una auténtica colección de joyas y adornos para el pelo, cada cuál más extraño, elegante, sofisticado y bonito que el anterior: ella tenía una cómoda entera para ello y estaba convencido de que todas eran creaciones suyas. Empecé a contarlas por curiosidad, pero cuando llegué a las cien y vi todo lo que me quedaba aún, desistí. También trajeron tres martillos de bloque y una colección de revistas antiguas acerca de los metales y cómo tratarlos. Sin embargo, lo que me sacó una sonrisa y me resultó mas sorprendente, fue ver cómo traían un bastidor bastante grande. Había un bordado a medio hacer de un martillo, un yelmo y un yunque rodead
Cuando terminé de contarle todo lo que había visto, noté que estaba muy quieta. Demasiado."Mira las manos, Esteban: están más blancas, como si estuviera haciendo fuerza por algún motivo."— ¿Emy? ¿Estás... estás bien? — le pregunté preocupado: empezaba a arrepentirme de haber decidido contárselo.— Sí. Sólo me trajo algunos recuerdos poco agradables a la mente. Eso es todo. — me dijo mientras me miraba y se recomponía a una velocidad que me sorprendió. Incluso fue capaz de sonreírme."Está actuando." — me dijo Roy."Lo sé. ¿Cuánto tiempo llevará poniéndose esa máscara? Me preocupa.""Mira quien fue hablar de máscaras." — bufó Roy."Por eso mismo."— ¿Quieres... quieres hablar de ello?— No hace falta Esteban, de verdad. Hace tiempo que superé aquello.Alcé una ceja con escepticismo.— Sé reconocer cuándo alguien utiliza una máscara, Emy.— ¿Y por qué crees que estoy usando una?— Porque puedo ver el dolor detrás de tus ojos. Porque sé lo que es la rigidez para controlar la reacción na
Cuando me desperté vi que Emily ya se había ido a trabajar, así que me levanté y comencé a prepararme. Nada más apoyar mis pies desnudos en el suelo, me vi transportado durante unos segundos a una fábrica en la que, deduje, se había creado ese azulejo. Avancé y me choqué con el armario y durante unos segundos, me encontré en el momento en el que lo trasladaron. Me asusté y me aparté rápidamente del armario, para encontrarme con la pared, con la que me pasó lo mismo."¡ROY! ¿¡QUÉ DIABLOS ESTÁ PASANDO!?" — le grité a mi lobo completamente asustado."No lo sé. Si no fuese algo imposible, diría que tienes tu poder de ver el pasado activado.""¿Y cómo se supone que voy a hacer algo? ¡Parece que estoy viendo absolutamente todo!""No lo sé. Angie no responde, ya he intentado llamarla mientras estabas en uno de los viajes. Intenta practicar la respiración, no se me ocurre otra cosa por el momento."Hice caso a mi lobo y manteniendo la respiración, toqué una toalla. Sentí alivio cuando no me tr