El funeral era algo muy doloroso, lo más doloroso a lo que la Familia Cantú podía enfrentarse, la muerte de Aylen Cantú fue sorpresivo, pero trágica, la joven fue envenenada, pero antes de eso había sido apuñalada. — Señor Roberto Cantú, Dominick Mascherano exige que la boda se realice - Un hombre que estaba vestido completamente de negro, se veía peligroso. — ¿Cómo es posible eso? Su prometida acaba de morir, ¿no tiene ni una pizca de dolor? - antes de que Roberto Cantú prosiguiera con sus palabras, un teléfono celular fue puesto en su oído. — ¿Has visto la Película de Harry Potter? Neville dice que todos los días muere gente, entonces una muerte más a mí no me afecta, usted y yo tenemos un trato, recuerde que su esposa sigue viva gracias a mí, la droga que yo produzco es efectiva para su enfermedad si yo dejo de proveer aquel medicamento su esposa muere, en cambio, no me afecta en lo absoluto su pérdida, te recuerdo que no tiene absolutamente más nada que ofrecerme, sus terrenos
Diane tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras Dominick se apartaba, el hombre se dirigió hasta el interior de la Oficina, Diane no recordaba de cómo se respira, pero solamente había una razón por la que ella estaba allí y era su madre, pensar en Alejandra Cantú la obligan a seguir los pasos del hombre. 30 minutos después el certificado de matrimonio brillaba en la mano de ambos, Diane había realizado el intento de alejarse, pero las manos de Dominick lo impidieron. — ¿A dónde crees que vas a irte? - Su voz era escalofriante. — Al funeral de mi hermana, el matrimonio fue llevado a cabo, después de todo es lo mismo que mi hermana iba a hacer. — De hecho si, porque ella seguía mis órdenes, pero tú eres muy altanera, entonces el contrato cambia - Dominick había sonreído - Conmigo no podrás lidiar tan fácilmente Diane Cantú, el contrato que firmaste estipula que yo defino el tiempo que va a durar, tienes prohibido acercarte a tu exprometido, y vas a estar conmigo el mayor ti
— ¿Qué ocurre cariño? - Preguntó Franco, mientras Diane sentía que no podía mantenerse en pie, al percatarse de la mirada de Dominick. — La señorita Diane parece estar muy pálida - Dominick Mascherano se burló - Señor Rizzi, quisiera hablar con mi cuñada si no es mucha molestia - Esas palabras por supuesto que hizo que Diane entrará en pánico, su temor era que Franco se entere de algo que evidentemente aún no era apropiado hablar. — ¿Qué tiene que hablar usted con ella? - Franco claramente no estaba dispuesto a dejarla ir con el peligroso hombre - Mi prometida y yo no tenemos secretos. Al momento en que Dominick escuchó esas palabras había sonreído de manera siniestra. — ¿Es así, señor Rizzi? - Dominick era un perverso hombre que podría destruir a cualquiera con tan solo una palabra y de hecho Diane sabe como Dominick puede crear un inconveniente y ella le había dado aquel poder. — Franco, déjame hablar con el - Diane había interrumpido y claramente el vencedor aquí era Dominick
— Dispara si estás dispuesto a soportar pasar el resto de tu vida en la cárcel - La vez de Dominick era mortalmente fría, el reflejo de Franco apuntándolos con el arma se vio en un florero, por supuesto el hombre no tuvo las agallas de tirar del gatillo, Dominick se apartó con total elegancia del cuerpo de Diane que estaba Blanca como el papel, Dominick le paso su saco, cuando se dio la vuelta se percató de que tenían más público. — Diane, eres una maldita zorra - Grito con rabia en los ojos Franco Rizzi - Ni siquiera eres capaz de respetar que tu hermana esta por ser enterrada para revolcarte con su exprometido, mucho te ha importado que yo esté a escasos metros de ti ¿Tan urgida de sexo estabas? - Franco iba acercándose, mientras los Guardaespaldas de Dominick ya lo estaban apuntando, también estaban los padres de Diane, los mismos padres de Franco y un grupo de amigos cercanos - Si tanto querías sexo me lo hubieras pedido, ahora entiendo por qué no querías entregarte a mí, porque
— ¿Piensas que esto es un hotel del cual puedes salir y entrar las veces que quieras? - Dominick ya estaba visiblemente molesto, mientras que Diane tenía la vaga sospecha de que Franco estaba siguiéndola. — Quiero hablar con Diane - Franco Rizzi dios 3 pasos quedando más cerca de ellos, Dominick estaba al frente y Diane a espaldas de él - Voy a hablar con mi prometida, así que hazme el favor de dejarme a solas con ella. — ¿Sufres de demencia? - Dominick también había adelantado sus pasos, Diane lo tomó del brazo, acción que no ha pasado desapercibido para Franco, que inmediatamente supuso que Diane estaba protegiendo a Dominick, aunque a quien la mujer estaba protegiendo era a él, ella sabe que no sería oponente para Dominick Mascherano - Te recuerdo que hace algunas horas has roto el compromiso. — ¿Y van a festejar eso teniendo sexo? Qué decepción tan grande Diane, te amo, y te amo locamente, pero tu traición de esta manera me destruye. — Deja los sermones, y lárgate de aquí - Es
El torso desnudo de Dominick que estaba durmiendo de espaldas a ella la hizo suspirar, Diane se mordió, los labios quería arrancarse la piel, cerró los ojos, los recuerdos de lo que ha ocurrido durante toda la noche y entrando la madrugada se reproducen en su mente constantemente, Dominick la inmovilizó por debajo de él, la suave y fría piel del hombre entró en contacto con la piel de ella, las manos de Dominick separan las piernas de ella y de una sola estocada la penetro profundamente, el cuerpo de Diane tembló y se sacudió. Dominick la tomó del cuello mientras realizaba movimientos bruscos, el sexo fue intenso, placentero, pero a la vez también fue doloroso, el pequeño cuerpo de ella había experimentado sensaciones desconocidas, mientras el hombre se volvía loco en su cuerpo, Diane volvió a abrir los ojos, su cuerpo estaba adolorido, su entrepierna aún palpita, pero al pensar en Franco es su corazón el que duele, entre llamas y lágrimas, aquella era su condición ahora mismo, las m
Eran las 4 de la madrugada cuando Diane se abrocha el cinturón de seguridad, la camioneta de Dominick era espaciosa, el vehículo fue puesto en marcha alejándose de la Gaviota, cuando se adentraron en el Predio de un terreno fuertemente custodiado, Diane se había percatado de que habían llegado en la casa de Dominick Mascherano. — Bienvenida a tu nueva casa Diane Mascherano - escuchar su nombre acompañado del apellido del hombre que debía de ser esposo de su hermana había provocado cierto malestar en Diane, pero se mantuvo callada, no quería ni siquiera cruzar la mínima palabra con Dominick. Varios hombres vestidos completamente de negro y fuertemente armados había entrado en el campo de visión de Diane, cuando el vehículo se detuvo Dominick se había bajado, por supuesto ella sabe que tiene que seguir los pasos del hombre. A simple vista solamente se visualiza una imponente mansión, y 3 edificios a su alrededor, pero posteriormente también se percató de que desde todos los ángulos s
Diane sintió que el oxígeno no llegaba a los pulmones al escuchar el nombre de Dominick como sospechoso de la muerte de su hermana. — Doctora, la situación es muy difícil - La mujer que estaba hablándole a Diane entendía de la gravedad de la situación— Por supuesto estos tipos de Crímenes ocurren a menudo, pero no podemos acusar al hombre de buenas, a primeras, conocemos a Dominick Mascherano, sabemos que es uno de los hombres más peligrosos de Italia y. — Entiendo tu punto de vista, pero si la Ley viene no podemos hacer absolutamente nada para - Antes de que Diane termine de hablar su teléfono había sonado, era un número desconocido, pero Diane había respondido. — Ya te han entregado supongo los resultados de los estudios forenses - Diane había reconocido de manera inmediata la voz de Dominick. — ¿Y qué crees? - Diane había sonreído al pronunciar aquellas palabras.— Perfecto, lo has descubierto, pero al momento en que tú des aquellos informes, voy a hacer que aquel hospital vuel