— ¿Qué ocurre cariño? - Preguntó Franco, mientras Diane sentía que no podía mantenerse en pie, al percatarse de la mirada de Dominick.
— La señorita Diane parece estar muy pálida - Dominick Mascherano se burló - Señor Rizzi, quisiera hablar con mi cuñada si no es mucha molestia - Esas palabras por supuesto que hizo que Diane entrará en pánico, su temor era que Franco se entere de algo que evidentemente aún no era apropiado hablar.— ¿Qué tiene que hablar usted con ella? - Franco claramente no estaba dispuesto a dejarla ir con el peligroso hombre - Mi prometida y yo no tenemos secretos.Al momento en que Dominick escuchó esas palabras había sonreído de manera siniestra.— ¿Es así, señor Rizzi? - Dominick era un perverso hombre que podría destruir a cualquiera con tan solo una palabra y de hecho Diane sabe como Dominick puede crear un inconveniente y ella le había dado aquel poder.— Franco, déjame hablar con el - Diane había interrumpido y claramente el vencedor aquí era Dominick Mascherano aunque Franco Rizzi no estaba entendiendo absolutamente nada, pero su intuición masculina le estaba diciendo que algo estaba ocurriendo, ante los ojos del mismo Franco, su “prometida” se dirigió hasta la Biblioteca con Dominick, por supuesto Roberto también se había preocupado, pero ante los demás nada malo estaba ocurriendo.La puerta de la Biblioteca fue abierta, ni bien Diane la cerró, Dominick la tomó fuertemente del brazo logrando que su cuerpo cayera en los brazos del hombre.— ¿Que es lo que quieres? ¿Por qué estás aquí? - Diane estaba un poco temerosa, la pequeña mujer luchó por zafarse del agarre del hombre, pero su lucha fue en vano.— Este es el funeral de mi exprometida, espero que a mi esposa no le moleste en lo absoluto - Dominick se había vuelto un sinvergüenza.— Dime de una buena vez que es lo que quieres, y déjame en paz.— Por supuesto que quiero algo y sabes que, si me lo niegas, no me voy a ir y puedo jugarte que terminarás lastimando a tu exprometido - El hombre era cruel, destila crueldad por donde lo observes, entonces empujo el cuerpo de Diane, la mujer entró en pánico cuando el cuerpo de Dominick la inmovilizó en el Sofá.— ¿Tú qué quieres hacer? - Diane tembló, sus latidos estaban muy acelerados, no había manera de encontrar la calma en esa situación.— Si te callas será rápido - El vestido negro que traía puesto Diane se rompió, se escuchó el siseo de la tela desgarrándose, Diane empujo a Dominick, pero su fuerza no estaba cerca de generar algo en Dominick - Cállate, eres mi esposa.— No quiero esto, no lo quiero, por favor detente - Pero sus súplicas fueron en vano, una fuerte mordida cayó en su cuello, Diane estuvo tentada a gritar, pero los labios fríos de Dominick se unieron a los de ella, un beso demandante en dónde el hombre tomó el control absoluto, Dominick sabe en dónde tocar y cómo hacerlo.Diane, lloró, pero no podía hacer absolutamente nada, eran esposos, pero ¿por qué tenía que hacerlo aquí, en el funeral de su hermana, a escasos metros de Franco?.Dominick con ágiles movimientos logró despojarse de la prenda que traía puesta, la ropa íntima de ella de la parte inferior de su cuerpo volvió a romperse, Dominick termino por penetrar con total ferocidad el cuerpo de la pequeña mujer, su grito fue impedido por un beso del mismo.Ella se resistió, en su alma, en su cuerpo y en su corazón, pero Dominick a medida que se hunde cada vez más profundo en su cuerpo está más emocionado, embestidas salvajes, corazones heridos ante tal arrebato, cuerpos que empiezan a chocar y encajan, Diane estaba adolorida, pequeñas mordidas se quedan como marcas en su cuerpo, la pasión del hombre la abruma, tanto que a pesar de todo el cuerpo reaccionaba y su cuerpo parece descubrir un mundo al que quiere pertenecer, ella se resiste en su corazón, pero su cuerpo arde ante el contacto, ente el choque frenético de sus caderas.— Detente ya - Murmuró Diane, pero su voz salió más encantador de lo que ella esperaba y emociono aún más al hombre que la mordió en la oreja, Diane lloraba, pero también gime ante tales actos, las manos de él se posan firmemente en su cintura, quemando y convirtiendo en cenizas en donde él toca.— No puedo detenerme, el sexo con mi esposa es fascinante, estás muy estrecha - la voz de Dominick era ronca, sus ojos brillan de Lujuria - Es más excitante saber que afuera está tu amor, el féretro de tu hermana.— Eres un enfermo - Musito Diane entre dientes.— No estoy haciendo absolutamente nada malo, solamente estoy teniendo sexo con mi esposa— al momento en que Dominick expreso aquellas palabras la penetro con más fiereza, Diane no pudo soportar el dolor agudo, grito, pero encajo profundamente sus dientes en el hombro de Dominick, sus brazos lo envuelven por la espalda, el hombre seguía en su faena, pero entonces los ojos color miel de Diane se posaron en la puerta, observo el rostro pálido y furioso de Franco, Diane tembló su emoción desconocida excitó más a Dominick que la tomó sin piedad, encontrando su liberación, por supuesto había salido antes de eyacular, su semilla salpicó a Diane cuyos ojos estaba fijamente en la puerta, en dónde Franco Rizzi tenía un arma de Fuego apuntando directamente a las dos personas que estaban semidesnudas y en pleno acto sexual dispuesto a disparar.— Dispara si estás dispuesto a soportar pasar el resto de tu vida en la cárcel - La vez de Dominick era mortalmente fría, el reflejo de Franco apuntándolos con el arma se vio en un florero, por supuesto el hombre no tuvo las agallas de tirar del gatillo, Dominick se apartó con total elegancia del cuerpo de Diane que estaba Blanca como el papel, Dominick le paso su saco, cuando se dio la vuelta se percató de que tenían más público. — Diane, eres una maldita zorra - Grito con rabia en los ojos Franco Rizzi - Ni siquiera eres capaz de respetar que tu hermana esta por ser enterrada para revolcarte con su exprometido, mucho te ha importado que yo esté a escasos metros de ti ¿Tan urgida de sexo estabas? - Franco iba acercándose, mientras los Guardaespaldas de Dominick ya lo estaban apuntando, también estaban los padres de Diane, los mismos padres de Franco y un grupo de amigos cercanos - Si tanto querías sexo me lo hubieras pedido, ahora entiendo por qué no querías entregarte a mí, porque
— ¿Piensas que esto es un hotel del cual puedes salir y entrar las veces que quieras? - Dominick ya estaba visiblemente molesto, mientras que Diane tenía la vaga sospecha de que Franco estaba siguiéndola. — Quiero hablar con Diane - Franco Rizzi dios 3 pasos quedando más cerca de ellos, Dominick estaba al frente y Diane a espaldas de él - Voy a hablar con mi prometida, así que hazme el favor de dejarme a solas con ella. — ¿Sufres de demencia? - Dominick también había adelantado sus pasos, Diane lo tomó del brazo, acción que no ha pasado desapercibido para Franco, que inmediatamente supuso que Diane estaba protegiendo a Dominick, aunque a quien la mujer estaba protegiendo era a él, ella sabe que no sería oponente para Dominick Mascherano - Te recuerdo que hace algunas horas has roto el compromiso. — ¿Y van a festejar eso teniendo sexo? Qué decepción tan grande Diane, te amo, y te amo locamente, pero tu traición de esta manera me destruye. — Deja los sermones, y lárgate de aquí - Es
El torso desnudo de Dominick que estaba durmiendo de espaldas a ella la hizo suspirar, Diane se mordió, los labios quería arrancarse la piel, cerró los ojos, los recuerdos de lo que ha ocurrido durante toda la noche y entrando la madrugada se reproducen en su mente constantemente, Dominick la inmovilizó por debajo de él, la suave y fría piel del hombre entró en contacto con la piel de ella, las manos de Dominick separan las piernas de ella y de una sola estocada la penetro profundamente, el cuerpo de Diane tembló y se sacudió. Dominick la tomó del cuello mientras realizaba movimientos bruscos, el sexo fue intenso, placentero, pero a la vez también fue doloroso, el pequeño cuerpo de ella había experimentado sensaciones desconocidas, mientras el hombre se volvía loco en su cuerpo, Diane volvió a abrir los ojos, su cuerpo estaba adolorido, su entrepierna aún palpita, pero al pensar en Franco es su corazón el que duele, entre llamas y lágrimas, aquella era su condición ahora mismo, las m
Eran las 4 de la madrugada cuando Diane se abrocha el cinturón de seguridad, la camioneta de Dominick era espaciosa, el vehículo fue puesto en marcha alejándose de la Gaviota, cuando se adentraron en el Predio de un terreno fuertemente custodiado, Diane se había percatado de que habían llegado en la casa de Dominick Mascherano. — Bienvenida a tu nueva casa Diane Mascherano - escuchar su nombre acompañado del apellido del hombre que debía de ser esposo de su hermana había provocado cierto malestar en Diane, pero se mantuvo callada, no quería ni siquiera cruzar la mínima palabra con Dominick. Varios hombres vestidos completamente de negro y fuertemente armados había entrado en el campo de visión de Diane, cuando el vehículo se detuvo Dominick se había bajado, por supuesto ella sabe que tiene que seguir los pasos del hombre. A simple vista solamente se visualiza una imponente mansión, y 3 edificios a su alrededor, pero posteriormente también se percató de que desde todos los ángulos s
Diane sintió que el oxígeno no llegaba a los pulmones al escuchar el nombre de Dominick como sospechoso de la muerte de su hermana. — Doctora, la situación es muy difícil - La mujer que estaba hablándole a Diane entendía de la gravedad de la situación— Por supuesto estos tipos de Crímenes ocurren a menudo, pero no podemos acusar al hombre de buenas, a primeras, conocemos a Dominick Mascherano, sabemos que es uno de los hombres más peligrosos de Italia y. — Entiendo tu punto de vista, pero si la Ley viene no podemos hacer absolutamente nada para - Antes de que Diane termine de hablar su teléfono había sonado, era un número desconocido, pero Diane había respondido. — Ya te han entregado supongo los resultados de los estudios forenses - Diane había reconocido de manera inmediata la voz de Dominick. — ¿Y qué crees? - Diane había sonreído al pronunciar aquellas palabras.— Perfecto, lo has descubierto, pero al momento en que tú des aquellos informes, voy a hacer que aquel hospital vuel
Diane al estar cerca de cerrar los ojos visualizo las facciones masculinas muy cerca de su rostro, las agresiones se detuvieron, ella parece haber visto muchos hombres vestidos de negro cerca de ella. — ¿Por qué no corriste? Aparte de ser tu esposo, ¿tengo que ser tu niñero? - Dominick Mascherano entró a sentarse al lado de ella en el vehículo, Diane sintió que su teléfono había vibrado, Dominick fue más ágil, la joven había cerrado los ojos, mientras el hombre revisaba el teléfono de la mujer. Muchas notificaciones habían caído en sus redes sociales, todas ellas expresan lo mucho que la aborrecen por terminar teniendo sexo con el prometido de su hermana. Los ojos de Dominick observan cada comentario de odio hacia ella, antes de que el hombre apague y tire el celular, el cuerpo de Diane había temblado, el hombre de inmediato se había sacado el saco que traía puesto y se lo coloco, entonces una nueva notificación había caído en el teléfono de Diane. *Alexa: Diane, soy tu mejor amig
— No quiero irme, no quiero dejar a mis padres, no voy a irme. — Que lastima que no se trata de lo que tú quieras o no, es una orden mía y como tal tú vas a cumplirla, ¿o quieres quedarte para ver el matrimonio de tu amor con otra? - Se notaba la gran burla, en su voz, en su mirada - o mejor aún que tu madre vaya deteriorándose porque la célula que habita y se alimenta de ella no va a esperar, una mínima pausa del medicamento y es el inicio del fin. — No sabes cuánto te desprecio, y no importa que él se case, él seguirá siendo el hombre de mi vida, tú no eres como él, tú eres un maldito Criminal, eres un tirano. — Hazme el favor de no comparar a Dominick Mascherano con Franco Rizzi ¿me escuchaste? - Dominick se acercó a ella, Diane había retrocedido de manera inmediata, pero el hombre logró agarrar a la mujer de la muñeca. — Él no es un Criminal, nunca podría compararte con él, porque a diferencia tuya él es un verdadero hombre. Antes de que Diane dijera algo más, un beso dominan
Dominick se encontraba hablando con el piloto cuando el vehículo que traslada a Diane se había estacionado en la aviación privada del Grupo DM, la mujer se había percatado de que su teléfono había sonado en innumerables de ocasiones, pero no era la persona más valiente el día de hoy, además conoce el tono personalizado de las llamadas y los mensajes de Franco, sabe perfectamente que él llamaba, pero no quiso contestar, no quiso que esto fuera más doloroso. — Ella es mi esposa, Diane Mascherano - la voz de Dominick emana liderazgo, su aura es suprema. — Señora Mascherano - El piloto la saludó, el Trato de Dominick con los que trabajan para él era aparentemente buena, la pareja se subió a la avioneta, Diane en ocasiones viajaba, y todas las veces que lo hizo fue en compañía de Franco. La mujer se estaba acomodando cuando Dominick la agarró de la muñeca, Diane estuvo cerca de gritar, pero los labios de Dominick tomando posesión de ella le impidió cualquier acción, las manos calientes