Diane tembló, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras Dominick se apartaba, el hombre se dirigió hasta el interior de la Oficina, Diane no recordaba de cómo se respira, pero solamente había una razón por la que ella estaba allí y era su madre, pensar en Alejandra Cantú la obligan a seguir los pasos del hombre.
30 minutos después el certificado de matrimonio brillaba en la mano de ambos, Diane había realizado el intento de alejarse, pero las manos de Dominick lo impidieron.— ¿A dónde crees que vas a irte? - Su voz era escalofriante.— Al funeral de mi hermana, el matrimonio fue llevado a cabo, después de todo es lo mismo que mi hermana iba a hacer.— De hecho si, porque ella seguía mis órdenes, pero tú eres muy altanera, entonces el contrato cambia - Dominick había sonreído - Conmigo no podrás lidiar tan fácilmente Diane Cantú, el contrato que firmaste estipula que yo defino el tiempo que va a durar, tienes prohibido acercarte a tu exprometido, y vas a estar conmigo el mayor tiempo posible, tú llegas a desobedecer una de esas cláusulas, tu madre se muere.Diane se había quedado pálida, sus piernas temblaban, esto no estaba en sus planes.— Deberíamos de irnos al Funeral juntos, estamos legalmente casados - El hombre habló con burla, mientras que Diane sentía que el aire no llegaba a los pulmones por las palabras expresadas por Dominick.Antes de que Diane pudiera dar una respuesta, su teléfono sonó - Pequeña mía, ¿en dónde estás? - Franco Rizzi estaba al otro lado de la Línea, mientras que Diane se mantuvo en silencio, pero Dominick fue más rápido tomando el teléfono y apagarlo.— Nada de Rizzi, vámonos - Sentencia Dominick.— Basta ¿Qué demonios quieres? Eres un maldito infeliz que está acostumbrado a lograr todo sobrepasando a todos, no te importa el sufrimiento de los demás, no sabes cuánto te desprecio, cuánto lamento que solamente tú conozcas la m*****a droga que le da vida a mi madre - Diane estaba al borde de las lágrimas.— Si, solamente yo la conozco, soy quien la prepara personalmente, y no me importa el sufrimiento ni los sentimientos de los demás, lo que quiera lo tomo como a mí se me dé la regalada gana, que tú me desprecies, no me importa, eres una entre tantos que le reza a cualquier Santo para que yo toque suelo.Diane retrocedió un paso, por supuesto que sabe a quién estaba desafiando, sabe que estar vinculada al hombre era estar vinculada a la Mafia, a la muerte.— Por favor, no vayas allí - Diane agachó la cabeza, las lágrimas ya no pudieron ser contenidas.— 2 horas, en 2 horas te quiero en la Mansión Mascherano, si no estás allí, el amor de tu vida va a enterarse de la peor manera que casarse contigo es un sueño - Dominick se alejó de Diane, la mujer se secó las lágrimas no importa que tan fuerte fuera ella, oponente para Dominick Mascherano aún no ha nacido.Cuando volvió a la Casa de sus padres se encontró con que ya era hora de ir al cementerio.— ¿Dónde estabas Diane? - Franco la encaró.— Estaba haciendo lo correcto.— ¿Sabes si tu cuñado Vendrá a despedirse de su novia? - Franco le acarició el brazo.— No vendrá - Diane tenía la voz temblorosa.— ¿Por qué apagaste tu teléfono? —El hombre estaba muy preocupado por ella.— No hagas preguntas— Diane se apartó de él, pero lo hizo llorando desconsoladamente, Roberto era el único que sabía aquello que estaba ocurriendo con su hija, así que la abrazo fuertemente.— Perdóname hija - Susurró Roberto, que sentía que su corazón no podría soportar todo lo que se vendrá, había perdido a una hija, la otra fue condenada a casarse con un hombre malvado, su esposa dependía del medicamento que provee solamente una persona en todo el mundo, sus vidas fueron cortadas con una daga y la herida era demasiado dolorosa.— Papá, va a odiarme, lo voy a perder; sin embargo, nada vale más que la vida de mi madre, nada - Diane se acercó hasta el Féretro de su hermana, incluso con el rostro pálido aún era hermosa, con su padre siguiéndola de cerca.Unos minutos Diane se encontraba sentada en el columpio de su patio, mirando en la nada cuando sintió que alguien le tocó, el hombre conoce aquellas manos, conoce su manera de acariciarla.— ¿Qué está ocurriendo? - Franco se había colocado en cuclillas por delante de Diane, porque siento que estás más destrozada de lo que yo me hubiera esperado - Diane solamente agachó la cabeza, ¿cómo podría explicarle al hombre que ama que estaba casada con el que era prometido de su hermana muerta?— Perdóname Franco - Diane no podría soportar más por mucho tiempo, sabe que lo va a lastimar, sabe que se van a lastimar.— ¿Por qué la mujer que amo me está pidiendo perdón? - Franco la tomó de la mano y depositó un beso en el dorso de la mano de ella.Antes de que Diane pudiera contestar se había escuchado algunos murmullos en la Sala del Velatorio, la pareja que se encontraba afuera habían dirigido su mirada hasta el lugar de donde provenía mucho ruido, el rostro de Diane se había vuelto pálido cuando se percató de la intensa mirada oscura de Dominick puesta fijamente en ella.— Vamos, tu cuñado ha llegado - Franco la había levantado, sus manos estaban entrelazadas, y Diane no quería que él la suelte, no obstante con la Presencia de Dominick todo cambiaba, Diane no quería enfurecer al hombre en lo absoluto.— Señor Mascherano - Saludo Franco con total respeto - Lamentó su perdida.— Esto no es una pérdida para mí, el día que mi esposa muera podría aceptar una condolencia - Claramente las palabras de Dominick tenía un significado que para Franco Rizzi era desconocido, mientras entrelaza sus manos con Diane, cuya mano estaba fría no sabe como su ahora marido podría ver aquello después de sus palabras de hace rato, por supuesto Franco se había percatado de la frialdad que emana el cuerpo de su prometida que él no sabe que se ha convertido en esposa del hombre que tenía por delante de él.— ¿Qué ocurre cariño? - Preguntó Franco, mientras Diane sentía que no podía mantenerse en pie, al percatarse de la mirada de Dominick. — La señorita Diane parece estar muy pálida - Dominick Mascherano se burló - Señor Rizzi, quisiera hablar con mi cuñada si no es mucha molestia - Esas palabras por supuesto que hizo que Diane entrará en pánico, su temor era que Franco se entere de algo que evidentemente aún no era apropiado hablar. — ¿Qué tiene que hablar usted con ella? - Franco claramente no estaba dispuesto a dejarla ir con el peligroso hombre - Mi prometida y yo no tenemos secretos. Al momento en que Dominick escuchó esas palabras había sonreído de manera siniestra. — ¿Es así, señor Rizzi? - Dominick era un perverso hombre que podría destruir a cualquiera con tan solo una palabra y de hecho Diane sabe como Dominick puede crear un inconveniente y ella le había dado aquel poder. — Franco, déjame hablar con el - Diane había interrumpido y claramente el vencedor aquí era Dominick
— Dispara si estás dispuesto a soportar pasar el resto de tu vida en la cárcel - La vez de Dominick era mortalmente fría, el reflejo de Franco apuntándolos con el arma se vio en un florero, por supuesto el hombre no tuvo las agallas de tirar del gatillo, Dominick se apartó con total elegancia del cuerpo de Diane que estaba Blanca como el papel, Dominick le paso su saco, cuando se dio la vuelta se percató de que tenían más público. — Diane, eres una maldita zorra - Grito con rabia en los ojos Franco Rizzi - Ni siquiera eres capaz de respetar que tu hermana esta por ser enterrada para revolcarte con su exprometido, mucho te ha importado que yo esté a escasos metros de ti ¿Tan urgida de sexo estabas? - Franco iba acercándose, mientras los Guardaespaldas de Dominick ya lo estaban apuntando, también estaban los padres de Diane, los mismos padres de Franco y un grupo de amigos cercanos - Si tanto querías sexo me lo hubieras pedido, ahora entiendo por qué no querías entregarte a mí, porque
— ¿Piensas que esto es un hotel del cual puedes salir y entrar las veces que quieras? - Dominick ya estaba visiblemente molesto, mientras que Diane tenía la vaga sospecha de que Franco estaba siguiéndola. — Quiero hablar con Diane - Franco Rizzi dios 3 pasos quedando más cerca de ellos, Dominick estaba al frente y Diane a espaldas de él - Voy a hablar con mi prometida, así que hazme el favor de dejarme a solas con ella. — ¿Sufres de demencia? - Dominick también había adelantado sus pasos, Diane lo tomó del brazo, acción que no ha pasado desapercibido para Franco, que inmediatamente supuso que Diane estaba protegiendo a Dominick, aunque a quien la mujer estaba protegiendo era a él, ella sabe que no sería oponente para Dominick Mascherano - Te recuerdo que hace algunas horas has roto el compromiso. — ¿Y van a festejar eso teniendo sexo? Qué decepción tan grande Diane, te amo, y te amo locamente, pero tu traición de esta manera me destruye. — Deja los sermones, y lárgate de aquí - Es
El torso desnudo de Dominick que estaba durmiendo de espaldas a ella la hizo suspirar, Diane se mordió, los labios quería arrancarse la piel, cerró los ojos, los recuerdos de lo que ha ocurrido durante toda la noche y entrando la madrugada se reproducen en su mente constantemente, Dominick la inmovilizó por debajo de él, la suave y fría piel del hombre entró en contacto con la piel de ella, las manos de Dominick separan las piernas de ella y de una sola estocada la penetro profundamente, el cuerpo de Diane tembló y se sacudió. Dominick la tomó del cuello mientras realizaba movimientos bruscos, el sexo fue intenso, placentero, pero a la vez también fue doloroso, el pequeño cuerpo de ella había experimentado sensaciones desconocidas, mientras el hombre se volvía loco en su cuerpo, Diane volvió a abrir los ojos, su cuerpo estaba adolorido, su entrepierna aún palpita, pero al pensar en Franco es su corazón el que duele, entre llamas y lágrimas, aquella era su condición ahora mismo, las m
Eran las 4 de la madrugada cuando Diane se abrocha el cinturón de seguridad, la camioneta de Dominick era espaciosa, el vehículo fue puesto en marcha alejándose de la Gaviota, cuando se adentraron en el Predio de un terreno fuertemente custodiado, Diane se había percatado de que habían llegado en la casa de Dominick Mascherano. — Bienvenida a tu nueva casa Diane Mascherano - escuchar su nombre acompañado del apellido del hombre que debía de ser esposo de su hermana había provocado cierto malestar en Diane, pero se mantuvo callada, no quería ni siquiera cruzar la mínima palabra con Dominick. Varios hombres vestidos completamente de negro y fuertemente armados había entrado en el campo de visión de Diane, cuando el vehículo se detuvo Dominick se había bajado, por supuesto ella sabe que tiene que seguir los pasos del hombre. A simple vista solamente se visualiza una imponente mansión, y 3 edificios a su alrededor, pero posteriormente también se percató de que desde todos los ángulos s
Diane sintió que el oxígeno no llegaba a los pulmones al escuchar el nombre de Dominick como sospechoso de la muerte de su hermana. — Doctora, la situación es muy difícil - La mujer que estaba hablándole a Diane entendía de la gravedad de la situación— Por supuesto estos tipos de Crímenes ocurren a menudo, pero no podemos acusar al hombre de buenas, a primeras, conocemos a Dominick Mascherano, sabemos que es uno de los hombres más peligrosos de Italia y. — Entiendo tu punto de vista, pero si la Ley viene no podemos hacer absolutamente nada para - Antes de que Diane termine de hablar su teléfono había sonado, era un número desconocido, pero Diane había respondido. — Ya te han entregado supongo los resultados de los estudios forenses - Diane había reconocido de manera inmediata la voz de Dominick. — ¿Y qué crees? - Diane había sonreído al pronunciar aquellas palabras.— Perfecto, lo has descubierto, pero al momento en que tú des aquellos informes, voy a hacer que aquel hospital vuel
Diane al estar cerca de cerrar los ojos visualizo las facciones masculinas muy cerca de su rostro, las agresiones se detuvieron, ella parece haber visto muchos hombres vestidos de negro cerca de ella. — ¿Por qué no corriste? Aparte de ser tu esposo, ¿tengo que ser tu niñero? - Dominick Mascherano entró a sentarse al lado de ella en el vehículo, Diane sintió que su teléfono había vibrado, Dominick fue más ágil, la joven había cerrado los ojos, mientras el hombre revisaba el teléfono de la mujer. Muchas notificaciones habían caído en sus redes sociales, todas ellas expresan lo mucho que la aborrecen por terminar teniendo sexo con el prometido de su hermana. Los ojos de Dominick observan cada comentario de odio hacia ella, antes de que el hombre apague y tire el celular, el cuerpo de Diane había temblado, el hombre de inmediato se había sacado el saco que traía puesto y se lo coloco, entonces una nueva notificación había caído en el teléfono de Diane. *Alexa: Diane, soy tu mejor amig
— No quiero irme, no quiero dejar a mis padres, no voy a irme. — Que lastima que no se trata de lo que tú quieras o no, es una orden mía y como tal tú vas a cumplirla, ¿o quieres quedarte para ver el matrimonio de tu amor con otra? - Se notaba la gran burla, en su voz, en su mirada - o mejor aún que tu madre vaya deteriorándose porque la célula que habita y se alimenta de ella no va a esperar, una mínima pausa del medicamento y es el inicio del fin. — No sabes cuánto te desprecio, y no importa que él se case, él seguirá siendo el hombre de mi vida, tú no eres como él, tú eres un maldito Criminal, eres un tirano. — Hazme el favor de no comparar a Dominick Mascherano con Franco Rizzi ¿me escuchaste? - Dominick se acercó a ella, Diane había retrocedido de manera inmediata, pero el hombre logró agarrar a la mujer de la muñeca. — Él no es un Criminal, nunca podría compararte con él, porque a diferencia tuya él es un verdadero hombre. Antes de que Diane dijera algo más, un beso dominan