GRACIAS POR LLEGAR HASTA AQUÍ... POR ESPERAR CADA ACTUALIZACIÓN DE MANERA PACIENTE, POR LEERME... NOS LEEMOS EN LA SIGUIENTE HISTORIA.
Autopublicado por: ANGÉLICA PLAZA.Título: ENTRE CARICIAS Y CHOCOLATES.Idioma: Español.App: Disponible: BUENOVELA.Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos, a pesar de ser un borrador. Tampoco puedes hacer adaptaciones, ni traducciones de esta historia.Todos los derechos reservados bajo el código de registro: 2301233245472 ©.Está de más decir, que todos los personajes y los lugares en donde se desarrolla esta historia no existen, son completamente ficticios. Cualquier parecido a la realidad, o persona viva o muerta; es pura coincidencia. También recordarles que cada uno de estos capítulos ha sido escaneado por un programa anti-plagio, de alta calidad y excelentes reco
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Su corazón comenzó a latir fuertemente en el instante que el automóvil se estacionó frente a la iglesia, desde ahí podía ver el arco de rosas blancas. Respiró un par de veces, porque eso en ese instante le parecía demasiado exagerado. El Nono le apretó una de sus manos.—¿Estás lista? —le preguntó con una sonrisa tranquilizadora al ver su rostro. Las palabras estaban atoradas en la garganta de Gia. Por tanto, no pudo decir nada, solo asentir. —Este momento me ha hecho recordar a mi María —él dio un suspiro de nostalgia—. Lucía como tú —apretó de nuevo su mano—, toda una princesa…Fue cuando entonces ambos se echaron a reír y dijeron al unísono:—La princesa Gia.Lo cierto era que de esa etapa de nobleza le había quedado muy poco, pues había aprendido a la mala, lo que significaba la humildad. A la mente vino el recuerdo de la noche en que Santino le había pedido matrimonio, ella se las había arreglado para no darl
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Estados Unidos, NYTres años después… —Tienes un gran talento, Gia —fueron las palabras de Ernesto, el gran Chef en el hotel cinco estrellas en donde ella trabajaba.—Mil gracias —le dijo con una sonrisa, mientras continuaba decorando el pastel para la nieta del alcalde de la ciudad, que cumplía dieciséis años—, pero eres un exagerado. —¡No estoy mintiendo! —exclamó—. Por eso, te propuse para el cargo.—¿Qué cargo? —preguntó un tanto confundida.—Sí, para la vacante que está disponible.—No puedo creer lo que acabas de decir —el asombro estaba en cada una de sus palabras. Gia dejó de hacer lo que estaba haciendo, y puso los materiales encima de la mesa, lo miró expectante, sabía que estaba hablando seriamente. Por la forma en que tenía el ceño fruncido, y lo rígido de su rostro. —¿Por qué razón harías tal cosa? —se sacudió las manos—. No sabía que había una vacante disponible, ¿a quién le estás buscando reemplazo?
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Cinco horas y media más tarde, Gia se encontraba acomodándose en su asiento junto a la ventanilla, algo que no le gustaba. No sabía cómo iba a aguantar doce horas con treinta y cinco minutos de vuelo, para cubrir los siete mil ciento cuarenta kilómetros que la separaban de casa.Se acomodó la chaqueta, observó la oscuridad de la madrugada por el pequeño vidrio y luego bajó la persiana. Lo mejor era no darle mucha vuelta al asunto, pues el viaje era largo. Inclinó su asiento y cerró los ojos. Quería dormir, pero la incertidumbre de no saber en realidad el estado de salud de su abuelo se lo impedía. Respiró de manera profunda un par de veces, para calmarse un poco. Pero solo lo que hizo fue traer a su cabeza el recuerdo de su noche de bodas.—Eres la mujer que nunca esperé tener —susurró Santino, besando la cabeza de Gía.Por alguna razón extraña, él esperaba que ella dijera alguna cosa o que le hiciera sentir corresp
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Santino estaba afuera de la habitación, caminaba de un lado a otro por el pasillo como un león enjaulado. Estaba muy preocupado por el Nono Enzo, quien había tenido un infarto. Los médicos le dijeron que se encontraba fuera de peligro, pero a él todavía el susto no le había pasado del todo. En ese instante el médico tratante Vicenzo Roselli salía de la habitación, Santino no perdió tiempo para abordarlo. —Disculpe doctor —se detuvo frente a él— ¿Cómo está el Nono Enzo? —El hombre es un roble, y ahora se encuentra estable. Sin embargo; lo tenemos en observación para cerciorarnos de que continúe de esa manera. —Es una muy buena noticia —Santino suspiró de alivio.—¿Le gustaría verlo? —preguntó el galeno al ver su rostro. —Sí, por favor —contestó de manera inmediata, apenas esperó que el doctor Roselli le hiciera el gesto de pasar a la habitación.Al observar al hombre mayor en la cama, un poco pálido y conectado a
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Gia estaba desesperada por ver a su Nono. Aunque Lulú le había dicho que él ya estaba fuera de peligro, ella quería verlo por sí misma. Había llegado a Italia después de la hora del almuerzo. Para lo único que le dio tiempo fue probar la deliciosa comida preparada por el ama de llaves de su casa, que en su juventud fue la niñera. Luego se dio una ducha, tomó un analgésico para el dolor de cabeza producido por el largo viaje, y el cambio de horario.Al siguiente día se levantó muy temprano y se encontró con qué Lulú le estaba preparando un rico desayuno.—No debiste molestarte —le dijo Gia.—No es ninguna molestia, cariño. Solo estoy preparando algo que te gusta mucho —Expresó el ama de llaves con una sonrisa cordial.—¿Sabes?, generalmente no desayuno.—¡Oh, ya veo el porqué estás tan delgada!—Eres una exagerada, Lulú —le guiñó el ojo y se miró los pies con los brazos extendidos—. Yo me siento normal, así que pienso
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━DOS DÍAS DESPUÉS:Gia se encontraba en su habitación, había dormido profundamente toda la noche. Al parecer el susto había salido de su cuerpo, y dejó el agotamiento como consecuencia. Esa mañana, al abrir los ojos en lo único que pensó, fue en agradecerle a Dios porque su abuelo ya estaba en casa. Las indicaciones del doctor fueron claras, y precisas: cero preocupaciones, tomarse religiosamente sus medicinas y dieta. Lo último le parecía un tanto difícil, ya que Enzo era Chef y dueño de una cadena de restaurante. Pare él, la buena comida era lo principal en su vida. Dio un largo suspiro cuando entro al cuarto de baño, y se miró al espejo. Aunque no había vuelto a hablar del tema, estaba segura de que en cualquier momento su Nono le presionaría para arreglar las cosas con Santino. De hecho, el ultimátum que le dio era muy en serio.Recordó en ese instante aquellas palabras:«Tienes tres meses para solucionar tu situ
━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━Entre caricias y chocolates━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━UNA HORA DESPUÉS:Las palabras de Lulú sacudieron sus sentimientos, al igual que la cabeza. No podía dejar de pensar en la posibilidad de que Santino estuviera con otra mujer. Sabía que era completamente egoísta, pero la verdad eso le importaba muy poco. Por eso en ese momento se encontraba frente al volante del auto de su abuelo; aunque Giovanni había insistido en llevarla a donde quisiera, le daba un poco de vergüenza que se enterara de que iba a visitar a su esposo. Tenía más de cinco minutos parada en el estacionamiento, con un susto en la boca del estómago. Ya que tenía miedo de no ser bien recibida, después de escuchar temprano hablar a Santino con su abuelo. «¡Vamos, Gia no es hora de actuar como una cobarde!», se animó.Miró su reflejo en el espejo retrovisor, y se dio cuenta de que por más que había usado un toque de maquillaje en sus ojos se reflejaba claramente que estuvo llorando. Se pasó la mano por el