El matrimonio de Darién es solo un acuerdo matrimonial para salvar la empresa de su padre que está al borde de la banca rota, pero existe un acuerdo de confidencialidad que no le permite hablar de ello, solo que Miranda desconoce esto.
El corazón de Darién le pertenece hace mucho tiempo a Miranda, pero tal como le pasa a ella no se atreve a confesarlo en voz alta.
El es mejor ocultando sus emociones que ella, sin embargo se siente muy mal al ver la cara de tristeza en los ojos de Miranda, cuando ella lo abraza se le cristalizan los ojos.
Después de la cena Darién se encierra en su habitación a beber, está sacrificando su felicidad por su familia, está seguro que su madre no podría sobrevivir sin la vida de lujos a la que está acostumbrada.
Solo toma un par de trago pero esta tan frustrado que estrella la botella de licor contra la pared, sale de su habitación y llega hasta la habitación de Miranda, empuña su mano con ganas de tocar la puerta, pero se detiene…
Si él se atreviera a cruzar esa puerta no solo condena a la familia a la pobreza, su relación sería muy mal vista por todo el mundo… ¡Porque para todos ellos son hermanos!
Se devuelve derrotado a su habitación y se conforma con soñar con besarla, tocarla…Amarla como todas las noches.
.Miranda no puede dormir, se encierra en su habitación con el corazón hecho pedazos, no puede soportar la idea de ver a Darién casarse con otra mujer.
— ¿Por qué tuve que enamorarme de él?— Se pregunta ella en un susurro, deslizándose contra la puerta hasta el suelo.
Quiere escapar de su realidad como sea, desea arrancarse el corazón para no sentir lo que está sintiendo
— ¿Por qué tuviste que morir? ¡Mamá! Me siento tan sola sin ti. — Gimotea, reclamando a su madre que falleció en un accidente de auto hace casi seis años cuando ella tenía solo catorce años
— ¿Por qué no puedo ser feliz?— Pregunta sin obtener ninguna respuesta viendo hacia arriba, esperando una respuesta de Dios.
Ella no conoce a su padre, su madre nunca hablo de él…Ha sufrido mucho por su culpa, los niños solían ser crueles y siempre le hacían bullying por eso, hasta que ella opto por mentir, cada vez que algún niño le preguntaba por su papa, ella respondía que había muerto.
En ese monologo sin sentido pasa casi toda la noche, hasta que su alarma comienza a sonar y ella se levanta r a apagarla se arrastra literalmente hasta el baño.
Cuando se mira al espejo se asquea— ¿Cómo va a fijarse en ti si eres espantosa?—Se dice a sí misma con rabia, antes de lavarse la cara con agua helada.
—Llorar no cambiara nada, tu eres la dueña de tu destino, sabias que esto pasaría en algún momento, es la última vez que te permito llores por él. — Se regaña así misma, mirándose a los ojos
La única opción que le queda a ella es ser fuerte, después de todo nadie se muere de amor.
Se marcha a la universidad apenas amanece, quiere evitar coincidir con Darién, teme decir o hacer algo imprudente, producto de la frustración que siente en ese momento
En la universidad sin embargo no logra concentrarse, pensando en Darién, imaginando ser correspondida por él.
Cuando terminan las clases debe ir a la academia de baile y hacer la presentación de su vida, es la única oportunidad que tiene de marcharse lejos de Darién y de la familia Ferrer con la frente en alto.
Pero apenas sale del lugar de estudios se encuentra de frente con su amor platónico
— ¿Estas lista? Vine a acompañarte a la presentación. — Le informa Darién, mientras ella se muerde los labios y el queda sin respiración por un instante.
Él sueña con besar esa boca desde hace demasiado tiempo, pero no se atreve a intentar nada…El destino de Darién está escrito, debe casarse con una rica heredera para salvar la empresa familiar de la bancarrota.
—Si estoy lista, — Admite ella con la voz afectada, Darién camina en silencio, con la tentación de confesarle todo lo que guarda dentro de sí.
El abre la puerta para que ella entre, ¡es la primera vez que lo hace! y ella se queda sin palabras…Ese gesto simple a los ojos de cualquiera solo hace que se enamore cada día más de él.
— ¿Qué tal la universidad?— Cuestiona el queriendo entablar conversación
— ¿En realidad quieres saberlo?— Cuestiona ella, herida él nunca le hablo de sus intensiones de casarse con Alma, si lo hubiese hecho ella hubiese estado preparada para lo que ocurrió en la noche.
—Todo lo tuyo me importa. — Le responde el viéndola a los ojos, para que ella no tenga dudas al respecto.
Ella responde de inmediato — ¿Y cómo es que yo no sé nada de tu vida? ¡Te vas a casar y soy la ultima en enterarme!— Reclama, exteriorizando parte de su frustración
Empuña su manos sobre las piernas y agrega—No es asunto mío, posiblemente ni siquiera pueda asistir a tu boda. — Agrega, sin levantar la vista.
Ella no soporta la idea de verlo casado con otra mujer, prefiere irse lo más lejos posible.
El empuña el volante con fuerza, — ¿de qué hablas? ¿A dónde piensas marcharte?— Cuestiona, y acelera el auto hasta que ella se pone nerviosa.
Miranda debe cerrar los ojos con fuerza, odia el exceso de velocidad, ¡su madre murió en un accidente de tránsito!, ella también iba en el auto pero por alguna razón desconocida no puede recordar el evento tan traumático
— ¡Te hice una pregunta! — Ladra al verla temblando de miedo, mientras baja la velocidad.
—Lo siento. — Se disculpa apenado, revolviendo su cabello, no sabe qué hacer con todo lo que está sintiendo en ese momento… Renunciar a la mujer que ama no es algo fácil
Ella tiembla de terror, está en shock
—Todo está bien. — Trata de tranquilizarla mientras orilla el auto en la carretera, suelta el cinturón de seguridad y la abraza dándole consuelo, se siente culpable por hacerla sentir mal
Ambos tienen el corazón acelerado por la cercanía, ambos se miran a los labios deseando probar el sabor de lo prohibido.
Pero Darién se da cuenta que Miranda merece más que eso que él puede ofrecerle y se aparta de ella como si lo quemase.
Miranda siente que él la rechaza, cree que el siente asco y se abraza a si misma deseando arrancarse el corazón para no sentir lo que está sintiendo.
Miranda respira profundo antes de comenzar su rutina, hay mucha personas hoy observándola, incluido Darién…Sin embargo en ese instante todos desaparecen, ella se deja llevar por la música, con movimientos tan elegantes y suaves que hipnotizan a todos a su alrededor.
Todos guardan silencio, mientras ella los deleita, parece una deidad paseando sobre las nubes, cuando ella termina, todos se ponen de pie y la ovacionan, sonríe sabe que hay una posibilidad de que el caza talentos se haya fijado en ella.
Su profesora tiene los ojos llenos de lagrimas la relación entre ellas es estrecha, Darién se levanta del publico la abraza y da vueltas de júbilo con ella.
—Hermosa, ¡estuviste simplemente hermosa! — Pronuncia él, mirándola a los ojos, ella quisiera detener el tiempo en ese momento.
Entonces ocurre lo impensable, Darién acerca su rostro a ella, y le da un beso en la comisura de los labios, Miranda tiembla en los brazos de su amado y él la deja un poco trastornado en el piso.
Tampoco puede creer todo lo que sintió con el simple rose de los labios de ella, es simplemente sublime.
—¡Felicidades!. — Interrumpe la profesora y la abraza, sin embargo la mirada de los hermanastros no se desconecta, ellos saben que lo que sienten no es de hermanos.
—Estoy impresionada. — Le dice Alma, sujetando a su prometido del brazo como una garrapata—Gracias. — Le responde por educación Miranda, pero ver a Darién con otra mujer la lastima profundamente, toda la magia que hubo entre los dos se extingue.—Quiero presentarte al señor Hill. —Interrumpe sus pensamientos la profesora llevándola hasta donde la espera de pie el cazatalentosMiranda sabe que su presentación fue impecable, pero no está segura de ser la elegida, pues hay miles de aspirantes al puesto que ella desea.—Señor Hill ella es Miranda Ferrer. — La presenta la mujer un poco nerviosa, ella tiene mucha fe en ella, si contratan a Miranda su escuela y ella como profesora será más reconocida en la cuidad.El señor Hill se queda por un instante sin palabras observando a Miranda de pies a cabeza hasta que ella se pone nerviosa.—Me recuerdas a alguien, pero creo que es imposible que tengas algo que ver con ella. — Se le escapa de los labios, observándola con los ojos entrecerrados.
Miranda despierta aturdida por unos gritos provenientes de la habitación de sus padres, con el ceño fruncido se levanta de la cama con cuidado de no despertar a Darién, aunque eso es muy difícil, Darién duerme como un tronco.Se viste rápidamente para ir a su habitación, no quiere que nadie se cuenta de lo que hicieron esa madrugadaObserva a Darién dormir profundamente totalmente desnudo y sonríe llena de felicidad no puede evitar besarlo en la boca mientras duerme, siente que nada podrá borrar la sonrisa de sus labios.Avanza de puntillas por el pasillo y cuando pasa por el frente de la habitación de sus padres adoptivos el corazón de ella se paraliza al escuchar con nitidez los reclamos de su madre adoptiva—No tiene caso que sigas con tu mentira, tú eres el padre de esa maldita bastarda— Chilla, la señora Ferrer.— ¡Te prohíbo que te refieras a Miranda de esa forma!— Ladra el señor Ferrer y Miranda boquea incrédula por lo que acaba de oír.Su corazón se paraliza por un instante
Apenas Darién despierta estira las manos buscando a Miranda, se incorpore en la cama pensando que todo esto fue un sueño...Hasta que encuentra la ropa interior de ella entre las sabanas.Sonríe recordando la forma en que la hizo suya por primera vez y piensa que por nada del mundo se casara con su prometida, no piensa renunciar a su amor.Se arregla lo más rápido que puede y se va hasta la habitación de Miranda, para hablar con ella y planear como decirles a sus padres lo que sucede entre los dos, toca la puerta y no escucha respuesta.—La señorita no está. — Le informa la mujer de mantenimiento que limpia el pasillo— ¿A dónde está?— Cuestiona el, extrañado mirando su reloj, es temprano aún.—No lo sé, la cama esta ordenada, no durmió allí. — Informa ella.Inmediatamente él intenta llamarla a su teléfono y cae al buzón de mensajes, el está desconcertado se pregunta ¿acaso lo que paso entre los dos no significo nada para ella?Se siente herido, lo que paso esa noche tiene un gran va
—Necesito volver a casa. — Le informa ella de inmediato, limpiando sus lágrimas y su padre niega con la cabeza.—No puedes hacer eso.— Le responde, mientras la mira con ojos de lastima.—Usted no tiene ningún derecho a impedírmelo, ¡Darién tiene que saber que vamos a tener un hijo! Nos amamos— Le responde ella, Zafándose del agarra del señorLo único que piensa es en regresar a los brazos del hombre que ha amado desde que tiene memoria.—El no te ama, ni te merece, no le des el placer de verte sufrir por el. — Aconseja su padre y ella cubre su boca con la mano para no gritar de la frustración.—Tú no sabes nada de nosotros, ni por todas las pruebas que ha pasado nuestro amor.— Defiende ella de forma apasionada—El se casa mañana, hija lo siento… ¡Si de verdad el te amara él no se estaría casando con otra mujer!—¡Me estas mintiendo!, no permitiré que me alejes de el.— Chilla, ella negando con la cabeza—Lo siento, lo único que quiero es tu felicidad nunca haría algo como eso.— Le dice
Miranda continuo adelante con su vida, trabaja de la mano de su padre, tiene un hermoso bebe idéntico a su Darién y sigue bailando, a pesar de ser madre soltera puede decir que ha logrado triunfar en la vida, aunque no ha podido volver a enamorarse.Sin embargo una llamada telefónica pondrá su mundo de cabeza de nuevo. —Señorita Miranda fin la encuentro soy el abogado de la familia Ferrer, cumplo el deber de informarle que el señor Álvaro Ferrer falleció hace un mes, y la necesitamos acá en Nueva York para proceder a la lectura de su testamento.—Explica el hombreMiranda queda sin palabras, el señor Ferrer era muy importante para ella, estuvo a su lado toda la vida y después de la muerte de su madre, se encargo de ella como si fuese su propia hija.— ¿Está bien?— Cuestiona, mientras una lágrima recorre la mejilla de Miranda, ni siquiera puede sostener el teléfono.— ¿Que sucede?— Cuestiona el señor Hill al ver a Miranda temblando.—Mi papa murió. — Responde con voz ahogada el señor
—Señorita Miranda. — Suelta el ama de llaves con los ojos desorbitados al verla llegar con las maletas en las manos, la mujer esta pálida como si estuviese frente a un fantasma.Miranda se percata que al parecer todavía el personal de la mansión no está informado de su regreso.—Buenos días señora Black, necesito que prepare la habitación principal para mí— Ordena Mirando todo a su alrededor, recordando en cuestión de segundos todo lo que vivió allí en el pasado…Necesita desesperadamente darle una lección a la señora Ferrer que siempre la ha menospreciado y hoy incluso la llamo mujerzuela sin ningún motivo.—Señorita, no puedo hacer eso, esa es la habitación de la señora Ferrer. — Le responde con las mejillas rojas la mujer.—Y a partir de este momento es mi habitación, ya que soy la dueña de la mitad de esta mansión. — Le aclara Miranda.—A la señora Ferrer le molestara mucho esto. —. Pronuncia, la mujer con miedo a las acciones de su jefa en contra de ella.—Eso me tiene sin cuidad
Miranda entra a la mansión Hill y pasa la tarde consintiendo a su pequeño, no se va hasta muy tarde cuando él está dormido, y ella tiene ganas de llorar al despedirse, le cuesta separarse de él, lo hace depositando un beso en su frente y con lagrimas en los ojosDarién ve asqueado la escena de Miranda abrazando al viejo Hill y se va a casa ¡Tiene un prometido y sigue viéndose con ese viejo decrepito a escondidas!, apenas llega a casa se encierra en su oficina a beber, hasta que se hace muy tarde.Cuando sube borracho en lugar de ir a su habitación, entra a la habitación de Miranda, precisamente en el momento que ella se cambiaba la ropa para irse a dormir.—¿Qué demonios haces aquí?— Chilla ella cubriéndose, el recorre el cuerpo perfecto de ella con la mirada.—Vine a darte las buenas noche hermanita ¿No puedo?—.Cuestiona descarado— ¿Estas borracho?— Chilla ella.—Esto me traer buenos recuerdos. — Le responde el avanzando hacia ella, ella da varios pasos atrás, pero la pared le impid
Al siguiente día en la empresa hay una reunión de socios para tomar decisiones con respecto a los nuevos proyectos, Miranda estudia los proyectos mientras ellos discuten entre si las decisiones sin tomarla en cuenta.Para todos ella es solo una cabeza hueca…Para ellos ella no se merece un puesto en aquella mesa.Hasta que ella levanta la mano pidiendo la palabra y todos guardan silencio un poco confundidos y esperando cualquier locura que salga de la boca de ella.— ¿Acaso alguno de ustedes hizo evaluación del estado de esta empresa?— Dice señalando una carpeta.— ¿Por quién nos tomas?, es una de las empresas con mayor trayectoria en el país. — Le responde uno de los directores ejecutivos con soberbia.—Claro tú ¿Qué puedes saber de eso si solo te la pasabas bailando?— Agrega, burlándose de la formación de Miranda como bailarina, una sonrisa suave se dibuja en los labios de Miranda.—Por si no lo sabía, a principios de este año el CEO de esa empresa los estafo, y están al borde de la