Miranda se encierra bajo llave en la su habitación, para evitar que nadie entre sin permiso, especialmente Darién porque si el presiona las teclas correcta ella no podrá resistirse, él no tiene idea del poder que aún conserva sobre ella.El amor y el deseo de Miranda por su hermanastro sigue intacto sin embargo ella misma no entiende por qué, pues después del trato despectivo de él, ella no debería sentir nada, pero en el corazón no se mandaSon las doce de la noche y como lo supuso, comienza tocar la puerta de forma insistente, ella guarda silencio esperando que se marche, pero después de unos minutos comienza a hablar la persona detrás de la puerta—Miranda. — Susurra Darién y ella se cubre con la cobija…Se muere por abrirle la puerta, pero se resiste, porque para ella una mujer tiene que tener dignidad ¡el está casado!, hace cuatro años mirándola a los ojos desprecio su amor y se caso con otra mujer, Darién no le ofrece nada bueno a Miranda, el es un hombre muy cruel...—Miranda a
Miranda se siente agobiada por la Cercanía De Darién, no entiende como su corazón se precipita aun después de la forma tan déspota que se ha encargado de tratarla.—Definitivamente estoy mal de la cabeza.— Balbucea para sí misma—¿Disculpe señora?— Cuestiona su nueva asistente.—No es nada.— Responde rápidamente con firmeza, mientras se acomoda los lentes de lectura en la nariz.—¿Por qué no llega a un acuerdo con el jefe?, obviamente esto no es lo suyo.— Cuestiona la empleadaMiranda boquea un par de veces incrédula con el atrevimiento de la mujer antes de responder—¿Y qué es lo mío según tu?— Cuestiona con seriedadLa mujer enrojece, pero se arma de valentía para responder, ya que cree firmemente en lo que piensa.—Todos lo saben, no debería molestarse conmigo porque se lo diga, usted se dedico todo este tiempo a bailar y es un secreto a voces que tiene una relación con un hombre mayor——Mira Betty te lo voy a decir solo una vez, mi vida privada no está en discusión, limítate a hac
Miranda Ferrer—Siento mucho si mi presencia le está causando problemas.— Suelta apenado Marco.—No te preocupes, en realidad soy yo la que te está causando problemas...— Responde Miranda aun tratando de controlar el ritmo de su respiración, enfrentarse a Darien no es fácil.—Si usted desea yo puedo irme por donde vine.— Aclara Marco con las mejillas rojas.—De ninguna manera, no les daré el gusto además, no tienes idea de lo mucho que necesito tu ayuda en este momento, ya he tenido dos asistentes que lo único que han hecho es sabotear mi trabajo.— Se apresura a contestar Miranda, sujetando el antebrazo del hombre, que estaba dispuesto a marcharse.—Si usted me necesita, siempre estaré para usted.— Le responde el joven, atreviéndose a sostener la mirada sobre los ojos de MirandaTan sonrojado, que la propia Miranda se da cuenta de los sentimientos inconfesados de él, pero se hace la loca, no quiere lastimarlo, pero lo necesita a su lado ahora y sabe que tarde o temprano será inevitab
Dos semanas después del altercado con Darién Alma toca la puerta de la oficina de Miranda.—Buenas tardes espero no interrumpir.— Dice con una sonrisa picara insinuando que algo pasa entre Marco y ella Miranda rueda los ojos asqueada, jamás se ha imaginado haciendo el amor con Marco…Con Darién es otra cosa.—Adelante, pasa, Responde Miranda cuando ya Alma esta adentro de su oficina, sin embargo no despega la vista de los papeles que esta revisando—Quería pedirte disculpas por la forma en que he llevado las cosas desde que regresaste...— Suelta y en ese momento Miranda si esta sorprendida, tanto que deja los papeles de lado y cree incluso que escucho mal.—¿Disculpa?— Cuestiona Miranda incrédula, viendo a Alma como si le hubiesen salido dos cabezas.—Si precisamente, tú no tienes la culpa de lo que hicieron tus padres, el señor Ferrer de alguna forma esta enmendado lo que te hizo dándote esa herencia.— Balbucea AlmaMiranda boquea, no sabe si reír o llorar, esta mujer se disculpa d
Marco lleva a Miranda a casa de su padre, ella finge que todo está bien, pero la tristeza en su mirada no puede disimularla—Hija ¿Te sientes bien?— pregunta su padre apenas la ve.—Perfectamente.— Responde ella, esquivando el contacto visual—Solo estoy un poco cansada.— Agrega buscando a su hijo con la Mirada.—¡Mama!— Grita Alex apenas la ve y corre a sus brazos.—Hola mi amor.— Saluda ella llenando a su hijo de besos.—Hoy en la escuela te hice esta pulsera.— Le dice el niño, entregando una pulsera de pasta pintada de colores brillantes.—Estas preciosas gracias.— le responde colocándosela.—Te queda bonita como tú, no te la quites.— Le dice el niño con seriedad.—No me la quitare nunca.— Promete ella dándole un beso, al ver al niño imagina a Darién llenando de detalles a su hijo con Alma y siente algo de rabia.—Mama, mañana no quiero ir a la escuela ¿Puedo ir contigo? Te extraño.— Susurra el niño.—Ah, no sé cómo decirte.— Balbucea ella mordiéndose los labios.—¿Ya no me quieres?
Miranda va a la oficina a trabajar sin mucho ánimo, preocupada por Darién, ¿Estás bien? Cuestiona Marco.—Solo es un dolor de cabeza.— Le responde ella, sin mirarlo.—Ambos sabemos que no es un dolor de cabeza.— Le responde el—¿Ahora eres doctor?— Responde cortante ella, no va a permitir que nadie mas si inmiscuya en su vida, el la mira sorprendido.—Siento haberla molestado señorita Ferrer.— Responde el tomando distanciaElla no se disculpa y le ordena—Por favor imprime estos documento, los necesito para ayer.——Como usted ordene.— Responde el joven dolido, pero aparentando que el trato severo de su jefa y amiga no lo molesto.—Hola Carlos, necesito hablar contigo de algo muy importante.— Le dice Alma tomándolo del brazo sin darle tiempo a negarse.—Señora necesito llevarle esto a mi jefa.— Le responde el—Hay por favor ¿Por qué le dices así? ¿Acaso no son pareja?— Le responde ella con una sonrisa.—No, no lo somos, ella solo es mi jefa.— Le aclara el serio.—¿Me lo juras?— Cuestio
Durante las semanas siguientes Darién no hace más que pensar en Miranda, aunque se ha alejado de ella, por la confesión que ella le ha hecho, ¡No puede ni siquiera dormir por las noches!— ¡Ella no puede ser mi hermana biológica!— Pronuncia frente al espejo del bañoSe mira y no se reconoce, esta demacrado y delgado – ¡Amor!— Lo llama con voz cantarina Alma, y el rueda los ojos.Desde el anuncio de que están esperando un bebe, ella no lo deja en paz, se siente asfixiado…Ni siquiera logra recordar nada de lo que sucedió esa noche, y para mas Inri la idea de ser padre junto a ella no lo emociona en los absoluto.Cuando el sale del baño sus ojos casi salen de sus orbitas, la cama está llena de ropa de bebe, la idea abstracta del bebe comienza a materializarse.Darién boquea sin salir del asombro— ¿Te gusta?— Cuestiona Alma con una sonrisa gigante en la cara.— ¡Solo tienes mes y medio! ¿No te parece algo exagerado?— Cuestiona viendo el montón sobre la cama.— ¡Estoy feliz! ¡No veo la hora
—¡Suéltame animal!— Chilla Miranda cuando Darién la sube al auto a la fuerza, nadie interviene es el jefe.Los empleados que estaban en el estacionamiento se quedan atónitos por la forma en que se comporta Darién.—¡No eres una niña ya Miranda! ¡Compórtate!— Ordena Darién entre dientesDarién está acostumbrado a que hagan lo que él diga, cuando lo diga y como lo diga, por lo que esta lucha es algo nuevo para él.—No necesito nada de eso.— Responde ella intentando abrir la puerta, pero no puede, esta segura da por el propio conductor—Pero yo si lo necesito.— Le responde el, con los dientes apretados.—¿Qué diferencia hace? Para todos somos hermanos.— Continua discutiendo Miranda.Darién suelta una carcajada carente de gracia, Miranda yo nunca te he visto como una hermana, ¿recuerdas la forma en que hicimos el amor aquella vez?— Le pregunta el viéndola a los ojos.—No me digas esas cosas por favor.— Suplica ella con las mejillas rojas.—Recuerdo tus gemidos, lo rico que se sentía estar