OCASO

Amanece en la cabaña, y con ella, una nueva jornada de nuestra luna de miel. Venco y yo nos despertamos temprano, abrazados en nuestra cama, rodeados de la tranquilidad del bosque que nos rodea. El sol comienza a asomar entre los árboles, proyectando una luz suave y cálida a través de las ventanas de la cabaña. Me estiro y me siento en la cama, mirando a Venco, que aún duerme. Su rostro está relajado, y su pecho sube y baja con un ritmo constante. Me sonrío, recordando la noche anterior, nuestra primera noche como esposos.

Me levanto de la cama y me acerco a la ventana, mirando hacia afuera. El bosque está cubierto de hojas verdes, y el suelo está cubierto de una capa de hierba suave. Un pequeño arroyo corre cerca de la cabaña, y su sonido me es familiar y reconfortante.

Venco se despierta y se sienta en la cama, estirándose y bostezando. Me sonríe, y yo le devuelvo la sonrisa.

—Buenos días—me dice, acercándose a mí. Me abraza y me besa en la mejilla—¿Qué planes tienes para hoy? — me
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP