Rashid echaba chispas, se sentía acorralado, y si apenas soporta al impresentable de Hassan, ahora tendría que soportar a la nueva doctora. Si bien en un principio estaba contento de poder delegar algunas responsabilidades, pero todo se complicó. Él y su bocaza que no tiene filtro, pero internamente reconoció que el culpable de que la situación con su nueva compañera no mejorara era suya completamente. Pero fue verla, sentir esa incomodidad en una parte de su cuerpo y explotar ante la evidente adoración que esa chica sentía por el protegido de su padre.Así que ni se inmuto cuando ella salió del brazo de Hassan y suponía que lo esperaría en la recepción, porque no conocía a donde la iba a llevar. Eso era algo que detestaba, se sentía como un niño pequeño recibiendo ordenes como si él no se pudiera comportar como el adulto que era.> le respondió una voz interior que de inmediato acallo.Regresando al presente, se sentó frente a su padre para poder sacar ese enfado q
El viaje hacia el edificio de la empresa fue tenso y muy silencioso. Después del odioso comentario del Doctor Rafiq, hicieron el trayecto comunicándose lo menos posible. No entendía porque el doctor era así con ella, desde que se conocieron en el aeropuerto no habían hecho otra cosa más que pelear.Algo raro en Ayla, siempre se ha caracterizado por ser muy pacifica, pero ese hombre tenía algo que despertaba su lado salvaje. Reconoció que se sentía frustrada por no haber podido replicar su comentario tan fuera de lugar y sobre todo en presencia del doctor Hassan.Afortunadamente solo la dejaría y se iría a donde quiera que el viviera, por fin podría descansar y olvidar los últimos acontecimientos del día. Disfrutar de la emoción que sentía por estar viviendo lo que siempre había soñado, trabajar y vivir en otro lugar diferente a su país de origen. Una gran sonrisa tenía su rostro, lo que le daba una cierta ternura a quien podía verla. Estaba tan inmersa en sus pensamientos que apenas s
En lo alto de un edificio se encontraba una de las personas mas importantes de tan famosos laboratorios, alguien que estaba sonriendo, pero de una manera tan escalofriante.Hassan observaba la ciudad que se había convertido desde niño en su hogar, provenía de una familia disfuncional, pero gracias al Doctor Amrai, que desde que lo vio en aquel pequeño y olvidado orfanato de una localidad tan pobre que ni siquiera aparecía en el navegador digital. Aunque ese día cambio su vida para bien, sin embargo, no se podía decir que fuera feliz. Si bien gozaba de la confianza plena de Amin, su padre de adopción. El desde pequeño fue muy ambicioso y no le gustaba ese segundo lugar que siempre le había dado Amin, por obvias razones no lo favorecería por encima de su primogénito.Aunque lo entendía, sabía perfectamente que no compartían un lazo sanguíneo en su adolescencia lo idolatraba hasta que un día escucho una conversación si querer. Lo cual le abrió los ojos y le genero rencor hacia Amin, pero
“Tic, tic”Un familiar sonido se filtraba por los oídos suaves y frágiles de una hermosa joven, que se encontraba soñando con unos increíbles ojos marrones que la miraban con ternura.“tic,tic,tic,tic”—Que molesto ruido— dijo para si misma Ayla, aunque se despabilo parcialmente — estúpida alarma — le hablo al teléfono, como si le pudiera responder.Se levanto para apagarlo, y ahí se percato que tenia un mensaje de Rashid, el Doctor Rafiq, se corrigió automáticamente.—¿Qué demonios quiere este impresentable? — se preguntó mientras abría el mensaje.Lo que leyó le causo cierta sorpresa, no esperaba algo así y menos de él, pero decidió aprovecharlo.“Tomate el día libre, conoce tu entorno y ya mañana te incorporas”.Si bien no fue un mensaje muy emotivo, si le alegro porque aun no se recuperaba del todo del larguísimo viaje con sus consecuencias del día anterior.Dejo el teléfono en la mesa de noche, se desnudó rápidamente, eligió la ropa que usaría en el día y se adentro en el cuarto d
Ayla dio un vistazo rápido a todos lados para verificar que su nueva amiga no estuviera de regreso y sin mas demora se levanto de donde se encontraba. Avanzo poco a poco curioseando en los puestos que iba pasando, aunque no se detuvo en ninguno en particular, si iba lento. Eso no era sospechoso para nadie. Era lo común en la gente que acudía a esos lugares.— ¡oh!— dijo cuando sintió que alguien la paso a empujar a punto estuvo de tirar unas esculturas, pero pudo reaccionar a tiempo. Se dio la vuelta para reclamarle a la persona que tuviera cuidado, cuando se percato que dicha persona se iba perdiendo en la esquina y era el mismo hombre que vio minutos antes entregando la bolsa.Sacudió la cabeza y se decía así misma que era una tontería, pero su sistema nervioso no entendía de palabras y sin darse cuenta se encontraba ante el puestecito de la chica.En ese pequeño puesto, pues era diminuto se encontraban objetos peculiares. Y si, peculiar fue la palabra menos despectiva o mas bien ho
Ayla Alima se encuentra en la comodidad de su departamento, había salido al cine con sus amigas de la universidad cuando recibe una llamada. Su ceño se frunce porque no esperaba una llamada tan tarde. Se encontraba bastante cansada, por lo que con cierta molestia riega porque no sea algo urgente del laboratorio donde recién comenzó a trabajar. Aunque le fascina la investigación, si es algo agotador no tener horarios fijos.Sin más se dirige a su bolsa, donde saca un teléfono de última generación y responde— Hola— dice secamente. Algo impropio de ella pero el cansancio la hace responder así.— Buenas noches, estoy hablando con la Doctora Alima— pregunta una suave voz de mujer, desconocida para ella, aunque tiene un lenguaje formal.— Si, ella habla— y espera que su interlocutora continue.—Le hablamos de RayAli laboratories— en ese momento Ayla se lleva la sorpresa de su vida, y de la impresión por poco suelta el teléfono. Hace unos días le hablaron de la universidad donde estudio, p
Al final no fue tan complicado informarle a su familia y poder arreglar todo lo relacionado con su viaje. Se despidió con lágrimas en sus ojos de sus seres queridos y prometió hablarles constantemente. Era la primera vez que viajaba sola, pero en el correo que le enviaron, le indicaron que alguien la esperaría en el aeropuerto, aunque solo en ese momento que va bajando del avión, se percató que no le dijeron como lo iba a reconocer o viceversa.En ese momento se percató que si vestimenta era formal, tal como se esperaba de alguien con el perfil académico que poseía, y se notaba demasiado acalorada. Estaba deseando que el día terminara. Sin más se dirigió a la salida con sus maletas a cuesta, solo se trajo la más imprescindible, pensando que allá compraría lo que necesitara. En ese momento le llego a ella una voz grave, que claramente no le gustaría que esa fuera la persona que le habían asignado para que la recogiera. Y sin poder evitarlo, escucho lo que decía.Papá yo no soy niñera d
Todo el día el karma de ensaño con Rashid, por lo cual solo salió a relucir su humor pésimo que el reconocía que tenía. Y lamentablemente se desquito con esa gruñona pero hermosa desconocida. Pero en su defensa diría que no esperaba que fuera testigo de las palabras que intercambio con su padre.Por la mañana había necesitado un archivo como parte de su investigación que necesitaba, pero tal parecía que se había esfumado porque no lo pudo encontrar. Por más que le ayudo Deo a buscar, no hallo nada.Posteriormente su padre le dijo que necesitaba un favor, que ya era tiempo que hiciera algunas cosas que le corresponderán como futuro heredero del imperio de laboratorios, por lo que no pudo negare. Si hubiera sospechado de que se trataba, no hubiera aceptado por nada del mundo. Cuando lo supo era demasiado tarde.Así que para no seguir discutiendo con esa turista, prefirió cortar la conversación y dirigirse a donde iban llegando los viajeros. Realmente estaba desesperado porque llegara l