Al final no fue tan complicado informarle a su familia y poder arreglar todo lo relacionado con su viaje. Se despidió con lágrimas en sus ojos de sus seres queridos y prometió hablarles constantemente. Era la primera vez que viajaba sola, pero en el correo que le enviaron, le indicaron que alguien la esperaría en el aeropuerto, aunque solo en ese momento que va bajando del avión, se percató que no le dijeron como lo iba a reconocer o viceversa.
En ese momento se percató que si vestimenta era formal, tal como se esperaba de alguien con el perfil académico que poseía, y se notaba demasiado acalorada. Estaba deseando que el día terminara. Sin más se dirigió a la salida con sus maletas a cuesta, solo se trajo la más imprescindible, pensando que allá compraría lo que necesitara. En ese momento le llego a ella una voz grave, que claramente no le gustaría que esa fuera la persona que le habían asignado para que la recogiera. Y sin poder evitarlo, escucho lo que decía.
Papá yo no soy niñera de nadie, es una persona adulta. Así que sin problema sabe tomar el transporte y darle la dirección espeto el desconocido, enfadado.
Él se quedó callado escuchando con frustración lo que le decía la persona del otro lado. Llevándose la una mano a la cabeza, señal que no le gustaba lo que su interlocutor le decía del otro lado del teléfono.
— Si, sé que nunca me pides nada, pero mi investigación es más importante que ser el niñero de ella — lo expresó de manera despectiva, eso hizo que Ayla lo detestara sin conocerlo y que tal vez nunca lo conocería. Sentía lastima por la persona que llegaría y lo encontraría de tan agrio humor.
— Bien, ya estoy aquí. Pero tal parece que es una diva porque no aparece y solo me está haciendo perder el tiempo. — sin darle opción a que le respondieran, colgó en el acto y se dio la vuelta inmediatamente. Sin querer, ese ser tan desagradable, descubrió que ella había sido testigo de su conversación y no tuvo la decencia de tener vergüenza. Al contrario la fulmino con la mirada y le recrimino su actitud.
— Por si no te habías dado cuenta, la gente no se queda parada ahí escuchando conversaciones ajenas.— le espetó groseramente.
Ella ante ese ataque no pudo quedarse callada y sin más le respondió. Aunque se considera una persona pacifica, no pude evitar defenderse.
— más bien la gente debería tener educación y si quieren que la conversación sea privada, buscar un lugar más discreto y no estar gritando como un energúmeno en medio de un lugar atestado de gente.
El abrió los ojos como platos, pensando que solo lo ignoraría, pero no se esperó que le respondiera a su ataque, aunque reconocía que desquito su enojo con ella. Que seguramente pasaba por ahí, y reconocía que tenía razón, su tono de voz en la llamada no fue precisamente discreta, pero de ahí a que una desconocida le hablara con ese tono, era muy diferente.
— No tengo nada más que hablar con una desconocida y grosera — y sin más se dio la vuelta y la dejo con la palabra en la boca, sin darle tiempo a responder.
Ella enrojeció y se volvió furiosa, hacia la salida y prometiéndose que si lo volvía a ver, le cantaría unas cuantas verdades.
Ya en el exterior olvidándose del incidente, alzo la mirada y se topó de frente con el golpe de calor y su cuerpo comenzó a expulsar el sudor acumulado en su organismo.
Se llevo la mano izquierda a la frente y a la nariz, ya que se sentía demasiado acalorada y verifico si en verdad su sudor escurría visiblemente. Cuando lo comprobó extrajo un pañuelo de su bolsa y se lo limpio rápidamente.
Verifico que no hubiera alguien esperandola, y como no reconoció a nadie, ni un cartel que dijera su nombre; pensó en regresar adentro y ver si ahí estaba la persona que esperaba, pero al recordar el incidente y ante la posibilidad de encontrarse al energúmeno nuevamente, decidió volver a repasar la información del correo y se percató que ahí venia la dirección de los laboratorios.
Mas adelante observo que había unos taxis disponibles, y sin pensarlo más se dirigió hasta allá.
Rogando a el dios que la estuviera siguiendo, que todo saliera bien, de aquí en adelante y que le evitara encontrarse con más personas como la del aeropuerto.
Todo el día el karma de ensaño con Rashid, por lo cual solo salió a relucir su humor pésimo que el reconocía que tenía. Y lamentablemente se desquito con esa gruñona pero hermosa desconocida. Pero en su defensa diría que no esperaba que fuera testigo de las palabras que intercambio con su padre.Por la mañana había necesitado un archivo como parte de su investigación que necesitaba, pero tal parecía que se había esfumado porque no lo pudo encontrar. Por más que le ayudo Deo a buscar, no hallo nada.Posteriormente su padre le dijo que necesitaba un favor, que ya era tiempo que hiciera algunas cosas que le corresponderán como futuro heredero del imperio de laboratorios, por lo que no pudo negare. Si hubiera sospechado de que se trataba, no hubiera aceptado por nada del mundo. Cuando lo supo era demasiado tarde.Así que para no seguir discutiendo con esa turista, prefirió cortar la conversación y dirigirse a donde iban llegando los viajeros. Realmente estaba desesperado porque llegara l
Después de mucho batallar para poder presentarse en su lugar de trabajo, para tener las primeras impresiones y posteriormente ir al hotel asignado, Ayla pudo llegar a las oficinas centrales de Laboratorio RayAli.Sin demorarse más, se bajó rápidamente del taxi y se dirigió a la entrada donde el guardia le ayudo con sus maletas en cuanto ella le dijo quién era y a quien buscaba.Pregunto por el Dr. Hassan Khatir, el gerente general de la empresa. Ayla pensaba que era el hijo del dueño, por lo que investigo es alguien relativamente joven, lo que la llevó a aquella conclusión.No tuvo que esperar demasiado, escucho el sonido de unas pisadas lentas pero con determinación. Así que se dio la vuelta, al mismo tiempo se dio cuenta que el guardia se ponía rígido, lo que le dio un indicio de quien se trataba.No imaginaba el vuelco que tendría su corazón al ver frente a frente a esa persona tan impactante y esperaba que fuera el Dr. Hassan.— Doctora Alima es un placer tenerla con nosotros por
Shaira iba distraída, aunque muchos la consideraban una bruja, ella se identificaba como una persona que ayudaba a los demás. Los habitantes del barrio en él que vivía en Marrakech la veían de una manera despectiva. Todo porque en alguna ocasión tuvo la brillante idea de acudir a un mercado y una señora se sintió mal, por lo que ella fue amable y le ayudo a levantarse. Pero al tocarla le dio una descarga eléctrica y tuvo una visión donde la señora estaba dentro de un ataúd.Y días después se corrió la noticia que esa señora había muerto después de ser tocada por Shaira, lo que le creo mala fama. Su abuela siempre le había dicho que ellas eran diferentes, no superiores; solo que sus sentidos estaban más desarrollados que los humanos mortales. En ese momento ella no lo entendió y solo pensó que su abuela estaba desvariando, aunque no la contradijo ni le pregunto nada, porque la respetaba mucho y no quería molestarla. Aunque con el paso del tiempo entendió a que se refería su abuela.Por
Rashid estaba tenso por la reacción de su padre al verlo, confiaba en que sería prudente y no evidenciaría frente a todos los empleados las desavenencias que estaba teniendo últimamente. El apostaría todo lo que tenía que Hassan le estaba metiendo ideas a su padre, lo conocía lo suficiente para saber que cuando Hassan quería algo, nada lo detiene.Se encamino en dirección a la oficina de su padre, sin demorarse más.Entro a la estancia si tocar, inmediatamente localizo a Deo entre sus colegas, mientras el daba un vistazo y se daba cuenta que su padre conversaba en voz baja con una mujer, que de espaldas le pareció familiar, aunque eso no podía ser. Lo que si le llamo la atención es el pelo corto de esa persona, el mismo corte de cabello de la chica de la terminal aérea.> pensó para sí mismo, mientras su amigo lo ponía al día.— Llegaste justo a tiempo, porque su querido “amigo” Hassan llego hace unos minutos, como te dije por teléf
Ayla no podía creer que el destino la odiará tanto, de todas las personas que tenían que coincidir en esta maravillosa aventura, tenía que ser ese impresentable del aeropuerto, cuyo incidente prefería no recordar.Siempre que había leído alguna historia situada en las arenas del desierto y encontraba un nombre en particular le emocionaba conocer algún día a alguien que llevara ese nombre, pero nunca pensó que la emoción que la embargaría sería el enojo.Aceptaba que quizá se excedió en la respuesta, pero por lo visto eran antipáticos el uno con el otro, y no pudo reprimir sus pensamientos, quizá no debió haberlo hecho enfrente de sus jefes. Y por la expresión anonadada del Dr. Hassan y el Señor Amrai, quienes eran sus jefes, estaban confusos por la interacción de esos dos. Pero es que Rashid, si ese es su nombre favorito en árabe y que irónicamente significa inteligente, maduro, la sacaba de sus casillas.Y si dijo Rashid, porque después de su comentario y el trato anterior que le dio
Rashid echaba chispas, se sentía acorralado, y si apenas soporta al impresentable de Hassan, ahora tendría que soportar a la nueva doctora. Si bien en un principio estaba contento de poder delegar algunas responsabilidades, pero todo se complicó. Él y su bocaza que no tiene filtro, pero internamente reconoció que el culpable de que la situación con su nueva compañera no mejorara era suya completamente. Pero fue verla, sentir esa incomodidad en una parte de su cuerpo y explotar ante la evidente adoración que esa chica sentía por el protegido de su padre.Así que ni se inmuto cuando ella salió del brazo de Hassan y suponía que lo esperaría en la recepción, porque no conocía a donde la iba a llevar. Eso era algo que detestaba, se sentía como un niño pequeño recibiendo ordenes como si él no se pudiera comportar como el adulto que era.> le respondió una voz interior que de inmediato acallo.Regresando al presente, se sentó frente a su padre para poder sacar ese enfado q
El viaje hacia el edificio de la empresa fue tenso y muy silencioso. Después del odioso comentario del Doctor Rafiq, hicieron el trayecto comunicándose lo menos posible. No entendía porque el doctor era así con ella, desde que se conocieron en el aeropuerto no habían hecho otra cosa más que pelear.Algo raro en Ayla, siempre se ha caracterizado por ser muy pacifica, pero ese hombre tenía algo que despertaba su lado salvaje. Reconoció que se sentía frustrada por no haber podido replicar su comentario tan fuera de lugar y sobre todo en presencia del doctor Hassan.Afortunadamente solo la dejaría y se iría a donde quiera que el viviera, por fin podría descansar y olvidar los últimos acontecimientos del día. Disfrutar de la emoción que sentía por estar viviendo lo que siempre había soñado, trabajar y vivir en otro lugar diferente a su país de origen. Una gran sonrisa tenía su rostro, lo que le daba una cierta ternura a quien podía verla. Estaba tan inmersa en sus pensamientos que apenas s
En lo alto de un edificio se encontraba una de las personas mas importantes de tan famosos laboratorios, alguien que estaba sonriendo, pero de una manera tan escalofriante.Hassan observaba la ciudad que se había convertido desde niño en su hogar, provenía de una familia disfuncional, pero gracias al Doctor Amrai, que desde que lo vio en aquel pequeño y olvidado orfanato de una localidad tan pobre que ni siquiera aparecía en el navegador digital. Aunque ese día cambio su vida para bien, sin embargo, no se podía decir que fuera feliz. Si bien gozaba de la confianza plena de Amin, su padre de adopción. El desde pequeño fue muy ambicioso y no le gustaba ese segundo lugar que siempre le había dado Amin, por obvias razones no lo favorecería por encima de su primogénito.Aunque lo entendía, sabía perfectamente que no compartían un lazo sanguíneo en su adolescencia lo idolatraba hasta que un día escucho una conversación si querer. Lo cual le abrió los ojos y le genero rencor hacia Amin, pero