Ayla Alima se encuentra en la comodidad de su departamento, había salido al cine con sus amigas de la universidad cuando recibe una llamada. Su ceño se frunce porque no esperaba una llamada tan tarde. Se encontraba bastante cansada, por lo que con cierta molestia riega porque no sea algo urgente del laboratorio donde recién comenzó a trabajar. Aunque le fascina la investigación, si es algo agotador no tener horarios fijos.Sin más se dirige a su bolsa, donde saca un teléfono de última generación y responde— Hola— dice secamente. Algo impropio de ella pero el cansancio la hace responder así.— Buenas noches, estoy hablando con la Doctora Alima— pregunta una suave voz de mujer, desconocida para ella, aunque tiene un lenguaje formal.— Si, ella habla— y espera que su interlocutora continue.—Le hablamos de RayAli laboratories— en ese momento Ayla se lleva la sorpresa de su vida, y de la impresión por poco suelta el teléfono. Hace unos días le hablaron de la universidad donde estudio, p
Al final no fue tan complicado informarle a su familia y poder arreglar todo lo relacionado con su viaje. Se despidió con lágrimas en sus ojos de sus seres queridos y prometió hablarles constantemente. Era la primera vez que viajaba sola, pero en el correo que le enviaron, le indicaron que alguien la esperaría en el aeropuerto, aunque solo en ese momento que va bajando del avión, se percató que no le dijeron como lo iba a reconocer o viceversa.En ese momento se percató que si vestimenta era formal, tal como se esperaba de alguien con el perfil académico que poseía, y se notaba demasiado acalorada. Estaba deseando que el día terminara. Sin más se dirigió a la salida con sus maletas a cuesta, solo se trajo la más imprescindible, pensando que allá compraría lo que necesitara. En ese momento le llego a ella una voz grave, que claramente no le gustaría que esa fuera la persona que le habían asignado para que la recogiera. Y sin poder evitarlo, escucho lo que decía.Papá yo no soy niñera d
Todo el día el karma de ensaño con Rashid, por lo cual solo salió a relucir su humor pésimo que el reconocía que tenía. Y lamentablemente se desquito con esa gruñona pero hermosa desconocida. Pero en su defensa diría que no esperaba que fuera testigo de las palabras que intercambio con su padre.Por la mañana había necesitado un archivo como parte de su investigación que necesitaba, pero tal parecía que se había esfumado porque no lo pudo encontrar. Por más que le ayudo Deo a buscar, no hallo nada.Posteriormente su padre le dijo que necesitaba un favor, que ya era tiempo que hiciera algunas cosas que le corresponderán como futuro heredero del imperio de laboratorios, por lo que no pudo negare. Si hubiera sospechado de que se trataba, no hubiera aceptado por nada del mundo. Cuando lo supo era demasiado tarde.Así que para no seguir discutiendo con esa turista, prefirió cortar la conversación y dirigirse a donde iban llegando los viajeros. Realmente estaba desesperado porque llegara l
Después de mucho batallar para poder presentarse en su lugar de trabajo, para tener las primeras impresiones y posteriormente ir al hotel asignado, Ayla pudo llegar a las oficinas centrales de Laboratorio RayAli.Sin demorarse más, se bajó rápidamente del taxi y se dirigió a la entrada donde el guardia le ayudo con sus maletas en cuanto ella le dijo quién era y a quien buscaba.Pregunto por el Dr. Hassan Khatir, el gerente general de la empresa. Ayla pensaba que era el hijo del dueño, por lo que investigo es alguien relativamente joven, lo que la llevó a aquella conclusión.No tuvo que esperar demasiado, escucho el sonido de unas pisadas lentas pero con determinación. Así que se dio la vuelta, al mismo tiempo se dio cuenta que el guardia se ponía rígido, lo que le dio un indicio de quien se trataba.No imaginaba el vuelco que tendría su corazón al ver frente a frente a esa persona tan impactante y esperaba que fuera el Dr. Hassan.— Doctora Alima es un placer tenerla con nosotros por
Shaira iba distraída, aunque muchos la consideraban una bruja, ella se identificaba como una persona que ayudaba a los demás. Los habitantes del barrio en él que vivía en Marrakech la veían de una manera despectiva. Todo porque en alguna ocasión tuvo la brillante idea de acudir a un mercado y una señora se sintió mal, por lo que ella fue amable y le ayudo a levantarse. Pero al tocarla le dio una descarga eléctrica y tuvo una visión donde la señora estaba dentro de un ataúd.Y días después se corrió la noticia que esa señora había muerto después de ser tocada por Shaira, lo que le creo mala fama. Su abuela siempre le había dicho que ellas eran diferentes, no superiores; solo que sus sentidos estaban más desarrollados que los humanos mortales. En ese momento ella no lo entendió y solo pensó que su abuela estaba desvariando, aunque no la contradijo ni le pregunto nada, porque la respetaba mucho y no quería molestarla. Aunque con el paso del tiempo entendió a que se refería su abuela.Por
Rashid estaba tenso por la reacción de su padre al verlo, confiaba en que sería prudente y no evidenciaría frente a todos los empleados las desavenencias que estaba teniendo últimamente. El apostaría todo lo que tenía que Hassan le estaba metiendo ideas a su padre, lo conocía lo suficiente para saber que cuando Hassan quería algo, nada lo detiene.Se encamino en dirección a la oficina de su padre, sin demorarse más.Entro a la estancia si tocar, inmediatamente localizo a Deo entre sus colegas, mientras el daba un vistazo y se daba cuenta que su padre conversaba en voz baja con una mujer, que de espaldas le pareció familiar, aunque eso no podía ser. Lo que si le llamo la atención es el pelo corto de esa persona, el mismo corte de cabello de la chica de la terminal aérea.> pensó para sí mismo, mientras su amigo lo ponía al día.— Llegaste justo a tiempo, porque su querido “amigo” Hassan llego hace unos minutos, como te dije por teléf
Ayla no podía creer que el destino la odiará tanto, de todas las personas que tenían que coincidir en esta maravillosa aventura, tenía que ser ese impresentable del aeropuerto, cuyo incidente prefería no recordar.Siempre que había leído alguna historia situada en las arenas del desierto y encontraba un nombre en particular le emocionaba conocer algún día a alguien que llevara ese nombre, pero nunca pensó que la emoción que la embargaría sería el enojo.Aceptaba que quizá se excedió en la respuesta, pero por lo visto eran antipáticos el uno con el otro, y no pudo reprimir sus pensamientos, quizá no debió haberlo hecho enfrente de sus jefes. Y por la expresión anonadada del Dr. Hassan y el Señor Amrai, quienes eran sus jefes, estaban confusos por la interacción de esos dos. Pero es que Rashid, si ese es su nombre favorito en árabe y que irónicamente significa inteligente, maduro, la sacaba de sus casillas.Y si dijo Rashid, porque después de su comentario y el trato anterior que le dio
Rashid echaba chispas, se sentía acorralado, y si apenas soporta al impresentable de Hassan, ahora tendría que soportar a la nueva doctora. Si bien en un principio estaba contento de poder delegar algunas responsabilidades, pero todo se complicó. Él y su bocaza que no tiene filtro, pero internamente reconoció que el culpable de que la situación con su nueva compañera no mejorara era suya completamente. Pero fue verla, sentir esa incomodidad en una parte de su cuerpo y explotar ante la evidente adoración que esa chica sentía por el protegido de su padre.Así que ni se inmuto cuando ella salió del brazo de Hassan y suponía que lo esperaría en la recepción, porque no conocía a donde la iba a llevar. Eso era algo que detestaba, se sentía como un niño pequeño recibiendo ordenes como si él no se pudiera comportar como el adulto que era.> le respondió una voz interior que de inmediato acallo.Regresando al presente, se sentó frente a su padre para poder sacar ese enfado q