Para sorpresa del CEO




El hombre enarcó una ceja y levantó la vista cuando oyó a la señorita mencionar a su hijo. En cuanto levantó la vista vio a la hermosa mujer que tenía delante.

— Bueno... a veces esas cosas pasan, puedo hablar con ella para que no vuelva a suceder.

Pero a Romina le seguía pareciendo desconcertante que Daniela nunca hubiera hecho esto antes, tal vez alguien de aquí la había propuesto.

— Eso sería bueno, ¿qué clase de educación le da a su hija que copea hasta un sencillo exámen? debería de poner más cuidado en ella — dijo el hombre con desdén, la mujer era bella, muy bella a sus ojos, pero estaba tan decepcionado de las mujeres que todas le parecían ambiciosas y sin escrúpulos.

— !Soy una buena madre para mí hija, usted no puede opinar tan a la ligera señor...! además con lo mal educado que es, seguro que eso es lo que le enseña a su hijo, ¡Miss, creo que mi hija pudo ser persuadida por el hijo de este hombre!— Romina pensó que en toda su vida no había visto a un hombre tan atractivo e imponente, pero que tenía un terrible carácter.

— y si eso fuera cierto, si educara bien a su hija no tendría ese comportamiento, ahora bien, mi hijo tiene excelentes modales, después de todo es un niño Diamantis, !él tiene la mejor educación dada por mi! — el hombre seguía siendo muy duro.

— ¿A sí? ¡pues lo dudo mucho cuando ha sido capaz de mojarme las ropas con su coche y ni siquiera detenerse a auxiliarme! !tuve que ir a mi casa a cambiarme de vestido por su culpa y ni siquiera se ha disculpado!

— ¡Usted...! ¿cómo se atreve a dudar de la palabra de un hombre Diamantis? ¡me está acusando de algo de lo que probablemente soy inocente, además mi hijo sería incapaz de copiar en un exámen....!

— Señor Diamantis... debo decirle que su hijo también copió información sobre la madre que Daniela escribió, ambos.... se copiaron, uno de la madre y otro del padre — le aclaró la maestra al enfadado hombre — la Miss se sentía un poco ahogada por el tenso ambiente, ese hombre era como un demonio.

— ¿Qué está diciéndome? mi hijo no pudo haber hecho algo como eso, ¡quiero otra revisión de los exámenes!

Nathaniel estaba muy sorprendido de que su hijo copiara en un exámen, el pequeño Darriel era un niño genio, lo había descubierto desde que tenía apenas un año y medio, su retoño era un completo desafío para él, el niño había crecido prácticamente abandonado por su madre, pero el CEO siempre estaba pendiente de su heredero

— !Quiero que los exámenes sean revisados de nuevo, que me los muestren! — la voz imponente del hombre se escuchó en el salón de clases

— Por supuesto señor Diamantis, aquí tengo conmigo los exámenes, se los mostraré — la maestra puso en las manos de los padres las dos hojas, ambos empezaron a leerlas con rapidez

Nathaniel vió en la hoja de su hijo como describía a la mujer que tenía al lado suyo, ojos azul violeta, cabellos largos y oscuros como la noche, el corazón más bondadoso del mundo, una mami que me da mucho amor

En el examen de Daniela describía a un hombre apuesto y exitoso, el papi más cariñoso y amable del mundo, inteligente y elegante, quiero mucho a mi papi, él es genial

— Ahora intercambien los exámenes — pidió la Miss, Nathaniel dudaba un poco pero al final entregó la hoja a Romina, así los dos pudieron ver qué sus hijos los combinaron como padres

— Yo... lo siento mucho, mi prometido acaba de morir, lo sepultamos hace 2 semanas, creo que eso debe tener impacto en una niña tan pequeña, hablaré con ella maestra, esto no volverá a repetirse

Al escuchar las palabras de la mujer, Nathaniel sintió algo en su pecho que no supo describir, esa mujer despertó en él algo que creía ya no tenía... humanidad, ella le parecía conocida, pero no podía recordar de dónde, por qué le resultaba tan familiar se preguntaba en el CEO

— Está bien señora Palacios, ustedes pueden ir con sus hijos ahora, ellos están en la dirección esperándolos.

Los padres caminaron hacia la otra aula, Darriel estaba tranquilo sentado en un sofá con su lonchera en la mano, Daniela seguía sollozando en el otro extremo del sillón.

— Darriel ven aquí, por hoy nos iremos a casa — el padre llamó a su hijo y este se apresuró a ir a su encuentro a tomar su mano.

Romina en cambio entró y abrazó a su pequeña, no le hacía nada bien llorar para el complicado asma que padecía.

— Cariño no llores más, no es para tanto, solo fue una travesura inocente, mamá no está enojada, no voy a castigarte.

— Me porte mal, mamá, por eso me trajeron a la dirección — decía la niña con la voz entrecortada.

Romina sintió un dolor desgarrador en el corazón, su hija no tenía la culpa, había sufrido una condena indebida.

De repente, Romina observaba que el rostro de la niña se puso rojo por la falta de oxígeno y no podía respirar, la niña extendió las manos tratando desesperadamente de agarrar a su madre. ​

—!Daniela, hija! ¿que te pasa?

—Mamá..ma...

Daniela al llorar su pecho se fue cerrando, estaba batallando para respirar hasta que perdió el conocimiento.

— ¡Daniela por favor reacciona, vuelve en ti mi amor!

Cuando murió su prometido, Romina no derramó ni una gota de lágrima, pero ahora las lágrimas habían nublado los ojos de esta mujer fuerte, su única debilidad era Daniela.

Romina se culpó por no haber podido llegar a tiempo para calmar a la niña ya era demasiado tarde, Daniela entro en otra crisis de las muchas que había tenido a través de su corta edad, ella fue trasladada en una ambulancia al hospital donde era tratada.

— ¡Por favor llamen a una ambulancia! — la madre sentía que su hija se le iba de las manos, la Miss llamó a la ambulancia y pronto la niña Palacios fue trasladada al hospital.

— Señora Palacios, efectivamente es otra crisis, tenemos que dejar a Daniela internada para poder darle el tratamiento que necesita, la pregunta es... ¿puedes costearlo?

Romina sabía que en estos momentos no tenía el dinero que se necesitaba, pero eso no la iba a detener, ella estaba dispuesta a todo por su hija, conseguiría lo que necesitaba sin importar qué

— Hágalo, denle el tratamiento que necesita, yo... cubriré todos los gastos

— Está bien, será atendida de inmediato

Romina tomó su celular para llamar a la madre de su difunta pareja, Eduard, ella era la única opción que tenía en esos momentos. Aunque se llevaban fatal cuando Eduard estaba vivo.

— ¿Qué quieres Romina? mi hijo ya está muerto, no creo que tengamos de que hablar a menos que sea de entregarme la custodia de Daniela.

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