313. INCÓGNITAS DE LA VIDA

Ariel miraba el plato sin realmente verlo, perdido en sus pensamientos. Sus manos jugaban mecánicamente con el tenedor mientras las imágenes de Camelia en el hospital se mezclaban con sus propios recuerdos traumáticos. El dolor era tan intenso que apenas podía respirar.

—No puedo dormir, Félix. Cada vez que cierro los ojos veo su cama ensangrentada en su casa y luego… su imagen en ese hospital, tan pequeña, tan vulnerable… —se detuvo, dejando que las lágrimas rodaran libremente—. Lo peor es que me veo a mí mismo en la misma situación, ¿lo recuerdas? No sé qué hacer, hermano, todo se mezcla en mi cabeza. ¿Cómo voy a ayudarla si ni siquiera puedo ayudarme a mí mismo? Ella merece a alguien más fuerte, alguien que pueda protegerla de verdad.

—Ella merece a alguien que la ame como tú, no digas eso. Si la dejas ahora, puedes
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP