Una vez que las cinco amigas nos volvimos a reunir en la barra del bar, nos marchamos del club, devolviendo las máscaras a la chica que había en la entrada y que nos lo dio nada más entrar, ya en la calle nos fuimos todas a donde estaban aparcados los coches de las dos compañeras, fijándonos mi amiga y yo, de que había un coche de alta gama aparcado enfrente del club, con un hombre dentro aunque no pudimos distinguir mucho ninguna de las dos su rostro, ya que no se veía mucho con unas simples luces de neón que tenía el club. Mi amiga y yo nos despedimos de las tres compañeras de trabajo, subiendo todas a los coches, marchandonos de aquel lugar.
— ¿Qué te ha parecido el bombón que te ha elegido? — me preguntó mi amiga
— Casi muero de placer Sandra, que manos, que lengua, que de todo — respondí
— Entonces volveremos otro día, por lo menos no ha sido el baboso de nuestro jefe — me dijo
— Sabes que si no hago lo que me pide john aunque me de asco, estoy despedida y las facturas no se pagan solas — respondí
— Denuncialo por acoso Sofía, cada vez que te llama, me duele a mi todo mi cuerpo, no puedes seguir así — me dijo
— Ya lo sé, pero es todo consentido y la policía no me haría caso, pero no tengo otra cosa Sandra, estoy buscando trabajo y lo sabes, pero siempre me dicen lo mismo cuando voy a las entrevistas, lo siento señorita, pero no es lo que buscamos — dije con cierto sarcasmo riéndonos las dos
— Ya hemos llegado, mañana te recojo a las siete como todos los días — me dijo mi amiga cuando paró su coche enfrente de la portería de mi casa
Cuando llegamos a mi casa, me despedí de mi amiga, baje de su coche y me acerque hasta la portería del edificio donde vivo entrando dentro para subir a mi casa, pero dándome cuenta de que el coche de alta gama que vi aparcado enfrente de la entrada de aquel local, estaba aparcado enfrente de mi edificio, subí por las escaleras hasta mi casa, entre dentro viendo todas las luces apagadas, me fui a mi dormitorio quitando antes los zapatos para no hacer ruido, me quite la ropa y me puse el pijama tumbandome en la cama pensando en aquel hombre que hizo que por un momento no existiera nadie más en el mundo que aquel hombre tan sensual y yo. Al día siguiente, me levante pronto como todos los dias, entre en el cuarto de baño para ducharme, cuando terminé, cogi la toalla rodeando mi cuerpo con ella, marchandome del cuarto de baño volviendo a mi dormitorio para vestirme. Me fui después a la cocina para preparar el desayuno de mi hermana y el mío, escuchando como ya se había levantado.
— Buenos dias Sofia — me dijo mi hermana
— Buenos días Julie, ¿cómo te encuentras hoy? — le pregunté
— Creo que me voy a la cama y voy a estar tumbada todo el día, no me encuentro muy bien — me dijo
— Carla vendrá dentro de un momento, sabes que si me necesitas puedes llamarme y enseguida estoy aquí contigo — le respondí
— No Sofía cariño, aunque me gustaría trabajar a mi tambien para ayudarte hermanita, bastante estas haciendo por mi — me dijo
— Verás como pronto encontraremos a alguien que sea compatible contigo y te casaras antes que yo — le dije para ver la sonrisa tan bonita que tenia, ya que siempre estaba muy seria
— Bueno ya me marcho, y sabes que siempre me tendrás hermana, no te rindas porque te necesito y mucho — le dije viendo una lágrima caer por su suave mejilla
Le di un beso a mi hermana limpiando su lágrima con mi dedo, me fui a mi dormitorio para coger mi bolso, marchandome de casa hacia la calle, donde ya me esperaba mi amiga dentro de su coche.
— Buenos días ¿cómo se encuentra hoy Julie? — me preguntó
— Como todos los días, yo no sé si podría aguantar los dolores y la quimio como mi hermana aguanta — respondí
— Es una luchadora, espero que pronto encontréis un donante que sea compatible con ella — me dijo
Llegamos pronto al hotel aparcando mi amiga su coche en el parking, bajamos las dos del vehículo acercándonos hasta donde estaban los ascensores para el servicio,
— Esperarnos — escuchamos a nuestras compañeras que entraban también a la misma hora que nosotras dos
— Buenos días, un poco más y os toca esperar al próximo — le dijo mi amiga sonriendo
— Os habéis enterado de la nueva noticia que se habla por el hotel — nos dijo Viki
— ¿Nos van a subir los sueldos? — pregunté yo
— No, el nuevo dueño del hotel, es según me han dicho, un mayor que nosotras,multimillonario y un playboy, dicen que no hay mujer que no se rinda a él, con solo su mirada y encima es italiano — nos dijo Viki, nuestra compañera
— No será para tanto, hay muchos tíos buenos por el mundo — dijo mi amiga
— Yo os cuento lo que a mi me han dicho, no lo mireis a los ojos por si acaso — nos dijo Viki, riendo todas mientras salíamos del ascensor, dirigiéndonos hacia el cuarto de servicio para cambiarnos de ropa
Nos marchamos las tres compañeras del cuarto de limpieza con nuestros carros, para ir cada una a su planta, nada más empezar por mi primera habitación me llamó John, mi jefe por el móvil para que fuera a su despacho. Deje mi carrito fuera de la habitación dirigiendome hacia los ascensore, cruzandome con un hombre alto, con unos preciosos ojos de color verde y de pelo negro como el azabache.
— Perdone ragazza, ¿tiene toallas limpias en su carrito? — me preguntó
— Si claro, las puede usted coger del carro no se preocupe, nadie le dirá nada — le dije viendo que el ascensor ya había llegado, pero mirando a ese desconocido, ya que su voz me resultaba muy familiar y sobre todo cuando me dijo ragazza.
— Perdone mi falta de educación, me llamo Mario ¿y usted se llama? — me preguntó
— Sofía, encantada pero ahora me tengo que marchar, me ha llamado mi jefe, — le dije marchandome
Cuando llegue hasta la puerta del despacho de mi jefe, toque con los nudillos esperando a que me diera paso,— Adelante — lo escuche gritar— Dígame que desea, tengo mucho trabajo hoy — le dije viendo como se acercaba hasta donde yo estaba— Túmbate en mi mesa boca abajo y levantate la falda, te necesito Sofía — me dijoHice lo que me pidió, escuchando como se ponía el preservativo e introduciendo su miembro dentro de mí, apartando a un lado mis bragas, moviéndose mientras me clavaba los dedos en mis caderas para poder hacer fuerza penetrando desde atrás, cuando ya se corrio, se quito el preservativo tirandolo al cubo de basura y recomponiendo su ropa— Esta semana quiero verte tres veces mas, te pagaré el doble si me haces una felación — me dijo— No se hacerla, nunca se la he hecho a ningún hombre, — respondí— Yo te enseñare como se hace preciosa, sigue así de dócil conmigo y no te faltará trabajo para cuidar de tu hermana, ya te puedes marchar de aquí puta — me dijoSalí de su des
Le di un beso a mi hermana marchandome de mi casa a la calle donde ya me esperaba mi amiga sentada en su coche. Llegamos casi al mismo tiempo las cinco compañeras al club, ya que íbamos en dos coches distintos, aparcaron los vehículos bajando las cinco. Entramos en el club, dándonos una señorita las máscaras, nos las pusimos y entramos en el local dirigiéndonos a la barra para pedir algo de beber.— Hola buenas noches, me alegra volver a veros por mi club, — nos dijo Karla la encargada— Hola Karla, hoy necesito el jacuzzi antes de conocer a mi desconocido — le dijo Sandra— Sabes que enseguida te llevo, pero hay un caballero que quiere conocerte Bella, precisamente aquel hombre que ves sentado en el fondo con una copa en su mano — me dijoMe quede mirando al hombre que Katia me señalo, viendo unos preciosos ojos de color verde y una preciosa sonrisa en su boca, levantando su copa hacia donde estabamos— ¿Qué me dices? ¿Vamos a la habitación? — me preguntó Karla— Si ¿por qué no? la ú
Después de cambiarnos de ropa, cogimos cada una nuestro carro acercándonos hasta los ascensores de servicio, subimos a uno de ellos, bajando cada una en la planta que le tocaba — Buenos dias ragazza — me dijo Mario, el hombre que tenia unos preciosos ojos de color verde — Buenos días señor, ¿qué tal estuvo la fiesta? — pregunté — Sofía no me digas señor, y la fiesta supongo que fue bien, yo me marche a tomar una copa a un club — Bueno tengo que empezar a trabajar, si no el jefe me puede regañar — le dije — ¿Esta noche tomamos la copa? — me dijo — ¿Va a seguir pidiéndolo hasta que le diga que sí? — pregunté — Como veras soy muy insistente y no dejare de decirtelo hasta que consiga, escucharte decir por tu linda boquita que si — Está bien, ¿cuando salga de trabajar, le parece bien? — Me parece bien, pero Sofía tutéame por favor — me dijo Mario con esa bonita sonrisa ladina que ponía Nada más entrar en la primera habitación para limpiarla, me di cuenta de que se habían dejado lo
Pasamos una tarde maravillosa, Mario me contó anécdotas suyas y yo también riéndonos los dos como hacía tiempo que no me reía, pero todo lo bueno se acaba y cuando nos dimos cuenta del reloj, era ya casi la medianoche. Nos levantamos los dos de los sillones marchandonos hacia su coche, subimos los dos y dando mi dirección a Mario me llevó hasta mi casa, aparcando su vehículo enfrente de la portería de mi edificio, bajandonos los dos del coche— Bueno me tengo que marchar, gracias por esa copa lo he pasado muy bien — le dije— Yo también lo he pasado bien contigo, ¿quedamos el sábado para cenar? — me preguntó— No lo siento, no puedo de verdad, — respondí— Sofía ¿estás casada? — preguntó muy serio— No qué va, pero tengo cosas que hacer y que me obligan a estar en mi casa todo el tiempo posible— le dije— Comprendo, bueno pues nos veremos entonces mañana en el hotel — me dijo, Pero Mario rodeo mi cintura con su brazo acercándome a su cuerpo todo lo que pudo, nos quedamos los dos mirá
Desayunamos las dos esperando a Carla nuestra vecina, quien era la que la iba a acompañar al hospital, cuando ya llego, cogi mi bolso, abrace a mi hermana y a Carla marchandome a la calle, donde Sandra ya me esperaba dentro de su coche— Cuando lleguemos voy a hablar con el jefe, necesito estar con mi hermana hoy — le dije— Sabes que se lo cobrará ¿no? — me dijo Sandra— Ya lo sé, pero es mi hermana, me da lo mismo lo que haga ese baboso conmigo, pero no dejaré que mi hermana se muera — respondíNada más aparcar Sandra el coche en el parking, bajamos viendo a Mario en la puerta de los ascensores, Sandra y yo nos acercamos hasta donde él estaba sonriendonos.— Buenos días señoritas, Sofia te estaba esperando, el sábado fui al club donde vais siempre y no te vi, ¿estabas enferma? — me preguntó— No Mario, gracias por preguntar, pero no estaba con ánimo de salir — le dije— ¿Vas mucho tu por ese club? — preguntó mi amiga— No, pero llevo dos sábados llevando a un amigo mío a ese club y
Nos quedamos Claudia y yo sentadas dentro de la sala poniendo mi silla al lado de la cama donde estaba mi hermana tumbada esperando las dos a que terminaran de ponerle la quimio a mi hermana, cuando Claudia recibió una llamada teniendo que marcharse del hospital. Ya estaba casi todo oscuro, cuando una ambulancia mandada por el doctor que atendió a mi hermana, nos llevó a nuestra casa, nada más llegar, entre en la cocina para hacer algo de comer, pero escuchar los vómitos que mi hermana tenía a causa de la quimio que le pusieron, hicieron que desistiera de hacer de comer para las dos. Me pasé toda la noche sin dormir, sentada en una silla al lado de su cama, despertandome el timbre de mi casa, cuando abri la puerta vi a Claudia detrás de la puerta de pie sonriendo.— ¿Cómo está Julie? — preguntó— Ahora está dormida, yo me voy a dar una ducha y me marcho al trabajo, no he dormido casi nada — le dije— Mientras Julie tenga quimio, dile a tu jefe que te de las vacaciones que no has disfr
Cuando estaba ya en el cuarto de la limpieza, saque de mi bolso mi móvil, marque el número de Claudia contestandome ella al tercer toque— Dime Sofia, ¿estás bien cariño? — me preguntó— Yo si Claudia pero y mi hermana ¿como esta? — pregunte— Ay esta tumbada en la cama y con sus vómitos, pero está bien, he conseguido que se tomara una infusión — me dijo— Gracias por tu ayuda Claudia, no se que haria si no te tuviera a mi lado — respondí— No te preocupes cariño, hasta que no vuelvas a casa no me moveré de su lado — me dijo— Esta bien Claudia, si puedo luego te vuelvo a llamar otra vez — le dije terminando la llamada— ¿Algún novio? — escuche detrás de mí la voz de Mario— No, qué va, pero por cierto ¿estabas escuchándome? — le dije sonriendo— No todo, solo las ultimas frases que has dicho — me dijo— Bueno tengo que seguir trabajando — le dije, ya que Mario bloqueaba la puerta con su escultural cuerpo— Sofía yo quisiera decirte que, me gustas mucho y quisiera saber que te pasa, ¿
Me marche del despacho de mi jefe, acercandome a donde estaban los ascensores para bajar al parking, ya que mi amiga Sandra me estaba esperando en su coche, salió del ascensor, acercandome a donde estaba mi amiga, viendo que estaba hablando con ella Mario.— Hola ¿nos vamos ya? — le pregunté a mi amiga— Chica que rápido ha sido esta vez, — me dijo con sarcasmo Sandra—Sofia por favor, me gustaría que aceptaras cenar conmigo esta noche, si tu quieres claro — me dijo Mario— Lo siento de verdad Mario, pero no puedo, mañana nos vemos, adios — le dije— Sofía no me conformo, necesito hablar contigo, si no puedes cenar conmigo, vamos a tomar una copa ahora — me dijo, cogiendo mi brazo con su mano— No Mario, y por favor, nunca más te acerques a mí mientras esté trabajando por favor — le dije subiendo al coche de mi amiga Sandra.Sandra arrancó su coche, marchandonos del parking del hotel con dirección a mi casa— ¿Qué quería de ti, ese baboso de John? — preguntó mi amiga— Hacer un trato