Le di un beso a mi hermana marchandome de mi casa a la calle donde ya me esperaba mi amiga sentada en su coche. Llegamos casi al mismo tiempo las cinco compañeras al club, ya que íbamos en dos coches distintos, aparcaron los vehículos bajando las cinco. Entramos en el club, dándonos una señorita las máscaras, nos las pusimos y entramos en el local dirigiéndonos a la barra para pedir algo de beber.
— Hola buenas noches, me alegra volver a veros por mi club, — nos dijo Karla la encargada
— Hola Karla, hoy necesito el jacuzzi antes de conocer a mi desconocido — le dijo Sandra
— Sabes que enseguida te llevo, pero hay un caballero que quiere conocerte Bella, precisamente aquel hombre que ves sentado en el fondo con una copa en su mano — me dijo
Me quede mirando al hombre que Katia me señalo, viendo unos preciosos ojos de color verde y una preciosa sonrisa en su boca, levantando su copa hacia donde estabamos
— ¿Qué me dices? ¿Vamos a la habitación? — me preguntó Karla
— Si ¿por qué no? la única vez que vine al club, me fui muy relajada de aquí — respondí sonriendo
Acompañe a Karla subiendo las dos las escaleras hasta el pasillo abriendo ella una de las puertas que habia, entrando las dos dentro de la habitación
— Ya lo sabes, esperalo aqui — me dijo
Me sente en la cama esperando aquel hombre de los ojos de color verdes tan bonitos, cuando lo vi entrar me levante de la cama viendo como se iba acercando a donde yo estaba
— Buenas noches ragazza, eres preciosa — me dijo acariciando mi mejilla con sus dedos
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Me acerqué más a él, pegando mi cuerpo al suyo, le puse la mano en su nuca, juntando mis labios con los suyos, besándonos como si fuéramos dos adolescentes en su primera vez. Dejo caer mi vestido cogiendo mis pechos con sus manos, mordiendo suavemente mis ya duros pezones, le fui quitando boton por boton hasta que le quite la camisa, acariciando sus duro y marcado abdomen, besando y mordiendo sus pezones, escuchando cómo gemía de placer. Le desabroche la cremallera de su pantalón, quitándoselo junto a sus boxer, viendo que su miembro ya estaba listo y duro para mi disfrute. cuando ya me quedé medio dormida en la cama, escuché cerrarse la puerta de aquella habitación, sintiéndome sola, me levanté como pude de la cama, cogi mi vestido que seguía en el suelo, busqué por todas partes mi tanga, pero al no encontrarlo, me vestí marchandome de allí, hasta la calle sin esperar a ninguna de mis compañeras, pero viendo aquel coche de alta gama enfrente del local, con un hombre dentro que era imposible reconocer ya que la calle estaba solamente iluminada con las luces de neón del club.
— ¿Dónde te habías metido? he estado buscándote por todo el club como loca — me dijo mi amiga Sandra
— Necesitaba tomar el aire ¿como te ha ido a ti? — pregunté
— Creo que me he enamorado, qué hombre Sofía, que manos — me dijo
— ¿Esperamos a nuestras compañeras o nos marchamos? le pregunté
— Creo que es mejor que nos vayamos, ya en el hotel nos contarán — me dijo Sandra
— Sandra te has dado cuenta que siempre que nos vamos, está siempre aquel coche aparcado enfrente del club? — le dije a mi amiga
— Estará esperando a alguien, vámonos estoy super cansada — me dijo mi amiga sonriendo
Al día siguiente mi amiga Sandra vino a mi casa a pasar el día con mi hermana y conmigo,
— He traído comida china, que sé que a Julie le gusta mucho — dijo Sandra cuando entro en mi casa, dejando las bolsas encima de la cocina
— Gracias Sandra, pero no tenías que haberte molestado — respondió mi hermana
— ¿Cuándo tienes la próxima revisión Julie? — preguntó mi amiga
— Creo que la semana que viene, tengo ganas de que todo esto se acabe y mi hermana deje de sufrir por mi — respondió Julie
— Tu hermana necesita un hombre que la haga muy feliz en la cama ¿no Sofía? — preguntó mi amiga
— Estáis locas las dos — contesté
Ese día lo pasamos fenomenal, comimos lo que trajo mi amiga, recogimos entre Sandra y yo la cocina, nos sentamos después las tres enfrente del televisor, vimos varias películas con palomitas y vino, hasta que Julie se fue a su dormitorio para dormir ya que no se encontraba muy bien, pero yo me quedé contenta, ya que hacía tiempo que no se quedaba con mi amiga y conmigo hasta tarde. Al dia siguiente hice lo mismo que todos los días, me levanté de la cama, entre en el baño para ducharme, cuando termine tape mi cuerpo con una de las toallas, me fui a mi dormitorio para vestirse, volviendo a la cocina para hacer los dos desayunos, pero esta vez mi hermana no se levantó. Preocupada fui a su dormitorio, viendo como dormía, así que me marché despacio de su dormitorio para no despertarla, tomé solo el café, cogi mi bolso y me marché a la casa de Carla, la vecina. en la puerta toqué al timbre, abriéndose ella ya vestida y preparada para ir a mi casa.
— Buenos días Carla, le he preparado el desayuno a mi hermana, pero sigue durmiendo
— No te preocupes Sofía, estaba cansada, anoche vi por la ventana que tu amiga se marchó tarde de tu casa — me dijo
— Si es cierto, bueno yo me marcho ya, si me necesitas sabes que me puedes llamar por teléfono — respondí
Después de hablar con mi vecina, me marché hacia la calle donde ya me esperaba mi amiga dentro de su coche, llegamos al parking del hotel bajando las dos del vehículo cruzandonos con nuestras compañeras, nos fuimos las cinco hasta el ascensor de servicios para subir hasta donde estaba el cuarto de la limpieza, para cambiarnos de ropa y recoger nuestros carritos de limpieza
— ¿Dónde os fuisteis el sábado? cuando salimos ya no estabais en el club — nos dijo Viki
— Nos marchamos en cuanto nos arreglaron el cuerpo, que hombres, ay si encontrara uno asi me casaba con él en cuanto me lo pidiera — dijo Sandra haciendonos reir a las cuatro
Después de cambiarnos de ropa, cogimos cada una nuestro carro acercándonos hasta los ascensores de servicio, subimos a uno de ellos, bajando cada una en la planta que le tocaba — Buenos dias ragazza — me dijo Mario, el hombre que tenia unos preciosos ojos de color verde — Buenos días señor, ¿qué tal estuvo la fiesta? — pregunté — Sofía no me digas señor, y la fiesta supongo que fue bien, yo me marche a tomar una copa a un club — Bueno tengo que empezar a trabajar, si no el jefe me puede regañar — le dije — ¿Esta noche tomamos la copa? — me dijo — ¿Va a seguir pidiéndolo hasta que le diga que sí? — pregunté — Como veras soy muy insistente y no dejare de decirtelo hasta que consiga, escucharte decir por tu linda boquita que si — Está bien, ¿cuando salga de trabajar, le parece bien? — Me parece bien, pero Sofía tutéame por favor — me dijo Mario con esa bonita sonrisa ladina que ponía Nada más entrar en la primera habitación para limpiarla, me di cuenta de que se habían dejado lo
Pasamos una tarde maravillosa, Mario me contó anécdotas suyas y yo también riéndonos los dos como hacía tiempo que no me reía, pero todo lo bueno se acaba y cuando nos dimos cuenta del reloj, era ya casi la medianoche. Nos levantamos los dos de los sillones marchandonos hacia su coche, subimos los dos y dando mi dirección a Mario me llevó hasta mi casa, aparcando su vehículo enfrente de la portería de mi edificio, bajandonos los dos del coche— Bueno me tengo que marchar, gracias por esa copa lo he pasado muy bien — le dije— Yo también lo he pasado bien contigo, ¿quedamos el sábado para cenar? — me preguntó— No lo siento, no puedo de verdad, — respondí— Sofía ¿estás casada? — preguntó muy serio— No qué va, pero tengo cosas que hacer y que me obligan a estar en mi casa todo el tiempo posible— le dije— Comprendo, bueno pues nos veremos entonces mañana en el hotel — me dijo, Pero Mario rodeo mi cintura con su brazo acercándome a su cuerpo todo lo que pudo, nos quedamos los dos mirá
Desayunamos las dos esperando a Carla nuestra vecina, quien era la que la iba a acompañar al hospital, cuando ya llego, cogi mi bolso, abrace a mi hermana y a Carla marchandome a la calle, donde Sandra ya me esperaba dentro de su coche— Cuando lleguemos voy a hablar con el jefe, necesito estar con mi hermana hoy — le dije— Sabes que se lo cobrará ¿no? — me dijo Sandra— Ya lo sé, pero es mi hermana, me da lo mismo lo que haga ese baboso conmigo, pero no dejaré que mi hermana se muera — respondíNada más aparcar Sandra el coche en el parking, bajamos viendo a Mario en la puerta de los ascensores, Sandra y yo nos acercamos hasta donde él estaba sonriendonos.— Buenos días señoritas, Sofia te estaba esperando, el sábado fui al club donde vais siempre y no te vi, ¿estabas enferma? — me preguntó— No Mario, gracias por preguntar, pero no estaba con ánimo de salir — le dije— ¿Vas mucho tu por ese club? — preguntó mi amiga— No, pero llevo dos sábados llevando a un amigo mío a ese club y
Nos quedamos Claudia y yo sentadas dentro de la sala poniendo mi silla al lado de la cama donde estaba mi hermana tumbada esperando las dos a que terminaran de ponerle la quimio a mi hermana, cuando Claudia recibió una llamada teniendo que marcharse del hospital. Ya estaba casi todo oscuro, cuando una ambulancia mandada por el doctor que atendió a mi hermana, nos llevó a nuestra casa, nada más llegar, entre en la cocina para hacer algo de comer, pero escuchar los vómitos que mi hermana tenía a causa de la quimio que le pusieron, hicieron que desistiera de hacer de comer para las dos. Me pasé toda la noche sin dormir, sentada en una silla al lado de su cama, despertandome el timbre de mi casa, cuando abri la puerta vi a Claudia detrás de la puerta de pie sonriendo.— ¿Cómo está Julie? — preguntó— Ahora está dormida, yo me voy a dar una ducha y me marcho al trabajo, no he dormido casi nada — le dije— Mientras Julie tenga quimio, dile a tu jefe que te de las vacaciones que no has disfr
Cuando estaba ya en el cuarto de la limpieza, saque de mi bolso mi móvil, marque el número de Claudia contestandome ella al tercer toque— Dime Sofia, ¿estás bien cariño? — me preguntó— Yo si Claudia pero y mi hermana ¿como esta? — pregunte— Ay esta tumbada en la cama y con sus vómitos, pero está bien, he conseguido que se tomara una infusión — me dijo— Gracias por tu ayuda Claudia, no se que haria si no te tuviera a mi lado — respondí— No te preocupes cariño, hasta que no vuelvas a casa no me moveré de su lado — me dijo— Esta bien Claudia, si puedo luego te vuelvo a llamar otra vez — le dije terminando la llamada— ¿Algún novio? — escuche detrás de mí la voz de Mario— No, qué va, pero por cierto ¿estabas escuchándome? — le dije sonriendo— No todo, solo las ultimas frases que has dicho — me dijo— Bueno tengo que seguir trabajando — le dije, ya que Mario bloqueaba la puerta con su escultural cuerpo— Sofía yo quisiera decirte que, me gustas mucho y quisiera saber que te pasa, ¿
Me marche del despacho de mi jefe, acercandome a donde estaban los ascensores para bajar al parking, ya que mi amiga Sandra me estaba esperando en su coche, salió del ascensor, acercandome a donde estaba mi amiga, viendo que estaba hablando con ella Mario.— Hola ¿nos vamos ya? — le pregunté a mi amiga— Chica que rápido ha sido esta vez, — me dijo con sarcasmo Sandra—Sofia por favor, me gustaría que aceptaras cenar conmigo esta noche, si tu quieres claro — me dijo Mario— Lo siento de verdad Mario, pero no puedo, mañana nos vemos, adios — le dije— Sofía no me conformo, necesito hablar contigo, si no puedes cenar conmigo, vamos a tomar una copa ahora — me dijo, cogiendo mi brazo con su mano— No Mario, y por favor, nunca más te acerques a mí mientras esté trabajando por favor — le dije subiendo al coche de mi amiga Sandra.Sandra arrancó su coche, marchandonos del parking del hotel con dirección a mi casa— ¿Qué quería de ti, ese baboso de John? — preguntó mi amiga— Hacer un trato
Cuando baje del ascensor, me acerque hasta el cuarto de la limpieza donde nos cambiábamos de ropa, viendo todavía dentro a mis compañeras de trabajo acercándose mi amiga Sandra a mi que cogiendo mi brazo con su mano, me llevó con ella fuera del cuarto.— El italiano ese, está loco por ti, ¿has pensado ya lo que te dije ayer? deja las dichosas pastillas, tiratelo y dile luego que estas embarazada — me dijo— Creo que el no dormir bien, te ha trastocado un poco Sandra — le dije riendo— Tu si que estas trastocada, por dejarte manosear por ese cerdo Sofía — me dijo mi amigaMe solté del agarre de mi amiga, entrando otra vez en aquel cuarto para ponerme el uniforme de limpiadora, una vez que ya estaba vestida, cogi mi carro marchandome al pasillo para coger el ascensor que me llevaba a la planta. Una vez que ya estaba en planta, abri la puerta de la primera habitación para limpiarla, cuando escuche a mi jefe detrás de mí— Hola Sofia ¿te has pensado ya la respuesta? las facturas se amonto
Me fui de aquella habitación a la parte donde estaban los ascensores, subí a uno bajando a la planta donde estaba el cuarto de la limpieza, deje el carro, me quite el uniforme poniendo seguidamente mi ropa, cogí mi bolso marchandome de aquel cuarto hacia los ascensores para bajar al parking, donde John mi jefe ya me estaba esperando, acercandome a su coche, me di cuenta de que Mario estaba sentado en su automóvil, me acerque al coche de mi jefe, abriendo el la puerta para que yo me sentara, sentandose él en el asiento del conductor, marchandonos del parking del hotel, hacia la casa donde vivía mi jefe.— Quítate las bragas, me gusta tocar sin estorbos — me dijo— ¿No puedes esperar a que lleguemos a tu casa? — le pregunté— Nadie te va a ver, el garage de mi coche, lleva directamente a mi apartamento y ahora haz lo que te he dicho, quiero oler la esencia de lo que esta noche va a ser mio — me dijoUna vez que me quité las bragas, Jhon me las quitó de la mano, llevándolas con su mano a