Hoy es el cumpleaños de mi mejor amiga y compañera de trabajo, trabajamos de día en el mejor hotel de Nueva York, limpiamos las habitaciones, y todo aquello que el jefe nos mande hacer, trabajamos entre ocho y diez horas diarias y aunque no nos pagan mucho, por lo menos nos da para pagar facturas, el alquiler y para poder comer todo el mes. Yo tengo una hermana mayor que yo dos años , que está muy enferma y las facturas del médico a veces se me acumulan, por eso de vez en cuando tengo que hacer horas extras en el hotel, aunque mi amiga se enfada conmigo, porque a veces las horas extras que hago, no es limpiando precisamente, si no que mi jefe me obliga a estar disponible para el dos veces por semana. No soy ninguna puta, Mi hermana y yo nos quedamos huérfanas muy jóvenes, mi padre era albañil y murió cuando estaba trabajando en una obra y cayó de un andamio de trece pisos de altura, mi madre murió un año después, sin razón alguna quedandome yo a cargo de mi hermana, de la casa y de todas las facturas que conlleva su enfermedad, pero si quiero seguir cuidando a mi hermana tengo que hacerlo o nos veremos viviendo en la calle, mi hermana tiene leucemia y aunque ha habido varios donantes de médula, siempre acaba su cuerpo por rechazarlas. En el cumpleaños de mi amiga, nos fuimos cinco compañeras del hotel a un Club que le llamaban LA TENTACIONE, que según ellas, era un club selecto donde se iba a tomar una copa y si se presentaba conocer a algún hombre guapo, pues no pasabamos la noche solas, pero cuando entramos las cinco al local y nos dieron unas máscaras, intente marcharme de allí ya que no sabía muy bien para qué eran esas máscaras, pero mis compañeras me cogieron de los brazos para evitar que me fuera
— Dejarme, no quiero estar aquí, esto parece otra cosa de la que me habéis hecho creer que era — les dije
— Callate y entremos, lo vamos a pasar de miedo — dijo Alicia
Nada más entrar, nos pusimos las máscaras y nos acercamos hasta la barra del bar para pedir nuestras bebidas, con ellas en las manos nos dimos cuenta de que había una mesa libre, nos acercamos sentandonos en los cómodos sillones que había alrededor. Minutos después de llegar nosotras, tres de mis compañeras se levantaron de los sillones desapareciendo de entre la multitud, acercándose a la mesa donde estábamos mi amiga y yo, una mujer esbelta, de pelo color rubio y muy alta
— Hola, me llamo Karla y soy la encargada de TENTACIONE, es la primera vez que os veo por este club, aquí dentro nunca se dan los verdaderos nombres, ¿como os tendré que llamar a vosotras? — nos dijo
— Bueno la verdad que no lo hemos pensado aún, ¿tenemos tiempo? — preguntó mi amiga Sandra
— Si claro, bueno a ti te llamaré Bella, ya que hay un caballero que le gustaría conocerte y tiene acento italiano, ¿me sigues por favor? — me dijo a mi
— No gracias, no busco una relación — respondí
— Venga no seas así, eres joven y necesitas una noche loca, vamos Sofía animate — me susurró mi amiga en el oído
— Vale, pero esperame aqui, no me dejes sola que ahora mismo vengo en cuanto aclare esta situación con ese hombre — le contesté
Me levanté del sillón y segui a aquella mujer, subimos unas escaleras donde se veian perfectamente un pasillo largo con varias puertas cerradas, abrio una de esas puertas, entrando las dos a un cuarto donde habia una cama redonda dentro con sabanas rojas, un mueble con varios cajones y la luz era tenue de color tambien rojo
— Espera aquí bella, ahora mismo viene tu acompañante y espero que lo pases bien ya que me gustaría que volvieras a mi local — me dijo la mujer marchandose de aquel cuarto.
Estaba mirando los cajones de aquel mueble que había en la habitación, cuando escuche abrirse la puerta del cuarto, vi entrar a un hombre muy alto, bien vestido, que se estaba acercando hasta donde yo me encontraba.
— Buenas noches ragazza — me dijo aquel hombre
— Buenas noches caballero, creo que aquí ha habido una confusión, yo no busco una relacion con ningun hombre — le dije, escuchando cómo reía
— Yo tampoco busco una relación, solo pasar un buen rato con una bonita mujer y cuando te he visto entrar en el club, me has gustado mucho y me gustaria conocerte y hacerte feliz con mis caricias — me dijo, apartando mi pelo de mi cuello, haciendo sentir con su beso la calidez de su boca.
No dijimos nada más, el desconocido, desabrocho mi vestido haciendo que este cayera solo al suelo, haciendo que mi piel se erizara con el toque de sus manos, besó mi cuello, mis hombros, rozo con sus dedos mis pezones poniendose duros enseguida
— Eres bellissima ragazza, dejame absorber tu perfume de mujer y te prometo que te acordarás siempre de mi — me dijo
Me tumbo en la cama quitandome ese hombre mi tanga guardandoselo en el bolsillo de su pantalon despues de oler mi tanga, se tumbo a mi lado, haciéndome el amor como jamas soñe que se podría hacer, me hizo suplicar, me hizo gritar de placer y de dolor, pero lo que más me hizo es dejarme exhausta hasta pensar que me iba a morir, por los orgasmos que tuve con sus dedos y con su boca en mi sexo, marchandose el hombre despues de que me dejara medio dormida en la cama. Poco después de que el desconocido se marchara del cuarto, se volvió a abrir la puerta entrando en el cuarto Karla, la encargada.
— Hola ¿qué tal estás? — me preguntó
— Muy bien pero dime ¿quién era ese hombre?, me ha dejado exhausta — le dije
— No te lo puedo decir, todo aquí es privado, por eso llevais esas máscaras, si deseas ducharte, hay unos baños aquí al lado — me dijo
— Gracias Karla, sí que deseo ducharme, ese hombre me ha echo sudar y mucho — le dije sonriendo
Una vez que las cinco amigas nos volvimos a reunir en la barra del bar, nos marchamos del club, devolviendo las máscaras a la chica que había en la entrada y que nos lo dio nada más entrar, ya en la calle nos fuimos todas a donde estaban aparcados los coches de las dos compañeras, fijándonos mi amiga y yo, de que había un coche de alta gama aparcado enfrente del club, con un hombre dentro aunque no pudimos distinguir mucho ninguna de las dos su rostro, ya que no se veía mucho con unas simples luces de neón que tenía el club. Mi amiga y yo nos despedimos de las tres compañeras de trabajo, subiendo todas a los coches, marchandonos de aquel lugar.— ¿Qué te ha parecido el bombón que te ha elegido? — me preguntó mi amiga— Casi muero de placer Sandra, que manos, que lengua, que de todo — respondí— Entonces volveremos otro día, por lo menos no ha sido el baboso de nuestro jefe — me dijo— Sabes que si no hago lo que me pide john aunque me de asco, estoy despedida y las facturas no se pag
Cuando llegue hasta la puerta del despacho de mi jefe, toque con los nudillos esperando a que me diera paso,— Adelante — lo escuche gritar— Dígame que desea, tengo mucho trabajo hoy — le dije viendo como se acercaba hasta donde yo estaba— Túmbate en mi mesa boca abajo y levantate la falda, te necesito Sofía — me dijoHice lo que me pidió, escuchando como se ponía el preservativo e introduciendo su miembro dentro de mí, apartando a un lado mis bragas, moviéndose mientras me clavaba los dedos en mis caderas para poder hacer fuerza penetrando desde atrás, cuando ya se corrio, se quito el preservativo tirandolo al cubo de basura y recomponiendo su ropa— Esta semana quiero verte tres veces mas, te pagaré el doble si me haces una felación — me dijo— No se hacerla, nunca se la he hecho a ningún hombre, — respondí— Yo te enseñare como se hace preciosa, sigue así de dócil conmigo y no te faltará trabajo para cuidar de tu hermana, ya te puedes marchar de aquí puta — me dijoSalí de su des
Le di un beso a mi hermana marchandome de mi casa a la calle donde ya me esperaba mi amiga sentada en su coche. Llegamos casi al mismo tiempo las cinco compañeras al club, ya que íbamos en dos coches distintos, aparcaron los vehículos bajando las cinco. Entramos en el club, dándonos una señorita las máscaras, nos las pusimos y entramos en el local dirigiéndonos a la barra para pedir algo de beber.— Hola buenas noches, me alegra volver a veros por mi club, — nos dijo Karla la encargada— Hola Karla, hoy necesito el jacuzzi antes de conocer a mi desconocido — le dijo Sandra— Sabes que enseguida te llevo, pero hay un caballero que quiere conocerte Bella, precisamente aquel hombre que ves sentado en el fondo con una copa en su mano — me dijoMe quede mirando al hombre que Katia me señalo, viendo unos preciosos ojos de color verde y una preciosa sonrisa en su boca, levantando su copa hacia donde estabamos— ¿Qué me dices? ¿Vamos a la habitación? — me preguntó Karla— Si ¿por qué no? la ú
Después de cambiarnos de ropa, cogimos cada una nuestro carro acercándonos hasta los ascensores de servicio, subimos a uno de ellos, bajando cada una en la planta que le tocaba — Buenos dias ragazza — me dijo Mario, el hombre que tenia unos preciosos ojos de color verde — Buenos días señor, ¿qué tal estuvo la fiesta? — pregunté — Sofía no me digas señor, y la fiesta supongo que fue bien, yo me marche a tomar una copa a un club — Bueno tengo que empezar a trabajar, si no el jefe me puede regañar — le dije — ¿Esta noche tomamos la copa? — me dijo — ¿Va a seguir pidiéndolo hasta que le diga que sí? — pregunté — Como veras soy muy insistente y no dejare de decirtelo hasta que consiga, escucharte decir por tu linda boquita que si — Está bien, ¿cuando salga de trabajar, le parece bien? — Me parece bien, pero Sofía tutéame por favor — me dijo Mario con esa bonita sonrisa ladina que ponía Nada más entrar en la primera habitación para limpiarla, me di cuenta de que se habían dejado lo
Pasamos una tarde maravillosa, Mario me contó anécdotas suyas y yo también riéndonos los dos como hacía tiempo que no me reía, pero todo lo bueno se acaba y cuando nos dimos cuenta del reloj, era ya casi la medianoche. Nos levantamos los dos de los sillones marchandonos hacia su coche, subimos los dos y dando mi dirección a Mario me llevó hasta mi casa, aparcando su vehículo enfrente de la portería de mi edificio, bajandonos los dos del coche— Bueno me tengo que marchar, gracias por esa copa lo he pasado muy bien — le dije— Yo también lo he pasado bien contigo, ¿quedamos el sábado para cenar? — me preguntó— No lo siento, no puedo de verdad, — respondí— Sofía ¿estás casada? — preguntó muy serio— No qué va, pero tengo cosas que hacer y que me obligan a estar en mi casa todo el tiempo posible— le dije— Comprendo, bueno pues nos veremos entonces mañana en el hotel — me dijo, Pero Mario rodeo mi cintura con su brazo acercándome a su cuerpo todo lo que pudo, nos quedamos los dos mirá
Desayunamos las dos esperando a Carla nuestra vecina, quien era la que la iba a acompañar al hospital, cuando ya llego, cogi mi bolso, abrace a mi hermana y a Carla marchandome a la calle, donde Sandra ya me esperaba dentro de su coche— Cuando lleguemos voy a hablar con el jefe, necesito estar con mi hermana hoy — le dije— Sabes que se lo cobrará ¿no? — me dijo Sandra— Ya lo sé, pero es mi hermana, me da lo mismo lo que haga ese baboso conmigo, pero no dejaré que mi hermana se muera — respondíNada más aparcar Sandra el coche en el parking, bajamos viendo a Mario en la puerta de los ascensores, Sandra y yo nos acercamos hasta donde él estaba sonriendonos.— Buenos días señoritas, Sofia te estaba esperando, el sábado fui al club donde vais siempre y no te vi, ¿estabas enferma? — me preguntó— No Mario, gracias por preguntar, pero no estaba con ánimo de salir — le dije— ¿Vas mucho tu por ese club? — preguntó mi amiga— No, pero llevo dos sábados llevando a un amigo mío a ese club y
Nos quedamos Claudia y yo sentadas dentro de la sala poniendo mi silla al lado de la cama donde estaba mi hermana tumbada esperando las dos a que terminaran de ponerle la quimio a mi hermana, cuando Claudia recibió una llamada teniendo que marcharse del hospital. Ya estaba casi todo oscuro, cuando una ambulancia mandada por el doctor que atendió a mi hermana, nos llevó a nuestra casa, nada más llegar, entre en la cocina para hacer algo de comer, pero escuchar los vómitos que mi hermana tenía a causa de la quimio que le pusieron, hicieron que desistiera de hacer de comer para las dos. Me pasé toda la noche sin dormir, sentada en una silla al lado de su cama, despertandome el timbre de mi casa, cuando abri la puerta vi a Claudia detrás de la puerta de pie sonriendo.— ¿Cómo está Julie? — preguntó— Ahora está dormida, yo me voy a dar una ducha y me marcho al trabajo, no he dormido casi nada — le dije— Mientras Julie tenga quimio, dile a tu jefe que te de las vacaciones que no has disfr
Cuando estaba ya en el cuarto de la limpieza, saque de mi bolso mi móvil, marque el número de Claudia contestandome ella al tercer toque— Dime Sofia, ¿estás bien cariño? — me preguntó— Yo si Claudia pero y mi hermana ¿como esta? — pregunte— Ay esta tumbada en la cama y con sus vómitos, pero está bien, he conseguido que se tomara una infusión — me dijo— Gracias por tu ayuda Claudia, no se que haria si no te tuviera a mi lado — respondí— No te preocupes cariño, hasta que no vuelvas a casa no me moveré de su lado — me dijo— Esta bien Claudia, si puedo luego te vuelvo a llamar otra vez — le dije terminando la llamada— ¿Algún novio? — escuche detrás de mí la voz de Mario— No, qué va, pero por cierto ¿estabas escuchándome? — le dije sonriendo— No todo, solo las ultimas frases que has dicho — me dijo— Bueno tengo que seguir trabajando — le dije, ya que Mario bloqueaba la puerta con su escultural cuerpo— Sofía yo quisiera decirte que, me gustas mucho y quisiera saber que te pasa, ¿