Es la segunda vez que Nas intenta escapar, y ésta vez se encuentra más nerviosa que en la anterior.Por supuesto porque no está bajo las mismas circunstancias, en ésta ocasión está siendo arrastrada de la mano por un joven a quien pensándolo bien, le aterra meter en problemas.No les fue difícil llegar al ascensor, era extraño que no hubiesen hombres vigilando por ningún lado, quizás las cosas estaban a su favor, o tal vez, era todo lo contrario...Erick se quita el saco y se lo coloca por encima de los hombros.—Para que no llames demasiado la atención—le informa—al salir de aquí, irás directamente al auto que te voy a indicar, yo distraeré a los guardias para que no te vean subir, entra en la parte trasera y acuéstate completa, te alcanzaré en un par de segundos.No tuvo chance ni de responderle, cuando terminó de darle los detalles de su plan, las puertas se abrieron. Erick señaló un deportivo plateado, y después de tomar caminos separados, ella avanzó intentando cubrirse con los
A Nas le cuesta respirar, todo pasó tan rápido que no logra comprender que fue lo que sucedió...Permanece dentro del auto y se sobre salta cuando ve a un hombre asomarse a la puerta que continuaba abierta. Se trata de Teo, la mano derecha de Dominik.—Aqui está jefe—dice en voz alta y después extiende su mano para ayudarla a salir del auto.Y sí que cambian las cosas de un instante para otro, hace unos minutos estaba desesperada por no ser encontrada, y ahora se haya aliviada de que la atraparan en pleno "escape".Al salir del deportivo, se acomoda como puede el vestido rasgado y mantiene la mirada clavada en el piso, llena de vergüenza por la situación.Escucha unos pasos acercarse lentamente hasta detenerse frente a ella, y aunque solo logra ver unos costosos zapatos, sabe a quien le pertenecen.—Levanta la cara—le ordena Dom, en un tono extrañamente apacible, y ella no obedece, así que él la toma del mentón y la obliga a hacerlo.Sus oscuras pupilas la detallan cuidadosamente, obs
—No entiendo por qué acepté venir contigo a éste lugar!—Le grita Nastacy a Rachel, cerca del oído—¡La música está demasiado alta!—¡Boba, es una discoteca, ese es el volumen adecuado!—Responde su prima—¡Vamos a beber hasta perder el conocimiento!—¡Voy a quedar sorda!, ¡Y recuerda que la academia nos tiene prohibido ingerir alcohol!Se le acerca y le pregunta al oído—¿Ves a alguien de la academia por aquí?, pues no, así que ¡relájate!, no todos los días se está de cumpleaños, ¡Vinimos a celebrar, a divertirnos!—La empuja por los hombros para acercarla a la barra y le insiste para que tome un trago de vodka.Como era el cumpleaños número veinte de Rachel, la morena convenció a su prima para celebrar en una discoteca, únicamente ellas dos, aunque su verdadera intención, era encontrar a un chico guapo para llevarlo a casa y que la noche terminara con broche de oro. Mientras transcurre el tiempo, y luego de un par de tragos, Nastacy empieza a relajarse, ya no se siente tan tensa, incluso
—¿Cuánto tiempo falta para llegar al jodido lugar? —Le pregunta Dominik a su chofer, mientras observa el reloj en su muñeca—Tengo una reunión de negocios en una hora.—Un par de minutos jefe, ya casi llegamos.Deja salir un suspiro nasal.—Al imbécil de Petrov, le fascina hacerme perder el tiempo.—Ya llegamos—Le informa el chofer.Dominik arregla su corbata y se colocó unos lentes oscuros antes de bajarse del auto. Camina unos cuantos pasos y es seguido por diez de sus guardaespaldas, quienes venían en otros autos, justo detrás del de él.“¿Qué es este basurero?” —Pensó el pelinegro torciendo los labios, al ver el lugar al que Petrov lo había citado.Era un galpón antiguo, a simple vista abandonado, excepto por los dos hombres que estaban parados junto a la oxidada puerta. —El señor Dominik está aquí—Informa uno de ellos, tocando un auricular en su oreja, y a los pocos segundos dice—El jefe ha dicho que pasen—Empuja la puerta con una sola mano.—Espero que no me hayas hecho perder e
Se suben a los autos tal como él lo indicó, y mientras avanzaban, Nastacy miraba al hombre por el rabillo del ojo.Él se quita los lentes oscuros, y al notarlo, ella gira su rostro para detallarlo ahora sin nada de disimulo. Siente su mirada encima y también voltea para contemplarse el uno al otro sin sonreír.A pesar de que no fueron miradas furtivas, tampoco denotaron una pizca de interés, eran miradas y ya, nadie podría definir que es lo que intenta descifrar él, en ella, ni que es lo que espera ella, de él, y de aquel intercambio…Dominik es de piel blanca, casi pálida, pómulos y mandíbula marcados, cejas con algo de espesor y un cabello negro tan oscuro como sus ojos. Le resultó tan atractivo y a la vez inquietante tanta perfección, alguien tan guapo y que este metido en ese tipo de negocios sucios, no puede estar nada bien de la cabeza.Lo escanea con un vistazo rápido y nota que va vestido elegante, para ella es obvio que tiene mucho dinero, lo que hizo que una de las frases de
Los autos se detuvieron en el estacionamiento de un lujoso edificio.Dominik al bajar le indicó a Marcus que llevara a la chica al piso tres, habitación dos, y este últimos sigue sus órdenes de inmediato.Entraron al lugar y se dirigieron hacia el ascensor, hasta detenerse en el tercer piso.Salieron y mientras iban caminando, la joven miraba hacia todas partes. Cada cosa a su alrededor era lujosa, y había tantos adornos como si de un museo se tratase, además todo estaba tan meticulosamente limpio, que podías ver tu reflejo en cada superficie.—Esta será tu habitación—Le indica el hombre abriendo una puerta—Quédate aquí hasta que el jefe te lo indique, ahí encontrarás ropa y productos de aseo personal. Cuando llegue la hora de la comida, te la traerán hasta aquí. ¿Comprendes todo lo que acabo de decir?—Ella se limita a asentir con la cabeza—Aquí solo hay tres reglas que debes saber: una, no le colmes la paciencia al jefe, es poco tolerante. Dos, no intentes escapar o habrá consecuenci
El cuerpo de Nastacy se sentía pesado, por más esfuerzo que hacía le costaba abrir los párpados, se sentía mareada, aturdida y sentía que era cargada y movida de un lugar a otro, sin ningún tipo de cautela."¿Que está pasando?, ¿Dónde estoy?—Gritaba en su mente.Escuchaba voces masculinas, y por más cuidado que ponía a las palabras, no comprendía nada de lo que decían, era otro idioma el que estaban hablando.Lentamente fue abriendo los ojos, y con su vista borrosa no alcanzaba a ver nada, todo estaba muy oscuro.—Nastacy—Susurro alguien cerca de ella, y rápido reconoció de quién se trataba.—¡Rachel, aquí estoy!—Shhhh—La calla—No hables tan fuerte para que no sepan que estamos conscientes, pueden volver a dormirnos—Su miedo al hablar era más que evidente, estaba alterada.—¿De qué hablas Rachel?, ¿Que está pasando?—Nos secuestraron Nas, el tipo que conocimos en la discoteca nos drogó, todo es mi culpa—Se le quiebra la voz—Lo siento tanto—Empezó a llorar.—Tranquila, todo va a estar
—¿Qué te pasa? —Preguntó Dominik con él ceño fruncido—¿Por qué gritas así? —La mataron, por mi culpa la mataron—Sollozo ella—La confundieron conmigo y por eso murió. Es la primera vez que él escucha su voz, y a pesar de estar quebrada por el llanto le pareció tan suave como el terciopelo. —Entonces, si puedes hablar—Suelta sus manos sin alejarse de ella y al notar el temblor de su cuerpo le dice—Fue una pesadilla, mejor cálmate. —No fue un sueño, ella murió por mi culpa. —Entonces olvídala, no sé de quién hablas, solo sé que no podemos hacer nada por los muertos, olvídate de ella y pasa la página. —¿Cómo me pides algo así? —Lo miró con rencor—¿No tienes corazón? —Claro que lo tengo, sirve para bombear sangre, no para guardar sentimientos inútiles... arrepentirte no te servirá de nada, no la vas a revivir con lágrimas. —Eres un... —Mucho cuidado con lo que vas a decir—La interrumpe, con una mirada intimidante, y se acercó tanto a ella, que la chica giró su rostro para evitar q