La mañana siguiente Grace e Izan, después de dejar a Dylan al cuidado de Candace y Noah nuevamente, se marcharon en dirección al departamento de Lohan, al llegar tras los respectivos saludos salieron encaminados al campo santo donde reposaban los restos de Nathalie. La verdad es que Grace se sent
Un año más tarde... La familia O'Farrell así como los McCartney, habían decidido ir en aquel viaje en el crucero, el majestuoso navío era una de las últimas adquisiciones de Izan, le encantaba pues rebozaba lujo y elegancia en cada rincón, había decidido nombrarlo como Grace, un reconocimiento al
Amores míos, quiero agradecerles enormemente por haberme acompañado en esta historia, bien saben cuánto los quiero y lo mucho que disfruto leer sus opiniones, así que si aún no has dejado tu reseña del libro, te invito a que la dejes en la parte externa del libro, eso me ayuda mucho a qué conozcan l
—Preferiría quedarme en casa— se quejó Grace— me aburré enormemente estar en un crucero, ya hemos ido a muchos— su hermana mayor la miró con desprecio, mientras que las miradas que llegaron por parte de sus padres no fueron muy alentadoras. Amelia, su madre, la miró reprobatoriamente, como si negarse fuese un pecado, mientras que la mirada de su padre era aún más severa. —Haz silencio, Grace— le ordenó el padre— no te he consultado nada, es una orden. Iremos al crucero porque somos invitados especiales, así que ve a hacer tu equipaje ahora mismo, porque mañana salimos a primera hora— Grace quiso rodar los ojos frente a su frustración, pero supo que sería aun mas cuestionada por aquel gesto, asi que decidió evitarlo. —Y procura comportarte— le advirtió su hermana mayor, Candace— en el crucero habrá lo mejor de lo mejor, de la alta sociedad, esfuérzate en no ridiculizarnos. Ian, estará con nosotros así que por una vez en la vida, no lo arruines. Ian Sullivan, el despreciable prometid
Grace, gimió de sorpresa ante el golpe que se llevó al chocar contra aquel extraño, lo miró con sus verdes ojos muy abiertos, aquel era un hombre mayor que ella, tenía una camisa blanca abierta hasta la mitad de su cuerpo, dejando al descubierto el amplio pecho, pantalones negros, una barba corta, que en algún tiempo fuera toda oscura, ahora tenía hebras grises, lo mismo sucedía con el cabello, sus labios gruesos, carnosos, una nariz perfecta y unos preciosos ojos azules que resaltaban en su bronceado rostro. Él era alto, muy alto, quizás más del metro ochenta, porque Grace con su metro sesenta y ocho centímetros, se sintió pequeña delante de él. —Yo... lo siento— tartamudeó. El universo parecía conspirar en su contra, no bastaba la discusión con su hermana y futuro cuñado, sino que ahora golpeaba a un extraño— no le ví, yo...—Hemos tropezado...— el hombre parecía estar ebrio, pero le regaló una espléndida sonrisa. —Venía distraída... lo siento, debo irme.— se giró para avanzar en
Dormía plácidamente, en aquella cama suave como una nube, cuando el silbido del crucero la sacó del mundo de los sueños, Grace abrió los ojos asustada y en un primer momento fue incapaz de reconocer en dónde se encontraba, hasta que los recuerdos de la noche anterior la golpearon con fuerza. "Demonios, no puede ser"No había dormido en su camarote, el sonido indicaba que habían atracado, pronto comenzarían a bajar del crucero, los invitados y su padre estaría furioso si no la veía con el resto de los pasajeros. Saltó fuera de la cama para vestirse, pero en cuanto sus pies tocaron el suelo, una punzada de dolor le atravesó, su intimidad palpitaba a causa del dolor y la incomodidad, pero no tenía tiempo para pensar, debía darse prisa, así que se vistió y se pasó las manos por el cabello, intentando estar lo más presentable posible, o al menos dar un poco de decencia a su imágen. Estaba por salir de aquel lujoso camarote, cuando se giró y se encontró con que su amante desconocido dormí
Tres meses... Tres largos meses habían transcurrido desde que la familia McCartney asistiera como invitados de honor a aquel crucero, tres eternos meses para Grace, quién como otras tantas mañana había despertado con mucho malestar, se sentía incómoda por las mañanas, se mareaba y la comida le provo
—¿Qué?, ¿Casarnos?— volvió a mirar a Noah, quién parecía muy tranquilo como si ya estuviese al tanto de la situación. ¿Quería decir que la única que no lo sabía era ella?—¡Yo no puedo casarme con él, ni siquiera le conozco, es primera vez que le veo!— intentaba guardar la compostura, pero estaba por tener una crisis de nervios. —No es tan malo— se escuchó la voz de Noah, Grace lo miró aturdida ante sus palabras —¿Cómo podía no ser "tan malo" casarse con un desconocido — soy un gran partido para cualquier dama— señaló con orgullo. —No lo dudo, Noah... no me malinterpretes, no se trata de ti, si no del hecho de que no nos conocemos. —Es suficiente, Grace— le recriminó su padre— Los O'Farrel son amigos de nuestra familia, Izan es un gran amigo, no de ahora, si no de hace mucho tiempo, crear una alianza fortalecida con el matrimonio de nuestros hijos, es perfecto. —¡Pero yo no quiero casarme!— dijo angustiada. —¿Por qué tengo que ser yo?—Porque así yo lo digo— aseveró su padre. —Pad