Mucho tiempo después
Kenia
Verles jugar me llenaba el corazón de amor. Desde que Bryan y Kevin habían nacido, la casa se había vuelto un total desastre. Sus padres eran muy protectores, siempre estaban muy pendientes de donde estaban y con quien. Mis hijos eran unos diablillos, cada uno era tan distinto, cada uno era la viva imagen de su padre. Bryan era blanco como una perla, su piel suave, su rostro perfectamente perfilado, tal como si un escultor lo hubiese creado. Sus ojos era lo que más amaba de mi hijo, con un hermoso color lila. Cuando se enojaba sus ojos se tornaban rojos, era en esas oportunidades donde sabían cuánto mis hijos controlaban a todos en casa.
Kevin por su parte, tenía la piel de un hermoso color almendra. Los ojos de verde esmeralda, como los míos. Era más alto que su hermano, a ca
Tenía una vida normal, con tan sólo veintiséis años, se podía decir que lo tenía todo. Estaba graduada en artes gráficas. Hace dos años tenía mi empresa, un pequeño negocio que me permitía vivir bien, tenía un departamento de soltera espectacular, con la vista más hermosa que se pudiera tener. Aún en mis días más oscuros esa vista me llenaba de esperanza y de ánimo a seguir. Por supuesto tenía unos padres que me habían apoyado en todo, son mis mejores amigos. Sólo faltaba algo importante, que según los libros, cuentos y novelas lo encuentras en cualquier lugar: amor.Nada es perfecto, podía tener todo lo que una chica pudiera desear. Porque mal no estoy, soy delgada, con la tez morena, diría chocolate. Mis ojos son verde militar, mi cara es hermosa, tanto así que ha servido para varias campañas publicita
La noche indicada, me vestí y arreglé. Estaba nerviosa, tenía desde mi adolescencia que no salía sola, siempre salgo con Hanna o mis padres. El ir sola me tenía estresada, nadie sabía a donde iba, ¿y si me pasaba algo malo? ¿Cómo me buscarían? En un momento me di cuenta que estaba saboteando y decidí arriesgarme. Conduzco emocionada hacia el sitio del club, realmente está lejos de la ciudad, casi una hora. Definitivamente este tiene que ser un sitio genial para que la gente venga tan lejos. Llego y la cola me quita el ánimo, pasare la noche en ella. Me acerco sin ánimo a la cola, prometiéndome que, si paso más de quince minutos aquí, me largo. De repente me tropiezo y casi caigo de boca.Cuando siento unos brazos fuertes que me sujetan por la cintura, impidiendo mi caída. Luego me voltea, encontrándome con el rostro más perf
BruceLa miraba alejarse, sintiendo como mi mundo se estuviera cayendo. Mi compañera, ¿Cómo podía ser posible?, llevo tantos años vivo, jamás encontré a alguien de mi especie, que lo hubiese encontrado. Más no hay duda que esta hermosa pastorcilla, es mi compañera. Ella sin embargo se muestra molesta y reacia a estar cerca de mí, no sé cómo lograr acercarme, no puedo dejar que se vaya sin más. ¿Qué posibilidades tendría de volver a verla?—Vaya, te la vas a comer con solo mirarla –dijo Keyla, una amiga de mi especie, que más que un vampiro, hoy parecía una bruja, voltee a verla. Hoy se veía hermosa con su disfraz de bruja, no pensé que le fuese esto de disfrazarse—No, es lo que crees –dije desanimado, mientras volvía mi vista a la pista de baile, para ver a mi hermosa
RyanEsta noche estaba ansioso, salí de la manada para ir al club, necesitaba distraerme. Al llegar, llegó hasta mí, un olor divino, un aroma a chocolate y caramelo, mi boca se hizo agua.Seguí el aroma hasta mitad de la pista de baile, allí estaba la mujer más hermosa que alguna vez había visto. Estaba disfrazada de pastorcilla, eso me generó mucha gracia, yo un lobo y ella disfrazada de pastorcilla, ¿dónde estarían las ovejas? Mis manos estaban ansiosas por tomarla, no había duda había encontrado a mi mate, mi corazón latía fuerte, podía sentir como mi lobo tomaba el control de mi racionalidad. En un momento la estaba tomando entre mis brazos, para luego besarla. Ese beso es lo mejor que me ha pasado, su sabor era tal cual su aroma a chocolate y caramelo. Me sentía como un niño en una caramelearía.Sin m
RyanMe sentía confundido, mi mate tiene dos posibles parejas. ¿Cómo podía pasar esto? Necesitaba hablar con alguien de confianza, no podía hablarlo con cualquiera, si llega a oídos de la manada, podría dañar la imagen de la futura Luna. Podría creer que es una mala influencia para la manada, eso no me conviene, hablaré con mi hermano quien también es el Beta de la manada. Puedo confiar en su discreción y buenos consejos. He estado tan metido en mis pensamientos que he llegado a la aldea sin darme cuenta. Estaciono en mi casa, mi hermano vive junto a su esposa en ella. Por ser el Beta debe estar en el mismo emplazamiento que el Alfa, por cualquier emergencia.Entro pensando en toda la situación, posibles soluciones. ¡Dios! Estoy muy confundido. Camino a mi despacho me encuentro con Serenity, ella es la esposa
Llego a la puerta de mi habitación y su aroma inunda mis fosas, Lauren. Ella ha sido lo más cercano a una mate, desde hace dos años tenemos una relación. Cuando nos conocimos, nos caímos bien. Ella es una mujer fuerte, con carisma. Es líder, algo que una Luna debe tener. Su cuerpo es divino. Es una mujer alta, de contextura gruesa. Es un pecado mirarla, sus senos podrían alimentar a toda una manada. Es dura, no se amilana ante nada. Sabe defenderse.En su momento era perfecta para mí. Ambos decidimos que no íbamos a permitir que la naturaleza controlara nuestros destinos. Sabíamos que no éramos la pareja escogida para el otro, por la naturaleza; pero nos gustamos, había química entre los dos. Y antes de esta noche llegue a creer que la amaba, soy con ella como sería con un mate, posesivo y sobreprotector. Nuestra relación es tan fuerte que la manada cree que ella es mi mat
KeniaSus besos son dulces, me transportan a lugares calientes y agradables. Sus manos recorren mi cuerpo, mientras su boca hace un camino de placer por todo mi cuerpo, no puedo creer que esté a punto de dejar que un extraño haga conmigo lo que desee. Tampoco creo poder negarme. Sus ojos azul cielo me miran con deseo ardiente, sus manos son grandes y fuertes, podría matarme con solo una mano. Es tan alto podría asegurar que mide dos metros, quizás más. Me sonríe dulcemente, esperando mi respuesta a su pregunta silente.Soy tan pequeña a su lado, que debo ponerme en puntillas para alcanzar su boca, aun así, solo llego a su barbilla, él sonríe travieso y baja un poco su rostro para darme acceso a sus labios. Me pierdo en ellos, mi cuerpo pide su tacto, algo que no tarda en llegar. Al estar en pijama es fácil el acceso. Toma
A las doce tal como prometió, aparece como un ángel en la puerta de mi oficina. Descolocándome nuevamente, el solo verle me enciende, algo que nunca me había pasado con nadie. No sé cómo seré capaz de controlarme, para no intentar violarlo. Me sonríe con picardía, casi como si supiera lo que pienso y enseguida me sonrojo.—¿Nos vamos? –pregunta desde la puerta. A lo que yo solo me resigno a intentar sobrevivir esta única hora y luego correr lo más lejos posible de él. Me levanto tomo mis cosas y me dirijo a la puerta donde lo rodeo ya que no se va quitar. Él espera a que pase y luego siento, como su brazo me toma con posesión por la cintura, haciéndome gemir involuntariamente. ¡Dios! Esto va ser duro.Caminamos dos cuadras de mi oficina, él me indica un pequeño local italiano. Me emociono, la comida italiana es mi favorita. Ent