Lauren
¿Por qué esta él aquí? Mi alma está rota, no puedo anclarle a vivir separado de mí mientras mi destino se decide. Él no merece esto. Es un buen hombre. Con la poca fuerza que me queda, le grito, lo humillo esperando que se vaya herido y más nunca regrese. Sin embargo, tiene un efecto extraño en él. Con rabia me comienza a besar. Intento resistirme, no quiero que mi loba se adueñe de mí. Ella sabe que él le pertenece. No puedo permitir que nuestra unión se lleve a cabo. Nunca me va a perdonar una vez que me conozca y sepa todo lo que he hecho. Y si eso no lo aparta, mi infidelidad sí que lo hará.
Mis pocas fuerzas me abandonan, ya no puedo ser capaz de repelerle. Me entrego al beso, mi loba toma el control de mi cuerpo, lo reconoce sabe que él está aquí. Mis colmillos
LaurenGarras salen de mis manos, con ellas rompo todo obstáculo que exista entre su piel y la mía. Siento su excitación, sus manos recorren mi cuerpo. Se detiene en un punto, le miro expectante.—Tu herida − me mira asombrado. La herida que hasta hace poco sangraba, ha desaparecido. Sin duda el proceso de unión ha dado inicio − ya no está.Pronuncia, mirándome a los ojos. Me asusta de pronto pensar que pueda irse. Sin mediar palabras, vuelco su cuerpo dejándolo debajo de mí. Mi loba esta excitada necesita sentirle, me asusta pensar que pasara luego de esto. Sin embargo, ya no tengo opciones, él vino hacia mí.Mi boca recorre su cuello, veo mi marca sobre él. Mis manos se adueñan de las suyas, anclándolo en la cama. Quiero tenerlo todo para mí, pronto nos embarcamos en una batalla de poderes. Sin duda
KeniaAbrí los ojos, la luz del día me hizo cerrarlos nuevamente. Tenía mucha hambre, mi cuerpo se sentía entumecido. No recordaba mucho, lo último en mi mente fue ella atacándome. No, estoy confundida. Ella me estaba salvando. ¡Dios! ¿Cómo puede ser posible? Ella me odiaba. Ahora casi muere, ¿por mí?Muchas emociones me invaden. Antes de recordarlo todo le había perdonado. Aun lo siento así, después de todo ¿de qué sirve guardar rencor?¿Cómo estará ella? De pronto siento la necesidad de verla, quiero conocerla, saber el porqué de mi ataque y el porqué de su cambio. Soy Luna, ella es parte de mi manada. Debo poder juzgarla dignamente y ayudarla. Mi deber con la manada ahora es vigilar por mantener la paz. Mis necesidades quedan derogadas.—¡Ah! Veo que ya te h
RyanObservo al consejo paranormal, han decidido el destino de todos los que participaron en el ataque. Mi preocupación principal es Lauren y Declan, aún están en su celo. Ellos se tienen uno al otro. ¿Qué pasara si deciden acabar con la vida de ella? Sentimientos encontrados se entremezclan en mi pecho. Lauren es parte de la manada, en cierto grado esta situación es mi responsabilidad. Nunca debí jugar con el puesto de la Luna.—Alfa, Príncipe − nos indica el anciano enano, mientras nos señala que nos sentemos. La realidad es que mi deseo es escapar, ir al bosque en mi forma animal y drenar tanta energía − se ha estudiado muchos aspectos de esta situación. Comenzaremos ya que la situación así lo amerita por Lauren. Quien en algún momento fungió como Luna, lo hizo tan bien que este grupo de hombres la sigui&o
LaurenCada palabra dicha, cada lagrima derramada me va dando calma y libertad, mi jurado me observa, llora conmigo. En algún punto en el que creo que voy a desfallecer, me toma las manos. Me siento tan sucia, ella es tan hermosa, por dentro y por fuera.Hablamos de todo, de mí, de ella. De nuestros sentimientos, descubrimos que nos parecemos mucho. Mis nauseas van y vienen y en el transcurso de nuestra conversación nos traen de comer. De pronto me siento famélica, esta pequeña vida absorbe todo de mí. Me siento asustada por él, por Declan, incluso por Kenia. No deseo que se culpe por mi muerte y la de mi bebe.Unos minutos tensos guardamos silencios, espero ansiosa me haga saber mi sentencia. He sido sincera, honesta y abierta. Ella lo merece y necesita. Mi temperatura para ser lobo disminuye, comienzo a temblar sé que nos acer
DeclanAun no salía de mi asombro, seria padre. Lauren se veía en paz. Mi mano inconscientemente se fue a su vientre. Me sentía asustado, mi vida cambiaria, debía hacer planes. Cambiar algunas cosas. Para mi sorpresa la Luna de la manada se veía igual o más feliz que la misma Lauren. Algo había cambiado, Lauren la veía con respeto y hasta admiración.El médico finaliza su chequeo, da sus recomendaciones y se retira. Le miro y mi corazón se exalta. Ella es lo más importante. Me mira con ilusión, mientras la Luna se retira, dándonos privacidad.—¿Cómo te sientes con esto? −dice temerosa, mientras una lagrima escapa de su ojo.—Nena −me acerco a la cabecera de la cama, y la coloco en mi pecho. Mientras mi mano explora sus cabellos −estoy muy feliz, ahora
RyanDesde que Kenia despertó sus cambios son muy notorios. Ella es más fuerte, tanto físico como mental. Es como si ella fuera un Alfa, me asusta pensar que ya no nos necesita.La observo mientras se calma luego de la escena de Lauren y Declan, jamás pensé que pudiese ser agresiva. Por poco acaba con la vida de Declan. Bruce y yo hemos estado hablando sobre cómo tratarla, ella ya no es más la Kenia humana. Y si debo aceptar que sus cambios comienzan asustarme.—¿Por qué me miras así? − dice Kenia, sorprendiéndome.—Es solo que estas muy cambiada − mi declaración la impresiona.—Lo sé, a mí también me está costando. ¿Crees que mi cambio pueda hacer que dejen de amarme? − pregunta volviendo hacer la Kenia de siempre. Haciéndome sentir un poco normal.<
Dos semanas después...RyanEstábamos reunidos el consejo paranormal, el padre de Bruce, su segundo, mi hermano, Bruce. Y por primera vez y es algo que aún no entendía, Kenia. El consejo paranormal había solicitado su presencia, eso nos había alertado a Bruce y a mí. ¿Por qué solicitaban su presencia?Durante dos horas se estuvo hablando sobre normas y leyes, dadas las nuevas condiciones, la unión de mi manada con el aquelarre. Una situación en la que el consejo paranormal estaba haciendo todo lo posible para que no terminara en un posible desastre y una nueva guerra. La situación me superaba, después de tanto tiempo en una misma posición, mi cuello lo estaba resintiendo. Siento las manos de Kenia sobre mis hombros, no me di cuenta el momento en el que se levantó.Comienza a masajear mi
Mucho tiempo despuésKeniaVerles jugar me llenaba el corazón de amor. Desde que Bryan y Kevin habían nacido, la casa se había vuelto un total desastre. Sus padres eran muy protectores, siempre estaban muy pendientes de donde estaban y con quien. Mis hijos eran unos diablillos, cada uno era tan distinto, cada uno era la viva imagen de su padre. Bryan era blanco como una perla, su piel suave, su rostro perfectamente perfilado, tal como si un escultor lo hubiese creado. Sus ojos era lo que más amaba de mi hijo, con un hermoso color lila. Cuando se enojaba sus ojos se tornaban rojos, era en esas oportunidades donde sabían cuánto mis hijos controlaban a todos en casa.Kevin por su parte, tenía la piel de un hermoso color almendra. Los ojos de verde esmeralda, como los míos. Era más alto que su hermano, a ca