Declan
Aun no salía de mi asombro, seria padre. Lauren se veía en paz. Mi mano inconscientemente se fue a su vientre. Me sentía asustado, mi vida cambiaria, debía hacer planes. Cambiar algunas cosas. Para mi sorpresa la Luna de la manada se veía igual o más feliz que la misma Lauren. Algo había cambiado, Lauren la veía con respeto y hasta admiración.
El médico finaliza su chequeo, da sus recomendaciones y se retira. Le miro y mi corazón se exalta. Ella es lo más importante. Me mira con ilusión, mientras la Luna se retira, dándonos privacidad.
—¿Cómo te sientes con esto? −dice temerosa, mientras una lagrima escapa de su ojo.
—Nena −me acerco a la cabecera de la cama, y la coloco en mi pecho. Mientras mi mano explora sus cabellos −estoy muy feliz, ahora
RyanDesde que Kenia despertó sus cambios son muy notorios. Ella es más fuerte, tanto físico como mental. Es como si ella fuera un Alfa, me asusta pensar que ya no nos necesita.La observo mientras se calma luego de la escena de Lauren y Declan, jamás pensé que pudiese ser agresiva. Por poco acaba con la vida de Declan. Bruce y yo hemos estado hablando sobre cómo tratarla, ella ya no es más la Kenia humana. Y si debo aceptar que sus cambios comienzan asustarme.—¿Por qué me miras así? − dice Kenia, sorprendiéndome.—Es solo que estas muy cambiada − mi declaración la impresiona.—Lo sé, a mí también me está costando. ¿Crees que mi cambio pueda hacer que dejen de amarme? − pregunta volviendo hacer la Kenia de siempre. Haciéndome sentir un poco normal.<
Dos semanas después...RyanEstábamos reunidos el consejo paranormal, el padre de Bruce, su segundo, mi hermano, Bruce. Y por primera vez y es algo que aún no entendía, Kenia. El consejo paranormal había solicitado su presencia, eso nos había alertado a Bruce y a mí. ¿Por qué solicitaban su presencia?Durante dos horas se estuvo hablando sobre normas y leyes, dadas las nuevas condiciones, la unión de mi manada con el aquelarre. Una situación en la que el consejo paranormal estaba haciendo todo lo posible para que no terminara en un posible desastre y una nueva guerra. La situación me superaba, después de tanto tiempo en una misma posición, mi cuello lo estaba resintiendo. Siento las manos de Kenia sobre mis hombros, no me di cuenta el momento en el que se levantó.Comienza a masajear mi
Mucho tiempo despuésKeniaVerles jugar me llenaba el corazón de amor. Desde que Bryan y Kevin habían nacido, la casa se había vuelto un total desastre. Sus padres eran muy protectores, siempre estaban muy pendientes de donde estaban y con quien. Mis hijos eran unos diablillos, cada uno era tan distinto, cada uno era la viva imagen de su padre. Bryan era blanco como una perla, su piel suave, su rostro perfectamente perfilado, tal como si un escultor lo hubiese creado. Sus ojos era lo que más amaba de mi hijo, con un hermoso color lila. Cuando se enojaba sus ojos se tornaban rojos, era en esas oportunidades donde sabían cuánto mis hijos controlaban a todos en casa.Kevin por su parte, tenía la piel de un hermoso color almendra. Los ojos de verde esmeralda, como los míos. Era más alto que su hermano, a ca
Tenía una vida normal, con tan sólo veintiséis años, se podía decir que lo tenía todo. Estaba graduada en artes gráficas. Hace dos años tenía mi empresa, un pequeño negocio que me permitía vivir bien, tenía un departamento de soltera espectacular, con la vista más hermosa que se pudiera tener. Aún en mis días más oscuros esa vista me llenaba de esperanza y de ánimo a seguir. Por supuesto tenía unos padres que me habían apoyado en todo, son mis mejores amigos. Sólo faltaba algo importante, que según los libros, cuentos y novelas lo encuentras en cualquier lugar: amor.Nada es perfecto, podía tener todo lo que una chica pudiera desear. Porque mal no estoy, soy delgada, con la tez morena, diría chocolate. Mis ojos son verde militar, mi cara es hermosa, tanto así que ha servido para varias campañas publicita
La noche indicada, me vestí y arreglé. Estaba nerviosa, tenía desde mi adolescencia que no salía sola, siempre salgo con Hanna o mis padres. El ir sola me tenía estresada, nadie sabía a donde iba, ¿y si me pasaba algo malo? ¿Cómo me buscarían? En un momento me di cuenta que estaba saboteando y decidí arriesgarme. Conduzco emocionada hacia el sitio del club, realmente está lejos de la ciudad, casi una hora. Definitivamente este tiene que ser un sitio genial para que la gente venga tan lejos. Llego y la cola me quita el ánimo, pasare la noche en ella. Me acerco sin ánimo a la cola, prometiéndome que, si paso más de quince minutos aquí, me largo. De repente me tropiezo y casi caigo de boca.Cuando siento unos brazos fuertes que me sujetan por la cintura, impidiendo mi caída. Luego me voltea, encontrándome con el rostro más perf
BruceLa miraba alejarse, sintiendo como mi mundo se estuviera cayendo. Mi compañera, ¿Cómo podía ser posible?, llevo tantos años vivo, jamás encontré a alguien de mi especie, que lo hubiese encontrado. Más no hay duda que esta hermosa pastorcilla, es mi compañera. Ella sin embargo se muestra molesta y reacia a estar cerca de mí, no sé cómo lograr acercarme, no puedo dejar que se vaya sin más. ¿Qué posibilidades tendría de volver a verla?—Vaya, te la vas a comer con solo mirarla –dijo Keyla, una amiga de mi especie, que más que un vampiro, hoy parecía una bruja, voltee a verla. Hoy se veía hermosa con su disfraz de bruja, no pensé que le fuese esto de disfrazarse—No, es lo que crees –dije desanimado, mientras volvía mi vista a la pista de baile, para ver a mi hermosa
RyanEsta noche estaba ansioso, salí de la manada para ir al club, necesitaba distraerme. Al llegar, llegó hasta mí, un olor divino, un aroma a chocolate y caramelo, mi boca se hizo agua.Seguí el aroma hasta mitad de la pista de baile, allí estaba la mujer más hermosa que alguna vez había visto. Estaba disfrazada de pastorcilla, eso me generó mucha gracia, yo un lobo y ella disfrazada de pastorcilla, ¿dónde estarían las ovejas? Mis manos estaban ansiosas por tomarla, no había duda había encontrado a mi mate, mi corazón latía fuerte, podía sentir como mi lobo tomaba el control de mi racionalidad. En un momento la estaba tomando entre mis brazos, para luego besarla. Ese beso es lo mejor que me ha pasado, su sabor era tal cual su aroma a chocolate y caramelo. Me sentía como un niño en una caramelearía.Sin m
RyanMe sentía confundido, mi mate tiene dos posibles parejas. ¿Cómo podía pasar esto? Necesitaba hablar con alguien de confianza, no podía hablarlo con cualquiera, si llega a oídos de la manada, podría dañar la imagen de la futura Luna. Podría creer que es una mala influencia para la manada, eso no me conviene, hablaré con mi hermano quien también es el Beta de la manada. Puedo confiar en su discreción y buenos consejos. He estado tan metido en mis pensamientos que he llegado a la aldea sin darme cuenta. Estaciono en mi casa, mi hermano vive junto a su esposa en ella. Por ser el Beta debe estar en el mismo emplazamiento que el Alfa, por cualquier emergencia.Entro pensando en toda la situación, posibles soluciones. ¡Dios! Estoy muy confundido. Camino a mi despacho me encuentro con Serenity, ella es la esposa