Capítulo 4

Ryan

Esta noche estaba ansioso, salí de la manada para ir al club, necesitaba distraerme. Al llegar, llegó hasta mí, un olor divino, un aroma a chocolate y caramelo, mi boca se hizo agua.

Seguí el aroma hasta mitad de la pista de baile, allí estaba la mujer más hermosa que alguna vez había visto. Estaba disfrazada de pastorcilla, eso me generó mucha gracia, yo un lobo y ella disfrazada de pastorcilla, ¿dónde estarían las ovejas? Mis manos estaban ansiosas por tomarla, no había duda había encontrado a mi mate, mi corazón latía fuerte, podía sentir como mi lobo tomaba el control de mi racionalidad. En un momento la estaba tomando entre mis brazos, para luego besarla. Ese beso es lo mejor que me ha pasado, su sabor era tal cual su aroma a chocolate y caramelo. Me sentía como un niño en una caramelearía.

Sin más me fue arrancada de mis brazos, solo pude sentir el golpe en mi cara, y un gruñido. Cuando reaccioné solo me defendí del ataque de un vampiro loco. En algún momento una de su especie nos detuvo, regañándonos como niños. Cuando logré calmarme, vi su molestia. ¿Acaso la humana seria de él? aunque ella no tenía su aroma, así que no.

De repente ambos caímos en cuenta de que la pastorcilla no estaba, sin hablar ambos la buscamos. Luego de seguir su aroma hasta el estacionamiento, nos dimos cuenta. Se había ido. Así que decidí volver al club a hablar con él. Necesitaba saber que paso.

—¿Qué te poseyó para besarla? –me ataco al verme.

—Oye, yo no tengo porque darte explicaciones, vampiro de mier… –y allí nos íbamos de nuevo a las manos. Su amiga nos volvió a detener.

—Ok, es obvio que no pueden hablar solos así que seré réferi –me dio su mano –hola soy Keyla, y este neandertal, es Bruce –dijo entre sonrisas.

—Soy Ryan, alfa de la manada de este pueblo.

—¡Vaya! –dijo ella entre risas –esto va ser muy divertido.

—Soy Bruce, y la pastorcilla es mi Mate –dijo con tono de superioridad.

—No puede ser –dije yo –es mi Mate, su aroma no me deja dudas.

Ambos quedamos en silencio, con las miradas perdidas, mientras su amiga reía a todo pulmón.

—En verdad esto no podría ser más divertido –dijo y se dio la vuelta a ver al que se llamaba Bruce –no solo encontraste algo que casi nadie de la especie encuentra, resulta que debes compartirla –siguió riendo como loca

—Yo no comparto –dije molesto

—Yo menos pulgoso –dijo Bruce, así iniciamos nuevamente una pelea. Hasta que Keyla nos detuvo nuevamente.

—El que peleen, no lo va solucionar. Les recuerdo que esto que les está pasando a ustedes, la posesión me refiero. No le pasará a ella hasta que alguno decida marcarla, así que ella vivirá una vida feliz sin ustedes. Ahora si ustedes están confundidos, imaginen lo que le pasara a esa humana cuando se dé cuenta que está enamorada de dos hombres, saben por aquello de la moralidad que les enseñan a los humanos. Así que dejen su egoísmo y piensen en la mujer por la cual se están matando.

—Tienes razón –dijimos los dos al unísono.

—¿Cómo sabes que es tu mate? –dije –porque no había escuchado de ningún vampiro acoplado.

—El aroma –dijo el mirándome a los ojos –su aroma provoca que mi corazón se acelere y que otras cosas en mi cobren vida si sabes a lo que me refiero –dijo con malicia.

—Sí, sé a lo que te refieres –dije porque yo al instante de olerla me excité de forma salvaje.

—Entonces, ¿Qué van hacer? –dijo Keyla.

—Primero debemos saber dónde vive –dije yo.

—No, primero debemos hablar tú y yo –dijo Bruce.

Así me explico lo que significaba una pareja para su especie, y el hecho de que él dependería de su compañera para alimentarse, que eso la haría inmortal.

—En mi caso, soy alfa así que mi pareja tendría que estar protegida, porque sería donde me atacarían, conmigo su vida se alargaría hasta que yo muera, si ella muere antes de mí, no habrá nadie más que ocupe su lugar, no moriría como tú –y mire a Bruce –pero mi vida será triste, y generalmente luego que un mate muere su pareja muere al poco tiempo por el dolor de la perdida.

—¿Estarías dispuesto a no marcarla y cederla a mí? –preguntó Bruce.

—Primero no es una propiedad, si vamos a jugar a ceder. Yo esperaría que ella escogiera, claro que sería un juego cruel para una humana. Segundo sin mi mate nunca tendría descendencia, lo que para un alfa es grave. La naturaleza es muy inteligente y solo un mate da a luz nuestra descendencia. Así que no tengo opción debo marcarla. Por mí, por mi manada y su estabilidad.

—Yo tampoco estoy dispuesto, ella con solo su aroma trajo vida a mi muerte, no puedo, no quiero volver a esta vida apática, la necesito en mi vida.

—Si es tu mate, ¿Por qué estaba sola en la pista? –pregunté

—Porque huyo de mí lo más rápido que pudo –dijo derrotado– nunca me había pasado, las mujeres caen bajo mis encantos, nunca tuve que enamorar a nadie, ella me vio, le guste, lo pude notar en sus ojos, luego hable y todo cambio.

—¿Te has escuchado? –dije –eres muy creído, seguro no le gusta eso en los hombres, quizás si tenga oportunidad de tenerla sola para mí.

—Entonces dejemos que ella decida, vamos a enamorarla como si el otro no existiera, ella que escoja –dijo Bruce

—¿Qué pasara cuando decida? –dije.

—Respetare su decisión, ¿tú lo harás aun cuando no seas tú? –dijo Bruce, tarde un rato en pensar la respuesta, la verdad es que si era mi mate debía respetar su decisión me gustase o no

—Si lo haré –dije extendiendo mi mano a Bruce, para cerrar el acuerdo.

—Excelente –Dijo Keyla –entonces ambos la van a cortejar y esperaran que decida, el perdedor respetará la decisión de ella, ¿correcto?

—Sí –dijimos ambos con tristeza.

Así quedamos de acuerdo, la buscaríamos y cada uno intentaría que lo eligiera. Nunca tocamos el tema ¿Qué pasaría si no quisiera a ninguno? ¿Sería posible?, creo que no. Me fui a la manada con mi cabeza confundida, llenos de dudas, no quería hacerle esto a ella, quizás sí debería dejarla para que Bruce la enamore. No es justo para ella que ambos la enamoremos, la pobre estará muy confundida. Necesitaba hablarlo con alguien que ya tiene y vive con su mate.

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