Narrador Omnipresente
Alaric estaba confundido por lo que su amigo decía y la manera en la que veía a su compañera como si le perteneciera, se sacudió la confusión de su cabeza y se levanta del suelo, con pasos lentos y metódicos; se acerca de nuevo a su mejor amigo y su compañera.
Por su parte Mason estaba eufórico e igual de confundido que su mejor amigo, pero no tanto como su compañera.
—Estas mal, suelta a mi compañera —le dijo Alaric en advertencia.
Adara veía de primera mano el enfrentamiento de dos grandes lobos alfas y su corazón se aceleró aún más, podía sentir la conexión con ambos lobos igual de fuertes cada una.
«¡Por la diosa! ¿Qué estaba pasando? Esto no me puede estar pasando» se dijo la pequeña lobita un poco asustada de sentir dos conexiones.
—No puede ser tu compañera, debe de haber un error —niega Mason con la cabeza, enojado con su mejor amigo.
«No puede ser posible, Aroa dime algo ¿Aroa?» piensa Adara.
—P-por favor, déjenme ir —suplicó Adara abrumada por todo lo que sentía.
—La estas asustando, Mason déjala ir a mi mate—Alaric empuja a su amigo para darle espacio a su compañera— seguro que esto tiene una explicación, a lo mejor ella estaba hace un rato con tu verdadera compañera, pero ella huele…
«¡Es mía, no es de Mason!» pensó Alaric molesto.
—A océano y flores silvestres —terminó Mason por él— sé a que huele mi compañera, por fin la encontré, búscate la tuya.
Solo los compañeros podían oler ese característico olor de su mate, para distinguir a su pareja donde fuera que estuvieran sin importar cuántos humanos o lobos estuvieran.
«¿Entonces tenemos la misma compañera?» pensó Alaric sorprendido.
—Si al caso vamos la conseguí yo primero —replicó Alaric.
—No soy un objeto y estoy justo aquí, alfas —habló Adara sacando su mal genio, dejando a un lado su miedo y confusión.
—Debes elegir —exigió Mason de repente, perdiendo los estribos.
—¿Qué? —dijeron Adara y Alaric al mismo tiempo sorprendidos por la exigencia de Mason.
Adara podía sentir ambas conexiones, sería extremadamente doloroso cortar una. El solo pensamiento le revolvió el estómago. Para los licántropos es casi una abominación rechazar a nuestras parejas, un alfa puede llegar a sobrevivir, pero una omega no.
—Debes elegir —repitió el futuro alfa, molesto por tener la misma compañera que su mejor amigo— esto debe ser un error o una broma de la Diosa.
—La Diosa no anda bromeando por allí —resopla Alaric— si tenemos la misma compañera que así sea.
—Yo no entiendo muy bien lo que pasa, solo quiero irme… p-por fa-favor— pidió angustiada, pensando en su madre y su futura boda con el omega Fred.
—Al menos dime tu nombre —le suplica Alaric, antes de que la loba escape de sus manos.
—Adara— y luego de decir su nombre la licántropa salió corriendo del pasillo.
Ambos lobos la vieron irse apretando sus manos en puños poniendo de toda su voluntad para no correr tras ella, Alaric se dio la vuelta e iba a salir del pasillo cuando Mason lo detuvo agarrándolo por el codo.
—Es mi compañera— le dijo a su mejor amigo con dientes apretados— ella vale más para mí, Alaric —sentencia.
—No me vengas con chorradas como esas, Mason no soy manipulable como tus padres y tu manada, ella también es mi compañera y se acabó. Yo también la he esperado durante más tiempo que tú, que no se te olvide.
Alaric se soltó del apretado agarre de su amigo y se fue a buscar a uno de sus guerreros que estaban apostados en la entrada, en cuanto vieron a su alfa dejaron las risas y se pusieron firmes.
—Alfa Alaric —dijo uno de ellos, Alaric no tenía tiempo y solo asintió y buscó con la mirada a su Beta.
Los ojos de Alaric se posan en Benson, su Beta al final de las escaleras. En cuanto Benson vio a Alaric supo que algo iba mal y se acercó a él.
—Tengo una compañera, la encontré —fue lo que dijo Alaric recordando los ojos almendrados de la chica.
—¡Muy bien, felicidades! —dijo algo alegre, pero siguió sin entender la cara de tragedia de su alfa— ¿Cuál es el problema?
—Que también es la compañera destinada de Mason —respondió agobiado— necesito que la encuentres, que averigües donde vive, que hace necesito todo.
—Dalo por hecho, alfa —le dijo Benson incrédulo, pero aceptando las ordenes de su alfa como siempre
Dos alfas unidos por una sola compañera, Benson jamás había escuchado una historia como esa y que sea a su alfa al que le tocara era como poco increíble. Sin más dilación se fue en busca de información para su alfa.
Mason se quedó parado en el pasillo hasta que su madre, Eva lo consiguió, la Luna estaba preocupada por la cara que tenía su hijo cuando lo encontró, quien de repente reaccionó golpeando furioso la pared que tenía frente a él, enojado con la vida y con la Diosa por lo que le hacía, él no quiere compartir a su compañera. Debería ser suya y solo suya.
—¿Estás bien, hijo? —pregunta Eva viendo a su hijo preocupada.
—No lo estoy, acaba con esa farsa, no pienso casarme ni marcar a nadie que no sea mi pareja— habló Mason de mala gana.
—Fue tu decisión, así que irás afuera justo ahora y lo terminaras tú si eso es lo que verdaderamente quieres, te tienes que responsabilizar por tus actos, Mason, tu padre y yo no estaremos eternamente contigo —sentencia Eva de la misma forma fría que su hijo.
—Lo siento, madre —se disculpa Mason tratando de serenarse, no sabía con quien hablar. Normalmente buscaría a Alaric, pero él no es opción justo ahora— encontré a mi compañera —murmura recordando a la chica.
—¡Oh, hijo! ¡Felicidades, mi vida! —Eva estaba realmente contenta, que su hijo por fin encontrara a su pareja enviada por la diosa era maravilloso, seguro es alguien de una manada de afuera.
—No hay nada de que celebrar, Alaric también es su compañero destinado —dijo con un regusto amargo en la boca de su estómago— ¡Alaric estaba con ella a punto de reclamarla, madre!
—¡¿Qué?! —dijo su madre escandalizada— eso es imposible hijo.
—Es posible, madre. Lo es —repite de repente muy cansado de todo— yo la olí hace unos días por el rio, pero no había logrado verla, Malaquías quería que siguiera el olor. Debí hacerle caso— se lamentó deslizándose por la pared hasta llegar al suelo y mirando al techo.
—Hijo, debe de haber una explicación a esto —su madre viéndolo en el piso derrotado.
—No quiero compartir a mi compañera, mamá eso es imposible —Mason se sentía contrariado— solo sé su nombre, huyó de nosotros. Huyó de mí —Mason se sentía como un completo imbécil por hacer que ella huyera.
—¿Cómo se llama? —pregunta Eva interesada en tan peculiar loba capaz de tener dos mates al mismo tiempo.
—Adara —repitió su nombre y su corazón se aceleró, el solo hecho de decir su nombre lo llenaba de sentimientos contradictorios.
—Conozco a Adara —dijo la Luna actual pensativa— le gusta leer, limpia la casa y es buena chica— sonríe la madre de Mason, sabiendo que la Diosa le daría una buena pareja a su hijo.
—¿La conoces? ¿Dónde vive? —pregunta Mason— madre, le dije que tiene que elegir entre nosotros, espero que me elija a mí.
—¡¿Cómo?! —se escandaliza Eva— si la diosa le mandó a ella dos compañeros no es para que la pongas a elegir— la regaña su madre enojada.
—¿Cómo vamos a vivir juntos? ¿seis meses con él y seis meses conmigo? —pregunta Mason, pensar estar tantos meses tan lejos de su compañera era terrible— no, madre tiene que elegir.
—¿Qué hacen aquí? —pregunta Daniela haciéndose la tonta cuando ya escuchó todo— ¿Quién tiene que elegir?
—Nada —dijo Mason de malas— vamos a la fiesta, debo hacer un anuncio.
—¡No! —Eva y Mason vieron a Daniela de manera extraña por su arrebato. A Eva no le gustaba nada esa muchacha, demasiado frívola para su hijo—. Quiero decir que no hay apuro, mi cielo.
Eva siempre pensó que Daniela era demasiado manipuladora y con esa cara de yo no fui que no le agradaba.
—¡No me llames así! —le grita Mason por millonésima vez— sabes porque era esta fiesta y este matrimonio, no es por amor y te dije claramente que no te hicieras ilusiones.
—No me hables así, ci… Mason —se corrige rápidamente antes de meter más la pata, poniendo lágrimas falsas en sus ojos. Cuando quería Daniela era una gran actriz y es por eso que su padre la mandó a conquistar a Mason, pero este nunca cayó.
«Ese imbécil no me va a dejar por la estúpida loba de limpieza, no dejé a mi compañero destinado por nada» pensó Daniela enojada, pero no dejándolo ver frente a la actual Luna y su futura suegra y Mason, su casi prometido.
No era muy común, pero un lobo podía rechazar a su compañero, no rompía todos los lazos por completo, pero si le hacía daño a su compañero haciéndole sentir un inmenso dolor que lo puede llevar a la locura y posteriormente hay que sacrificarlo para que no le haga daño a los demás.
—Vamos —dijo Mason hastiado de Daniela Richardson.
Ahora que conoció a su mate no había punto de comparación con Daniela, ella no significaba nada para él, ni siquiera eran amigos para sentir algún mínimo de cariño por la hija del Beta de su padre.
El alfa Ulises los encuentra cuando ellos llegan de nuevo a la fiesta. Todos charlaban y bebían y esperaban el anuncio que el futuro alfa daría.
—¿A dónde fueron todos? —pregunta Ulises, el padre de Mason, viendo a su esposa, su futura nuera y su hijo.
—Necesito hacer un anuncio —dijo impulsivamente Mason.
—Sí, ya es hora —le responde Ulises feliz porque su hijo anunciará su matrimonio con Daniela Richardson.
Mason le sonríe de manera siniestra mientras se aleja de su padre y eso a Ulises lo pone alerta buscando la mirada de su esposa Eva, para ver qué es lo que le sucede a Mason.
«Algo planea ese muchacho» piensa el alfa actual temiéndose lo peor.
Daniela por su parte está nerviosa y no sabe cómo parar lo que Mason está a punto de hacer.
Cerca de su casa Adara está con falta de aire y se detiene para descansar antes de llegar a su casa.
«Aroa» llama Adara a su loba enlazando una conexión entre ellas.
«Dime, Adara» si loba le responde enseguida lo que calma un poco el frenético corazón de la loba.
«¿Qué está sucediendo?» le pregunté asustada a mi loba.
«La Diosa nos ha regalado dos mates» su loba le responde.
«¡Eso no puede ser posible, Aroa!» le contesté temblando.
—Esto no me puede estar pasando.
—Lo que no puede estar pasando es que mi mate huya de mí —escuchó una voz masculina a mi espalda.
Me giro y allí esta uno de mis supuestos mates viéndome en la oscuridad, mi vista se adaptó de manera que pudiera verlo bien y retrocedí, negando con la cabeza, asustada de todo esto que me estaba pasando. De todo lo que estaba sintiendo.
Tienen razón, debe de ser un error.
4 Alaric Es tan hermosa…En cuanto mi beta me dio la información fui tras ella, me volvería loco si no la volviera a ver, no me importa que ella pueda tener dos mates, mientras uno de ellos sea yo lo demás no me importa y ahora que sé cómo es y a qué huele mi pareja no la dejaré ir.«Gracias a la Diosa» dijo mi lobo en un gemido asustado por su mate.—Lamento haberte asustado, Adara —le dije viendo el miedo en sus ojos— nada más lejos de mi intención, pequeña.Antes de conocer a Adara podía sentir la locura de la luna persiguiéndome en cada luna llena, no solo nos volvemos más amargados cuando no tenemos a nuestra pareja destinada, también nos ponemos más agresivos, hasta que un día nos convertimos en lobos irracionales y no podemos volver a ser humanos otra vez y es por eso que nos sacrifican o peor aún, nos hacen elegir una pareja al azar con el que tengas más felling para poder marcarla.Adara era pequeña, cuando mucho me llegaba al pecho, se veía tan inocente y frágil que n
5 Mason —Me gustaría poder dar un anuncio —dije a la multitud frente a mí luego de golpear suavemente una copa de champán con un tenedor. Mi madre se veía tranquila, Daniela un poco pálida, mi padre se veía confundido y expectante y el resto de la multitud estaba ansiosa y eufórica por saber más. —Mi cielo. ¿No deberías hacer el anuncio conmigo a tu lado? —pregunta Daniela. —Sí, ven —la invité y vi su sonrisa ensancharse y sus hombros relajarse. Ella sabe algo. No me interesa, soy el lobo más impredecible que puede existir en la tierra y mi sonrisa competía con la suya. Vi su sonrisa tambalear y quiso dar un paso atrás, pero no la dejé y la tomé de la mano más fuerte. —Gracias a todos por venir, siento mucho que sea para esto —comencé diciendo— hay una tradición en mi manada, sino tengo esposa no puedo ser alfa, pero es tiempo de cambiar, de avanzar al futuro. —¿Qué estás haciendo, Mason? —me pregunta Daniela entre dientes sin vacilar su sonrisa. —Lo que debí hacer desde un p
6 AdaraJamás pensé que me seguiría a casa, verlo me hace sentir cosas inexplicables, quiero… no sé qué quiero.Me besó como si yo fuera especial, me sentía protegida en sus brazos y me deje llevar.Apenas conocía a este hombre y me sentía derretir con su toque, como si nos conociéramos de toda la vida.«Compañero» me recordó Aroa.—Compañero —repetí en voz alta y él me escuchó.Gruñó con posesión, estrechándome más cerca de su calor; gemí bajito sorprendida por como mi cuerpo reconocía el suyo y le respondía en igual manera. Cómo si hubiéramos hecho esto un millón de veces.Terminé acostada en la pequeña cama con él encima. Nuestra ropa desapareció en algún momento y yo no podía sentirme más plena en este momento, el miedo dio paso a la pasión y los besos desenfrenados de dos mates que se acababan de encontrar.Sentía algo de vergüenza, no era virgen, pero solo había estado con un hombre antes que él y no sabía mucho.Tocó mis muslos con delicadeza, en su mirada febril se veí
7 Mason Pude averiguar con mucha facilidad donde vivía, pero no quise abrumarla, averigüe, toda su vida en menos de media hora con mi futuro Beta, es un viejo amigo de la infancia y tiene mucho parecido a Alaric en carácter, será mi segundo al mando por ser muy bueno en lo que hace. Y eso es controlarme y aconsejarme. —¿Estás seguro de que quieres hacer esto? —pregunta Vlad. —Es mi mate, claro que estoy seguro —le respondí al mirarlo a los ojos. La fiesta de ayer, aunque improvisada salió bastante bien. Era justo lo que quería. —Oye. No culpes al mensajero —levantó la mano en rendición. —Yo… No pude seguir hablando porque Adolfo, el beta de mi padre me interrumpió. —¿Estaban ocupados? —pregunta con tono bajo y de disculpa— tu padre exige tu presencia en el salón de uniones —me habla acomodándose los anteojos. Quería visitar a Adara antes de que llegara a su turno en la casa. Si es que viene, pero me parece que será imposible y más ahora que mi padre está tan furioso conmigo lu
8 AdaraEstaba lavando los baños del piso de abajo cuando llegó una de las lobas Deltas de muy mal humor gritando mi nombre por todo el sitio sin dejarme tiempo a nada mientras me quedaba callada dentro de baño.—¿Por qué no contestas cuando se te habla, omega? —pregunta cuando me encuentra tallando el piso.Pensé que se había ido a otro lado a buscarme, temblé de miedo por la forma en la que me veía.—No sabía que me llamabas hasta ahora —mentí.—El alfa Mason quiere que le lleves el almuerzo a su balcón privado —ordena— y muévete que ya está casi listo.Mis manos temblaron al escuchar que Mason me quería a mí para que sirviera su comida, sentí mi estomago anudarse de nervios solo de pensar en verlo de nuevo, me sequé las manos en mi delantal blanco y cuando iba a salir del baño la mujer me detuvo.—¿Cómo vas a ir con las manos sucias? —me detiene por el codo enterrando sus uñas en mi carne causándome dolor— no estoy hablando otro idioma, omega de mierda. Te hice una pregunta,
Mason—Vamos a fingir que te creo —comencé diciendo— solo para que comas conmigo.—Puedo… comer —concluyó.Nos sentamos uno frente al otro y comenzamos a comer, no sabía si sacar a colación a su madre y el supuesto novio, pero preferí tener una comida tranquila.—¿Estabas trabajando? —dije para romper el hielo.—Como siempre —respondió con una sonrisa— nunca había subido a estos pisos.—¿Por qué no? —indagué.—Soy una omega —dijo de forma calmada— solo los deltas y betas suben a estos pisos, nosotras estamos en el inferior, lavando ropa, limpiando baños y ese tipo de cosas.—Si hubiera sabido que tenía que buscarte abajo lo hubiera hecho, solo estoy en el segundo piso o esté, del resto me la paso afuera cumpliendo con los deberes que le toca al futuro alfa —comenté con arrepentimiento.Comimos en un cómodo silencio y me gustaba que no se detuviera a pensar si comía mucho o poco, sólo comía y ya está.—Todos… hablan —se mordió los labios sin saber tal vez como continuar.Puso la servil
AdaraEstuve con dos hombres lobos diferentes en menos de 24 horas y es como poco increíble. Se siente tan bien y al mismo tiempo tan mal, mis padres no me criaron de esa manera; debería sentir vergüenza, sin embargo, no son cualquier lobos, son mis mates.Sé que Mason vio las marcas que Alaric me hizo en nuestro encuentro apasionado de anoche, tal vez por eso me dejó marcas, fui al baño y sí, todo mi cuerpo estaba marcado, menos mal que eran lugares no tan visibles. Aunque la mordida en el cuello no se con que taparla.—No te vayas —me pide Mason cuando me ve revisando las marcas que me dejó en el espejo de su baño privado.Solo el cuarto de Mason es como mi casa completa, espaciosa y muy bonita se nota que es el cuarto de un lobo soltero, ya ni hablemos de la magnitud de su baño.—Debo irme —le dije viendo la hora en mi reloj —me quedé en ver con Alaric a la salida de mi turno y eso es en quince minutos.Sentía que no tenía porque mentirle, después de todo, ambos son mis mates.¡Oh
11. AlaricSolo pude abrazarla, tratar de solucionar las cosas para ella, se lo merece.—No quiero que te pongas así, mi beta puede suplirme en algunas cosas, solo unos carroñeros vampiros jodiendo por las fronteras, pero son cosas normales —traté de calmarla lo mejor que pude.Siguió llorando por mucho tiempo angustiada por tener que elegir.¡Ese maldito de Mason!—Debo elegir, Alaric —dijo entre hipidos— la manada no aceptará que esté unos meses en un garra plateada y otros meses en otra manada.—Buscaremos una solución —dije despacio.Si era de elegir, me encantaría que me eligiera, pero podía sentir que eso le dolía mucho.Pocos minutos después llegó Mason con cara de angustia, me quitó de las manos a Adara y la abrazó él ahora. Habían tenido relaciones, sus sentidos estaban más sincronizados que antes.No me molestaba ese hecho, por algún motivo no me espantaba que tuviera que compartirla, tal vez ese hecho se deba a que Mason es mi mejor amigos por más que yo le llevara