Capítulo 10
—¿Así que todavía no me crees? —Irene inclinó la cabeza y sonrió trágicamente—. Si realmente no lo crees, entonces simplemente piensa que se fue al extranjero.

Las personas son contradictorias. Irene intentaba que Daniel aceptara la realidad de mi muerte, mientras él se aferraba a la idea de que era una maniobra de nuestra parte. Pero cuando Irene dejó de intentar convencerlo, él se le llenaron los ojos de lágrimas.

—Irene, ¿estás mintiendo?

—Sí, considérame una mentirosa, al fin y al cabo, tú no crees nada.

Irene no quería seguir explicando, estaba cansada. Durante este tiempo, ocupada con mis asuntos finales, su rostro, que antes había ganado un poco de redondez por el embarazo, se había vuelto mucho más delgado. Se dio la vuelta para marcharse, pero Daniel la agarró fuertemente por la muñeca.

—¡Suéltame!

—¡No! Si no me aclaras lo de Catalina, hoy no te vas a ir —Daniel hablaba con una voz temblorosa, su respiración comenzaba a acelerarse.

—Ya he dicho todo lo que tenía que decir. Nu
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP