«Todavía podemos regresar a casa… Tal vez si me disculpo con ella yo…»
Pero sus pensamientos fueron interrumpidos por la mano de Michael situándose justo sobre su hombro mientras él, con una dulce sonrisa, le indicaba que todo estaría bien a pesar de ni siquiera conocer la gravedad de la situación.
Kate se sintió un poco más relajada, su tranquilidad aumentó un poco más ahora que había dejado las reglas claras con su hija, Hari era muy obediente, estaba segura de que no la desobedecería. Aún así todavía tenía en mente que seguía siendo una pequeña de cinco años en un ambiente completamente impactante al que nunca se había enfrentado antes, no esperaba que recordara las reglas por más de diez minutos.
La enorme feria que cada año se establecía en la ciudad y alborotaba a sus habitantes no se trataba de una simple broma, Kate misma observó con fascinación la magnitud en el tamaño de las atracciones y las hermosas decoraciones por todos lados.
— Es un poco aterrador… — Se le escapó decir.
— Tal vez esa pueda ser la primera impresión para alguien que nunca la ha visto de cerca, pero todo está correctamente en su sitio, el riesgo de accidentes es muy bajo.
Pronto se arrepentiría de decir tales palabras.
— ¿Q-quieres decir que el riesgo de accidentes no es nulo? — Pregunta con terror — Sí… definitivamente deberíamos irn-
— ¡No! Vamos, relájate un poco ¿Sí? Es decir, hazlo por tu hija que está tan entusiasmada… Para los niños la seguridad es reforzada, todo estará bien. — Michael trata de calmarla. — Por favor, hace mucho que no salimos todos juntos ¿De acuerdo?
Kate pasó saliva, no podía negarse a los ojitos de cachorro de Michael cuando le pide algo.
Y entonces su día comenzó.
***
— ¿Qué es esto? ¿El infierno sobre la tierra? — Kate se lanzó sobre una banca y dejó las cosas que había comprado a Hari sobre la mesa de madera. — ¡Tres horas de esperar en la fila para que Hari se suba cinco minutos a una atracción!
Estaba completamente agotada de estar de pie durante tanto tiempo y comenzaba a sentirse aturdida por tanta gente hablando y gritando al mismo tiempo.
Michael le ofreció un té helado y luego se sentó frente a ella. — Pero Hari está muy feliz, eso es lo importante ¿No?
Kate dirige la mirada a su hija, quien estaba pocos metros más adelante rodeada de niños de su edad mientras esperaban a que dibujaran sobre sus rostros.
— Tienes razón, creo que me estaba preocupando por nada… — Dice con una sonrisa complacida. — Gracias por habernos acompañado, Michael.
— No tienes que darme las gracias, realmente las considero como mi familia, haría cualquier cosa por ustedes.
Y entonces la parte incómoda de la conversación empezó.
Kate miró la sonrisa soñadora en Michael, pretendió no darse cuenta de aquella mirada enamorada y bebió un sorbo de su té, hundiéndose un poco en el asiento.
Tal vez ese era el único momento en el que podría conversar con él sinceramente sin sentirse culpable.
— Sobre eso yo… He estado pensando mucho sobre nosotros, Michael y creo que- — Jugueteó con el vaso desechable entre sus manos, Michael ya sabía lo que le esperaba. — Yo tuve un pasado y tengo una hija que debo cuidar, no tengo tiempo para un romance de verano que luego se hará una pesadilla, eres un hombre muy bueno, pero yo… Cuando te veo… No estoy segura sobre qué es lo que siento por ti.
No negaba tener cierta atracción hacia Michael, pero siempre sintió miedo de averiguar sus sentimientos por él y volver a tener otro fracaso amoroso, por esa misma razón siempre terminaba haciéndole daño de manera inconsciente.
Inhaló hondo, estaba esperando una mala reacción por parte de él, pero eso nunca sucedió.
— No me importa tu pasado, o si tienes o no una hija porque yo las quiero a ambas. Kate, no deseo forzar mis sentimientos en ti, lo último que quiero es terminar alejándote. — Michael sonríe. — Estoy dispuesto a permanecer a tu lado el tiempo que sea necesario hasta que aclares tus sentimientos, tú realmente me gustas, Kate. Y estoy seguro de que podremos ser felices juntos una vez que te deshagas de aquello que te impide amar a alguien más.
Se quedó pensativa, ¿Qué era eso que tanto le impedía quedarse con Michael y actuaba como una barrera entre la relación estancada de ambos?
«¿Solo debería aceptar y ya…?»
— Michael… Yo-
— ¡Mamá, mira! — Hari saltó a sus brazos justo a tiempo. — ¡Le he dicho a la señorita que me dibujara un caballo y lo ha hecho!
Kate, que había sido interrumpida, miró la mejilla de su hija con sorpresa.
— Es un caballo realmente bien elaborado ¿Por eso tardaste tanto?
Pero Hari negó con la cabeza. — ¡Es porque lo estaba dibujando feo y le dije que lo hiciera otra vez hasta que le quedara bonito!
— ¿Q-qué? ¿Pero cómo has…? — Se atragantó con su saliva, Hari se cruzó de brazos con una cara de victoria muy satisfactoria, pero Kate alcanzó a ver las lágrimas de sangre en la cara de la maquillista.
A veces tenía miedo de lo autoritaria que podía llegar a ser su hija.
«Incluso en eso se parece a él» Pensó de la nada con una sonrisa boba, Kate se sobresalta al darse cuenta de sus propios pensamientos.
— ¡Mira, mamá! ¡Son los caballos que mencionó la abuela! — De repente Hari haló desesperadamente su mano en dirección a la atracción.
— ¿Caballos? — Kate echó una mirada a los alrededores, hasta el momento no había visto ningún tipo de animal real allí, pero su hija seguía insistiendo. — Vamos, Hari, ni siquiera hemos recogido nuestras cosas.
— Yo me encargo de eso, ve con ella. — Propuso Michael.
— Entonces te lo encargo, Mich, muchas gracias.
Su hija la haló a toda prisa y la dirigió al carrusel antes de que pudiera escuchar la respuesta de Michael.
— ¿A esto te referías? ¿Quieres subirte a los caballos del carrusel? — Mientras Hari continuaba asintiendo enérgicamente miró con cierta duda la atracción, en ella solo había mamás con sus hijos, no se veía peligroso. — Supongo que un par de vueltas no nos hará daño.
Probablemente haber aceptado fue su error.
Porque lo que se suponían debían ser cinco minutos dando vueltas en un caballo que sube y baja terminaron convirtiéndose en hora y media gracias a la obsesión de su hija con los caballos.
— ¡No quiero, no quiero bajarme, mamá! — Hari se aferró con todo lo que sus pequeñas manos le permitieron al caballo mientras Kate trataba de hacer que se soltara. — ¡Una vez más, por favor, por favooor!
— ¡Dijiste lo mismo las últimas diez veces! — Reclamó. — Es hora de darle la oportunidad a otros niños ¡Hari! Hay muchas otras atracciones que también te pueden gustar.
«¡Estoy cansada de ver caballos!» Quiso decir.
— ¿Esos otros tienen caballos? — Pregunta Hari.
— No lo creo.
— ¡Entonces no quiero ir!
A pesar de todo era la primera vez que su hija hacía un berrinche, eso la hacía sentir un poco extraña pero feliz al mismo tiempo, y pensar que habría descubierto nuevas facetas de ellas luego de girar durante horas en un carrusel solo por su fanatismo a los caballos.
Aun así, no podía creer que realmente su hija estuviese poniendo tal nivel de resistencia.
— Si crees que te dejaré salirte con la tuya solo porque todo el mundo nos está observando te equivocas, Hariadne.
Ella se sobresaltó al escuchar su nombre y rápidamente se soltó, sabe que su madre solo la llama así cuando está por enojarse.
— ¿Pero prometes que luego de que mamá descanse volveremos a subirnos? — Hizo un puchero mientras Kate la bajaba del carrusel en brazo.
— Primero deberíamos buscar a Michael y comer algo ¿Si?
Por supuesto que no aguantaría volver a subirse a ese infierno.
Buscar a Michael fue una tarea más complicada, pues él no estaba en el área de comida donde lo habían dejado, tampoco en lugares cercano.
— ¿Mamá dónde está Micha?
— Llámalo bien por su nombre, es Michael. — La corrigió. — Tal vez fue al baño, deberíamos esperarlo. — Murmuró.
— ¿Fue al baño porque le dolía el estómago? ¿Tiene la nariz roja como los renos y los payasos?
— ¡Hari!
Kate suspiró, sin Michael cerca todo se estaba haciendo más agotador.
— Hari ¿Puedes esperar un momento? Mamá está recibiendo una llamada importante. — Miró la pantalla en su móvil, era del trabajo. — Por favor quédate quieta ¿De acuerdo?
Hari se quejó. — Pero yo quiero ir a ver a los caballos, mamá.
— Solo será un momento, luego te llevaré otra vez con los caballos ¿Sí?
Hari se cruza de brazos con molestia, no estaba convencida.
Se quedó dando vueltas alrededor de su mamá, desesperada mientras los minutos pasaban eternos, ¿Cuándo iba a terminar aquella llamada? — ¡Mamá! — Volvió a quejarse y tiró un poco de su ropa, pero Kate palmeó su cabeza. — ¡No quiero palmada, quiero ir donde están los caballos!
Cuando volteó la cabeza vio que un camino se despejó ante sus ojos, una línea recta que daba directo al carrusel con los caballos brillantes y llamativos, estaban a solo unos metros de distancia, si iba rápido a verlo y luego regresaba su mamá ni siquiera se daría cuenta.
— Mami quédate ahí, no te muevas de lugar para que no te pierdas, regresaré pronto ¿Sí? No hables con desconocidos. — Le indicó, imitando lo que ella misma había escuchado.
Hari corrió en dirección al carrusel tan rápido como sus pies se lo permitieron, solo observaría un rato y luego regresaría por el mismo camino. Pero, no contaba que el camino de regreso volvió a llenarse de personas y, cuando quiso regresar, terminó desorientándose y tomando el camino equivocado.
— ¿Mamá? — Llamó una y otra vez, con miedo de ver a tantas personas de aquí y de allá sin tomar atención de la pequeña niña que se extravió. — ¡Mamá!
No importó qué tanto corrió y gritó en busca de su madre, no apareció.
— ¡Mamá! — Hari continuó llorando a todo pulmón, sus pequeños pies seguían dirigiéndola sin rumbo por el parque. — ¡Mamá! ¡Quiero ir a casa! ¡Buaaa!Ya no le gustaba la feria ahora que se había vuelto tan aterradora y ella trataba de pasar en medio del mar de personas que la rodeaban mientras se sorbía la nariz.— ¡Auch! Niña tonta ¡Fíjate por dónde vas! — Se quejó el niño contra el que ella chocó por accidente, debido al golpe Hari cayó al suelo al igual que la comida del niño furioso y robusto. — ¡Mira lo que hiciste! ¡Tú papá tendrá que pagarme esto!Hari rápidamente se asustó y se levantó del suelo, sacudiendo el polvo de su ropa. — Y-yo solo tengo a mí mamá.Y, como si hubiesen escuchado una invitación, los demás niños que acompañaban al que se había tropezado con ella se acercaron.— ¿No tienes papá? — Preguntó de manera arrogante mientras la señalaba con su dedo— Eso explica por qué eres una idiota, de seguro tu madre no supo enseñarte nada mej- ¡AUCH!— ¡Tú no puedes burlarte
— E-espera, era solo una broma, ya deja de llorar. — Suplicó Harvey ante el fuerte sollozo de Hari que empezaba a retumbar en sus oídos, echó la mirada a sus escoltas, ellos tampoco tenían idea de cómo lidiar con niños. — ¿Qué hacen ahí parados? ¡Averigüen rápido!Antes de morir a manos de un furioso y desesperado Harvey ellos se dispersaron en cuestión de segundos y regresaron con propuestas al poco tiempo.— ¿Qué tienes ahí? — Preguntó al primero, tenía las manos tras la espalda. Él mostró lo que había en ellas; un reluciente juego de cuchillos. — ¿Qué diablos es eso, Colton?— Considero que es bueno que lo niños aprendan a defenderse solos desde jóvenes, es completamente seguro y muy divertido. — Respondió con total firmeza y seguridad. — Adelante niña, pruébalo.— Quita esa mierda de su vista antes de que te arranque los ojos con ese mismo cuchillo. — Harvey mantuvo cubiertos los ojos de Hari, para que no lo viera. — ¿Quién tiene otra idea?— Yo traje una pistola de jug-— Rechaza
— ¡Guau! ¡El tío Harvey es genial!Harvey alcanzó a escuchar el grito emocionado de la niña, alcanzó a verla junto al idiota de Colton en el área de comida, sentados en una mesa que estaba a más no poder de dulces.— ¿Qué es todo esto? — Preguntó.— Señor, la niña dijo que tenía hambre pero no sabía qué comer así que trajimos de todo un poco.— ¿Trajimos? — Cuestiona Harvey, Colton se giró hacia sus acompañantes, delatándolos.En eso Hari lo tomó de la mano, haciendo que se sentara. — ¡Tío Harvey! El tío C me estaba contando de tus aventuras, ¡Es tan genial! ¡Como cuando golpeaste a los tipos rudos y luego les sacaste los ojos porque invadieron tu territorio! ¡Así es como se saca la basura!— ¿Qué diablos haces contándole cosas extrañas, Colton? — Gruño Harvey. — Tú eres el único que repite esa frase de mierda todo el día.— Lo siento, señor, solo le estaba haciendo saber sobre lo genial que es, ella tenía mucha curiosidad.« ¿curiosidad? » Realmente le costaba creer que no sentiría m
— Cálmate, Kate. No vamos a encontrarla si te desesperas de esta manera ¿Lo entiendes?— ¡El que no lo entiende eres tú, Michael! ¿Tienes idea de lo que es extraviar a tu hija pequeña en medio de un mar de desconocidos? No está en la guardería, los policías no la han visto ni nadie parece haberle seguido el rastro ¡Las posibilidades son infinitas!Kate estaba más que desesperada, desde que su pequeña hija se había extraviado no había parado de buscarla por todos lados, sin éxito alguno, como si la tierra se hubiera abierto para tragársela.— Disculpe, ¿No ha visto a esta niña? Solo tiene cinco años, se extravió durante la mañana, antes del medio día. — Volvió a preguntar a los transeuntes. — ¿Disculpe no ha visto a esta niña? Llevaba coletas, disculpe-Per
Sin embargo, su destino final de alguna manera terminó disfrazándose de restaurante familiar.Algo dentro de ella -Probablemente el miedo de saber que era un hombre peligroso- le hizo incapaz de rechazar la invitación a comer luego de un tortuosamente silencioso viaje en auto, sin embargo, quiso dejar de verlo como el camino de la muerte y empezar a considerarlo como una oportunidad para que ambos limaran asperezas y quedaran en buenos términos.Por eso la condición para que se juntaran a comer era que fuese ella quien escogiera el lugar, sabía que en un establecimiento familiar lleno de niños gritando y corriendo por todos lados Harvey no sería capaz de hacer un escándalo, mucho menos una escena.— Mami ¿Por qué no hay nadie aquí? ¿A dónde fueron todos? — Pregunta Hari al no ver a nadie más que ellos dentro del restaurante en el que normalmente s
— ¿Q-qué? — Pregunta, creyendo haber escuchado mal.Pero no fue así.— Te dije que vas a darme a la niña, al ser su padre también tengo derecho a decidir sobre lo que es mejor para ella y sinceramente tu método de crianza es muy cuestionable, patético y muy pobre. Estará mejor conmigo así que dámela y vete, no volveré a buscarte después de eso. — Contesta Harvey.Kate no puede creer lo que está escuchando, todo su cuerpo tembló enojado y ella se levantó de la mesa con furia.— ¡Estás mal de la cabeza! ¿Cómo crees que voy a darte a mi hija? ¡No es un juguete, Harvey siempre has sido así! ¡Siempre tienes que buscar la manera de joderme! — Kate no podía creer el descaro que tenía de pedirle algo como eso. — No has estado presente ni siquiera una sola vez,
¿Qué va a hacer? ¿Matarme?— Sí... Yo- no creo que haga algo como eso — Desvió la mirada, sudando frío.«Matar sería lo más bondadoso que el psicópata de Harvey podría hacerle a alguien.» Piensa Kate, bebiendo un largo y silencioso sorbo de agua.— No pienso rendirme, Kate.— Lo sé, Michael, me lo has dejado en claro.Sonrió de lado.— ¿Quieres algo de café? — Pregunta para romper el silencio.Michael asintió. — Sin azuc-— Sin azúcar. — Completó Kate, poniéndose pie mientras Michael hacía un puchero y se dejaba caer sobre la mesa. — ¿Todavía tienes los niveles de azúcar altos?Él afirma con desgano. — El doctor dijo que debía seguir así por un tiempo más o ser&iacu
«Ya decía yo que Harvey estaba demasiado tranquilo.» Piensa, mirando a los lados. «No tengo idea de cuántos son, solo pude ver uno.» «¿Por qué están siguiéndonos?»— Mamá este no es el camino a la escuela.— Lo sé, solo estamos dando un pequeño recorrido.«Tengo que evitar que Harvey sepa dónde está la escuela de Hari.» Piensa y luego mira hacia los lados, cargando a su hija antes de subir al primer bus que pasó por la estación, mientras se mezclaba entre la multitud tomó otro bus que la llevaría más lejos y finalmente uno que la regresaría al punto de partida.Solamente así pudo quitarse la sensación de ser observada y llevar a Hariadne a la escuela.Pero ella no estaba nada feliz con su ‘’Repentino paseo’’ — Mamá ya es tarde y Connie me va a ganar las mejores muñecas. — Dice con enojo — No lo vuelvas a hacer, podemos pasear otro día.— Sí, lo siento nena. — Dejó un pequeño beso en su frente.— Tengo que irme muy rápido ¡Adiós mamá!Agitó fuertemente su pequeña manita y corrió hacia