124.

Las cosas sucedieron demasiado rápido. Sinceramente, ni siquiera yo pude prever lo que podía pasar. Una vez que cerraron la puerta de aquella pequeñísima habitación, la explosión sacudió el lugar con tanta violencia que la onda expansiva rompió las ventanas detrás de nosotros. Ni siquiera me di cuenta en el momento en el que caí sentada en el suelo. Mi cabeza golpeó la parte trasera de la pared, y los vidrios de las ventanas que explotaron cayeron sobre nosotros, cortándonos. Me sorprendió ver que Elisa no perdió la compostura ni por un solo segundo, ni siquiera por la herida en su pómulo que comenzaba a sangrar. Se veía tan recta y firme. Volteó a mirar a uno de los hombres y luego me señaló.

—Si ella se muere, tú te mueres con ella —le dijo al hombre.

El hombre me tomó por los brazos y me levantó para ponerme en una esquina a salvo. Y entonces se hizo un silencio. Elisa levantó la mano para que nos quedáramos callados. Al parecer, escuchó algo. Yo no podía escucharlo; tenía el coraz
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP