Capítulo 34

LENIN

Mis ojos no dejan de admirar a la puta que baila sobre un tubo como si fuera una diosa inalcanzable, luego del encuentro con Anelys, necesitaba un respiro, en especial cuando en una hora tengo una conferencia con gente importante, había papeles que firmar y estos tres días estaría al tope con el trabajo, los tratados con España y los negocios petroleros con Canadá, estaban en su mejor apogeo, pero había que reforzar esos lazos de amistad.

El vicepresidente me tiene hasta los huevos, todo el tiempo lo tengo detrás, esperando a que cometa un error, desde que subí a la presidencia su disgusto fue claro, no está de acuerdo que alguien tan joven según sus ojos, esté en la cima y no él, sus ojos me acusan de todo y mi instinto me grita q

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