Capítulo tres

Grace se sentía contenta de poder estar en un sofá pulcro y en un ambiente lleno de paz. La casa de su hermana Paula no era ni la más hermosa ni la más elegante. Era una casa sencilla y humilde.

—Ya puedes estar en paz, Grace.— Dijo Paula, dándole un vaso lleno de jugo de naranja bien frío, —Me alegra que hayas tomado la decisión de escaparte de la bestia de Alonso.

—Es que es un maldito celoso y manipulador.— Grace le dió un sorbo a su jugo de naranja y dejo el vaso a un lado, —¿Puedes creer que estaba en una sesión de fotografías en el Fox Theatre y el idiota se presentó y armó una escena de celos?

—¿Enserio? ¿Qué más hizo ese infeliz?— Paula estaba enojada por la situación de la que se estaba enterando.

—Me llamo prepago y... Tuve que irme porque Alonso es demasiado impulsivo y tenía miedo de que le hiciera algo a alguno de los fotógrafos.— Explicó Grace, —Alonso, es un loco de primera.

—Un loco de segunda. Él no merece tener el primer lugar de locura.— Dijo Paula.

—Me enoja.

—Él es un idiota.— Paula se llevó una mano al puente de la nariz. Tenía la cabellera rubia similar a la de Grace. Pero con la diferencia de que la de ella era lisa, —Pero me alegra que hayas tomado la iniciativa de escapar. Por un momento pense que no te ibas a venir.

—Alonso se pasó de la raya y me canse.— Grace agarró el vaso y se tomó todo el jugo de naranja, —Ahora tengo que seguir mi vida, Paula. Me tengo que dar una ducha e ir a buscar empleo.

Paula le regaló una sonrisa y finalmente Grace se dirigió hasta la habitación que seria suya hasta nuevo aviso.

(⁠◔⁠‿⁠◔⁠)

Alonso García detuvo su auto de manera brusca a un costado de la calle. Había llegado a la ciudad de Chicago hace menos de seis minutos y no había llegado hasta allí como un simple turista, sino para buscar a su novia Grace Clark.

«La tengo que llevar de regreso a Detroit por las buenas o por las malas.» Pensó con voz llena de ira.

—¿Dónde carajos te metiste Grace Clark? Deja que te encuentre y lo vas a lamentar. Te lo juro.

Condujo su auto y minutos después se detuvo en un bar. A pesar de que la noche aún no llegaba, había gente en el lugar y podría indagar para ver si habían visto a Grace.

Necesitaría una fotografía. La tomo, se bajó de su auto y se aproximó al interior del bar. El ambiente era fiestero y olia a alcohol y cigarrillo y habían personas bailando en la pista.

—¿Quieres bailar?— Una mujer pelirroja y de lentes se le acercó.

—No tengo tiempo para bailar.— Dijo Alonso por encima de la fuerte música.

—No sabes lo que te pierdes.— La pelirroja elevo los hombros y se llevó una chupeta de fresa a la boca.

—Oye...— Alonso la tomo de la mano, —¿Me puedes decir si has visto a esta mujer? Se llama Grace Clark.

La mujer tomo la fotografía con sus manos y con la poca iluminación del bar y la del celular de Alonso, la examinó.

—Me parece que no la he visto.— Dijo ella, manteniendo la chupeta en la boca y le devolvió la fotografía, —Pero me puedes dar tu número y con gusto te llamo si la veo. Mi nombre es Leticia Jones.

—Alonso García.— Él sonrío y después le dictó su número telefónico, —¿Te encantaría tomarte un trago conmigo?

—Un trago no se le niega a nadie.— Dijo Leticia, sacando la chupeta de fresa de su boca y colocando en la mejilla de él por dos segundos, —¿Qué estamos esperando?

Ambos se dirigieron a las barras para pedir unos tragos. Ella pidió un whisky y él pidió un tequila del más fuerte que había.

—Cuéntame.— Paula le dió un sorbo a su whisky y se llevó la chupeta a la boca, —¿Cuánto tiempo de relación llevas con Grace?

—Llevamos tres meses y... Bueno ya la amo mucho y siempre la he tratado como una princesa.— Dijo él, tomándose todo el tequila de un sorbo y pidiendo otro, —No entiendo de verdad, ¿Por qué se fue? Eramos felices.

—Alonso a veces las personas no se conforman con nada. Tienen una vida impecable y soñada. Pero solo se dejan llevar por las tentaciones y lo pierden todo.— Dijo Leticia, —¿Estás dispuesto a perdonar a Grace?

—Yo la amo tanto.— Dijo él y mintió al decir: —Yo cuando la vea la llevare a cenar y a tener un tiempo a solas.

«Un tiempo a solas con ella para darle una lección por intentar escapar de mí.» pensó él.

—Y si le tienes que dar una lección, hazlo.— Leticia parecía haberle leído la mente, —La tal Grace tiene que respetarte. Ahora sí me tengo que ir con gusto te llamo si la llegó a ver.

Alonso se quedó en la barra y se terminó de tomar el tequila. Ahora solamente tendría que esperar encontrar a Grace por su cuenta o que alguien más lo haga por él.

Lo único que tenía claro es que le daría una lección tan pronto la encuentre y le enseñaría a respetarlo.

(⁠◔⁠‿⁠◔⁠)

«No puede ser.» Pensó Grace. Ya había sido rechazada de varias tiendas y en los lugares en los que podía destacar como modelo ni siquiera le habían dado una oportunidad.

—Yo sé que Alonso está detrás de todo ésto.— Dijo ella, caminando por las calles de Chicago. Tenía una carpeta con currículum en sus manos, —Él tiene muchos contactos y estoy segura de que él tiene la culpa de que nadie me quiera dar empleo.

Continuo caminando y fue en ese momento que miro un letrero colorido que le llamo la atención. Grace se acercó y vio lo que había escrito en letras verdes y nítidas:

«El CEO de la empresa Suministros de Brillo Hawkins solicita chica para vientre en alquiler.» Leyó ella con el ceño fruncido, «Jhonathan Hawkins esta interesado en ver tu currículum y lo puedes mandar a está dirección de correo con tu fotografía.»

—Sé que no sere la elegida. Pero lo enviare.— Ella tenía unos currículum en su teléfono y los envío a la dirección de correo escrita en el letrero, —Ahora. Me tengo que ir a casa y seguir mañana.

Grace estaba triste porque había fracasado en su intento al llegar a la casa, Paula la estaba esperando en la sala con dos vasos llenos de jugo de naranja frío.

—¿Cómo te fue?— Le preguntó Paula, dándole el jugo de naranja.

—Fatal. No logre encontrar empleo.— Grace se tomo todo el jugo de naranja.

—Confía y verás que mañana te ira mejor.— Paula sonríe.

—Es que no me cabe ni la menor duda de que Alonso es el responsable de que todo el mundo me esté rechazando.— Grace dijo enojada, —Ese infeliz tiene contactos y de seguro me está haciendo esto para darme una lección.

En ese momento escucho su celular sonar. Era un correo electrónico que decía: «Has sido seleccionada para vientre en alquiler. Por favor, responde la videollamada para poder conocerte.»

—¿Qué pasa?— Preguntó Paula confundida.

—Ya regreso.— Grace corrió a su habitación y se encerró.

La videollamada empezó y ella suspiro antes de contestar y al ver la cara del hombre se sorprendió demasiado.

—¿Qué? ¿Eres tú?

—Es un gusto volver a vernos las caras. Mi nombre es Jhonatan Hawkins.— Dijo él de manera sonriente.

Grace estaba sin palabras al ver que era el mismo hombre con el que casi choca hace poco.

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