Jhonathan estaba tratando de camuflar su sorpresa detrás de una sonrisa de cortesía. No podía creer que la mujer con cara asombrada que había al otro lado de la pantalla, se trataba nada más y nada menos que la misma mujer con la que casi choca en esa calle.
—¿Tú eres Jhonathan Hawkins?— Preguntó ella. Él pudo notar que tenía el cabello rubio muy hermoso. Un detalle que no había notado cuando la vió en esa calle. —Sí.— Contestó él con amabilidad, —Me imagino que tú debes ser Grace Clark, ¿O no? —Ya de qué me sirve mentir si le envié mi foto en mi currículum.— Dijo ella. —Tienes razón.— Agregó él, llevándose una mano al mentón y miro la pantalla para analizar a Grace. Ella era delgada de cabellera rubia y ondeada y lo que más le llamaba la atención eran sus ojos azules. Era primera vez en su vida que veia una rubia con ese color de ojos. —¿Tú me llamaste para seleccionarme como vientre en alquiler? ¿O me llamaste porque viste mi foto y me querías molestar?— Grace preguntó con el ceño fruncido y luego sonrió, —No me gusta perder mi valioso tiempo, señor Hawkins. —A mí tampoco, Grace y si no está interesada en ser vientre en alquiler y lo considera una perdida de tiempo, podemos dejar esto hasta aquí.— Él estaba a punto de finalizar la videollamada. No quería perder su tiempo. —¡No! ¡Espera!— Grace movió sus manos con exasperación, —Es que no te he dicho que acepto ser tu vientre en alquiler. Pero que es lo que tengo que hacer. —Nos tenemos que reunir para organizar todo.— Dijo él con más calma. —¿Cuándo? ¿Dónde nos vamos a ver?— Grace estaba interesada. —Te mando la dirección de mi empresa por correo con la hora de la cita, ¿Te parece?— Él la miró con una sonrisa de labios cerrados. —Espero su correo, señor Hawkins.— Ella sonrió, —Y reconozca que no tiene la culpa de que casi hayamos chocado en plena via pública. —Yo no tuve la culpa.— Él se llevo una mano a los labios, —Grace tú te metiste en mi camino. —Yo lo ví primero. Tú te fueras esperado.— Añadió Grace, —En fin, espero tu correo, señor Hawkins. (◔‿◔) Grace finalizo la llamada. Todavía no podía creer que estaba a punto de llegar a un acuerdo con Jhonathan Hawkins para alquilar su vientre. Pero le resultaba más cómico que fiera ese hombre con el que casi choca en plena vía pública. —Grace, ¿Estás despierta? ¿O estás con alguien en la habitación?— Paula estaba detrás de la puerta, —¿Estás con un galán que se metió por la ventana? Si es así dime y te dejo en paz. —No.— Grace abrió la puerta, —Y ojalá pueda tener un galán para meterlo de manera secreta por la ventana. Pero por ahora estoy soltera y sin empleo. —¿Alonso no se ha intentado poner en contacto contigo?— Paula le preguntó con curiosidad. —En el camino me compre una nueva línea. Pero estoy segura de que pronto tendrá este número.— Grace estaba preocupada. —Si se atreve a tocarte. Lo denunció.— Juro Paula, —Alonso es un idiota y manipulador. —¡Te tengo un chisme!— Grace la miro y colocó sus manos sobre su hombro, —Espero y no te enojes por lo que voy a hacer. —¿Qué estás planeando Grace Clark?— Paula la miro, achicando la mirada, —¿Qué planes tienes en mente? ¡Espero y no sea perdonar al infeliz de Alonso! —¿Qué? ¿Yo perdonar a Alonso?— Grace había comenzado a reír, —No, ¿Cómo crees que voy a perdonarle a ese infeliz, manipulador, alcohólico por todo lo que me hizo? —Es un alivio, ¿Cuál es la noticia?— Paula ladeo la cabeza. —Llevas tiempo viviendo en Chicago y me imagino que debes conocer la empresa Suministros de Brillo Hawkins cuyo CEO es Jhonathan Hawkins. —La conozco. Es una empresa muy prestigiosa.— Dijo Paula. —Debido a mi situación económica he decidido alquilar mi vientre a Jhonathan Hawkins. —¿Alquilar tu vientre? ¿Estás segura de hacer eso, Grace? —Me tengo que reunir con él en su oficina.— Dijo Grace, —Si su propuesta me resulta conveniente.... Con gusto lo hare. Pero si es algo no conveniente... Lo rechazó, así de sencillo. —Me parece bien y bueno...— Paula la miro, —Tenía que comentarte que dentro de pocos días me tengo que mudar a Phoenix. —¿Qué? Apenas estoy llegando a Chicago y ya te quieres ir.— Grace hablo con tristeza, —¿O es que tienes un galán allá que te está esperando? —Ojalá.— Paula sonrió con timidez, —Pero me mudo para perseguir mis sueños. Desde que tengo uso de razón he querido aprender natación y se me abrió una puerta allá en Phoenix. —Ve y persigue tus sueños, Paula.— Grace sonrió y observo el correo que le había llegado, —Ahora me tengo que duchar porque tengo una reunión con Jhonathan Hawkins en una hora y media. —Recuerda si te conviene, acepta, sino, rechaza.— Sugirió Paula. Grace unos minutos más tarde estaba bajo la ducha. El agua caía rápidamente por la desnudez de su delgado cuerpo y no paraba de acariciarse la barriga. ¿Qué se sentiría estar embarazada? ¿Qué se sentiría llevar en su vientre un bebé? (◔‿◔) Jhonathan Hawkins llegó diez minutos antes que la hora acordada de la reunión para organizar todo. Estaba vestido de manera presentable y se había aplicado un costoso perfume en su ropa y cuerpo. En pocos minutos llegaría Grace Clark para la reunión y tenía que llegar a un acuerdo con ella. Grace era la mujer perfecta para llevar a su primogénito y futuro sucesor en su vientre. Estaba escribiendo unos datos en el contrato y de repente sintió la puerta abrirse. Por un momento pensó que se trataba de ella. Pero no, era nada más y nada menos que Leticia Jones. —¿Qué estás haciendo aquí?— Preguntó él, dejando el bolígrafo sobre su escritorio, —Leticia en pocos minutos tengo una reunión importante. —¿Te molesta mi presencia en este lugar?— Leticia se sentó en la silla de mecanismo basculante y comenzó a acomodarse los lentes y a abrir una chupeta de fresa, —¿De qué va la reunión? —Ya no tengo porque estar dándote explicaciones, Leticia.— Dijo Jhonathan con seriedad. —¿Es sobre lo de eso del vientre en alquiler?— Leticia lo miro y lo señalo con la chupeta, —¿Es eso? ¿Adivina? —Leticia, ¿Te podrías retirar de mi oficina ahora mismo?— Él uso su mano derecha para señalar la puerta de salida, —Tengo una reunión importante. —No.— Dijo Leticia, —Primero quiero verle la cara a la mujer que te va a alquilar el vientre y después me retiro. —¿Por qué tienes que ser tan conflictiva?— Jhonathan termino de escribir los datos en el contrato y después la miro, —Leticia, creo que he sido paciente contigo. Te ordeno que te vayas de mi oficina o tendre que llamar a seguridad. Él se levantó y rodeo el escritorio. No podía permitir que Leticia arruinada su reunión. Ella estaba sentada en la silla de mecanismo basculante con una expresión sarcástica en su rostro y con la chupeta dentro de su boca. —Ya te dije que después que le vea la cara a la mujer que te va a alquilar tu vientre.... Me voy. —No eres cualquier mujer, Leticia, ¿Puedes entender eso? Nos acabamos de divorciar y lo menos que quiero es que ella se sienta incómoda. —Ella no tiene que saber que estamos recién divorciados.— Leticia sonrió. —Me gusta ser directo. Ella tarde o temprano lo tendrá que saber. Pero siento que está no es la forma correcta.— Jhonathan se llevó la mano al puente de la nariz, —No quería llegar a esto, Leticia. Pero tendre que llamar a seguridad. Él comenzó a caminar hasta el escritorio. El teléfono de oficina estaba activo y estaba marcando el código y llevándose el móvil al oído. De repente Grace Clark entro a la oficina. Estaba con vestimenta presentable y su cabellera rubia estaba atada en una cola alta y elegante. —Yo soy Grace Clark.— Dijo ella. Leticia que estaba sentada en la silla de mecanismo basculante se levantó rápidamente y la señalo con la chupeta: —¿Tú eres Grace Clark?— Le preguntó y sin esperar una respuesta, añadió en voz alta, —¡Tu marido está en Chicago! ¡Y te está buscando!Grace se había puesto pálida y sintió un inmenso escalofrío recorrer todo su cuerpo. No estaba nerviosa por el hecho de que la mujer haya hecho esa exclamación, sino el hecho de que Alonso estaba en Chicago y la estaba buscando.—¿Espera Grace?— Jhonathan se acerco a ella confundido, —¿Cómo que te estás buscando tu marido? ¿Eres casada?—¡No! Por supuesto que no.— Contestó Grace.—Yo lo ví en un bar y me mostró una fotografía tuya. Te estaba buscando y parece estar angustiado.— Leticia Jones se volvió a meter la chupeta en la boca, —Alonso al parecer está enamorado de tí.—Déjame aclarar una cosa.— Grace miro a Hawkins, —Alonso García es mi ex novio y recientemente nos separamos por motivos personales. Él de seguro me siguió desde Detroit hasta aquí y... ¡Alonso es parte de mi pasado!—Pero por lo que veo, Alonso te sigue queriendo en su presente.— Dijo Leticia.—Eso no va a pasar. Alonso ya es parte de mi pasado.— Dijo Grace con firmeza, —Señor Hawkins si quiere podemos cancelar todo
—Me alegra que me hayas ayudado.— Dijo Grace después de abordar el asiento de copiloto del auto de Hawkins, —Alonso es demasiado impulsivo y tenía miedo de que me hiciera daño o que me llevará a la fuerza. —Por lo que pude notar ese tal Alonso del que me hablas es sumamente peligroso.— Dijo Jhonathan encendiendo el motor de su auto, —Yo te recomiendo que pongas una denuncia y por ende una orden de alejamiento. —Eso mismo es lo que he estado considerando.— Dijo ella, quedándose pensativa, —Pero Alonso es un hombre que no lo detiene nada. Por lo tanto, creo que una orden de alejamiento no será suficiente para detenerlo. Jhonathan Hawkins estaba acariciando el volante de su auto. Estaba pensativo, tratando de llegar a una solución inmediata. —¿Dónde queda la casa de tu hermana, Paula?—Preguntó. Ella le dictó la dirección. —Paula es mi única hermana. Ella dentro de poco tiene que viajar a Phoenix porque se le presento una oportunidad allá para sus clases de natación.— Dijo Grace unos
—¿A qué te refieres?— Grace miro a la sirvienta por unos segundos. Estaba confundida debido a las recientes palabras que ésta última acaba de decir, —¿Qué quieres decir con eso de que me das un límite de tiempo antes de que salga huyendo de la casa?—Es solamente un comentario humorístico.— La sirvienta Mariana se esforzó en formar una sonrisa de labios cerrados, —Si tiene alguna necesidad no dudes en buscarme, Grace.Mariana hizo una breve reverencia y se dió media vuelta para salir de la habitación. Grace se quedó pensativa, sentada sobre la comodidad del colchón de la cama. Las palabras de Mariana la habían sorprendido y más por el tono y la forma en que las había dicho. No sabía que era lo que significaba eso «Te doy un límite de tiempo antes de verte salir huyendo de ésta casa». Pero no sacaría conclusiones precipitadas y se relajaría. En ese momento decidió llamar a su hermana Paula para notificarle que había llegado.—Es bueno que me has llamado.— Dijo Paula al otro lado de la
—Alonso, no cometas una locura. La policía puede pasar por ésta calle en cualquier momento.— Dijo Grace en voz bajita, sintiendo el filo del cuchillo en su costado.—Cállate la boca.— Le ordenó Alonso entre dientes, —Ahora camina conmigo y vamos a mi auto. Ahora mismo nos vamos para Detroit.Grace estaba tratando de mantener la calma. Sin embargo, estaba corriendo el riesgo de que Alonso perdiera el control y le terminada clavando el cuchillo en su costado. No quería morir de esa forma y mucho menos ahora.—Alonso.— Insistió ella.—Ya no digas nada y camina.Alonso la llevo a la fuerza hasta su auto y la metió en el interior de una manera brusca. —Alonso, no cometas una locura. La policía te puede meter preso.—¿Y tú crees que la policía me va a detener?— Él comenzó a reír de manera falsa y comenzó a dar leves palmadas, —Eres sumamente estúpida y con una imaginación tan pésima. La policía me vale un comino.—Tú no me puedes obligar a regresar a Detroit.— Dijo ella con seriedad y mirá
Jhonathan Hawkins se despertó a la mañana siguiente. Estaba sobre su cama y con la misma ropa con la que se había acostado el día anterior. Le resultó extraño la manera en como el cansancio lo había derrotado y no lo había dejado terminar de leer esos papeles.Pero el haberse quedado dormido tan temprano el día anterior, le dieron muchas energías para empezar la mañana con más ánimo y una mentalidad victoriosa.—Señor, no olvide su reunión de ésta mañana en la empresa.— Le dijo Mariana desde el otro lado de la puerta.—Lo había olvidado, Mariana. Te agradezco por haberme recordado.— Jhonathan estaba buscando sus artículos de aseo personal. Tenía sus ojos café medio adormilados. Pero una buena ducha y una taza llena de café ayudarían.—¿Quiere que le prepare una taza con leche tibia?— Preguntó la sirvienta Mariana con una sonrisa coqueta y que obviamente su jefe no podría ver.Jhonathan Hawkins se quedó pensativo. La leche que se había tomado la noche anterior estaba deliciosa. Pero de
—Me parece una idea increíble la idea de organizar una cena de despedida para mi hermana Paula.— Dijo Grace después de eliminar pensamientos negativos de su mente.—Me parece una idea buena. Pero primero lo importante. Tenemos que hablar para concretar la fecha definitiva para el vientre en alquiler.— Dijo él.Ambos decidieron que el lugar correcto para hablar sobre el tema era en un pequeño café. El mismo quedaba a dos cuadras de Suministros de Brillo Hawkins y aunque era pequeño, era lo suficientemente hermoso y con mucha comodidad para tener una conversación agradable y pasar un tiempo de calidad.—Antes de realizar la inseminación artificial. Tenemos que hacerte unos exámenes que están escritos sobre esta hoja.— Dijo él unos segundos después de haberse sentado en la silla de plástico color amarilla, dejando una hoja sobre la mesa redonda, color blanquecina.—Son varias exámenes.— Dijo ella unos segundos después de leer lo que había escrito en la hoja, —Por lo tanto, y según mis cál
Grace y Jhonathan miraron a la sirvienta Mariana unos segundos después. La bandeja estaba sobre el suelo, encima de un charco de café y con trozos rotos de tazas sobre la misma y a su alrededor.—Mariana, ¿Qué fue lo que pasó?— Jhonathan se acerco para recoger la bandeja, —Parece como si hubieras visto un fantasma. Es primera vez que se te cae la bandeja de esa manera.—Todo fue un accidente, señor Hawkins. Yo estaba llegando con la bandeja en manos y las tazas con café y de repente sentí un malestar y unos mareos, no pude evitar que todo se me cayera.— Dijo Mariana como una excusa perfecta para disimular los celos que sentía de que su jefe haya invitado a la recién llegada a salir.—¿Quieres que te ayude a preparar otra ronda de café, Mariana?— Grace se le acercó con mucha amabilidad.—No.— Contestó Mariana y la señalo con uno de sus dedos índice. Grace noto que tenía sus típicos guantes de latex. La sirvienta sonrió, —Yo soy la sirvienta de esta casa y yo soy responsable de la limp
—En una ocasión Kevin y yo tuvimos relaciones en el techo de la casa.— Vanessa estaba entre las palabras y las risas, —Era época de lluvia y el plan era que Kevin se subiera al techo para tapar unas goteras. Pero en una ocasión me subí por las escaleras para ver cómo iba y... Vanessa no pudo contener la risa y por lo tanto, no pudo seguir dando detalles de la historia. Por lo tanto, Kevin se quito los lentes para limpiarlos y segundos después tomo la palabra: —Yo estaba en el techo y bueno, de repente y en un momento inesperado Vanessa estaba sobre mí y...— Kevin se detuvo, —Acabamos teniendo sexo arriba del techo de nuestra propia casa. Es una locura. —¿Lograron acomodar las goteras del techo?— Grace preguntó con curiosidad. —Sí. Al finalizar mi sesión amorosa con Vanessa la obligue a bajar y finalmente havua logrado arreglar eso. Grace sentía que estar en este tipo de ambientes era agradable para ella. Era lo que necesitaba después de todo lo que había vivido al lado de Alo