—Hace raro estaba en el club de Leticia, llevando a cabo una sesión de fotografías y...—¿Qué?— Grace se mostró interesado en la conversación y en lo que Vanessa no pudo culminar de decirle.—No lo sé y quizás sean tonterías mías.— Confesó Vanessa, paseando su mirada por el café y después apretó sus labios, —Es que ese lugar me da una mala sensación y ahora mucho más después de lo que ví.—¿Qué fue lo que viste? Vanessa recuerda que estamos involucradas en una situación de gravedad. Cualquier detalle por tan absurdo que parezca nos puede ayudar.—En el local por primera vez note como un espejo enorme en la pared. Siento que esconde algo detrás y justo cuando le pregunte a Leticia... Ella se puso seria y me aclaro que es una simple pared.—¿Y le crees?— Grace se mordió los labios y después negó con la cabeza con lentitud, —Lo sé y yo tampoco le creo.Una mesera le trajo sus respectivos café a la mesa y después se retiró. Grace fue la que tuvo la iniciativa de tomarse el café y después
—Mira que al final siempre termino obteniendo lo que quiero.— Alonso se estaba colocando la camisa de nuevo.—Pudrete.— Le dijo ella con un tono de desprecio, —Lo obtuviste porque te lo permití.—Vaya...— El amplió la mirada. Al mismo tiempo que encendía un nuevo cigarrillo y se sentaba en una silla de madera en forma de caja, —¿Con qué así son las cosas?—Lo quería hacer y por eso las cosas sucedieron entre ambos.—Ni una palabra de esto a nadie.— Él se paseó por el lugar y se detuvo con los ojos cerrados en el centro. Después abrió los ojos y clavo su mirada en Leticia, —Nosotros seguimos llevando a cabo nuestro plan.—Me tengo que ir y te pido que tengas cuidado con las locuras que haces, Alonso.— Ella comenzó a caminar hasta la salida de ese taller abandonado, —Mira que quizás el que te saco de la cárcel no lo vuelva a hacer o quizás esa misma persona te entregue a las autoridades. —En lo primero quizás tengas toda la maldita razón. Pero en lo segundo dudo mucho que sea así.— Al
—Mira Leticia Jones yo comprendo que tú tengas muchos problemas. Por lo tanto, te ordenó que entiendas que yo también tengo los míos.— Mariana la señaló, caminando hacia ella y se detuvo a menos de un metro, —¿Cuál es tu problema conmigo?—Solo te estoy advirtiendo que dejes de hacerme esas bromas pesadas.— Leticia retrocedió, sin mirar a ningún otro lado.—¿Crees que mi forma de actuar es aplicando eso de enviar correos anónimos?— Mariana comenzó a reír y a rascarse la mandíbula, —Mi verdadera forma de actuar es de frente, cara a cara.—Claro. Pero fíjate que se metieron a robar a la casa y no fuiste capaz de defenderla, ¿Fuiste demasiada débil ante esa persona?—Vaya parece que la adicción a las chupetas no te están dañando nada más que el cerebro.—A ti la golpiza que te dieron te provocó una amnesia eterna, ¿O es qué algún día vas a al fin decirnos ese nombre?—En lo que tenga oportunidad de recordar de nuevo. Ahora retirate que necesito dormir.— Mariana la empujó a la puerta de e
Jhonathan Hawkins también se levantó. Pero estaba riendo después de escuchar el comentario de Grace. Se fueron hasta la cocina donde estaba Mariana ahora con sus guantes puestos y preparando algo en una sartén.—¿Cuál es la risa que tú tienes?— Mariana no dejo de movilizar el sartén que tenía un caldo rojizo en su interior.—Es que Grace dijo algo gracioso. Me imagino que es síntoma de su desmayo.—Estaba hablando enserio. Me sentí extraña, como si todo lo que estoy viendo fuera falso.— Grace habló en voz baja y algo apagada, —Siento que nada es lo que parece.—Grace, es que de verdad ese embarazo te está volviendo loca.— Mariana hizo una expresión de aburrimiento, —Leticia volviéndose loca por la adicción a las chupetas y ahora tú con tu embarazo. Vaya las cosas así parecen estar sumamente extrañas.—¿Qué tiene que ver Leticia con estás cosas?— Preguntó Jhonathan con interés.—Es que ella vino para la casa no hace mucho. Me estaba acusando y que le mande un correo anónimo.— Mariana n
—Por supuesto que sigo en esto contigo, Alonso.— Contestó Leticia, haciendo una expresión de impaciencia, —¿Será que puedes bajar esa cosa antes de que se te escape un tiro?—¿Por qué tienes miedo de que se me escape un tiro?— Alonso ladeó la cabeza a la derecha. Después bajo el arma y sonriente, exclamó: —¡Claro! ¡Olvide que yo no tengo tan pésima puntería como tú!—Al menos yo tome ese riesgo y tú solamente has estado oculto como todo un cobarde.—Vaya me gusta mucho ese tono y forma de hablar que estás utilizando ahora. Pero no estoy de acuerdo que lo uses en mi contra, Leticia.—Y deberías dejar de fumar porque considero que la adicción al cigarrillo puede matarte más rápido que la adicción a las chupetas.—¿Quieres que hagamos un experimento?— Alonso se guardo el arma de fuego en su cintura y se froto ambas manos.—Solamente dime cuál es la nueva estrategia o el plan que tienes en mente. Mira que lo único que necesito es recuperar el amor de Jhonathan.— Ella se mantenía calmada y
Grace se sentía en completa confianza caminando en plena pasarela y luciendo su cuerpo en un hermoso traje de baño. Las luces que estaban por casi toda el área le daban un toque de grandiosa luminosidad al escenario. El Fox Theatre de la ciudad de Detroit, apenas y tenía en su interior una pequeña cantidad de personas en su mayoría fotografos que capturaban con sus cámaras cada una de las poses de Grace sobre el escenario. —¿Les parece bien está pose?— Grace se llevó una mano a la cintura y con la otra se acomodo su cabello ondeado y rubio a un lado. Los fotógrafos comenzaron a sacar varias fotografías. Grace sonreía ante las cámaras y estaba feliz de ser el rostro principal de las portadas de varias revistas de moda y belleza. —¡Te me bajas de ese maldito escenario, Grace Clark!— Un hombre entró gritando al Fox Theatre, su voz hacia eco en todo el lugar. —¿Qué es lo que te pasa, Alonso?— Grace hablo en un tono adecuado y educado, —¿Es que no ves que estoy en medio de una sesión d
—Es que me da miedo que Alonso descubra que me estoy tratando de escapar.— Dijo Grace angustiada y con el celular pegado del oído. —Es la única manera que tienes para escapar de él.— Dijo Paula con firmeza, —¿O prefieres seguir viviendo bajo el techo de un manipulador? Grace se quedó en silencio y comenzó a reflexionar su vida. Tenía tres meses de relación con Alonso y al principio de la misma todo parecía ser de color de rosas. Pero a partir del primer mes todo comenzó a cambiar y Alonso comenzó a mostrar su verdadera cara. Grace había aprendido que la frase: «Nadie termina de conocer a las personas.» era totalmente cierta. —Tienes razón, Paula.— Dijo finalmente, —Ya no puedo seguir viviendo bajo las manipulaciones de Alonso y me da miedo que algún día se vuelva loco y sea capaz hasta de matarme. —¿Te espero en Chicago entonces?— Preguntó Paula. —Desde Detroit a Chicago en auto me toman cuatro horas. Sí, en cuatro horas estoy allá. Ambas finalizaron la llamada. Grace no espero
Grace se sentía contenta de poder estar en un sofá pulcro y en un ambiente lleno de paz. La casa de su hermana Paula no era ni la más hermosa ni la más elegante. Era una casa sencilla y humilde.—Ya puedes estar en paz, Grace.— Dijo Paula, dándole un vaso lleno de jugo de naranja bien frío, —Me alegra que hayas tomado la decisión de escaparte de la bestia de Alonso.—Es que es un maldito celoso y manipulador.— Grace le dió un sorbo a su jugo de naranja y dejo el vaso a un lado, —¿Puedes creer que estaba en una sesión de fotografías en el Fox Theatre y el idiota se presentó y armó una escena de celos?—¿Enserio? ¿Qué más hizo ese infeliz?— Paula estaba enojada por la situación de la que se estaba enterando.—Me llamo prepago y... Tuve que irme porque Alonso es demasiado impulsivo y tenía miedo de que le hiciera algo a alguno de los fotógrafos.— Explicó Grace, —Alonso, es un loco de primera.—Un loco de segunda. Él no merece tener el primer lugar de locura.— Dijo Paula.—Me enoja.—Él e