—Me alegra que me hayas ayudado.— Dijo Grace después de abordar el asiento de copiloto del auto de Hawkins, —Alonso es demasiado impulsivo y tenía miedo de que me hiciera daño o que me llevará a la fuerza.
—Por lo que pude notar ese tal Alonso del que me hablas es sumamente peligroso.— Dijo Jhonathan encendiendo el motor de su auto, —Yo te recomiendo que pongas una denuncia y por ende una orden de alejamiento. —Eso mismo es lo que he estado considerando.— Dijo ella, quedándose pensativa, —Pero Alonso es un hombre que no lo detiene nada. Por lo tanto, creo que una orden de alejamiento no será suficiente para detenerlo. Jhonathan Hawkins estaba acariciando el volante de su auto. Estaba pensativo, tratando de llegar a una solución inmediata. —¿Dónde queda la casa de tu hermana, Paula?—Preguntó. Ella le dictó la dirección. —Paula es mi única hermana. Ella dentro de poco tiene que viajar a Phoenix porque se le presento una oportunidad allá para sus clases de natación.— Dijo Grace unos minutos después cuando iban en camino. —Me encantaría conocerla.— Dijo él, tomando una breve curva que era la última para llegar a la casa de Paula. —Y ella estará feliz de conocerte. Unos segundos más tarde habían llegado a la casa de Paula Clark. Jhonathan Hawkins desde el lado del piloto y a través de la ventana, pudo notar que era una propiedad humilde y al mismo tiempo hermosa. —La casa de tu hermana es sumamente hermosa.— Dijo él con una admiración cien porciento sincera. —Y creeme que ella también es una buena persona.— Dijo ella y antes de bajarse del auto, le dijo en voz baja: —Buscare mis cosas y le dire a Paula para que salga. Grace se bajo del auto y se fue caminando hasta que llegó a la puerta de la casa. No tenía ninguna necesidad de tocar porque tenía acceso libre en la propiedad. —Paula.—Dijo ella. Su hermana estaba viendo una telenovela de esas antiguas en el televisor, —Afuera está Jhonathan Hawkins, ¿Podrías salir para hablar con él mientras yo guardo mis cosas en la maleta? —¿Te vas a mudar a la casa del CEO Hawkins?—Paula la miro de manera asombrada y apagó el televisor, —Bueno, ve a hacer tus maletas y yo voy a salir para conocerlo. Grace le dió las gracias y subió para hacer sus maletas. Era la segunda vez que se tenía que mudar en tan poco tiempo. (◔‿◔) —¿Eres Paula Clark? ¿Eres la hermana de Grace?— Jhonathan le preguntó cuando la vió acercarse al vehículo. Por lo tanto, decidió por cortesía descender del mismo para platicar mejor. —Paula Clark. La hermana de Grace y futura profesional en la natación.— Dijo ella, extendiendo su mano hacia él, —Es un honor tener frente a mi casa al mismísimo dueño de Suministros de Brillo Hawkins. —Grace me contó que dentro de poco tienes que viajar a Phoenix, ¿Necesitas ayuda económica para el viaje o para el hospedaje? Paula se llevó una mano al mentón. Tenía el cabello rubio suelto y el viento ligero de la ocasión lo movilizaba de manera lenta y repetitiva. —Los gastos para el viaje y para mi hospedaje ya están a cuenta de la academia de natación.— Paula formó una sonrisa, —Por lo tanto, creo que no voy a necesitar de su ayuda. —Estamos a la orden.— Él sonrió. En el fondo sabía que ella estaba siendo sincera y admiraba que no fuera como otras mujeres que en su caso hubieran pedido ayuda económica para un centenar de cosas. —Ya he culminado de recoger mis cosas.— Dijo Grace que venia rodando una maleta, —Ya veo que ustedes dos se acaban de conocer. —Paula me estaba contando sobre su viaje a Phoenix.— Dijo él sonriente, —Tengo que reconocer que admiro que tu hermana sea fanática de la natación y practicante de la misma. —Paula no se va a Phoenix por la natación.— Grace miro a su hermana, tratando de contener la risa, —Yo creo que ella en realidad tiene un galán allá y por eso se quiere ir para allá. —Eso es mentira.— Las mejillas de Paula se pusieron rojizas por unos segundos, —Mi viaje a Phoenix es para mi futura carrera en la natación. —Paula, ¿Cuándo te vas? —En un par de días.— Contestó Paula. —He estado pensando en organizar una actividad especial antes de tu viaje para despedirte.— Dijo Grace. —Me parece una buena idea. Podemos organizar una cena.— Agregó Jhonathan, —¿Qué te parece, Paula? —Me encanta la idea.— Contestó Paula. Los tres platicaron de temas al azar por un par de minutos más y después Jhonathan Hawkins dijo que se tenía que retirar y por ende Grace tenía que despedirse de Paula. —Nos olvides la cena, Paula.— Grace la abrazo. (◔‿◔) —Paula es idéntica a tí.— Dijo Jhonathan cuando iban de camino a la casa de él, —La única diferencia es que ella tiene el pelo liso y tú lo tienes ondulado. Interesante. —Y es sumamente natural.— Agregó Grace, —¿Sabes tengo un poquito de nervios? —¿Por qué?— Él la miró de reojo. —Es primera vez que vivire en la casa de alguien adinerado y...— Ella paso saliva por su garganta, —Tengo miedo de que Alonso se aparezca y sea capaz de cometer una locura. —Si ese tal Alonso se atreve a venir a mi casa es posible que termine tras las rejas.— Dijo el con confianza, —Grace, no tienes porque preocuparte de ese poco hombre. Unos minutos después llegaron a la casa de él. Grace al mirarla quedó asombrada ya que creía que al ser el dueño de una prestigiosa empresa de productos de limpieza, seguramente viviría en una mansión. Pero la realidad era que era una casa sencilla como cualquier otra. —Me encanta tu casa, señor Hawkins.— Dijo ella con admiración. —Me puedes llamar Jhonathan.— Agregó él, —La casa fue propiedad de mi difunto padre y desde su partida física me ha pertenecido. Nunca me ha llamado la atención la idea de vivir en mansiones. Pero quizás en un futuro tome esa idea. —Es primera vez que escucho un millonario que prefiere vivir en una casa sencilla antes que en una mansión.— Grace estaba bajando del auto. —Vamos para que conozcas el interior de mi casa. Ambos caminaron hacia la puerta. Él la estaba ayudando con sus maletas y ella caminaba detrás de él. Unos segundos después estaban frente a la puerta. —Mariana, ¿Puedes abrir?— Dijo él, —Mariana es mi sirvienta. Unos segundos después la puerta se abrió y una mujer una década mayor que Grace abrió la puerta. Mariana tenía la piel blanca y el cabello corto de un color negro oscuro. Además de una apariencia misteriosa. —Mariana, lleva las maletas de Grace hasta la habitación que hemos preparado.— Ordenó Jhonathan Hawkins. Mariana no dijo palabra alguna. Pero obedeció a la orden y tomo la maleta de Grace para llevarla a la habitación. —Puedes sentarte.— Dijo él con amabilidad. Grace se sentó en uno de los muebles tapizados con brocados de la sala. Estaba admirando la sencilla y al mismo tiempo prestigiosa cada de él. —Mariana, Grace a partir de este día va a vivir bajo éste mismo techo porque ella será mi vientre en alquiler.— Dijo él cuando vio que Mariana regresaba a la sala, —Por lo tanto, tienes la orden de atenderla en lo que ella necesite. —Sí, señor.— Dijo Mariana y sus ojos negros se encontraron con el rostro de Grace. —Grace. Mariana te va a llevar a tu nueva habitación.— Dijo él, —Yo tengo que ir a la empresa para una reunión. Regreso en una o dos horas. Mariana asintio con la cabeza y le hizo señas a Grace para que la siguiera. Está última entró a su nueva habitación y se sentó a orillas de lo que sería su nueva cama. —Ya el señor Hawkins se retiro.— Dijo Mariana con seriedad, apoyando su espalda contra la puerta de la habitación, —¿Cómo se siente ser la vientre en alquiler de el señor Hawkins? —Si te soy sincera, nunca llegue a pensar que iba a ser seleccionada.— Grace sonrió. Pero su sonrisa se esfumó al notar que Mariana la miraba con seriedad, —¿Qué pasa? —Te doy un límite de tiempo.— Mariana hablo con seriedad, —Antes de verte huyendo o con las ganas de quererte ir de esta casa.—¿A qué te refieres?— Grace miro a la sirvienta por unos segundos. Estaba confundida debido a las recientes palabras que ésta última acaba de decir, —¿Qué quieres decir con eso de que me das un límite de tiempo antes de que salga huyendo de la casa?—Es solamente un comentario humorístico.— La sirvienta Mariana se esforzó en formar una sonrisa de labios cerrados, —Si tiene alguna necesidad no dudes en buscarme, Grace.Mariana hizo una breve reverencia y se dió media vuelta para salir de la habitación. Grace se quedó pensativa, sentada sobre la comodidad del colchón de la cama. Las palabras de Mariana la habían sorprendido y más por el tono y la forma en que las había dicho. No sabía que era lo que significaba eso «Te doy un límite de tiempo antes de verte salir huyendo de ésta casa». Pero no sacaría conclusiones precipitadas y se relajaría. En ese momento decidió llamar a su hermana Paula para notificarle que había llegado.—Es bueno que me has llamado.— Dijo Paula al otro lado de la
—Alonso, no cometas una locura. La policía puede pasar por ésta calle en cualquier momento.— Dijo Grace en voz bajita, sintiendo el filo del cuchillo en su costado.—Cállate la boca.— Le ordenó Alonso entre dientes, —Ahora camina conmigo y vamos a mi auto. Ahora mismo nos vamos para Detroit.Grace estaba tratando de mantener la calma. Sin embargo, estaba corriendo el riesgo de que Alonso perdiera el control y le terminada clavando el cuchillo en su costado. No quería morir de esa forma y mucho menos ahora.—Alonso.— Insistió ella.—Ya no digas nada y camina.Alonso la llevo a la fuerza hasta su auto y la metió en el interior de una manera brusca. —Alonso, no cometas una locura. La policía te puede meter preso.—¿Y tú crees que la policía me va a detener?— Él comenzó a reír de manera falsa y comenzó a dar leves palmadas, —Eres sumamente estúpida y con una imaginación tan pésima. La policía me vale un comino.—Tú no me puedes obligar a regresar a Detroit.— Dijo ella con seriedad y mirá
Jhonathan Hawkins se despertó a la mañana siguiente. Estaba sobre su cama y con la misma ropa con la que se había acostado el día anterior. Le resultó extraño la manera en como el cansancio lo había derrotado y no lo había dejado terminar de leer esos papeles.Pero el haberse quedado dormido tan temprano el día anterior, le dieron muchas energías para empezar la mañana con más ánimo y una mentalidad victoriosa.—Señor, no olvide su reunión de ésta mañana en la empresa.— Le dijo Mariana desde el otro lado de la puerta.—Lo había olvidado, Mariana. Te agradezco por haberme recordado.— Jhonathan estaba buscando sus artículos de aseo personal. Tenía sus ojos café medio adormilados. Pero una buena ducha y una taza llena de café ayudarían.—¿Quiere que le prepare una taza con leche tibia?— Preguntó la sirvienta Mariana con una sonrisa coqueta y que obviamente su jefe no podría ver.Jhonathan Hawkins se quedó pensativo. La leche que se había tomado la noche anterior estaba deliciosa. Pero de
—Me parece una idea increíble la idea de organizar una cena de despedida para mi hermana Paula.— Dijo Grace después de eliminar pensamientos negativos de su mente.—Me parece una idea buena. Pero primero lo importante. Tenemos que hablar para concretar la fecha definitiva para el vientre en alquiler.— Dijo él.Ambos decidieron que el lugar correcto para hablar sobre el tema era en un pequeño café. El mismo quedaba a dos cuadras de Suministros de Brillo Hawkins y aunque era pequeño, era lo suficientemente hermoso y con mucha comodidad para tener una conversación agradable y pasar un tiempo de calidad.—Antes de realizar la inseminación artificial. Tenemos que hacerte unos exámenes que están escritos sobre esta hoja.— Dijo él unos segundos después de haberse sentado en la silla de plástico color amarilla, dejando una hoja sobre la mesa redonda, color blanquecina.—Son varias exámenes.— Dijo ella unos segundos después de leer lo que había escrito en la hoja, —Por lo tanto, y según mis cál
Grace y Jhonathan miraron a la sirvienta Mariana unos segundos después. La bandeja estaba sobre el suelo, encima de un charco de café y con trozos rotos de tazas sobre la misma y a su alrededor.—Mariana, ¿Qué fue lo que pasó?— Jhonathan se acerco para recoger la bandeja, —Parece como si hubieras visto un fantasma. Es primera vez que se te cae la bandeja de esa manera.—Todo fue un accidente, señor Hawkins. Yo estaba llegando con la bandeja en manos y las tazas con café y de repente sentí un malestar y unos mareos, no pude evitar que todo se me cayera.— Dijo Mariana como una excusa perfecta para disimular los celos que sentía de que su jefe haya invitado a la recién llegada a salir.—¿Quieres que te ayude a preparar otra ronda de café, Mariana?— Grace se le acercó con mucha amabilidad.—No.— Contestó Mariana y la señalo con uno de sus dedos índice. Grace noto que tenía sus típicos guantes de latex. La sirvienta sonrió, —Yo soy la sirvienta de esta casa y yo soy responsable de la limp
—En una ocasión Kevin y yo tuvimos relaciones en el techo de la casa.— Vanessa estaba entre las palabras y las risas, —Era época de lluvia y el plan era que Kevin se subiera al techo para tapar unas goteras. Pero en una ocasión me subí por las escaleras para ver cómo iba y... Vanessa no pudo contener la risa y por lo tanto, no pudo seguir dando detalles de la historia. Por lo tanto, Kevin se quito los lentes para limpiarlos y segundos después tomo la palabra: —Yo estaba en el techo y bueno, de repente y en un momento inesperado Vanessa estaba sobre mí y...— Kevin se detuvo, —Acabamos teniendo sexo arriba del techo de nuestra propia casa. Es una locura. —¿Lograron acomodar las goteras del techo?— Grace preguntó con curiosidad. —Sí. Al finalizar mi sesión amorosa con Vanessa la obligue a bajar y finalmente havua logrado arreglar eso. Grace sentía que estar en este tipo de ambientes era agradable para ella. Era lo que necesitaba después de todo lo que había vivido al lado de Alo
—¿Y quién crees tú que pudo haberlo hecho?— Preguntó el policía con una curiosidad bienhumorada. Tenía un bolígrafo y una pequeña libreta en sus manos, —¿Me podría decir el nombre? Cualquier detalle podría ser útil. —La persona de la que sospecho es mi ex novio.— Grace comenzó a hablar, —Él se llama Alonso García y bueno... Grace se encargo de contarle de principio a fin todo sobre la personalidad de Alonso García. También le contó detalles sobre la última discusión que habían tenido en Detroit antes de decidir huir a Chicago. —¿Y Alonso García se encuentra presente en la ciudad de Chicago?— El policía estaba pensativo. —En una ocasión intento secuestrarme y llevarme de regreso a Detroit. Pero yo jamás regresaría con alguien como él.— Grace se llevó ambas manos a los bolsillos, —Alonso es un hombre adicto a las bebidas alcohólicas y en un par de ocasiones al cigarrillo. —Gracias por el dato.— Dijo el policía, —¿Algún detalle más? Grace y Paula menearon la cabeza de un lado
—El procedimiento no es tan complicado. Pero requiere de ciertos procedimientos para que puedan salir a la perfección.— Dijo la doctora, esbozando una sonrisa tierna. Grace estaba tendida boca arriba sobre la camilla. Tenía la camisa levantada, dejando en evidencia su abdomen plano y definido. Por su parte la doctora observaba y analizaba el abdomen, anotando ciertos detalles en una libreta. —Con esto me voy a convertir en madre primeriza.— Dijo Grace. —¿Tú eres la modelo Grace... Grace Clark? Creo ya haberte visto en varias portadas de revistas. —Sí.— Grace asintió, sonriendo de manera breve y luego añadió con voz baja, —Y créame que el ser modelo no es como lo pintan detrás de cámaras, prácticamente tienes que ser un robot y dejarte controlar. —¿Quieres decir que no puedes ser tú misma? Grace asintió y cerró sus ojos por unos segundos: —Pero la verdadera razón es que...— Abrió sus ojos y siguió mirando a la doctora, —Yo tenía una relación con Alonso García. Bueno, él es u