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Bajo el código: 2104117476432TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ©☀︎☀︎☀︎☀︎LuisaAños después
La Casa de las Rosas se ha llenado de vida, de color, de sueños, rostros nuevos y de risas que ahora invaden los pasillos de este lugar. En la casa se respira sangre nueva, vida nueva y sobre todo que es momento de otra renovación, una tan esperada por todos los que vivimos aquí.
Durante años, Carlos y yo llevamos el título de marqueses con orgullo, cumpliendo con nuestras obligaciones tanto adentro como afuera de la casa y a la par criando a nuestros hijos que poco a poco llegaron a alegrar nuestras vidas y a agrandar nuestra familia. Después de nuestra hija, dos años después llegó un niño carismático y muy soñador al que llamamos por nombre Antonio Miguel Enrique en honor a nuestros padres y porque nos gustaban como se escuchaban dichos nombre juntos, tiempo después, para ser exactos, a nuestra vida ll
Muchas, muchas gracias por leer.... Saludos, Ana
Luisa―Hola, buenas tardes mi nombre es Luisa de Sade y vengo a audicionar para el papel de Carla de la reguera.―Muy bien, enséñanos lo mejor que tengas.Respiro profundo, cierro los ojos, los abro de inmediato y a viva voz y con todo el talento que sé que tengo digo mi línea.― Mira, esa estúpida parvada de palomas.―¿Es en serio?― Escucho la voz de la señorita y luego me quedo en silencio.―¿Disculpe?―Es en serio lo que nos acabas de decir.― Repi
Luisa¡Luisa, un par de cervezas claras por favor!¡Luisa, dos caballitos de tequila!Escucho mi nombre tantas veces que no sé como reaccionar corro de un lado a otro de lugar trayendo lo que me piden y limpiando la barra cada vez que alguien tira algo de líquido sobre ella. La noche está animada, al parecer era noche de partido de fútbol y no me di cuenta así que el bar está a reventar y por lo que veo las propinas serán muy buenas al menos para poder comer un poco mejor esta semana.―Ves, deja tu trabajo en el salón de belleza y ven para acá, eres buena bar tender tendrías millones d
Carlos¡Ey! ¿Te sientes bien? Despierta…¿Carlos?Mi nombre se repite unas treinta veces en mi cabeza antes de que pueda abrir los ojos y ver el hermoso rostro de Luisa frente a mí.―Dime que no moriste.― Me murmura.―No, no morí, solo que la cabeza me está matando.―Sí, se llama borrachera, ten toma esto.Luisa me da un vaso con una bebida burbujeante que yo sin pensarlo dos veces me la tomo para que termine este dolor fatal de cabeza y el malestar en el estómago.―¿Por qué huelo a basura? LuisaEste día no hay audiciones, no hay nada, simplemente es despertar normal en el piso, con un ligero dolor de cabeza por desvelarme y con el único motivo de salir a trabajar y hacer manicuras a clientas que me cuentan sus tragedias.Tomo la ropa más cómoda que tengo, una camiseta y unos vaqueros azules, me doy una ducha rápido donde no me lavo el cabello, y después de vestirme salgo de mi habitación para ver el piso completamente iluminado por los rayos del sol. Al parecer Salma aún no se ha despertado, por lo que paso con cuidado frente a su puerta, me dirijo a la sala a tomar mi bolso y abro la puerta para salir de ahí.―¡Ves te dije Larry! Es perfecta.― Escucho a Carlos que se encuentra justo en frente de mí al abrir la puerta.&nCAPÍTULO 4: El trato
LuisaTan solo salimos del restaurante, la primera parte del trato se cumplió, con una sola llamada y un traspaso de dinero a mi cuenta, tenía todo lo que necesitaba para pagar mi deuda hipotecaria. Me quedé admirando la cantidad de dinero como si fuera algo en verdad bellísimo, un sueño tal vez.―Larry pellizcame.― Murmuro y segundos después sentí un pellizco en mi brazo.― ¡Auch!― Expresé―era broma Larry.―Yo sólo estoy para servirla señorita.― Contesta pícaro.―Muy servicial diría yo.― Contesto de inmediato y el me da una sonrisa ligera.―Venga Luisa, deposita ese dinero y continuemos que hay mucho que hacer.― Me alien
Carlos―¡Definitivamente Chanel es mi color! ― Expresa mientras se ve un conjunto frente al espejo.―Eso dijiste cuando te pusiste tus otros colores que se traducen en Alexander McQueen y Prada.―Me gusta una amplia gama de colores ¿qué puedo hacer? ― Contesta coqueta mientras se acomoda la falda tableada.― Me gusta este color, es muy formal.―Esa será parte de tu ropa del día.―De noche tendrá que ser un vestido más formal y largo, de colores rojo, azul, negro.―Me encanta.― Se acomoda la blusa.Me pongo de pie y escojo un vestido largo de color rojo.― Ponte &eacut
Luisa Ver el montón de bolsas que han entrado a la elegante habitación de hotel me hacen pensar que estoy en cielo, no puedo creer que todo eso se haya comprado simplemente para una farsa de dos semanas y que prácticamente la mitad de mis deudas esté pagada, en verdad es un milagro. Carlos entra con la última ronda de bolsas y me sonríe, al parecer he quedado perfecta para la actuación y él está listo para el engaño. ―¿Cuándo nos iremos? ― Pregunto. ―En unos días, todavía faltan cosas por hacer, pero al menos ya estás lista en lo que queda de ropa, accesorios y sobre todo en la apariencia. Vuelvo a verme en el espejo y suspiro, en verdad me veo muy diferente, pareciera como si una Luisa se hubiese despertado y otra es la que se acostara a dor
Carlos Luisa, para este día, escogió un vestido de color rojo ligeramente por debajo de la rodilla, sin mangas, con un lazo negro que le hace cintura y se peinó con un chongo bajo de lado que la hace ver muy elegante, sobre su cuello trae el escudo brillante de mi familia y su aroma es un perfume ligero que huele de una forma exquisita y que le da un toque de feminidad muy apropiado, al parecer, sabe que ponerse para verse exacto como la imagino y eso me gusta. Después de un tiempo manejando, llegamos al aeropuerto y al entrar sobre la pista ella voltea a verme un poco preocupada.. ―¿No me digas que ya vamos a ver a tu familia?― Pregunta. ―No, aún no, hay una última cosa que debemos hacer, no te preocupes, cuando llegue la hora te avisaré con tiempo.