Capítulo 397
Sus palabras me intrigaban aún más, pues siempre había tenido ciertas dudas sobre el accidente.

—No hay nada más —Gabriel seguía negándolo—. No pienses mal... solo creo que deberías... concentrar tu energía... en el trabajo, en tu futuro... con Sergio.

Gabriel hablaba con más dificultad. La enfermera quiso en ese momento intervenir, pero él la detuvo con un ligero gesto. Solo pudo decir: —Un minuto más como máximo.

Conocía la gravedad de su estado y, aunque ansiaba saber la verdad, su salud era realmente prioritaria. —Señor, hablemos después, descanse ahora.

Pero me sujetaba la mano con firmeza. —Sara, pero prométemelo.

Su insistencia me inquietaba demasiado, reforzando mis sospechas sobre el accidente.

Pero sabía que no diría más, era inútil preguntar.

En su tremendo estado, solo podía tranquilizarlo. —Bien, lo prometo.

La inquietud en sus ojos se apaciguó un poco, pero no me soltó. —Sara, mira hacia adelante, recuerda siempre mis palabras.

Hace poco le había dicho lo mismo a Luis.

Pe
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP