De repente siento algo de culpabilidad, en cuanto veo a Mario en el piso.
"Su lobo está muriendo", me dice mi loba interior y yo me quedo paralizada, así que trato de levantarlo como puedo, con la fuerza de mi loba corriendo por mis venas y lo llevo directo a su habitación, en donde todavía está la rubia con que se estaba revolcando Mario.
―Pero ¿qué le ha pasado? ―pregunta toda inquieta, tratando de llenarlo de atenciones, pero yo la miro y mi loba quiere acabar con ella, así que me mira toda temerosa.
―Ve de inmediato a buscar ayuda―le grito con mi poder en la voz y ella deja de lloriquear y enseguida se va.
Entonces, veo que Mario está recuperándose poco a poco y se da cuenta que está en su recámara y me mira como si no entendiera nada.
― ¿Qué ha pasado? ―inquiere todo desconcertado.
―Que te has desmayado, luego de que te rechacé―le contesto, pero antes de que él pueda decirme nada más, llega uno de los sanadores de la manada, para ver lo que le está ocurriendo.
―Tiene poco poder espiritual―nos dice―creo que está perdiendo a su lobo―asegura y yo me quedo perpleja, porque es lo mismo que me acaba de decir mi loba.
Y es cuando me siento culpable, por la manera en que acabo de actuar.
―Lo he rechazado―le digo con un nudo en la garganta―lo he encontrado en la cama con otra mujer y hemos discutido―le cuento, pero el sanador está más pendiente del hijo del alfa que de mí.
―Oh, ya veo, me dice todo preocupado―la verdad es que no entiendo a los jóvenes, que piensan que las tradiciones son solo un juego ―me responde―ser rechazado por tu pareje te debilita porque pierdes el contacto con tu lobo, pero tal parece que no quieren hacer caso―espeta molesto, lo cual hace que la rubia se lleve la mano a la boca, de lo sorprendida que está.
―Eso no puede ser―dice esta vez la rubia―rechazar a tu pareja destinada no te puede afectar tanto así, como está Mario ahora―señala y yo la miro y quiero reírme de su comentario, pero es que estoy más preocupada por Mario, a pesar de que lo acabo de rechazar―ella tiene que haberle hecho algo más―me acusa y yo respiro profundo.
―Y por eso es por lo que esta manada tiene lobos más débiles cada día―le responde el sanador―la vida del lobo es con su pareja y que no marques con quien te acuestas disminuye los poderes de tu lobo―le advierte y ella traga en seco.
―Pero ¿qué demonios está pasando aquí? ―dice Mariah en cuanto ve a su hermano
en la cama. Entonces, Mario se despierta esta vez.
―Ha llegado Adele a mi habitación y... ―dice éste todo malhumorado, pero su hermana lo interrumpe.
― ¿Qué le has hecho, miserable desgraciada? ―me espeta con su voz de alfa y enseguida agacho la cabeza.
Pero, no voy a permitir que su categoría de alfa me afecte, porque he sido humillada por ambos y lo que hice está bien.
―Lo he rechazado, eso fue lo que hice―le respondo y la encaro y tal parece que no le está gustando mi actitud, así que se acerca más a mí y me observa directamente a los ojos.
― ¿Que lo has hecho qué? ―me grita toda molesta― ¿te atreviste a rechazar a mi hermano, el hijo de alfa Boris? ―me espeta, tratando de que la desafíe, así que no puedo evitarlo más y me río de ella.
―Que tanto tú como tu hermano piensan que pueden hacer lo que se les da la gana y tratar a todo el mundo como si fuéramos la plasta que se les pegó en el zapato, pero ya tienen que aprender que tenemos dignidad―le digo igual de molesta que ella―y si tengo algo que decir a mi favor, es que él se lo ha buscado, porque me desafió a dejarlo, así que lo rechacé, porque no iba a ser tratada como una cualquiera―le añado y ella me mira y me escupe en la cara.
Y yo me limpio y estoy a punto de arremeter en contra de ella, pero es el sanador quien interviene.
―Ya basta las dos―nos grita y ambas nos separamos―alfa Mario necesita reposo y ustedes solo están agobiándolo con sus gritos y sus chácharas―nos espeta, colocando su cuerpo entre las dos, así que nos separamos―veré qué remedios tengo para esa afección que tiene ahora―indica y luego le cuenta a Mariah cómo le ha afectado mi rechazo a su hermano―me temo que debe ser atendido de urgencia, de lo contrario, su lobo puede morir y sus poderes, los pocos que tiene, se perderán.
Entonces, el sanador nos hace echar a todas, incluyendo a la rubia que ahora no sabe ni qué hacer.
―Esto no se va a quedar así, Adele―me dice, una vez nos encontramos en el pasillo―me encargaré de que mi padre se entere de lo que has hecho y tú vas a pagar las consecuencias de todo lo que has hecho, ya lo verás―me amenaza y estoy ahora llena de coraje, porque no me puedo creer esto.
―Tu hermano se encarga de engañarme, de humillarme y que todo el mundo se burle de mí a mis espaldas, pero tú quieres que me quede de brazos cruzados―le respondo toda cabreada y ella quiere arremeter en mi contra.
―Él es el hijo del alfa y tú una simple hija del Beta, deberías besar el piso por donde él pasa, pero, en lugar de eso, te atreviste a rechazarlo y mira cómo ha quedado―me echa en cara―pero ya verás que no se juega con un alfa y con la sangre del alfa Boris, mucho menos―me espeta toda pagada de sí misma.
―Soy la primogénita de un Beta, el más poderoso de la manada y el más rico de la región y él se ha burlado de mí con todas las mujeres que le ha dado la gana, humillándome de paso―le respondo.
―Pues, él puede hacerlo, porque es un alfa y muchas mujeres se mueren por estar con él―se burla de mí―en cambio, tú lo has humillado por no querer acostarte con él, quien tiene mejor rango que tú.
―Ya él y yo hemos tenido esta discusión, no tengo que volver a decirte nada―le espeto cabreada―pero no solamente te quieres meter, sino que ahora me dices que vas a buscar a su padre para que resuelva los problemas en que se ha metido su hijo, ¡ja! ―me río con ganas―que se haga hombre y atienda sus propios asuntos, así como me tiró a la cara que yo tenía la culpa de todo―le digo y ella está que estalla de la rabia, pero no me dice nada más y se va corriendo a buscar a su padre, supongo.
Y es cuando me doy cuenta de que tengo que ir corriendo con mi padre, ya que he faltado a mi palabra.
"El alfa Boris está muy raro últimamente y cualquier indiscreción hará que me eche como su beta", me advirtió mi padre antes de venir a la fiesta y ahora su hija está yendo directamente con el alfa Boris a decirle que su hijo está perdiendo a su lobo por mi causa.
―Mario está ahora consciente y quiere verte―me dice el sanador y yo respiro profundo por toda la calamidad que se ha desatado.―Enseguida voy―le digo con un asentimiento de cabeza y él me sonríe.―Solamente, ten cuidado con lo que dices, porque todavía su conexión con su lobo es débil―me advierte y yo siento como se me forma un nudo en la garganta.Así que paso a su habitación, olvidándome de que tengo que ir con mi padre, pero, a lo mejor pueda salvar toda esta situación, si es que hablo con Mario y que razone con su padre, después de todo, él quería romper nuestro compromiso y eso fue lo que hice.Una unión a la cual él no le había puesto importancia, así que estuvo bien que lo hiciera, para su felicidad y mi humillación, al ser una cornuda de la cual todo el mundo se burlaba.― ¿Estás bien? ―le digo en cuanto lo veo.― ¿Qué, ahora te vas a burlar de mí? ―me espeta todo cabreado, aunque todavía se nota que está batallando por recuperarse―casi no lo escucho―me dice y no le entiendo―a
Entonces, Mario viene hasta mí para mirarme directo a la cara, con esa sonrisa asquerosa que solo destila lujuria.― Vamos, Adele, estoy seguro de que quieres que tu familia esté bien― me dice y jamás me hubiera imaginado que este hombre ahora me provocara tantas nauseas― un momento de placer, a cambio de que tu familia vuelva a ser la de antes.Y es cuando mis nauseas se vuelven rabia y lo escupo a la cara, lo que le cae a Mario peor que si lo hubiera abofeteado.― Pues, esta es mi respuesta, a ver si lo entiendes de una buena vez― le digo con la ira recorriendo por cada poro de mi piel― ya te rechacé y te rechazaré mil veces más, hasta que entiendas que ni muerta vuelvo contigo― le aseguro, pero él se abalanza sobre mí, dándome una cachetada tras otra, delante de mi padre, quien está a punto de moverse de donde está para molerlo a puñetazos, lo cual traería más problemas a toda la familia con alfa Boris.Así que hago lo único que se me ocurre que puede parar a Mario.― Yo, Adele, hi
Las pulsaciones de mi corazón se aceleran con cada minuto que nos encontramos en la trampa, al igual que al resto de mi familia.Entonces, los niños empiezan a llorar, por la caída y los revisamos, para comprobar que no estén lastimados, pero, hay algo más y es el temor que se puede respirar en el pequeño hoyo en el que hemos venido a caer.― Silencio― nos susurra una voz en el hoyo y me doy cuenta de que es uno de los socios Beta de mi padre― los guardas están muy cerca y nos pueden escuchar― señala y no tardamos en escuchar unos pasos que están acercándose.Sin embargo, me siento aliviada al oírlo hablar, ya que ha venido la ayuda de la que papá tanto nos habló y siento cómo mi respiración se torna más tranquila, ya que nos encontramos en manos amigas.Entonces, escuchamos a la guarda que corre en tropel y se detienen justo arriba de nosotros, sintiendo nuestro olor, sin embargo, parece que escuchan algo a lo lejos, el aullido del alfa Boris, que se viene acercando y queda cerca de
Sé cuál es la frustración de papá. Y eso es que hasta hace una semana, él era un hombre muy rico, capaz de sustentar a su familia, a quienes nos consentía, dándonos todos los lujos que quisiéramos. En cambio, ahora lo ha perdido todo, incluyendo el favor de su alfa y, para colmo, tiene que armarse de paciencia para que el alfa de esta manada que está de luto le dé audiencia. Algo que jamás le hubiera pasado, si siguiera siendo el mismo Beta influyente, capaz de conseguir que un alfa lo atendiera, fuera la manada que fuera. Pero no nos vamos a desanimar por eso, porque puede que el destino de mi familia se encuentre en mis manos, así que me voy directo a casa de mi primo, junto con mi padre, pues sé que tengo que impresionar a los ancianos. ―Creo que esto te servirá―me dice la mujer de mi primo, quien está buscando su mejor atuendo, para que sea elegida de inmediato. ―No deberías prestarme una ropa tan fina―le digo con algo de pena, al ver lo entusiasmada que está en buscar entre
Adele Regreso a casa, después de pasarme horas descargando toda mi rabia en una bolsa de boxeo, atormentada por mi loba. “Pareja, pareja”, dice sin cesar, como si tuviera una obsesión fijada en lo que nos ha traído problemas, para empezar. “Creo que te has olvidado de que tuvimos una y la rechazamos, porque nos engañó con todas las mujeres de la manada, por lo que sé”, le espeto molesta, pero ella no me entiende. “Nuestra pareja está aquí”, solo sabe responderme, “deberíamos regresarnos y buscarlo”, asegura y yo respiro profundo. “Y por prestarle atención a nuestra pareja, hemos terminado en la miseria y exiliados de nuestra manada”, le recuerdo enojada. “Nuestra pareja es importante, busquémosla, debe estar cerca”, me dice con ansias, lo cual me cabrea todavía más. “Pues, yo no tengo tiempo para eso”, le aseguro, pero me sigue ignorando, así que le espeto, “necesitamos que la familia viva en paz y cómoda, no una pareja que solo nos traerá problemas, ¿o quieres que mis hermanos
― ¡Miserable Adele, ya verás! ―me grita y me da una bofetada que me deja en el suelo, pero, no conforme con eso, aprovecha que estoy en desventaja y me da una patada tras otra. ― Déjame en paz―le pido, mientras que yo estoy protegiendo con mi cuerpo la última botella de leche especial que le queda al bebé entre las manos. “Acabemos con ella de una vez”, me exige mi loba, “nuestra familia está sufriendo por su causa”, espeta, queriendo salir por cada poro de mi piel, “somos más poderosas que ella, la primogénita de un Beta poderoso”, insiste y estoy a punto de ceder ante mi loba, pero me contengo. “Los ancianos la han escogido como la futura Luna de la manada y si nos metemos con ella, nuestra familia será echada nuevamente al frío bosque”, le recuerdo, “además, podemos romper la botella con la leche especial del niño”. “Pero, si estamos siendo humilladas”, me reclama con rabia, “ella es inferior a nosotras, porque es la sexta hija de un alfa”, me recuerda, pero no puedo cederle el
Punto de vista neutro. En cuanto el Beta John ha visto a su hija medio desmayada en ese vestido harapiento de sirvienta, golpeada como si fuera una esclava, se sintió avergonzado, por haberla sometido a tal humillación. Pero esto no se iba a quedar así, hoy mismo iría a hablar con el alfa de la manada para que le diera un empleo de lo que fuera, para que su hija no se viera obligada a pasar necesidades. ― ¡Papá! ―le grita Adele, quien ha corrido detrás de él, luego de recuperarse del desmayo por los golpes― ¡por favor, no hagas una locura! ―le pide toda angustiada. ―Yo soy el jefe de esta familia, quien debería mantenerlos a todos y no debería permitir que mi hija mayor dé la cara por mí y se vea humillada―le dice con rabia en la voz. Y es cierto. “Si tan solo pudiera borrar ese día de mi memoria”, se dice, recordando la razón por la cual alfa Boris lo ha despojado de todo y lo ha desterrado de su hogar ancestral. ― ¡Por favor, papá, razona! ―le pide su hija nuevamente―de seguro
―Si te refieres a lo que ha pasado hace un rato en la cocina, puedes estar tranquilo―le indica Noel y mi madre se muestra molesta, como si le ofendiera todo lo que está diciendo el menor de sus hijos. ―Pero, ella no es una mujer cualquiera―le recuerda―ella es la hija de alfa Boris y eso nos traerá problemas con esa manada―indica, sin embargo, a mí me importa un bledo―además de que ha sido escogida por los ancianos de la manada para ser la siguiente Luna, volviendo esta manada en la más fuerte, con su sangre alfa. ―Pues, puede que tengas razón, madre, pero como la déspota que es, se merece que la haya humillado así―le contesta Noel a mi madre, quien se ve sorprendida―no podemos permitirle que trate así a nadie en esta manada―le señala―los sirvientes creerán que esa será la manera en que los trataremos de aquí en adelante―le hace ver, pero mi madre mueve la cabeza de lado a lado. ―Pero es que te excediste, Noel, porque la has encerrado en su habitación, como si fuera una niña pequeña―