~~~Adele.Las palabras de Noah me encienden.Supongo que no es una cosa que pueda controlar, a pesar de que sé que no me puedo llevar por la pasión, pero tengo tanto tiempo de estar conteniéndome ante su presencia, que ahora que he permitido que me regale sus caricias, no puedo controlar el hecho que resulta lo mucho que me gustan.Unas a las cuales no puedo ni quiero resistirme, sin embargo, no estamos solos.―Luego―le digo, para la pregunta tan tentadora que me acaba de hacer, una que me enciende y que hace que mis bragas se mojen, solamente de recordarnos a él y a mí juntos y desenfrenados.―Pues, tú te lo pierdes―me dice con una sonrisa pícara, una que termina de despertar todo mi lívido, el cual trato de disimular.―Les recuerdo que ustedes no son lo más importante por aquí, sino yo―nos espeta Mariah de lo más molesta―así que dejen de mostrar el pan delante de los pobres―señala, al tiempo de que ahora mira a Noel con una ceja levantada―y hablando de parejas, Noel, ya te lancé mi
~~~Punto de vista neutro.Las palabras de Mariah se sienten como un puñetazo en el centro del estómago para Boris, al sentir el dolor de la traición de manos de su propia hija.Una a la cual quiere con toda su alma, a pesar de que le ha clavado un puñal en la espalda, como nunca pudiera haber esperado.Y Mariah sabía como se debía sentir su padre en este momento, ya que, si estaba segura de algo, era del amor que le profesaba a ella y a Mario, su difunto hermano, en honor al amor a su madre, su concubina más amada.Pero él era cruel y déspota y no podía gobernar nunca más en esa manada.―Si te han obligado a ello, solo dime y lo mataré, para que quedes libre de esa marca de una buena vez―le dice a su hija, en un último intento porque ella recuerde ese amor de padre e hija que ambos se tenían.―No quiero que hagas una cosa como esa, padre―le confiesa―yo le he pedido a Noel que me la haga, justo antes del juicio que tendrás, puesto a que te conozco y si es por ti, de seguro que durará
Adele.― Recuerda todo lo que te acabo de decir, Adele― me dice papá todo preocupado, como las últimas cien veces que ya lo ha hecho, mientras vamos de camino a la casa de la manada― no quiero que nos vuelvas a traer problemas con alfa Boris, por discutir con Mariah, ¿está claro? ― me canta la cartilla, pero es que no le estoy prestando mucha atención. Hoy es la fiesta de La Luna, la más importante en mi manada, Darkmoon, en donde todos los lobos van a festejar y a encontrarse con su pareja destinada, pero eso no es lo más importante. "Nos haremos la marca en la próxima fiesta de La Luna", me dijo Mario hace seis meses, cuando nos hicimos novios. No es algo que le vaya a decir a papá, después de todo, luego de que nos marquemos, tendremos nuestro primer encuentro íntimo y ya nos uniremos para toda la vida. Algo que le partirá el corazón y estará muy triste, pues soy su hija favorita. ― El alfa Boris está muy raro últimamente y cualquier indiscreción hará que me eche como su beta―
― ¡Adele, espera! ― me grita, pero a mí no me interesa nada que venga de su boca, sin embargo, él es más rápido y ágil que yo y me da alcance en poco tiempo, tratando de abrazarme para consolarme, pero su agarre me asquea.― Estabas con esa tipa, Mario― le espeto molesta― ¿desde cuándo me estás viendo la cara de tonta? ― le grito con la sangra golpeándome la cabeza― se suponía que tú y yo...― trato de seguir hablando, pero me quedo sin aliento y ahora siento espasmos por todo mi cuerpo. ― ¿Quieres calmarte, eh, Adele? ― me dice y se pasa la mano por la cabeza― además, tú tienes la culpa de todo eso― me acusa y yo quedo perpleja. ― Yo no te dije que te revolcaras con esa rubia cabeza hueca― le digo toda cabreada― se suponía que tú y yo nos haríamos la marca hoy― le recuerdo, pero él solamente sabe reírse de mí. ― Pues, yo no te dije que eso iba a pasar hoy, solamente que podía pasar― me responde, burlándose de mí― todo porque eres una testaruda que no quiere acostarse conmigo. ― Sa
De repente siento algo de culpabilidad, en cuanto veo a Mario en el piso."Su lobo está muriendo", me dice mi loba interior y yo me quedo paralizada, así que trato de levantarlo como puedo, con la fuerza de mi loba corriendo por mis venas y lo llevo directo a su habitación, en donde todavía está la rubia con que se estaba revolcando Mario. ―Pero ¿qué le ha pasado? ―pregunta toda inquieta, tratando de llenarlo de atenciones, pero yo la miro y mi loba quiere acabar con ella, así que me mira toda temerosa.―Ve de inmediato a buscar ayuda―le grito con mi poder en la voz y ella deja de lloriquear y enseguida se va.Entonces, veo que Mario está recuperándose poco a poco y se da cuenta que está en su recámara y me mira como si no entendiera nada.― ¿Qué ha pasado? ―inquiere todo desconcertado.―Que te has desmayado, luego de que te rechacé―le contesto, pero antes de que él pueda decirme nada más, llega uno de los sanadores de la manada, para ver lo que le está ocurriendo.―Tiene poco poder
―Mario está ahora consciente y quiere verte―me dice el sanador y yo respiro profundo por toda la calamidad que se ha desatado.―Enseguida voy―le digo con un asentimiento de cabeza y él me sonríe.―Solamente, ten cuidado con lo que dices, porque todavía su conexión con su lobo es débil―me advierte y yo siento como se me forma un nudo en la garganta.Así que paso a su habitación, olvidándome de que tengo que ir con mi padre, pero, a lo mejor pueda salvar toda esta situación, si es que hablo con Mario y que razone con su padre, después de todo, él quería romper nuestro compromiso y eso fue lo que hice.Una unión a la cual él no le había puesto importancia, así que estuvo bien que lo hiciera, para su felicidad y mi humillación, al ser una cornuda de la cual todo el mundo se burlaba.― ¿Estás bien? ―le digo en cuanto lo veo.― ¿Qué, ahora te vas a burlar de mí? ―me espeta todo cabreado, aunque todavía se nota que está batallando por recuperarse―casi no lo escucho―me dice y no le entiendo―a
Entonces, Mario viene hasta mí para mirarme directo a la cara, con esa sonrisa asquerosa que solo destila lujuria.― Vamos, Adele, estoy seguro de que quieres que tu familia esté bien― me dice y jamás me hubiera imaginado que este hombre ahora me provocara tantas nauseas― un momento de placer, a cambio de que tu familia vuelva a ser la de antes.Y es cuando mis nauseas se vuelven rabia y lo escupo a la cara, lo que le cae a Mario peor que si lo hubiera abofeteado.― Pues, esta es mi respuesta, a ver si lo entiendes de una buena vez― le digo con la ira recorriendo por cada poro de mi piel― ya te rechacé y te rechazaré mil veces más, hasta que entiendas que ni muerta vuelvo contigo― le aseguro, pero él se abalanza sobre mí, dándome una cachetada tras otra, delante de mi padre, quien está a punto de moverse de donde está para molerlo a puñetazos, lo cual traería más problemas a toda la familia con alfa Boris.Así que hago lo único que se me ocurre que puede parar a Mario.― Yo, Adele, hi
Las pulsaciones de mi corazón se aceleran con cada minuto que nos encontramos en la trampa, al igual que al resto de mi familia.Entonces, los niños empiezan a llorar, por la caída y los revisamos, para comprobar que no estén lastimados, pero, hay algo más y es el temor que se puede respirar en el pequeño hoyo en el que hemos venido a caer.― Silencio― nos susurra una voz en el hoyo y me doy cuenta de que es uno de los socios Beta de mi padre― los guardas están muy cerca y nos pueden escuchar― señala y no tardamos en escuchar unos pasos que están acercándose.Sin embargo, me siento aliviada al oírlo hablar, ya que ha venido la ayuda de la que papá tanto nos habló y siento cómo mi respiración se torna más tranquila, ya que nos encontramos en manos amigas.Entonces, escuchamos a la guarda que corre en tropel y se detienen justo arriba de nosotros, sintiendo nuestro olor, sin embargo, parece que escuchan algo a lo lejos, el aullido del alfa Boris, que se viene acercando y queda cerca de