~~~Punto de vista neutro.La matriarca de la manada Moonlight estaba sumamente preocupada, en cuanto supo lo que había ocurrido en Darkmoon, en el supuesto juicio que se haría por la captura de alfa Boris.Resultaba tanta la corrupción en aquel sitio que, en lugar de conseguir justicia, encontraron más impunidad, todo gracias a las figuras más corruptas de aquel sitio, los miembros del concejo de aquella manada.Sin embargo, y a pesar de que todo aquello era apremiante, no era lo que más la tenía en vilo.Porque ese miserable de Boris había escapado.De seguro que ni Adele ni Noah descansarían hasta verlo en prisión, que le darían caza por todo territorio conocido o desconocido, incluso, si tuvieran que ir hasta las entrañas mismas de la manada híbrida, un lugar prohibido para los Moonlight, pero, que para Adele, una mujer nacida en Darkmoon, no le sería imposible irlo a perseguir, junto con su guardia.Pero, la matriarca sabía en qué lugar exactamente se refugiaría, en especial, por
~~~Adele.―También estoy preocupada por lo que le pueda pasar a nuestros hijos, y no creo que la matriarca pueda sola, si es que Boris decide aparecerse por aquí. Recuerda que él es más fuerte, y que puede acabar con un regimiento él solo, si se lo propone, por su sangre de alfa―le indico, pero él parece no entender, lo cual hace que la matriarca se retire hasta la habitación secreta de su recámara, en donde tiene la cuna del bebé.Tal parece que ha entendido la gravedad de nuestra discusión, escogiendo ser discreta esta vez.Es cuando miro a Noah, desafiante, porque no voy a permitir que me relegue, sabiendo lo mucho que me angustia ver que mi niño e incluso, la matriarca, estén en peligro de muerte.―Me iré a cazar a Boris y no podré hacerlo si sé que toda mi familia está recluida en una misma habitación, a la espera de que ese miserable se aparezca y les haga daño―me indica con rabia y dolor en la voz a partes iguales.―Y es por eso que yo, la única otra con sangre alfa en este mo
Adele.― Recuerda todo lo que te acabo de decir, Adele― me dice papá todo preocupado, como las últimas cien veces que ya lo ha hecho, mientras vamos de camino a la casa de la manada― no quiero que nos vuelvas a traer problemas con alfa Boris, por discutir con Mariah, ¿está claro? ― me canta la cartilla, pero es que no le estoy prestando mucha atención. Hoy es la fiesta de La Luna, la más importante en mi manada, Darkmoon, en donde todos los lobos van a festejar y a encontrarse con su pareja destinada, pero eso no es lo más importante. "Nos haremos la marca en la próxima fiesta de La Luna", me dijo Mario hace seis meses, cuando nos hicimos novios. No es algo que le vaya a decir a papá, después de todo, luego de que nos marquemos, tendremos nuestro primer encuentro íntimo y ya nos uniremos para toda la vida. Algo que le partirá el corazón y estará muy triste, pues soy su hija favorita. ― El alfa Boris está muy raro últimamente y cualquier indiscreción hará que me eche como su beta―
― ¡Adele, espera! ― me grita, pero a mí no me interesa nada que venga de su boca, sin embargo, él es más rápido y ágil que yo y me da alcance en poco tiempo, tratando de abrazarme para consolarme, pero su agarre me asquea.― Estabas con esa tipa, Mario― le espeto molesta― ¿desde cuándo me estás viendo la cara de tonta? ― le grito con la sangra golpeándome la cabeza― se suponía que tú y yo...― trato de seguir hablando, pero me quedo sin aliento y ahora siento espasmos por todo mi cuerpo. ― ¿Quieres calmarte, eh, Adele? ― me dice y se pasa la mano por la cabeza― además, tú tienes la culpa de todo eso― me acusa y yo quedo perpleja. ― Yo no te dije que te revolcaras con esa rubia cabeza hueca― le digo toda cabreada― se suponía que tú y yo nos haríamos la marca hoy― le recuerdo, pero él solamente sabe reírse de mí. ― Pues, yo no te dije que eso iba a pasar hoy, solamente que podía pasar― me responde, burlándose de mí― todo porque eres una testaruda que no quiere acostarse conmigo. ― Sa
De repente siento algo de culpabilidad, en cuanto veo a Mario en el piso."Su lobo está muriendo", me dice mi loba interior y yo me quedo paralizada, así que trato de levantarlo como puedo, con la fuerza de mi loba corriendo por mis venas y lo llevo directo a su habitación, en donde todavía está la rubia con que se estaba revolcando Mario. ―Pero ¿qué le ha pasado? ―pregunta toda inquieta, tratando de llenarlo de atenciones, pero yo la miro y mi loba quiere acabar con ella, así que me mira toda temerosa.―Ve de inmediato a buscar ayuda―le grito con mi poder en la voz y ella deja de lloriquear y enseguida se va.Entonces, veo que Mario está recuperándose poco a poco y se da cuenta que está en su recámara y me mira como si no entendiera nada.― ¿Qué ha pasado? ―inquiere todo desconcertado.―Que te has desmayado, luego de que te rechacé―le contesto, pero antes de que él pueda decirme nada más, llega uno de los sanadores de la manada, para ver lo que le está ocurriendo.―Tiene poco poder
―Mario está ahora consciente y quiere verte―me dice el sanador y yo respiro profundo por toda la calamidad que se ha desatado.―Enseguida voy―le digo con un asentimiento de cabeza y él me sonríe.―Solamente, ten cuidado con lo que dices, porque todavía su conexión con su lobo es débil―me advierte y yo siento como se me forma un nudo en la garganta.Así que paso a su habitación, olvidándome de que tengo que ir con mi padre, pero, a lo mejor pueda salvar toda esta situación, si es que hablo con Mario y que razone con su padre, después de todo, él quería romper nuestro compromiso y eso fue lo que hice.Una unión a la cual él no le había puesto importancia, así que estuvo bien que lo hiciera, para su felicidad y mi humillación, al ser una cornuda de la cual todo el mundo se burlaba.― ¿Estás bien? ―le digo en cuanto lo veo.― ¿Qué, ahora te vas a burlar de mí? ―me espeta todo cabreado, aunque todavía se nota que está batallando por recuperarse―casi no lo escucho―me dice y no le entiendo―a
Entonces, Mario viene hasta mí para mirarme directo a la cara, con esa sonrisa asquerosa que solo destila lujuria.― Vamos, Adele, estoy seguro de que quieres que tu familia esté bien― me dice y jamás me hubiera imaginado que este hombre ahora me provocara tantas nauseas― un momento de placer, a cambio de que tu familia vuelva a ser la de antes.Y es cuando mis nauseas se vuelven rabia y lo escupo a la cara, lo que le cae a Mario peor que si lo hubiera abofeteado.― Pues, esta es mi respuesta, a ver si lo entiendes de una buena vez― le digo con la ira recorriendo por cada poro de mi piel― ya te rechacé y te rechazaré mil veces más, hasta que entiendas que ni muerta vuelvo contigo― le aseguro, pero él se abalanza sobre mí, dándome una cachetada tras otra, delante de mi padre, quien está a punto de moverse de donde está para molerlo a puñetazos, lo cual traería más problemas a toda la familia con alfa Boris.Así que hago lo único que se me ocurre que puede parar a Mario.― Yo, Adele, hi
Las pulsaciones de mi corazón se aceleran con cada minuto que nos encontramos en la trampa, al igual que al resto de mi familia.Entonces, los niños empiezan a llorar, por la caída y los revisamos, para comprobar que no estén lastimados, pero, hay algo más y es el temor que se puede respirar en el pequeño hoyo en el que hemos venido a caer.― Silencio― nos susurra una voz en el hoyo y me doy cuenta de que es uno de los socios Beta de mi padre― los guardas están muy cerca y nos pueden escuchar― señala y no tardamos en escuchar unos pasos que están acercándose.Sin embargo, me siento aliviada al oírlo hablar, ya que ha venido la ayuda de la que papá tanto nos habló y siento cómo mi respiración se torna más tranquila, ya que nos encontramos en manos amigas.Entonces, escuchamos a la guarda que corre en tropel y se detienen justo arriba de nosotros, sintiendo nuestro olor, sin embargo, parece que escuchan algo a lo lejos, el aullido del alfa Boris, que se viene acercando y queda cerca de